Capítulo 1: Me estás diciendo la verdad?

Emily salió del taxi rápidamente y entró al hotel donde se alojaba desde hacía varias semanas. Entró al ascensor y presionó el decimo primer botón. Mientras subía, repasaba la conversación que había tenido con Ian Doyle una hora antes.


Emily miraba con atención al hombre que estaba frente a ella. El hombre que había olvidado por 7 años, ahora estaba ahí.

-Qué quieres?, pregunta mientras cierra con fuerza la mano que tiene debajo de la mesa.

-A ti, le responde fríamente. -Hoy no. No te preocupes. Pero falta poco.

-Tengo una glock apuntando a tu entrepierna. Qué me impide pegarte un tiro en los huevos y quitarte del medio?

Doyle sonríe ante el comentario. A pesar de odiarla profundamente, siempre le dio gracia su insolencia. -Nunca lograrías llegar a tu coche y lo sabes. Dime, ¿sabe la adorable Penélope toda la verdad sobre ti?O está demasiado ocupada viendo películas con Derek para darse cuenta?...

Al escuchar el nombre de sus amigos, Prentiss sintió un escalofrío en todo el cuerpo. -...Estás aquí, sola, mientras Aaron está sentado en casa con su hijo. Y por qué Dave y Ashley no te han invitado a su noche de juegos?... Quizá pensaron que estarías en el cine Metro con el Dr. Reid y su novia... Evelyn, no es así? Ja, ese si tiene sus excentricidades.

El frío que recorría en su cuerpo, se volvió a ira... -Acércate a mi equipo y acabaré contigo.

-No tengo cuentas pendientes con ellos. Lo que suceda a partir de ahora, depende única y exclusivamente de ti. Ellos son inocentes. Tú no.

-Estaba haciendo mi trabajo.

-Creo que hiciste algo más que eso. Me quitaste lo único que me importaba. Así que yo voy a quitarte lo único que te importa... Tu vida.

Fin del Flashback.


Antes de abrir la puerta de su habitación, sacó su arma. Entró y revisó cada rincón del cuarto, procuró que la ventana estuviese cerrada, y cuando finalmente coroboró que estaba seguro, cerró la puerta y puso doble seguro. Puso el arma en la mesita de noche, su celular y se recostó. No podía hablar, no podía involucrarlos. Hacerlo los pondría en la mira de Doyle. Él buscaba más que una retribución, quería venganza. Pero había algo más importante. Se levantó y buscó en su bolso un celular desechable que recién había comprado, y marcó. No hubo respuesta, así que insistió. Hasta que por fin le contestaron.

-Mmm... Koehler.

-Tom, estás en DC?

-Emily... sucede algo? Son más de las 2?

-Tom, contéstame, estás en DC?

-Si, si. Porqué?

-Tienes que irte a primera hora con Declan

-Uoyyyy... Emily, está pasando algo? Si es así...

-Tom Koehler, confía en mi, solo toma a Declan y Louise y salgan del país, a primera hora.

-No me vas a decir que sucede, verdad?

Emily cerró los ojos. Ella y Tom eran amigos desde la secundaria, mucho antes de saber siquiera que sería agente. No quería involucrarlo a él tampoco, además, no solo su seguridad estaba en riesgo...

-Tom, desde hace nos conocemos, 12 años?

Él sonrió. Obviamente era más de 20 años, pero, como discutir con una mujer sobre edades y años.

-Hace mucho, si. Por eso, me preocupa que me llames a esta hora, desde un teléfono que no es el tuyo y me pidas algo así.

-Tom, tu y yo hicimos un pacto hace 7 años.

-Si, pero...

-Te dije que en el momento que te dijera que huyeras con Declan, tendrías que hacerlo sin discutir. Te lo estoy pidiendo ahora.

-Bien, escucha, te mandaré la dirección donde estaremos...

-No.

-Pero Emily...

-No trates por ningún motivo de comunicarte conmigo, cuando sea el momento lo haré yo.

-Bien, bien. Lo que digas. Nos iremos a primera hora... Emily, cuídate.

-Ustedes también.


Al otro lado de la ciudad, las notas de un órgano llenaban el apartamento de Evelyn. Mientras Reid tocaba cada tecla, la pelirroja sonreía al ver expresión. El joven estaba sentado en el suelo, disfrutando mientras la chica lo observaba desde un sofá frente a élCuando finalmente terminó, la joven aplaudió. El genio hizo una risa torcida y bajo la mirada.

-Fue muy hermoso Spencer.

-Gracias, pero solo aprendí una...

-Ohh, aprenderás muchas, ya verás, le dice, mientras se sienta con él, se acerca y le besa lígeramente en los labios. Reid acaricia su cabello y la abraza. Pero entonces le vuelve a embargar la misma tristeza de las últimas semanas y la suelta. Evelyn lo observa. Él se pone de pie y recoge el órgano sin decir una palabra.

-Dr Reid, qué sucede?

Reid la vuelve a ver y finge confusión, -Qué quieres decir?

Se levantó y lo abrazó por la cintura. -Nos conocemos hace más de un año...

-En realidad son catorce meses, 2 semanas y 3 días...

-Si, si, claro, le responde mientra sonríe, -... el punto es que no puedes engañarme.

Reid baja la mirada y luego la vuelve a ver. -Es solo que... no se como decirlo.

Evelyn cambió su expresión también. -Son solo tres meses...

-Lo sé, es... se que es una gran oportunidad, pero... te voy a extrañar.

Él la abrazó con fuerza, con el deseo de no soltarla más, no dejarla ir. Evelyn cerró los ojos. Le gustaba sentirse en sus brazos. Se sentía protegida, amada. -Mira, si quieres que me quede.

Inmediatamente la soltó y la miró fíjamente. -No, no.. es una gran oportunidad para ti.

-Si pero tampoco es indispensable en mi vida...

-Lo siento Evelyn, no era mi intención que dudaras, no puedes desaprovechar esto. Trabajar en el Centro de Análisis de Inteligencia es una hazaña para cualquier perfilador. Y has luchado por esto por años. No quiero que lo desaproveches, además, Bruselas no está tan lejos.

-Si, solo 14 horas en avión...

-Más bien como 15 horas, 35 minutos, y luego, una hora en tren desde...

Evelyn lo interrumpió besándolo. Sus besos eran cálidos, casi mágicos para Reid, que le fascinaba ser interrumpido de esa forma. Y mientras iban lentamente caminando a la habitación, no se percataban que desde el edificio del frente, un hombre con telescopio los observaba con atención, esperando órdenes de Doyle.


Eran las 6:15 cuando el celular despertó a Reid. El joven se puso las gafas y revisó el mensaje. Tenemos caso, urgente que llegues antes de las 7:30, nos vemos cariño. García.

Suspiró y se levantó, pero antes de salir observó el closet. Las cosas de Evelyn ya no estaban. Fue a la sala. Evelyn ya estaba bañada y observaba la televisión con una taza de café en la mano.

-Ey, ya estás lista?

-Amm... si, aliste las maletas ayer, le responde, si quitar la vista de la televisión.

Reid se sentó a su lado extrañado y empezó a ver las imágenes.

-Tormenta?

-Si, parece que impactará en la noche.

-A qué hora sale tu avión?

-A las 10, así que tenemos aún tiempo para nosotros, le contesta, mientras toma su mano.

-Lo siento, le responde mientras mueve frente a ella su celular.

-Ohh, vaya. Entonces no podrás si quiera acompañarme al aeropuerto.

-Lo siento, le responde mientras se frota los ojos con fuerza. Evelyn deja la taza en la mesita y se inclina frente a él. Toma su mano con dulzura y lo observa con cuidado.

-Te está doliendo otra vez, no?

-Un poco, no es nada, responde mientras se pone de pie.

-Spencer, llevas semanas así, creo que es hora de que vayas al médico.

-No te preocupes por eso, en serio.

-Pero...

-Evelyn, son solo jaquecas.

-Te hicieron una craneotomía Spencer Reid, así que no trates de minimizar las cosas...

-Eso fue hace 15 meses, estos dolores de cabezas son por stress.

Evelyn se puso de pie, frente a él. -Me estás diciendo la verdad?

-Qué quieres decir?

-No me estás ocultando nada, no es así.

Reid la abrazó, -Te amo, lo sabes. No te engañaría.

-Bien, me preocupo por ti.

Odiaba mentirle, pero sabía que decirle la verdad haría que desistiera de viajar, y aunque sabía que la extrañaría, ese viaje era importante para ella. Además, después de tantos examenes, aún no sabía que sucedía con él, y no quería preocuparla a ella y al equipo sin razón.


Después de reunirse con Easter y Tsia, Emily se apresuró a ir a la oficina. Mientras tanto, Tom, Lousie y Declan estaban despegando hacia un destino desconocido, y Evelyn tomaba el taxi que la llevaría al aeropuerto. Al mismo tiempo, Doyle y sus hombres se preparaban para un próximo golpe en unas horas.

En Quantico, el equipo revisa el caso, sin la presencia de Prentiss. Ella entró y se sentó inmediatamente. -Chicos, siento llegar tarde.

Hotch la observa, -Estás bien?

-Sí, tengo una mala semana, supongo. Lo siento. Qué me he perdido? Un pirómano?, al tiempo que Morgan la observa con insistencia. -Uno parece ser un asesinato-suicidio, el otro un accidente extraño.

-Y a qué conclusiones han llegado?

-Los incendios de casas son raros. Si se añade que ocurrieron a poca distancia y a la misma hora, no parece que sea pura coincidencia.

-Sí, si alguien lo hizo, están altamente motivados y organizados.

-Y si quiere atacar de nuevo, dispone de setenta y dos horas antes de que la tormenta deje a toda la ciudad fuera de juego.