¿Otra prometida?
Las citas con las prometidas
Era un día tranquilo en residencia Tendo, los pajaritos cantaban, los peces nadaban de lo más pacíficos. El joven artista marcial se encontraba de lo más concentrado en su entrenamiento que no dio cuenta de la presencia de sus tres "queridas prometidas", se le acercaban poco a poco, acorralándolo para brindarle un plato cocinado por ellas mismas.
-¡Nihao Airen!-saludo la señorita de cabellos violetas ofreciéndole un gran plato de sopa china.
-¡Ranma-chan!-se acercaba la joven de la espátula por el lado izquierdo del muchacho.
-¡Jojojojo! ¡Ranma amor mío!-llegaba la rosa negra por el lado derecho.
-¡¡Qué quieren??...¡¡Ya comí!! Gracias… chicas… en serio… no tengo hambre...-trataba de defenderse el joven, caminando hacia atrás tratando de escapar pero no pudo porque las ropas de las señoritas estaban un poco provocativas que lo dejaron estático.
-¡¡Tienes que decidirte por una de nosotras!!- dijeron al unísono las jovencitas mostrándole los jugosos platos.
-¡¡QUE??... ¡NO HARE ESO!… me rehusó a elegir a una de ustedes- dijo el joven seriamente sentándose en el piso del dojo.
-¡¡COMO??...¡¡RANMA!!- gritaron las chicas a la vez por la sorprendente actitud y decisión del joven.
-Lo que oyeron… no pienso escoger a una sola-dijo con determinación.
-¿Acaso vas a elegir a todas juntas, Ranma?-preguntó con tristeza la joven de cabellos azulados que había llegado atraída por el ruidoso gritos de las demás prometidas.
-Akane…-musito el joven viendo a la jovencita entrar al dojo-¡Pues si!... me quedo con todas…hasta que aclare bien mis sentimientos- dicho esto se seto frente a las muchachas que lo veían muy sorprendidas y a la vez preocupadas por esa decisión.-¡Estoy harto de que se pelean por mi!... que me den regalos a cada rato, platos de comida entre otras cosas, la prometida oficial es Akane, lo acepto pero también están ustedes tres lindas señoritas y a cada una las quiero a mi manera pero si tanto insisten no creo que me pueda decidir por una sola- terminó guardando unos segundo de silencio para pensar en cómo podría solucionar su incómoda situación actual, teniendo a las 4 señoritas frente a él.
Ninguna de las jovencitas emitía algún comentario, ya que se encontraban en shock mental por toda la información que Ranma le había dicho.
-Por eso…-musito el joven.
-¿Por eso qué, Ranma?-preguntó la joven de la espátula.
-"Ranma… ¿qué te pasa?... nunca has actuado así… las quieres…me quieres a tu manera…Ranma…"-pensaba la joven Tendo sin dejar de mirarlo.
-Para decidir con cual quedarme, creo que sería justo que saliera con cada una… una cita a solas-comentó el joven haciendo ver en su rostro un leve sonrojo al pensar que tendría una cita con su prometida Akane.
-¿Salir con cada una? ¿Una cita? ¿A solas?-cuestionaron juntas las 4 señoritas mostrando asombro en su voz.
Lentamente y con disimulo el joven trato de acercarse a los platos de las damas para poder comérselos.
-¡Estás loco! ¡Ranma amor mío!- reprocho la joven Tatewaki al ver a Ranma tratando de agarrar su plato- Te lo doy si me eliges- sentenció apartando muy lejos del joven aquel manjar.
-No gracias... se quieren participar me avisan- dicho esto abandonó el dojo dejando solas a las señoritas.
El resto del día paso de lo más tranquilo, ninguna de las otras tres "prometidas" aparecieron más por la residencia Tendo, y su adoraba prometida no salía de su habitación con la intención de no toparse con él.
En cambio el joven Saotome se encontraba feliz por poner en marcha su plan, con el cual según él iba a poder librarse de las otras señoritas y quedarse solo con una: Akane Tendo.
Así que utilizó su tranquila tarde para pensar bien su siguiente movimiento, a donde serían las citas, que días y que haría en cada una de ellas.
En la cena…
-Cuñadito…es verdad lo que escuche…-preguntaba la mediana de los Tendo con ánimo de molestar al joven Saotome.
-¿Qué escuchaste?- preguntó con naturalidad.
-Que vas a tener una cita con Akane, Ukyo, Shampoo y Kodachi- continuó la joven con voz alta para que todos la escucharan.
-Si es verdad- respondió sin alterarse de alguna manera.
-¡¡QUE??-gritaron al unísono los mayores de la casa al escuchar al muchacho.
-Akane… ¿hija, es cierto eso?-cuestionó el señor Soun a la menor de las jovencitas de la familia, que no paraba de comer para no contestarle. Tan solo asintió.
-Pero Ranma… ¿hijo, qué te pasa?- preguntó con preocupación Genma tomando el último pescado de la mesa.
-Así podré pasar un rato a solas con cada una y averiguar con cual escoger- dijo terminando su comida para levantarse y dirigirse al patio.
Por ese día, ya bastaban las interrogaciones sobre la actitud de Ranma, así que Akane, habiendo acabado su comida subió rápidamente para no dar más explicación, las cuales no las tenía.
Un nuevo día amanecía en la cuidad de Nerima, y para un joven iba hacer un agitado.
Luego de desayunar Ranma se hallaba en el tejado de la casa, pensando en cosas triviales y esperando la visita de sus "otras prometidas".
-Ranma-dijo la joven parada frente a él.
-¿Ukyo?-pregunto el joven sin abrir los ojos.
-Si soy yo- respondió la joven sentándose a un lado.
Rápidamente el joven se incorporó de frente a la joven- que bueno que viniste, ¿deseas participar?- le preguntó.
-Si…bueno…no lo sé… ayer me puse a pensar en lo que dijiste…no lo sé-contestó indecisa la joven sin apartar la mirada del joven.
-Dime… ¿me ves como algo más que amigo o como un amigo?- volvió a cuestionar el joven, agarrando una mano de la joven delicadamente.
-Ranma… no…no sé…si sienta algo por ti… estoy confundida- respondió con tristeza la joven dándole un abrazo al muchacho.
-Ukyo, yo siempre que he visto como mi mejor amiga… eres una chica bonita, femenina encontrarás a alguien que te quiera de verdad, lo sé-musito el joven sin soltar el abrazo.
-Gracias Ranma… por ser mi mejor amigo…sabes… creo que no participaré en este enredo tuyo- dijo apartándose de él.
-No participa por favor, yo lo hago porque estoy confundido respecto a lo que siento por Akane y las demás; además no sería una cita de novios sino más bien de amigos- exclamó el joven con tristeza.
-Está bien, acepto su invitación a salir-dicho esto lo beso en la mejilla y se retira.
-"Ukyo… lo siento"- fue lo último que pensó antes de bajar del tejado a la casa.
No tuvo que esperar mucho tiempo, para que la segunda señorita interesada en la propuesta del joven apareciera, se encontraban sentados frete al lago, solo el silencio los acompañaban.
-¿Deseas participar?-preguntó el joven rompiendo el silencio.
-Si airen- respondió la joven china acercándose lentamente.
-Bueno, tendremos nuestra cita en dos días- musito el muchacho apartándose un poco.
-¡En dos días!... ¿por qué airen?...no soy la primera- reprocho la joven de cabellos violetas.
-No lo eres Shampoo, Ukyo es la primera- respondió con naturalidad.
-Está bien, airen te esperaré- finalizó levantándose para retirarse.
-"Solo falta una"-pensó el joven viendo nadar al pececito en el estanque.
En la noche, después de cenar, llevo efectivamente la tercera "prometida" en busca de su cita con su amado.
-¡Ranma amor mío, he venido a decirte que participaré en tu concurso de mejor prometida, porque sé que lo ganaré! Jojojo- dijo la señorita Tatewaki entrando por la ventana de la habitación de Ranma.
-Que bien Kodachi, nuestra cita será en tres días- dijo el joven tratando de sacar a la chica del cuarto.
-Amor mío es mucho tiempo para esperar, ¿no puede ser antes?- cuestiono la chica al borde de la ventana.
-No, no puede ser, eres la tercera en venir-respondió con frialdad el chico.
-Está bien, amor mío esperaré- musito antes de retirarse.
Sin más asuntos que tratar por ese día, el joven se dispuso a dormir, ya que el día siguiente sería un gran día.
El sol salía tan brillante como nunca, lo cual avecinaba que aquel día sería ideal para una cita de amigos, como habían quedado Ranma y Ukyo.
El joven Saotome, salió en busca de su amiga, muy temprano, como si el tiempo se le acabara. Así que paso por el local de la señorita de la espátula para luego dirigirse a un centro comercial donde pasaron toda la mañana recorriendo a paso lento, para disfrutar de la compañía.
Luego de almorzar algo ligero en el centro comercial, se dispusieron a caminar por el centro de la cuidad, visitando algunos locales, de los cuales en algunos Ukyo quiso comprar algunas cosas, siendo Ranma el que las cargaría por el resto del trayecto.
Comenzando la noche, la joven pareja de amigos se despidieron afuera del local de la joven, concordando otra ocasión para conversar tranquilamente.
En la residencia Tendo, una señorita se hallaba muy intranquila en su habitación esperando de que llegara su prometido, de aquella cita con su amiga, había salido desde muy temprano en la mañana y era las 7 de la noche, y no llegaba.
Todo el día estuvo en su habitación, para no toparse con las indirectas de su hermana Nabiki, las cuales le hacía pensar en miles de cosas que dañaban la imagen de su prometido.
-"Ahora a enfrentar las odiosas preguntas de Nabiki, sus comentarios y las de mi padre y el señor Tendo"-pensó el joven antes de entrar a la casa.
-¡Ya llegue!-anunció el joven mientras se quitaba los zapatos para entrar a la sala, donde se hallaba Kasumi alistando la mesa para comer.
-Bunas noches, Ranma… ¿te divertiste?-preguntó con cariño la señorita.
-buenas noches, Kasumi, si me divertí mucho… por favor pon un plato menos, que acabo de comer con Ukyo- respondió con mucha amabilidad el muchacho, dirigiéndose a su habitación.
Después del pequeño interrogatorio, subió a su habitación se cambió y salió por la ventana al tejado para sentarse a pensar.
Recostándose en el techo, se limito a observar las estrellas estaban muy hermosas esa noche comparadas con otras noches, había una agradable brisa en el ambiente, todo tranquilo.
-"En que lío me he metido… por abrir mi bocota y decir babosadas, ahora tengo que salir con todas mis prometidas…la verdad… no es nada malo… pero todas quieren ser mi esposa… y eso solo lo elijo yo… ¿y cuando me toque con Akane? ¿Qué haré?... no me ha dicho nada… de seguro no quiere participar…"-meditaba el joven mientras seguía viendo las estrellas.
-"¿Qué pasaría si soy más atento con ella?... ¿algo cambiaría?...no creo esa marimacho no cambiaría nada… lo voy hacer para ver qué pasa"-pensó decidido levantándose para asomarse un poco a la ventana de la habitación de su prometida. –"Está abierta ha de estar despierta leyendo o haciendo algo"-pensó
La noche avanzaba plácidamente, sin interrupciones, solo con un joven preocupado por su prometida, no se había presentado como las otras, ni la había visto en todo el día, con determinación salió de su habitación atravesó el techo y del mismo se guindo cabeza abajo para ver si su prometida estaba dormida o no, para su enorme sorpresa al momento de mirar por la ventana se encontró con ella sentada en el escritorio que estaba embelesada mirando el cielo.
Algunos minutos pasaron hasta que Akane pegó un grito dándose cuenta de lo que estaba en su ventana.
-¡¡Ahhhh!!-gritó.
-Akane, tranquila solo soy yo- respondió el muchacho que por casi se caída debido al grito.
-¡¡QUE HACIAS AHÍ?? ¡¡PERVERTIDO!!-vociferó la joven enojada.
-Ehh…… quería ver como estabas… es… todo…¡¡PREOCUPANDOME POR TI Y ME LLAMAS PERVERTIDO!!- se quejó el muchacho entrando a la habitación.
-¿¿COMO??...estabas preocupado por mi-musito la jovencita acercándose a él.
-¿Qué cosa?..."¡Cierto! dije que me preocupada ella…"…ehh… ehh si porque no te había visto todo el día-contestó defendiéndose.
-"Ranma…" ..gracias pero tú estabas más ocupado con Ukyo ¿no?- exclamo con rabia la muchacha recordando con había estado todo el día su prometido.
-Cierto pero solo fue una cita de amigos… ¡lo juro!-reprochó Ranma.
-Bueno… si eso es todo te puedes ir- dijo la joven con indiferencia y seriedad señalándole la puerta.
-Bueno… que duermas bien- se encaminó a la puerta, saliendo de la habitación, pero antes de que su prometida cerrara por completo la puerta, le dijo: Pero en todo el día solo pensé en ti- susurrándole estando sus rostros muy cerca.
Dicho esto, se marchó a su habitación, abandonando a la chica en shock parada en la puerta en su puerta.
El sol salía en la mañana siguiente, dando paso a un hermoso día de cita entre nuestras "parejas", a Ranma solo le faltaba dos chicas con quien salir y por fin se desharía de ellas.
Diferente al día anterior, el joven espero la tarde para encontrarse con Shampoo, ocupando así la cálida mañana pensando como llevaría a cabo su cita de ese día como la del día siguiente, lo bueno de todo es que solo tenían media jornada de clases.
-"Voy a comer en su restauran…. No … definitivamente no me puede envenenar o poner algunos de sus polvos mágicos, mejor la llevo a comer helados, charlamos y luego me retiro"-pensaba el joven caminando al Neko-hanten.
De pronto sin darse cuenta ya estaba en el lugar, entró y buscó a la chica.
-Buenas tardes, vengo por Shampoo- dijo el joven llegando al mostrador.
-Buenas tardes yerno pronto saldrá Shampoo, espérala- dijo la viejita.
-¡Nihao Airen!- saludo la chica saliendo de la cocina. -Shampoo estar lista para cita- dijo finalmente dándole un beso en la mejilla.
-Está bien nos vamos- musito el joven tratándose de zafar del abrazo de la amazona.
-¿Hermanita puedo pasar?-preguntó la mediana de los Tendo tocando la puerta.
-Claro pasa- contesto la jovencita sentándose en su cama dejando de leer la revista.
-Estás leyendo, lo siento interrumpir pero ¿sabes dónde está Ranma?- cuestionó a su hermanita.
-No lo sé… ni me importa- dijo tangente Akane.
-Bueno entonces no puedo hacer negocios contigo… ¡qué pena!-dijo sarcásticamente sentándose en la silla del escritorio cogiendo la revista para hojearla.
-¿algo más?- preguntó Akane observándola.
-¡Mira!... estos test de las revistas son divertidísimos… te voy hacer uno… tienes que responder con sinceridad- afirmo Nabiki buscando un lápiz y papel.
-¡¡POR QUE YO??- cuestionó aterrorizada por tal propuesta. –"Y está que le pasa desde cuando quiere hacer esa cosas conmigo… de seguro algo quiere… ahora como me salvo…"-pensaba la joven entregándole una hoja.
-Porque hacértelo es más divertido…. bueno empecemos…- dijo buscando la página.
-Entremos aquí- pronunció el joven tratando de liberarse.
Seguido por la chica de cabellos morados, los dos entraron en una heladería, donde pidieron unos helados y se sentaron a comer.
-Shampoo ¿te estás divirtiendo?- cuestionó el muchacho saboreando su helado.
-Si airen… tu no…-respondió la joven limpiando donde había derramado.
Aquella tarde el sitio estaba vació estando normalmente lleno, ese día era la excepción.
-Claro que si…-musito Ranma pensando en su prometida.
Después de acabarse el helado salieron a caminar en el atardecer de la cuidad, la joven china agarrada fuertemente del brazo del artista marcial.
Continuará……
