Cada uno tenía sus demonios a flor de piel. Cada uno se recuperaba a su manera. Pero les era imposible. No estaba ella. Ella se había ido, los dejo ya una vez que ellos estaban empezando a sanar; ya que sus heridas estaban cicatrizando, ya que estaban empezando a amar. Pero ella se fue… desgarrándoles la piel, los deseos de vivir y volviéndose oscuros.
Aún la recordaban a su manera. Todos vivirían juntos, aún recuerdan la propuesta de ella
— ¡vivamos juntos! —exclamó extasiada por el momento. Estaban los cuatro bebiendo en las tres escobas, y era la última salida de Hogsmeade. —podemos vivir en mi casa, ser jóvenes normales por un año, fuera de responsabilidades, fuera de obligaciones y costumbres. Solo nosotros… chicos normales en una ciudad normal, con un pequeño trabajo normal al estilo muggle
Lo había dicho de una manera divertida, entusiasta, y hasta convincente. Los cuatro chicos se la quedaron viendo un poco asombrados y perplejos, pero también se le hizo una buena propuesta.
—No sabes lo que dices sangre sucia —dijo Malfoy aparentando molestia, aunque se veía un poco dubitativo.
Hermione solo negó con la cabeza y le sonrió.
—Es lo que quiero… —los miró a cada uno— la guerra ya terminó. Ahora quiero recuperar lo que perdimos en esta guerra. Nuestros días de adolescencia… nuestros dramas amorosos e incluso nuestra inocencia. ¿No creen?
Blaise de un solo trago terminó su bebida (whiskey de fuego), y la miró para después tomarle la mano.
— ¿segura que quieres vivir conmigo? —lo dijo meloso y sensualmente se lamió los labios e hizo que Hermione se sonrojara. Amaba verla sonrojada y desviar la mirada fingiendo no darse cuenta el coqueteo que le daba.
—Sí, si lo digo enserio —le sonrió, Hermione sabía que Blaise aceptaría, él le gustaba ser independiente, libre.
Nott se los quedó viendo y apartó la mano de Blaise de Hermione. No le gustaba compartir lo que él consideraba suyo.
—Habías dicho que tu casa estaba perdida —dijo Nott mientras acariciaba la mano de Hermione para borrar cualquier rastro de Blaise. Esos eran las caricias íntimas y de confianza que le daba—. ¿Estas segura que tienes un lugar? —preguntó dulcemente.
Ella solo le sonrió y apartó su mano para meterlo en la bolsa de su túnica. Sacó un papel y se lo dio. Nott lo tomó y lo leyó, después se lo dio a Harry.
Harry lo leyó en voz alta:
"señorita Hermione jean Granger, por este medio le avisamos que sus pertenencias se les dará dadas el día 1 de septiembre del año en curso. Para más información pasar con su abogado correspondiente que ya se le ha sido notificado con el proceso correspondiente"
Harry la volteó a ver y le sonrió
— ¡herms, de nuevo vas a estar en tu hogar! —la abrazó, estaba feliz por su "amiga" desde que Ron y Ginny murieron ellos dos a su manera se ayudaron a recuperarse y sanar. No les fue fácil, más bien; fue gracias a la castaña que lo apoyo para seguir.
— ¿entonces... Aceptan?
Los cuatro chicos asintieron. Hermione al verlos les sonrió. Y los abrazó a cada uno…
Pero ahora al recordar eso sentían que se les rompía el corazón… la vida no fue justa… nada fue justo. Y ahora ellos, en una semana se encontrarían. Se haría el primer año de la muerte de Hermione.