-¿Sabes lo qué acabas de hacer? ¿Tienes una maldita idea de cómo me sentía? –Albus explotó, sabía que no había sido la intención de Scorpius tenerlo tan preocupado, pero Al no podía evitarlo, había pasado casi dos semanas enteras sin dormir, solo pensando en cómo estaría el rubio, si no le había pasado nada, si es que aún seguía con vida. Y Malfoy solo regresaba, lleno de heridas, diciendo que no tenía ganas de charlar en ese momento, ¿qué acaso se había vuelto loco?
-Lo siento en verdad, no podía avisarte que estaba bien… en realidad no sabía si regresaría y no quería darte falsas esperanzas –confesó Scorpius con mirada triste, a Albus se le llenaron los ojos de lágrimas, el rubio caminó hasta su novio y lo atrajo hacía él de la cintura- Te extrañé.
-¿Creíste que morirías? –inquirió el moreno ignorando lo que Scorp le había dicho, aunque lo había hecho sentir reconfortado.
-No lo sé –contestó el rubio soltando a Albus y caminando hacia la cama para cambiarse.
-Me dijiste, me prometiste que estarías bien… -reclamó Potter casi al borde de las lágrimas, la idea de perder a Scorp… de no volver a verlo, le había revuelto el estomago y dejado una horrible sensación de vacío, aún peor que la que había sentido durante la ausencia de Malfoy- Scorpius, ¡me lo juraste! Y ahora me dices que no sabías si te volvería a ver, me mentiste. Pudiste haberme dejado.
-No lo hice, sigo aquí, estamos juntos.
-Por poco –insistió Albus- tú no lo entiendes, incluso parece que no te interesa…
-¡¿Qué no qué? Mira Albus Severus, tú no entiendes lo que viví estas dos semanas, lo único que me mantenía fuerte, lo único que hacía que no me rindiera, que siguiera luchando, y siguiera ayudando a mi padre, eras tú. Era la idea de que si regresaba estaríamos juntos, que nada volvería a separarnos que tal vez y seriamos felices… siempre –Scorp se levantó y tomó el rostro anegado en lagrimas de su novio- Te amo, te amo como ni siquiera puedes imaginarlo y dejarte hubiera sido lo más tonto y estúpido que hubiera hecho, aún si no fuera por mi… Así que no digas que no me interesa, porque estar contigo es lo único que quiero y me importa.
-Entonces… Por favor, solo te pido que no te vuelvas a ir, no me vuelvas a dejar así, sin saber si estás vivo o no, sin saber si nuestra despedida fue el último beso que iba a recibir de ti, por favor –suplicó Albus y abrazó al rubio con fuerza, Scorpius hizo lo mismo, acariciando el negro cabello de Potter, y una lágrima se le escapó, pensar en no volver a tener el aroma de Albus cerca, ni sus besos o sus abrazos tan asfixiantes y reconfortantes, era algo que se le hacía insoportable.
-No lo haré -prometió- Jamás volveré a dejarte, ni siquiera por un tiempo, perdóname.
-Está bien, sé porque lo haces, pero es peligroso, no quiero perderte.
-No lo harás –el rubio sonrió y acarició la mejilla de Al- pase lo que pase siempre estaré contigo.
-No quiero un "pase lo que pase" quiero tenerte aquí, junto a mí, poder sentirte y besarte, no esa estúpida metáfora que esté en donde esté te llevaré en mi corazón… Así será, pero de todas formas te quiero a mi lado –concluyó el moreno con firmeza, Scorpius sonrió, Albus podía ser tan testarudo, era un Potter después de todo, pero nunca se imagino que pudiera amarlo tanto.
-Como usted quiera, Potter.
-Así me gusta, Malfoy.
Albus parecía mucho más tranquilo, Scorpius le quitó las lágrimas del rostro con delicadeza y luego besó su mejilla.
-Te amo, Al, perdóname por haberte asustado.
-Estas aquí, es lo único que me importa ahora, y también te amo –Scorpius sonrió antes de reclamar los labios de su novio por primera vez en dos semanas, aunque le había parecido mucho más tiempo. Las sensaciones que había vuelto a sentir eran increíbles, definitivamente lo había extrañado demasiado y no soportaría volver a alejarse de él. No podría, ni quería.
-No me dejes… -susurró Al entre sus labios, y pegándose más contra su novio.
-Nunca.
