Title: Quédate hoy aquí
Genre: ¿Angst? . . silba
Fandom: Death Note, yay!
Pairing: Mello x Near
Words: 404
Rated: G, para toda la familia
Type: Drabble
Warning: Shounen ai, spoilers GRANDES, especialmente del cap. 99 del manga
Comments: Bueno, primer fic de Death Note, ya pueden matarme ;D
Quédate hoy aquí
Aquella noche, Near soñó.
Soñó con hebras color de oro, ojos celeste-cielo y sonrisas torcidas. Soñó el recuerdo de besos húmedos y abrazos
incómodos. Soñó sobre fuego, cicatrices, el rasgar de un lápiz sobre el papel, y muerte. Casi podía oler chocolate en el aire.
Near jamás se preocupó de las despedidas: "Tarde o temprano todos moriremos", pensaba. Y mientras aquel
pensamiento se repetía como un mantra en su cabeza, la realidad se hacía cada vez más real y el clímax de la historia se acercaba a pasos agigantados
Y recordó las pocas ocasiones en que aquella tormenta entraba azotando la puerta (que siempre se encontraba secretamente abierta para él), con la misma expresión de intranquila que cargaría hasta el día de su muerte. Near le rodearía con los brazos y los abrazos derivarían en caricias y las caricias en besos…
Y los besos en lágrimas.
Porque Mello confiaba lo suficiente en Near como para llorar frente a él, para dejarse abrazar por él. Y fue en aquellos momentos tan escasos que siempre hubo aún más confianza e intimidad que en el sexo, y el único punto en contra era la brevedad de esos encuentros; La palabra"Quédate" siempre atascada en su garganta.
"Vas a hacer que te maten."
"¿Ah, sí¿Acaso crees que soy lo suficientemente imbécil como para dejar que eso pase?"
"Por como estás actuando ahora, sí"
"Siéntate y observa, después de todo es lo único que sabes hacer."
"¿Vas a volver?"
"No."
Near no soñó esa noche, ni tampoco en la siguiente.
Una semana después de aquella discusión, sintió como si su pecho se quemaba: "Este es el fin, Kira averiguó mi nombre", pensó. Cerró los ojos y esperó. Seguía respirando y aún así se sentía muerto.
El teléfono comenzó a sonar y entonces lo comprendió. Mello estaba muerto.
La mitad de su ser había muerto.
Y ahora lo único que era capaz de sentir era a sí mismo como un puzzle incompleto.
Aquella noche, Near soñó.
Soñó
sobre tiempos mejores. Soñó nuevamente con esas hebras color oro, esta
vez rozándole las mejillas traviesamente.
Soñó con Mello diciéndole
cosas absurdas y posando sus labios sobre los suyos propios, para
formar un beso.
Lo despertó el tintineo del rosario rojo entre sus dedos y las mismas palabras de siempre, atravesadas en su garganta: "Quédate".
