Querido Diario:
Es el primer día de escuela después de la reconstrucción de Hogwarts y… sencillamente, no es lo mismo. No puedo evitar las lágrimas al pasar por los pasillos en los que encontré amigos muertos. La familia Weasley añun no asume la pérdida de Fred, George aenas habla y la Sra. Weasley no deja de llorar. Ron ha tenido que hacerse cargo de la tienda de Sortilegios Weasley; sin Fred y George tan deprimido, no se daba abasto y el se ofreció.
Te preguntarás qué pasó con Ron y el beso… lamentablemente, no pasó nada. Nos dimos cuenta que somos más amigos que novios y, aceptémoslo, a los dos días lo estaría matando y soy demasiado joven para ir a prisión por asesinato en primer grado. Harry, ni tonto ni perezoso, retomó su relación con Ginny. Está demás decir que andan de rincón en rincón metiéndose la lengua hasta el esófago. ¿Envidia? No, qué va – ok, sí y mucha- pero no porque ella está con él –no hay forma, el es el hermano que nunca tuve-sino que anhelo una relación, una de verdad: con sueños, complicidad, una que otra discusión inteligente, una sesión de sexo (vamos, que seré madura pero las hormonas no se quitan ni con jabón).
Víktor, para variar, me comentó muy sutilmente (a su manera) que no tenia novia y que había cierta chica inglesa que no había olvidado y que, si no tenia novio iba a ir con todo. Prfff. Sí, adivinaste querido diario, se refiere a mí. El muy tonto me hizo pasar el papelón de mi vida cuando se me mandó en pleno Callejón Dragón! Con todo el dolor de mi corazón, tuve que explicarle que sólo lo veía como un amigo (lejano) y que por más quisiera (mentira), no fijarme en él. Es necesario que pegue el artículo que hizo la cucaracha de Skeeter sobre el pobre corazón de Víctor y lo malvada que soy? No? Perfecto.
Y al fin llegué al punto más importante: Malfoy.
Después de la batalla, y gracias a la acción de Narcisa y blablabla, fueron absueltos de todo cargo- excepto Lucius. Él está bajo la lupa del Ministerio por tener objetos oscuros, maldiciones imperdonables, etc.- por lo que Draco pudo regresar a la escuela y terminar el último curso.
Lo vi en el Gran Comedor en la cena de bienvenida. McGonagall fue más entretenida de lo que pensé aunque no se compara con el carisma de Dumbledore. Sin querer, escaneando el lugar me topé con unos ojos grises que hicieron que se me helara la sangre. Ahí estaba él, sentada con la espalda recta, con el típico gesto arrogante y esa sonrisa torcida marca Malfoy. Sí, de verdad, una sonrisa dirigida a mi! Y, saliendo del Gran Comedor rumbo a los dormitorios lo vi de pies a cabeza: Más alto de lo que recordaba, con un cuerpo de infarto, andar altivo, sonrisa que desarma hasta a Madame Prince, el cabello platinado sin la gomina horrorosa en el cabello… todo un dios griego. Dónde, señores, dónde escondió todo eso los últimos 7 años?
Ok, siempre me ha parecido simpático (porque lo obvio no se niega) pero VAMOS! Esto es demasiado! O mis hormonas están fuera de control o sencillamente ando más drogada que Trelawney con todo ese incienso… Morgana bendita, ten piedad de mi! Aleja a este hombre atractivo, sensual, delicioso, atrayente, enigmático…. (basta ya, mujer! Compórtate) de mi!
Mejor me voy a dormir. Fácil algo del banquete me ha caído mal y me hace escribir tonterías.
