Disclaimer: Los personajes y parte de la trama pertenecen a Sthephenie Meyer, lo demás es producto de mi imaginación. Prohibido el plagio.


Nuevo Infierno personal

¡Qué Mierda!

¿Por qué tenía que ser yo la que se fuera?

¿Por qué no era el estúpido de Phil?

A buena hora mi mamá se quiso volver tonta, ciega, sordomuda y de paso se vino a encontrar con semejante espécimen como lo es mi padrastro Phil.

A buena hora lo vino a querer más que a mí.

A buena hora lo escogió a él antes que a mí.

Y muy en el fondo la odiaba por eso.

Ahogué un grito en mi almohada mientras pensaba en todo esto, eran la una de la mañana y yo no tenía sueño, no podía dormir, no mientras pensaba que tenía todo mi closet desocupado y mis maletas empacadas, porque en unas contadas horas tomaría un vuelo hacía Forks, el pueblo de mi padre para vivir con el.

Buen chiste, dirían los que me conocen: yo, Bella Swan, una de las chicas más populares de la secundaria de Phoenix, porrista, atleta y amante de la tecnología, me iría a vivir a un pequeño pueblo del estado de Washington, frío y boscoso, carente de valles, sol y centros comerciales; si, seguro es una broma. Y la verdad soñaba que así fuera.

No era que odiara los pueblos, ranchos y cosas relacionadas, simplemente no pertenecen a mi estilo de vida.

La pregunta sería ¿Por qué me iba entonces?, sencillo, mi convivencia con Phil, mi padrastro era definitivamente imposible, era un intenso, mandón, mantenido, fracasado, entre muchas otras cosas, pero lo que hizo que mi decisión fueran tal de no querer verlo ni en pintura fue una: un pervertido, el había intentado sobrepasarse conmigo.

Mi madre siempre me decía que siempre desde el día que me lo presentó como su novio lo traté mal, pero como no, si ese mismo día me di cuenta que clase de persona era, y que mi madre no veía, porque delante de ella el era un santo, pero delante de mí es un interesado. Recuerdo como odié el día cuando, hace unos cuantos meses atrás, mi mamá le dijo "sí" en el altar. Fue el peor día de mi vida.

De ahí en adelante mis días eran un infierno mi infierno personal me decía a mí misma, aunque fuera de casa mi vida siguió su curso normal, escuela, porras, salidas a los valles, al gran cañón o a los centros comerciales, fiestas con mis amigas… y mi novio Ryan.

Pero apenas llegaba de la escuela o de hacer cualquiera de las otras cosas, todo era una lucha. La mayoría de veces lo ignoré, pero un intento de abuso no es algo que se ignore, apenas le conté a mi mamá, ocurrió lo que mas temía, no me creía

Eso fue un golpe duro para mí, me puse histérica, le dije que yo no podía vivir con él, que era un antipático interesado que trataba de controlarme, pero simplemente ella no podía creer que su perfecto esposo Phil fuese eso; le dije como último recurso que si el seguía aquí, me iría a vivir con mi padre, sabiendo como ella odiaba que yo estuviera lejos con él en las vacaciones, pero su respuesta me dejó estupefacta:

"Si te quieres ir, vete, pero no me separaré de Phil, si vives conmigo, tendrás que aceptarlo. Si no, puedes ir llamando a tu padre" y añadió "pero por gritarme de esa forma, te quitaré el auto".

De ahí han pasado 5 días, donde llamé a mi padre dándole la noticia de que me iba a vivir con el, y él encantado, también estuve empacando mis cosas, despidiéndome de mis amigas, especialmente de Sophie, mi mejor amiga, y que no ha dejado de llorar desde que se enteró.

Lo peor fue cuando se lo dije a Ryan, y en vez de apoyarme o intentar hacer algo para que no me fuera, me cortó como lo más sencillo del mundo, argumentando de que si de verdad lo quería, no hubiese querido irme; hombres, definitivamente eran una basura, ¿Cómo podía esperar otra cosa? debo dejar de ver tantas películas románticas.

Llegado a este punto, me di cuenta de todo lo que perdería y quien sabe lo que ganaría, porque, como optimista que soy, esperaba que ese pueblo no fuese un desastre y que pudiera encontrar algunas de las cosas que me gustaban en Phoenix: amigos, fiestas, etc.

Cavilando en esto me quedé dormida sin sueños.

Pero mi letargo duró muy poco, porque pronto sentía mi despertador llamándome a un nuevo día. Ya eran las 7, debía prepararme para el vuelo, que saldría a las 11 con destino a Seattle, de allí una avioneta me llevaría a Port Angeles, donde mi papá me recogería para llevarme a su casa en Forks en su coche patrulla. Oh qué horror, ¿tendré que viajar en ese coche todos los días?. Debía comprarme un auto con mis ahorros apenas llegue a Forks.

Me levanté con el peor ánimo del mundo, no había dormido nada y los hechos del día de hoy seguramente no me iban a mejorar el humor; al llegar a la cocina hice un plato de cereales y me senté en uno de los asientos de la cocina americana.

- Bueno días, ¡Al fin se va la molestia de esta casa! - linda forma de comenzar la mañana, ¿es que no podía darme ni tres horas de respiro antes de irme? Al parecer no, claro, si no hace nada el muy mantenido.

- Si, para tu fortuna, y la mía - contesté tajante

- Oh, no lo creo, espero que llames para que cuentes como te fue en el horrendo pueblo -

- llamaré pero no será para hablar contigo - le respondí.

- menos mal, no me apetece hablar contigo niña caprichosa -

- ¡tu eres el menos adecuado para hablar de caprichos! ¡interesado! ¡imbécil! - le grité levantándome de la mesa.

- ¡Qué está pasando aquí! - gritó mi madre Reneé mientras entraba a la cocina.

- Nada - dije saliendo, sabiendo que tenía las de perder.

Me metí a mi habitación con los ojos aún llorosos, preparé mi neceser y entre al baño; y mientras estaba en la regadera, lloré.

Las lágrimas se confundían con el agua que salía, pero no podía pararlas, estaba muy triste, porque, a pesar de que me fui por mi propia voluntad de la cocina, mi mama ni siquiera llamó para preguntarme o algo. Fue indiferente conmigo como lo ha sido estos… días. Y eso no mejoraba mi estado de ánimo.

Duré más de media hora en el baño, cuando salí al primer piso después de haberme arreglado, no había nadie, ¿Dónde estarán?

Aproveché esos minutos de soledad para recorrer lo que hasta hoy sería mi casa:

La cocina donde niña hice tantos postres y desastres con mi mamá.

La sala, completamente amoblada con un lindo juego de muebles, dos cuadros que eran la adoración de Reneé y un televisor pantalla plana, en la que no vi más desde que llegó mi padrastro y la coronó como suya.

En el segundo piso, donde estaban las dos habitaciones cada una con su baño; en el mío, lleno de tantos recuerdos, y casi desocupado, solo estaba el escritorio y su juego de cama. Ese cuarto, guarda todos mis secretos, mis llantos, mis alegrías. Todo, queda tras esas paredes.

El cuarto de mi madre, estaba al otro lado del corredor, era espacioso, y no recuerdo haber entrado desde que Phil llegó, simplemente imaginarlo aquí con mi mamá me daba asco. En la pared habían algunos cuadros, y un corcho lleno de fotos mías y de Reneé. Siempre dije que mi madre tenía su lado juvenil. En su escritorio había una laptop y algunas joyas y cosméticos, junto a una foto mía de niña en un concurso de baile de la primaria. Iba a extrañar demasiado a mi madre, pero no me iba a arrepentir ahora.

Sentí una puerta abrirse, salí del cuarto y bajé las escaleras.

- Oh, Bella, ya podías ir bajando las cosas, el vuelo sale a las once y ya son las nueve. Recuerda que debemos estar temprano para las revisiones y eso.

- OK mamá -

- Phil podrías… - Claro que no podría, ya me estaba imaginando la excusa que pondría el muy inepto.

- lo siento cariño, voy a revisar el auto, yo las llevaré al aeropuerto, así que iré a ponerle gasolina - Patético.

- no te preocupes, yo puedo sola - dije antes de subir a mi cuarto por las maletas.

Mientras revisaba que todo estuviera en orden, ya no pude evitar llorar otra vez.

Las lagrimas salían de mis ojos sin control, mientras veía todas mis cosas guardadas en las maletas, fotos, mi laptop, mi premios en porras, mi ropa, todo, junto conmigo iríamos a Forks a vivir una nueva vida.

La despedida fue más triste de los que esperaba.

Mi mamá a último momento fue que se le dio por llorar por mí, al parecer pensaba que era un juego o un berrinche, y que de verdad no me iría. Pero estaba equivocada.

Verla llorar hizo que quisiese retroceder los pasos que daba al avión y quedarme aquí con ella, pero al voltearme y verla abrazada con Phil, hizo ver que mi decisión era la mejor, así nos doliera a las dos.


-¡Bella, me alegro de verte! - dijo mi padre Charlie dándome un corto abrazo.

- hola, yo también me alegro de verte - le dije medio-cierto; me sentía mal todavía por Reneé, sin embargo ver a mi padre era darme cuenta que no todos los hombres eran unos idiotas. Igual sabía que mi padre había soñado con que viviera con él así sea unos meses, y eso me gustaba, saber que sí habían personas que me extrañaban.

Después de ese saludo, subimos a su carro patrulla -¡horror! Mañana me compro un auto si me es posible - me preguntó cosas sobre mi vida en Phoenix, las cuales contesté con cierta nostalgia, que creo que él notó.

Llegamos a su casa, que desde hoy sería MI casa, me ayudó a bajar las maletas del auto de policía y las subió a mi habitación, lindo gesto de su parte. Luego bajó y me dejó para que me instalara. Definitivamente tenía trabajo que hacer.

Tenía que remodelar esta habitación otra vez… no hace ni dos meses la acomodé para mi estancia de dos semanas, y ahora tenía que hacerlo de nuevo. Charlie es demasiado descuidado. Las colchas estaban empolvadas, tenía que cambiarlas, al igual que trapear el piso y limpiar las empolvadas paredes.

Además de acomodar mi ropa, decorar el escritorio, colocar el corcho con fotos, entrar a Internet -porque tiene que haber Internet-, revisar los mensajes de texto…

Unas horas más tarde, ya había acomodado mi habitación, aunque no me convencía el amarillo de las paredes, no podía hacer nada por ahora.

Me puse a hablar con Sophie por el chat, donde me comentó algunos chismes de la última semana de clases, a la que no asistí; esto me planteó una pregunta ¿Dónde estudiaría el resto del semestre?

Cuando terminé de ponerme al día con Sophie, esta pregunta seguía dando vueltas en mi mente. Así que decidí bajar a preguntarle a mi padre.

No me había dado cuenta cuanto había pasado, cuando vi a Charlie con una caja de pizza en las manos. deben ser más de las ocho- pensé.

- no se si querrás tomarte el trabajo de cocinera esta vez, pero hoy serás solo invitada - me dijo poniendo la caja de pizza en la mesa y ofreciéndome una porción.

- mmm gracias papá, igual cocinaré, o mejor dicho, trataré de cocinar el resto de los días, al fin y al cabo viviré aquí - dije un poco nostálgica mientras tomaba mi porción.

Se hizo un silencio incómodo durante el resto de la comida.

- extrañas Phoenix ¿cierto? - dijo Charlie rompiendo el silencio.

Suspiré.

- escucha, no te obligaré ni a volver ni a quedarte, si quieres, puedes vivir acá hasta que las cosas se calmen, y puedes volver des-

- no papá, mi decisión está tomada, no volveré mientras Phil siga con mi madre, solo que… no es fácil un cambio -

- entiendo… - dijo y después cambió de tema - debes estar cansada, ¿porque no subes y duermes? -

- si, buenas noches - me levanté, pero recordé algo - papá -

- dime Bella -

- ¿Dónde estudiaré?, es sábado, pero igual quiero saberlo -

- en la preparatoria de Forks - dijo como si fuera lo más obvio.

- mmm OK, y… ¿me llevarás? - dije con un toque de vergüenza y miedo en mi voz.

Suspiró.

- sabía que pasaría esto - dijo - por eso, mañana vamos a ver autos -

- ¿me… comprarás… un auto? - dije asombrada.

- si, no es mucho lo que tengo, pero alcanzará para un auto dec-

- ¡gracias papá! - grité mientras los abrazaba.

- de nada Bells, ahora a dormir, Port Angeles queda algo lejos -

- esta bien, hasta mañana papá - le dije.

- hasta mañana Bella -

Bueno, al parecer, no había comenzado mal. Pero todavía quedaban muchos días por delante.

Amanecerá y veremos si aquí seguirá mi infierno personal.


Bueno... he aquí la razón por la que mi otro fic está abandonadito... o si, la inspiración se fue para otro lado. Y alguien me comentó que si salía de este embrollo podía despejar mi cabeza y continuar con NYEE -mi otro fic- así que espero que resulte ^^

Me gusta mucho esta idea, ya que pocas veces se ve un personaje de la onda popular y fashion entre los protagonistas de las historias. Además que me llamó la atención de como hubiese sido si Bella fuera una líder y moderna, y Edward... algo diferente xD .

Este primer cap lo tenía hace meses, pero no lo recordaba hasta que lo leí otra vez hace unas semanas y poof... quise continuarlo. =P Espero y sea de agrado, este capítulo lo sentí muy soso, igual me gusta y quise dejarlo en esencia.

Tal vez no me quede tan bien el fic, ya que mi personalidad se puede decir es todo lo contrario a lo que planteo con Bella, pero conozco suficiente personal como para saber que pasa por la cabeza de niñas como este Ooc :P

Igual sepan que nunca dejaría nada botado. Espero me den sus opiniones para mejorar.

No se cuando tenga el próximo, quiero terminar primero con mi otro fic, aunque con este ya tengo bastante adelantado ^^, todo dependerá de mi estado de animo y de mis deberes universitarios y extracurriculares, ya que me la paso muy ocupada ?)

Saludo de Mano Izquierda.

MaJo [MapacheEstratega]