Disclaimers: Los personajes de Twilight no me pertenecen, yo sólo los tomo prestado para matar un poco mi estado de aburrimiento.

Advertencias: El escrito a continuación contiene incesto, si éste genero no es de su agrado, no es mi culpa, por lo que agradecería que cierre la ventana, busque otra historia que sea de su gusto, y no lea con la intención después de insultar.

I

¿Y si se da cuenta? No, no lo cree, él sólo tiene que cuidar de dejarlo todo cómo está y no pasará nada. Pero no puede simplemente darse la vuelta y dejar escapar la oportunidad que tiene de saber qué tanto esconde su hermana. Hace años que no es la misma, al menos no con él. Pasó de ser su mejor amiga a ni siquiera dirigirle la palabra mientras comparten las cenas con sus padres. No sabe qué pudo haber pasasado, qué le ha hecho él para que ya no quiera hablarle. Ha tratado de preguntarle, pero ella sencillamente se escabulle. Es por eso que está allí, aprovechando que sus padres han salido a un concierto de su banda favorita de cuando eran más jóvenes.

Su hermana, obviamente, en cuanto se enteró de esto pidió permiso para quedarse a dormir con su amiga, Alice, que vive a dos casa de la suya. Ella sabía que si se quedaba no iba tener oportunidad de seguir huyendo de él y no le quedaría más remedio que enfrentarlo; decirle de una buena vez que es eso tan grave que él le ha hecho para llegar hasta el punto de odiarlo. Porque a veces eso es lo que él puede ver en sus ojos color chocolate, cuando ella lo mira. Odio... Y algo más que él no ha logrado entender.

Pero eso ya no será así, ese día lo sabrá. Ha entrado a su habitación en busca de un cuaderno morado, el cual él se ha dado cuenta que lleva para arriba y para abajo desde que comenzó a comportarse extraña con él. De eso ya va hacer un año, justo desde el día en el que ella cumplió 15 años. Ahora ella tiene 16.

Edward abre el cuaderno y lo primero que lee son algunos que otros versos, los cuales no le dicen mucho, así que sigue pasando las páginas hasta que uno en particular llama su atención.

13 de septiembre del 2001

Bueno, me siento tonta al hacer esto. No soy muy de creer que escribir en un diario sea buena idea, ya que siempre se estará predispuesto a que alguien lo lea y descubra tus más ínfimos secretos.

Edward no puede evitar reírse de lo que acababa de leer, porque Bella tenía razón, él que el estuviera allí era la prueba de ello.

...Pero mi abuela Elizabeth me lo regaló hace poco por mi cumpleaños numero 15, y no pude aguantarme las ganas de sacarme de alguna manera esto que llevo guardado desde hace algún tiempo, precisamente después de haber bailado con el chico de mi sueños.

Edward junta sus cejas, pensativo. Recuerda vagamente que Bella bailó con varios chicos esa noche, por lo que se le es difícil saber de quién exactamente ella está hablando. Suspira y continua leyendo, sabiendo que bien podría saltarse las páginas y buscar lo que realmente le interesa, pero no puede negar que le llama le atención esto y, por qué no admitirlo, también siente cómo si algo se hubiese removido en su interior al enterarse que su hermanita pequeña ya está enamorada. Edward atribuye a ese "algo" a celos de hermano mayor protector y no le da mucha importancia.

...Cabe decir que no quería, porque estaba nerviosa, de sólo pensar que lo tendría tan cerca, que su perfume me envolvería completa y sus brazos rodearían mi cuerpo, sentía que era capaz de desmayarme, pero no lo hice. Él siempre ha hecho que me sienta segura cuando estoy a su lado. ¡Y fue mágico! Tenerlo para mí solita, así, sin que nadie sospechara de mis sentimientos y me viera extraño por atreverme si quiera a verlo de otra manera de cómo debiera.

¿De quién rayos está hablando su hermana?

...Pero es que sencillamente no puedo evitarlo: Todo de él me encanta, me llama; su cabello rebelde que me hace sonrojar al imaginarme hundiendo mis dedos en él; sus ojos intensos que son capaz de hacer suspirar a cualquiera. Y lo digo en serio, todas en el colegio babean por él y ruegan para que él las mire, yo también lo hago, pero, aunque tengo ventajas sobre ellas, él no me mira cómo yo quisiera, como yo lo veo a él.

A éste punto la cabeza de Edward es un mar de ideas sin sentido.

...Y su boca, ¡Dios, esa boca! Perdonadme Diosito, pero no puedo engañarte, tú sabes lo que pasa por mi mente cada vez que lo veo torcer esa boca en una sonrisa ladina, esa que hace que se me pare el corazón, para luego latir violentamente, deseando poder algún día, por un milagro, acariciar su boca con mis labios.

Edward olvida por completo el motivo principal por el cual está violando la privacidad de su hermana, ya que en lo único que puede pensar en ese momento, es en seguir leyendo, y así enterarse de quién es el malnacido que hace que su hermanita menor tengas esos pensamientos que no son propios de una niña, para luego ir buscarlo hasta por debajo de las piedras, golpearlo y de ésta manera dejarle en claro que nunca es su miserable vida se le ocurra siquiera tocarle un pelo a su hermanita.

...Ojalá algún día el dueño de mis sentimientos pueda corresponderme, pero sé que eso no va suceder nunca..., porque no habría forma de que mi hermano pueda amarme de la misma manera en que yo lo amo a él.

¡Hola! Acá lea traigo una nueva historia. Es una adaptación, pero cuando la escribí, pensé mucho en Edward y Bella para los protagonistas. Así que básicamente le cambié los nombres y alguna que otra características físicas a Bella. En fin, espero que les guste. El fic es corto, son cinco capitulo, cuatros ya están escrito y tengo el ultimo casi terminado.