Y ahora estoy aquí
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa en el Reto temático de Noviembre: "Casas de Hogwarts" del foro "El triángulo, donde tres, están unidos".
I.
La casa se siente muy vacía desde el fatídico hecho y, no importa en cuál dirección observe, siempre hay algún detalle que lo termina arrastrando hasta él. Hay varias fotografías que se mueven a su alrededor, entre sonrisas y travesuras, que le recuerdan la felicidad que alguna vez conoció junto a su único vástago.
«¿Por qué te tuviste que ir tan pronto? —Recuerda su orgullo al conocer la pronta noticia de que Cedric fue elegido como el campeón de Hogwarts, demostrando así que Hufflepuff es una casa donde pueden existir los ganadores, y su proclama sobre quién sería el vencedor de la competencia—. Eras tan joven. No merecías tener ese final.»
Escucha un suave sollozo proveniente de la habitación y comprende que su esposa está por llorar nuevamente. No puede culparla, ni siquiera él es capaz de pensar en su hijo sin que se le humedezca la mirada y la impotencia recorra su cuerpo. Un muchacho vigoroso, con un futuro brillante a la vuelta de la esquina, muriendo a manos de un ser despiadado… ¿Por qué el destino es tan infame con las personas más inocentes?
Su desanimo es tal que no quiere volver a trabajar. ¿Por qué hacerlo cuando no tiene a quien regalarle el producto de su esfuerzo? ¿Por qué levantarse por las mañanas y volver a la noche para encontrarse con una sala vacía? El Ministerio de Magia envía una o dos lechuzas al día para tratar de comunicarse, pero todas vuelven sin respuesta. ¿Es mucho pedir que se respete el luto que está guardando por la muerte de su único hijo?
No tiene otra alternativa que responder cuando Ted Tonks le propone encontrarse en un lugar que él elija. Amos comprende que no puede rechazarlo, ya que Ted es su amigo de toda la vida y, aunque él tiene a su hija Nymphadora, podrá prestarle el hombro para descargar toda la angustia que tiene atorada en la garganta.
—¿Cómo te encuentras?
No sabe cómo responder a esa pregunta. No es la primera vez que se la hacen y sabe que no será la última.
—Del único modo que puedo estarlo —responde. Apresura el trago que se encuentra a su mano, el alcohol le abraza por completo y se siente ajeno a la dolorosa realidad por un instante—. Siguiendo adelante por Kate, que está más devastada que yo. Ella intenta no llorar pero escucho sus sollozos por más que intente ocultarlos.
—No tengo gran experiencia sobre situaciones límites y sé que las personas ajenas siempre hablan de la situación como si tuvieran noción de la misma. No te soltaré un monólogo sobre cómo debes afrontar lo que te está sucediendo —asegura. Ted le coloca una mano sobre el hombro—. Solamente diré que me encuentro aquí para lo que necesites. Puedes contar conmigo para llorar, enfadarte o, simplemente, mantenerte en silencio.
Entonces, Amos se quiebra como no lo hace desde que siente el cuerpo rígido de su hijo entre sus brazos. Emana en forma de lágrimas toda la tristeza que tiene albergada dentro de su cuerpo, refugiándose en su amigo de tantos años, y comprendiendo que llorar está bien porque llorar ayuda a curar el alma.
A menudo, se habla de los estudiantes de Hufflepuff como personas laboriosas ante todo y buenos amigos cuando la situación lo requiere, pero Hufflepuff no solamente es lealtad y esfuerzo. En Hufflepuff también hay personas valientes que se atreven a enfrentar al mundo luego de sus pérdidas y sonreír por más que se estén quebrando por dentro.
