Por toda la ciudad de Tokyo-3 había repartidos refugios subterráneos diseñados para aguantar las embestidas de las gigantescas criaturas conocidas como Ángeles. La primera vez que estos atacaron la urbe la ciudadanía sintió pánico y bajo tierra pensaban que sería su final. Pero a medida que los Ángeles atacaban y la ciudad se iba salvando, sus habitantes comenzaron a encontrar rutinario el sonido de las alarmas que avisaban que había que esconderse.
-¿Encuentras algo?
-No, desde aquí no tengo señal.
Touji y Kensuke habían sido sorprendidos en los recreativos cuando las sirenas empezaron a hacerse oír. Los dos amigos fueron al refugio más cercano con la seguridad de que sus compañeros que eran pilotos de los Evangelion iba a dar de nuevo buena cuenta de la amenaza.
El moreno machacaba patatas fritas que sacaba de una bolsa a puñados de forma estridente y sentado en el suelo a su lado el de gafas intentaba con su teléfono captar algún stream de video pirata que retrasmitiera lo que estaba pasando.
-Ah... No hay manera... -Desilusionado Kensuke dejó de buscar. -Como me gustaría estar fuera para ver los EVAs en combate de nuevo.
-Pues yo paso, la última vez que lo vimos en directo casi nos aplastan, prefiero que esos tres se encarguen ellos soli... ¡cof! ¡cof! ¡cof! -El chico de chándal se puso rojo y comenzó a golpearse el pecho.
-¡Pero serás bruto, mira que atragantarte con las patatas! -Al ver a su amigo así, el otaku comenzó a darle golpes en la espalda, pero este le apartaba de malas maneras y le hacía gestos para que mirase a cierto lugar.
-Mmmm... ¿qué ocurre? -Kensuke se ajustó las lentes y entonces vio el motivo del atragantamiento de Touji.
-¡Pe... Pero si eso no es posible!
En la gran sala principal del refugio donde ellos estaban había una joven cruzada de brazos y con la espalda apoyada en la pared. Tenía su cabeza agachada como si estuviese recogida en sus pensamientos y llevaba el uniforme del instituto de secundaria de Tokyo-3.
El hecho de que la muchacha vistiese el atuendo de las chicas de su clase no pasaba de ser una casualidad, lo que había llamado su atención era la inconfundible melena anaranjada de la chica y las más inconfundibles pinzas extrañas de color rojo.
Aquella chica que estaba allí con ellos era Asuka.
-¡¿Qué haces aquí? ¡Se supone que deberías estar fuera luchando junto a los demás!
Al escuchar la voz del chico que le gritaba, la alemana alzó la cabeza y vio que tanto Touji como Kensuke estaban en el mismo refugio que ella.
-No puede ser... casi mil refugios en toda la ciudad y voy a dar al mismo que esto dos idiotas. -Resopló con desprecio ella.
-Pero Asuka, ¿cómo no estás pilotando tu unidad 02? -Preguntó el de gafas el cual sentía algo de miedo al saber que los efectivos de defensa de la urbe no contaban con el Evangelion más moderno.
-Eso digo yo... -Al principio no parecía muy reacia a hablar pero finalmente contó su historia.
-A primera hora de la tarde salí de casa a... bueno, no os importa el porqué salí de casa. La cuestión es que me dirigía a ver a Hikari cuando empezaron a dar las alarmas, así que cogí mi teléfono para dar mi ubicación y que vinieran rápido a buscarme. -La piloto hizo una pausa negando con la cabeza como recordando algo que no le gustaba. -Pero entonces fui sorprendida por una marea de gente que iba a este refugio. Justo yo estaba delante de la puerta y fui arrastrada, aún por encima he perdido el móvil.
-¡Pero tienes que decirle a alguien quien eres y que te dejen salir! -Kensuke estaba horrorizado al pensar en el Evangelion rojo parado.
-¡¿Te crees que no lo he pensado idiota? Pero aquí nadie me hace caso... -Con rabia pisó el suelo la chica.
-Espero que esos dos se puedan apañar sin mi...
-¡Rei cubre a Shinji!
-¡Si!
Concentrada en lo que hacía Ayanami empezó a disparar ráfagas de balas para evitar que el Ángel disparase contra Shinji.
La orden de Misato estaba destinada a ganar tiempo.
-¡¿Todavía no hemos encontrado a Asuka? -Misato miró a la mesa donde los tenientes controlaban los ordenadores, en su rostro se reflejaba su tensión.
-¡No... No hay noticias de la Segunda Elegida. La sección dos está buscando por la ciudad, pero la batalla lo hace difícil! -Informó Maya.
Misato se cruzó de brazos, estaba muy seria y se centró en seguir la batalla mientras imploraba para si misma que la pelirroja apareciese en cualquier momento.
Con las balas de Ayanami silbando, Shinji cargaba contra el coloso que atacaba Tokyo-3. En manos del EVA-01 había una lanza sónica que era el arma cuerpo a cuerpo más avanzada.
-¡Ahhhh!
Con furia el chico cargó, pero la masa del Ángel se elevó sorprendiendo al Tercer Elegido que erró su ataque con lanza.
-¡Ayanami cuidado!
Al darse cuenta de que el objetivo del enemigo era la unidad 00 Shinji avisó a su compañera.
Esta alzó su mirada y sus ojos se dilataron cuando la sombra del Ángel cubrió a todo su Evangelion.
-¡Ahhhhh!
La chica de cabellos celestes se llevó las manos al cuello, sentía una gran opresión fruto de la garra del monstruo que aprisionaba el cuello de su EVA. Todo el peso de la máquina de guerra de armadura azul fue levantada por su enemigo y, como si pesase nada, la arrojó hasta que destrozó un edificio de oficinas y cayó al suelo con gran estruendo.
-¡Ahhhhhh!
El refugio entero se tambaleó, las luces se empezaron a apagar y a encender. Asuka perdió el equilibrio y se hubiera ido al suelo si Kensuke no la hubiera sostenido con sus brazos. La gente gritaba y los niños lloraban. Había un gran caos en el refugio. Arenilla caía del techo y se desprendió parte de este, un trozo caía sobre Asuka pero Touji la cubrió con su cuerpo llevándose un golpe en la espalda.
-¡Apartad! ¡Tengo que salir de aquí!
Concentrada solo en salir y unirse a la lucha, Asuka apartó a sus dos compañeros sin agradecer sus esfuerzos y salió corriendo. Apartando a empujones a la gente que se interponía en su camino y pisando a los que habían caído al suelo, la joven pelirroja alcanzó una puerta destinada a acceder al exterior del refugio pero solo para personal oficial. Debido al corte de energía temporal el cierre electrónico no funcionaba y pudo abrir la puerta y salir.
-¡Hay que seguir a esa loca! ¡A saber que monta! -Gritó Touji llevándose una mano a la espalda y adolorido.
Los dos amigos salieron a la carrera en pos de la alemana. Se sorprendieron de lo rápido que corría la pelirroja por los pasillos estrechos y apenas iluminados con franjas rojas en el suelo como guías y tuberías en las paredes que componían la zona exterior del refugio.
-¡Ah! ¡Ah!... Asuka... No seas loca... No puedes salir así... -Aconsejó Kensuke agarrándose las rodillas mientras jadeaba.
La chica había llegado a un punto muerto. El pasillo acababa y no había puertas ni ventanas, pero había una fuente de luz en el techo y eso era lo que miraba. La luz solar se filtraba por una rejilla de ventilación en el techo que salía al exterior y la chica ya estaba pensando en como llegar allá.
-Chicos, que uno se suba encima de otro. -Ordenó sin apartar la mirada hacia arriba.
-¡¿Qué? -Touji arqueó una ceja mostrándose escéptico.
-¡Venga vamos, tengo que salir de aquí o todo irá muy mal, el idiota y la muñeca no son capaces de derrotar al Ángel!
Sus palabras parecieron tener efecto pues el chico de chándal se quedó pensando pero finalmente chasqueó la lengua y se resignó a hacer lo que ella le pedía.
Kensuke se subió a sus hombros haciendo una torre humana. El chico de gafas coló sus dedos por las rendijas de la rejilla. Por suerte el temblor había debilitado las juntas y pudo arrancarlas sin problemas.
-¡Muy bien! ¡Allá voy! -La pelirroja trepó por las espaldas de los chicos y salió al exterior. Luego Kensuke se aupó y ayudó a salir a su amigo también.
-¡Ah! ¡Maldito!
Al ver como el Ángel había derribado a Ayanami, Shinji sintió una rabia incontenible. Agarrando la lanza sónica la arrojó con fuerza golpeando e hiriendo al Ángel y de paso llamando su atención.
Corriendo contra él se lanzó piernas por delante y lo golpeó lanzándolo lejos arrastrándolo por las calles de la ciudad levantando el asfalto.
-¡¿Estás bien Ayanami? -Preguntó con miedo.
-¡Rei está bien Shinji! ¡Rápido! ¡Intenta llevar al Ángel a las afueras! ¡Mientras os quedéis en la ciudad os tendrá ventaja! -Le dijo Misato por el intercomunicador.
-¡Pero tendremos que desconectar nuestros cables de energía! ¿Y si no encontramos otros?
-Shinji, confío en que podáis derrotarlo en cinco minutos...
La apuesta de Misato era arriesgada, un todo o nada. Shinji hizo lo que le pedía su tutora y tras recuperarse la peli azul ambos se liberaron de los cables que a la espalda de los Evangelion les suministraba la energía necesaria para moverse. Las baterías se activaron y empezó la cuenta atrás.
-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!
Asuka pateaba el suelo, el motivo era que habían salido a las afueras de la ciudad, a una zona completamente opuesta. Alrededor no había ningún vehículo, nada, solo una especie de caseta de piedra de un solo piso.
Touji y Kensuke la miraban sin saber que hacer.
-¡Ah! ¡Mirad eso! -Kensuke señaló hacia la espalda de los otros dos que al girarse vieron aparecer las figuras gigantescas del Ángel y los dos EVAs
-¡Rápido seguidme! -Tomando el liderazgo del grupo Asuka los refugió en aquella construcción.
Dentro no había nada de nada, solo algunos cristales rotos y suciedad. Parecía ser un local abandonado que en un tiempo habría sido parte de una fábrica. Las ventanas estaban rotas o melladas. Los chicos se acercaron a estas para ver el combate.
Los dos Evangelion atacaban sin descanso al Ángel. Los chicos vitoreaban y animaban a sus compañeros creyendo que llevaban la ventaja, pero Asuka, más experta, sabía que algo iba mal. Los Evas no llevaban los cables de suministro eléctrico, aquel ataque feroz era de pura desesperación.
En un momento dado el Ángel arrancó el brazo derecho de la unidad 00. Asuka puso una mueca de dolor sabiendo lo que debería estar sintiendo Rei.
Con furia Shinji cargó pero el Ángel lo rechazó. Asuka y sus compañeros vieron horrorizados como el EVA de Rei era descuartizado y dejado tirado con muchos fluidos vitales saliendo de sus heridas.
En un último intento Shinji intentó atacar pero su energía se agotó y su enemigo lo abatió. Después disparó contra el suelo su haz de energía formando un agujero. Los chicos cayeron abatidos de rodillas.
Asuka miraba a través del cristal la escena del Ángel descendiendo por el agujero que había causado la explosión. La chica apoyaba una mano en el vidrio sucio y grisáceo mientras delante de sus ojos estaban el EVA-00 desmembrado y la unidad de Shinji inoperativa.
-Asuka... ¿qué ocurre? -Las palabras del chico de gafas rompieron el silencio. Los dos jóvenes amigos estaban en tensión.
-Todo ha acabado. -Manifestó ella tranquila, serena.
-¿Cómo que todo ha acabado? ¡Algo se podrá hacer! -Decía Touji desesperado.
Asuka negó con la cabeza sin dejar de mirar al exterior. -El Ángel llegará al Dogma Central, hará contacto con Adán y todo habrá acabado para la humanidad. -Manifestó.
-¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! -Con lágrimas en los ojos Touji cayó de rodillas al suelo y empezó a golpear con su puño el suelo hasta abrir los nudillos. Kensuke le daba palmaditas en la espalda intentando animarlo, pero el de gafas se ahogaba en llanto.
-Si hubiera estado con ellos no hubiera pasado esto. -Se atormentaba en su pensamiento Asuka.
La alemana había sido entrenada desde niña para ser piloto de Evangelion, era lo único que conocía y en el momento decisivo no pudo usar sus habilidades. A ella no le importaba la salvación de la humanidad, no tenía seres queridos. No tenía padre, su madre se había suicidado delante de ella y su madrastra era una persona lejana para ella. Ella quería haber salvado al mundo para conseguir el reconocimiento que merecía.
No había lágrimas en sus ojos, hacía años que no lloraba y en esos momentos finales tampoco lo haría. Estaba demasiado concentrada en pensar como pararse un momento a pensar si había alguien o algo por lo que derramar alguna lágrima. El final la apenaba, era cierto, pero por que sentía que le quedaban muchas cosas por hacer o experimentar. Siempre se había definido como una adulta, pero se dio cuenta de que ni mucho menos era cierto y ahora nunca lo llegaría a ser.
-Chicos, ¿sois vírgenes? -Preguntó dándose la vuelta hacia los otros dos muchachos que había en la fábrica.
-¿Qué... qué clase de pregunta es esa en estos momentos? -Replicó Touji frotándose los ojos con la manga.
-Yo lo soy, y no quiero morir siéndolo. -Ignoró la pregunta y de manera tranquila comenzó a desabrocharse la blusa. Ambos jóvenes la miraron sorprendidos.
En el suelo estaban tiradas las ropas de Touji y Kensuke, y también entre ellas el vestido escolar y la blusa de Asuka. La joven de cabellos anaranjados se encontraba arrodillada entre sus compañeros desnudos y solo vestía su ropa interior blanca y sus calcetines.
-Mmmm... Mmmm...
Con una mano masturbaba a Touji y con la otra a Kensuke, sus suaves manos movían suavemente la piel de los miembros erectos de ambos jóvenes que mostraban anatomías distintas y parecidas a la vez siendo Touji de piel más oscura y músculos más definidos que los de su amigo.
-¡Ah!
Los dos adolescentes jadeaban con las mejillas rojas mientras miraban hacia abajo, viendo como su compañera de clase acariciaba sus penes endurecidos y sus testículos sin vello. Su boca chupaba sus glandes por turnos cuando quedaban al descubierto y pronto la saliva de ella comenzaba a descender por los troncos venosos que sostenía con las manos cerradas.
Tras haber mojado los falos de sus dos compañeros, la alemana comenzó a hacerles mamadas de manera intensa. Mientras masturba a uno, al otro le complacía introduciéndole poco a poco su polla dentro de su cálida y húmeda boca, apretando con los labios y usando su lengua para acariciar la dura carne masculina.
La chica estaba sonrojada al igual que sus repentinos amantes. No solo era culpa de la excitación del sexo. Los cuerpos desnudos de los dos jóvenes la rodeaban y sentía la irradiación de su calor corporal, aquello hacía la experiencia más agradable, ya no pensaba en ellos como unos idiotas, eso todo daba igual.
-¡Ah! ¡Mmmm! ¡Ah!
La lengua de la Segunda elegida recorría el largo del venoso pene de Touji. Con una mano lo mantenía pegado en vertical a los abdominales del chico que se movían por sus jadeos. Desde las bolas gordas y colgando hasta la punta mojada color carne oscura de su pene Asuka lamía el miembro viril. Tras un rato cambió de objetivo y empezó a chupar los testículos de Kensuke. Ponía empeño en ello y un curioso ruido de succión se mezclaba con los gimoteos de los chicos. Sus manos masturbaban mientras las dos pollas mojadas.
La pelirroja se relamió sus empapados labios para poder hablar. -Creo que ya estáis preparados para tener sexo de verdad. -Dijo aparentando ser muy experta aunque había sido la primera vez que había tenido contacto con un pene, en este caso dos.
-Si, ¿Cómo vamos a hacer? -A Touji le había costado pronunciar aquellas palabras. Estaba sin aliento debido a la increíble experiencia del sexo oral.
-No sé, id pensando.
Asuka se puso de pie y llevó las manos a su espalda abriendo el cierre de su sujetador, pasó los brazos por las asas y lo dejó caer. Luego se inclinó para bajar sus bragas y levantó cada pie dejándolas en el suelo y de paso quitándose los calcetines. Por último se quitó las pinzas neuronales y sacudió su cabeza soltando su pelo quedando del todo desnuda.
Los dos amigos pudieron apreciar entonces el cuerpo desnudo de Asuka que se les antojó perfecto. Era delgada, no había gota de grasa en ella, con piernas largas de modelo, nalgas firmes y redondas, vientre plano, pechos normales con pezones rosas de aspecto suave y pubis sin vello.
Haber aguantado las felaciones de ella sin correrse había sido casi heroico por parte de los dos adolescentes los cuales eran primerizos en el sexo. Ahora dudaban de aguantar mucho viendo ese cuerpazo.
Al ver que ninguno de sus compañeros se movía y solo se quedaban mirándola con deseo evidente comprendió que tendría que llevar ella la voz cantante. Se acercó al de gafas y le tomó de la mano llevándolo hacia donde habían dejado los tres chicos sus ropas.
-Acuéstate aquí. -Le indicó al chico que por supuesto siguió sus indicaciones y quedó acostado boca arriba con su erecto pene apuntando al techo.
Asuka puso cada pie a cada uno de los lados de su cabeza y se arrodilló dejando su sexo delante de la cara de Kensuke. -Sabes que hacer, ¿verdad? -Ante la pregunta el joven otaku asintió excitado ante la idea.
Las manos del joven acariciaron la suave piel de los muslos de Asuka para aferrarse a algo firme. Los labios del chico se pegaron a los labios sexuales de la chica y su lengua comenzó a lamer el exterior de la vulva de su compañera piloto.
La pelirroja cerró los ojos, sentía como Kensuke degustaba su sexo por el exterior y escuchaba los ruidos de las chupadas que daba. Pronto la lengua del joven de gafas se metió entre los labios amenazando con entrar a su vagina, pero por el momento se satisfacía con recorrer entre los labios y jugar con su clítoris.
Echando su cabeza hacia atrás respiraba profundamente. Asuka sentía un rico calor recorriendo su cuerpo. Estaba a punto de acariciarse sus senos cuando notó que una mano se posaba en su cabeza. Abrió los ojos y vio que Touji se había puesto al lado de ellos. Con su otra mano acariciaba su pene.
-Asuka, ¿te importaría...?
-No.
La chica no le dejó acabar la pregunta sabiendo claramente a que se refería agarró firmemente la base del falo del chico moreno y se lo metió hambrienta en la boca. La pelirroja empezó a chupar la verga de Touji mientras Kensuke devoraba su sexo abajo de ella.
Con una mano acariciaba la melena sedosa y anaranjada de la chica, con la otra empezó a manosear sus tetas siendo tiernas, sus pezones pronto se pusieron duros.
Asuka mientras chupaba con pasión el pene que tenía en su boca lo masturbaba desde la base y también acariciaba sus testículos.
-¡Ah! Mmmm...
Suspirando el chico de tez oscura ya no aguantó más. Mientras acariciaba los erectos pezones de su amante eyaculó en su boca.
Al sentir el semen de Touji en su lengua Asuka se quedó quieta y así permaneció durante unos segundos dejando que el joven descargase por completo su caliente leche. Cuando acabó, la chica se tragó de golpe toda la corrida, y tras chupar un poco más para limpiar los restos de semen se la sacó de la boca para mirarle a los ojos.
-No deberías haberte corrido, aún nos queda tiempo.
-No te preocupes, teniéndote así no se me bajará. -Jadeó sonriendo el chico y consiguió arrancarle a la alemana una media sonrisa.
-¡Ah! -Ella lanzó un gemidito. Kensuke hacía su trabajo sin descanso entre sus piernas. -No aguanto más.
Asuka se incorporó de nuevo, mirando el cuerpo desnudo de Kensuke con su polla dura y temblando asintió. Agarró el miembro y fue descendiendo poco a poco hasta que el glande del joven tocó la entrada de su sexo. Allí se quedó un momento, suspiró y se sentó penetrándose duramente con la erección de su compañero de clase.
-¡Ah!
El grito vino por parte de ambos. La sensación de penetrar a una mujer al fin recorrió la espina dorsal de Kensuke. Asuka sintió como la polla del chico desgarraba su himen quitándole la virginidad.
La joven se inclinó temblando dejando caer su melena por sus hombros.
-Mu... Muévete... -Dijo ella entre dientes aguantando el dolor.
Tras un momento de dudas Kensuke comenzó a mover las caderas intentando penetrar el coño de la alemana. Sentía algo viscoso y caliente cubriendo su pene que no era otra cosa que la sangre de la alemana al ser desvirgada.
A punto estuvo la Segunda Elegida de echarse atrás. Tener encajada en su interior la verga de un chico era doloroso y más aún cuando este se movía de manera tan ruda.
La pelirroja iba a decirle que parase claudicando a sus sensaciones cuando un calorcito empezó a hacerse presente entre sus piernas. Esta agradable sensación comenzó a aliviar su dolor y por primera vez en su vida Asuka descubrió el sexo.
-Ah si... si... ¡Si!
La chica comenzaba a jadear y ella misma empezaba a moverse de arriba a abajo. Al verla tan excitada Kensuke se tranquilizó y sincronizándose con ella movía su pelvis empujando y haciéndola gozar más.
Con las rodillas en el suelo y las manos tocando el suelo a cada uno de los lados de su cabeza, Asuka cabalgaba al chico que con sus manos recorría sus costados, muslos y senos acariciando todo su ser. Su pene entraba y salía de la húmeda cueva de Asuka, húmeda ahora de jugos sexuales con la sangre ya reseca.
Touji no podía quedarse ahí quieto mirando como la diosa de pelo color fuego y su amigo hacían el amor delante de él, así que se arrodilló y con sus manos separó las nalgas de la chica mientras esta cabalgaba al de gafas.
Al notar como alguien le tocaba el culo giró el rostro y observó al moreno relamerse viéndole su ano cerrado y rosa el cual mantenía abierto con sus dos pulgares.
-¡Ah!
La lengua de Touji hizo contacto con el agujero anal de la piloto. Esta gimió por la nueva y agradable sensación. El chico había escupido sobre su rosa ano y ahora lo estimulaba con fuertes lamidas mientras sus manos aprovechaban para magrear sus buenas nalgas. El mejor culo de la clase según los chicos.
-Métemela... -Susurró la alemana muy bajito.
-¿Qué has dicho? -Touji no sabía si le había escuchado bien.
-Quiero que me la meta ahí, en mi culo. -La chica no dejaba de gemir mientras hablaba y eso excitaba más a su compañero.
Touji se acomodó dispuesto a encular a Asuka. Algo que nunca hubiera imaginado en sus más salvajes fantasías. Nervioso intentó dirigir su pene hacia la entrada de su culo aunque al principio no daba y su glande chocaba contra las nalgas de ella. -¡Tranquilízate! -Se dijo a si mismo y apelando a su propio orgullo consiguió apretar el glande contra el ano de la piloto y lentamente penetrarla con él.
-¡Mmmfff! ¡Duele! -Al sentir como su estrecho culo era penetrado por Touji ella no pudo disimular que le dolía.
-Ah... aguanta pelirroja que se siente muy bien...
De rodillas tras ella Touji la sujetaba de su delgada cintura e intentaba meter más centímetros de su duro y caliente pene dentro del trasero de la alemana. Le resultaba difícil ya que ella de manera inconsciente se protegía apretando lo cual le ocasionaba más dolor.
El chico dejaba caer su saliva sobre su propio pene y así evitar que el culo de su compañera quedase seco.
-¡Ah! ¡Ah ¡Ah!
Desde abajo Kensuke se agarraba a las tetas de la Segunda Elegida y movía de manera rítmica sus caderas para penetrar su chorreante sexo. Las embestidas del de gafas hacían que el cuerpo de Asuka se moviese de manera enérgica lo que por una parte dificultaba al moreno su tarea, pero por otra calentaba más a la joven y hacía que su ano se relajase.
Tras un rato Touji sintió como el culo de la pelirroja dejaba pasar a más centímetros de su verga, se sentía bien. El miembro del chico de tez oscura era algo más grande que el de su amigo y el ano de ella ya se había tragado la mitad. En cuestión de segundos consiguió lo que creía impensable, meter toda su polla en el culo de la alemana.
-¡Uhhhhh!
Al notar dentro de su interior la caliente y palpitante verga, Asuka se dejó caer hacia delante quedando reclinada sobre el cuerpo de Kensuke.
-¿E... Estás bien Asuka? -El chico de gafas estaba preocupado por el repentino desfallecimiento de la chica.
-Si... Estoy bien... -Temblando ella hizo fuerza para levantar su cuerpo apoyando su peso en las manos separándose del cuerpo del muchacho que tenía debajo.
-Seguid... -Les dijo con voz débil notando que ambos chicos habían dejado de moverse.
No hacía falta que se lo dijeran dos veces. Asuka estaba buenísima y hacerle el amor era la mejor experiencia que habían tenido en la vida, una vida que se les iba acabando. Ambos adolescentes la agarraron y comenzaron de nuevo a follarla, rápido y duro, metiendo cada uno su pene dentro del agujero que les tocaba hasta las bolas. Asuka gemía revelando su propio placer y sus pechos bailaban desbocados. Los tres cuerpos calientes sudaban en abundancia.
El trío estaba muy concentrado en el sexo, tanto que ni cuenta se dieron de la bajada en la intensidad de la luz. De repente un estruendo, algo parecido a una onda expansiva de una explosión que arrancó las paredes del recinto dejado solo las paredes medio derruidas.
Los tres se detuvieron en sus movimientos. El cielo estaba púrpura oscuro y las estrellas tilitaban, pero era extraño, parecía como que ascendían, como si fueran gotas de rocío que se elevaban hacia el firmamento.
-¿Ya... Ya está pasando...? -La voz de Touji temblaba.
-Así es, tenemos poco tiempo, hay que aprovecharlo. -Asuka movió sus caderas animando a sus dos compañeros a que siguieran haciendo el amor con ella.
-¿Puedo besarte Asuka? -Preguntó de repente el moreno que le hacía sexo anal. Su voz sonaba apurada.
-No tienes que preguntar, tú solo hazlo.
Asuka miró a Touji y este no perdió el tiempo, selló los labios de ella con los suyos en un beso inconcebible. Sus lenguas se acariciaron en la boca. Jadeando ambos dejaron que el beso fuera apasionado y hasta lascivo, al punto de que para respirar necesitaron separarse un poco pero sus mojadas lenguas se frotaban fuera de manera lujuriosa.
Kensuke se había incorporado ligeramente y había abrazado a la piloto pelirroja para apoyar su cara entre sus tetas y besar, lamer y chupar sus pezones degustando su salado sabor a sudor.
Los gemidos de todos eran incontenibles. Los movimientos de caderas d ellos tres eran sincronizados de manera irreal buscando todo el placer.
-¡Ahhhhhhhhh!
El orgasmo sacudió a la Segunda Elegida cuando los penes de sus amantes dispararon su espeso semen caliente dentro de sus dos agujeros. Su cuerpo temblaba, su piel ardía recorrida por gotas de sudor. Su entrepierna estaba más mojada que nunca.
Escuchó un estruendo y abrió los ojos. Un fogonazo de luz invadió el lugar, después, la oscuridad...
CONTINUARÁ
