Respuesta
Desafió: Bueno hace tiempo que me entusiasma esta parte
de la historia es un buen desafió XD, gracias por darme esta
oportunidad XD.
No
puede ser
No puede ser
No puede ser
Se repetía sin cesar la chica que había visto como un hombre, alto de ojos claros, había caído como en cámara lenta hacia lo que parecía un arco, ella quedo en blanco estaba mal herida, ese hombre de cabello largo ya había desaparecido, había salvado su vida, tomando su lugar en la batalla contra Bellatrix.
No
puede ser
No puede ser
No puede ser
Se seguía repitiendo
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- Auhh — Grito
Tonks, al chocar con el paragüero de la casa de los Black. Los
gritos desesperados de la señora Black se escucharon en toda
la casa, estaba oscuro y Tonks a penas podía ver donde
pisaba.
- Siempre te tiene que pasar lo mismo — Dijo Sirius a
duras penas corriendo la cortina que cubría el cuadro de su
madre — Calla vieja loca.
- ¡¡Inmundo, NO mereces
estar en mi casa, has manchado el honor de nuestra sangre, con esta
SANGRE SUCIA!! — Gritaba el cuadro de la señora Walburga
desesperada dentro de su cuadro.
- Hola Sirius, disculpa las
molestias — Dijo ella al ver lo que le había costado cerrar
las cortinas.
- No te preocupes, pero será mejor que me des
la mano si no quieres tropezarte de nuevo — Dijo él
cediéndole su mano, el corazón de Tonks latió
fuertemente al tomar su mano, hace tiempo que ocultaba su amor hacia
Sirius además de que era su tío, no encontraba que
fuera el momento más correcto para confesárselo —
Siempre es bueno recibir visitas, sabes — Dijo él con una
sonrisa, tenia un aspecto muy triste desde que los chicos habían
ido de vacaciones.
- Bueno supe que estas muy solo desde que Lupin
esta en su misión — Mucho no sabia Tonks de que trataba,
pero si sabia que Sirius se sentía muy inútil al estar
encerrado en Grimmauld Place.
- ¿Que se ha sabido de las
misiones de la Orden? — Le pregunto.
Esa había sido la primera vez que ella había estado sola con Sirius, pero no sabia que pensar, no sabia si él la estimaba por ser su sobrina o si se interesaba en ella como mujer.
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-
¡¡¡¡Sirius!!!! — Escucho, un joven delgado
de anteojos gritaba con todas sus fuerzas el nombre de su padrino,
solo con escuchar lo quebrada de su voz podía sentirse el
dolor de la perdida.
No tenia fuerzas para seguir sintiendo aquel
dolor, la perdida de su amado, y el dolor físico le impedía
reaccionar bien, no podía moverse, lo ultimo que vio fue a
Dumbledore entrando a aquella habitación.
- Tonks,
Tonks, ¿Cómo te sientes? — Dijo un hombre con los
ojos dorados que la miraba, conocía ese rostro, pero jamás
lo había visto tan triste.
- Yo… - Miro su alrededor
estaba en San Mungo — yo… estoy mejor — Dijo ella no podía
decir bien, le dolía más el corazón de lo que le
dolían sus heridas.
- Estábamos todos muy asustados
por tu condición — Dijo Lupin con el tono pausado que lo
caracterizaba.
- ¿Cómo esta Harry? — Dijo ella, no
podía dejar de sentirse culpable.
- En realidad no lo se
muy bien, tan solo se que Dumbledore debe estar hablando con el ahora
— Dijo Remus, parecía más callado y retraído
que de costumbre.
- No fue mi intención… yo no quise…
es que yo no puede con…
- Lo se, lo se. No tienes porque
excusarte — Dijo él con los ojos brillosos — …l hace
tiempo que no soportaba en encierro.
- Es que si yo la hubiera
vencido — Empezó Tonks a hablar con lagrimas en los ojos.
-
Calma — Dijo Lupin poniéndole la mano en la frente sin dejar
que se levantara, y con uno de sus dedos le quito las lagrimas de sus
ojos — Sirius — Al solo mencionar su nombre tuvo que parar un
poco — murió haciendo lo que mas deseaba desde que era un
hombre libre, salvar a Harry.
- Si tan solo yo hubiera vencido a
Bellatrix — Dijo Tonks sin poder contener su pena.
- No pienses
en eso — Dijo él que parecía estar muy afectado —
si hubieras sido capaz de derrotarla, Sirius lo hubiera hecho sin
problemas - miro a un punto en blanco sin mirar a Tonks - el era
experto en duelos — Sonrió levemente — Si tan solo lo
hubieras visto pelear cuando era joven, la cara de Severus era lo que
más lo entretenía.
Con eso Tonks se dio cuenta que no era la única afectada sobre la muerte de Sirius, también Lupin se veía muy mal, no quería ni pensar en Harry, cuando de pronto un hombre alto, son una larga barba blanca la miraba desde el lindero de la puerta.
- Tonks, Tonks
¿Cómo te encuentras? — Dijo Dumbledore con su
agradable voz de anciano.
- Mejor — Dijo ella intentando
devolverle una sonrisa.
- Puedes retirarte Remus — Dijo
Dumbledore.
- Si señor — Dijo Lupin, poniéndose de
pie, Dumbledore algo le susurro al oído, dándole unas
palmadas en la espalda — Lo se, lo se — Dijo débilmente.
-
Y, ¿cómo te encuentras realmente? — Dijo
Dumbledore.
- Bien profesor, ¿por qué pregunta? —
Dijo ella haciéndose la desentendida.
- Molly hace mucho
tiempo me contó todo — Dijo el sentándose en la misma
silla en que estaba Lupin.
- Suponía que usted solo trataba
temas de la Orden.
- Tu y Sirius pertenecían a la Orden —
Dijo el con mucha calma, que la miraba fijamente con sus ojos
celestes a través de sus anteojos de media luna.
- Yo… no
me encuentro muy bien — Dijo ella, realmente
afectada.
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- Señora Weasley —
Dijo Tonks cuando se encontraban solas en la cocina.
- Te he dicho
que me llames Molly — Dijo ella sonriente — O si quieres Mamá
— El afán de la señora Weasley por emparejar a Tonks
con Bill era en vano, él parecía esta muy interesado de
su compañera de trabajo Fleur, pero no se rendía en
buscarle una mejor chica.
- ¿Le puedo contar algo?
-
Claro, hija dime nada más — Dijo ella mientras probaba la
comida del caldero.
- Es algo que no le he contado a nadie —
Dijo ella algo sonrojada, hasta su cabello había cambiado un
poco de color a ponerse más rojo.
- Habla rápido
hija, ya van a llegar los otros a comer — Dijo ella, haciendo un
pase mágico para que la mesa estuviera lista para empezar a
servir la comida.
- Estoy enamorada de alguien… - Dijo ella con
una gran sonrisa en su rostro, la señora Weasley le puso mucha
atención — es un hombre muy apuesto, lleva al pelo largo
como todo un rebelde, me a contado historias de que tenia una moto
mágica — Dijo ella con ilusión, pero el rostro de la
señora Weasley drasticamente como si estuviera confundida.
-
Que yo sepa Bill nunca a tenido una moto, Tonks — Dijo ella
pensando — A menos que Arthur haya atraído otro objeto
hechi…
- No es Bill, Molly — Dijo Tonks con una sonrisa.
-
Pues entonces ¿quien es? — Dijo la señora Weasley con
sorpresa.
- Sirius — Dijo ella en voz baja.
Desde entonces la
señora Weasley le guardo una especial antipatía a
Sirius, y nunca más dejo que Tonks la llamara
Molly.
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- Desilusionaste mucho a Molly desde
ese día — Dijo Dumbledore con una sonrisa — Ella te quería
como a una hija — Dijo con una sonrisa — me lo contó muy
triste, pero yo pensé era una alegría para el pobre
Sirius.
- Mi intención nunca fue herir a la señora
Weasley.
- No te preocupes eso fue cosa del pasado — Dijo
Dumbledore — La verdad vengo de una fuerte conversación con
Harry.
- ¿Cómo esta él? — Pensó
después de divagar en sus recuerdos.
- No muy bien como
sabrás — Dijo Dumbledore — creo que ser viejo me hizo
cometer un gran error con el.
- ¿Un error? — Le pregunto
ella.
- Debí haberle dicho lo estaba pasando — Dijo él
— Nunca debí haberle ocultado la profecía.
- Pero
¿logro escucharla? — Pregunto Tonks.
- Por supuesto que
no puedo en el ministerio, pero si se la dije yo — Dijo Dumbledore
— Mi niña, no quiero que te sientas culpable por lo de
Sirius, aquí el mayor culpable soy yo y Harry. Yo no debí
haberle impedido salir de Grimmauld Place, debí hacerle dado
algo de libertad. Y como sabes Harry fue culpable porque si el no
hubiera caído en la trampa de Lord Voldemort, Sirius no
hubiera ido en su ayuda.
Desde entonces Tonks se
sentía muy triste después de unos pocos días
regreso a su hogar cerca de el ministerio, Grimmauld Place había
sido cerrado por Lupin, se que había encargado en recoger las
ultimas pertenencias de Sirius y en darle a Buckbeak un mejor
hogar.
De pronto cuando iba saliendo de su trabajo en el
ministerio vio a Lupin sentado en el borde de la fuete de los magos,
había sido reparada, ella había visto muchas fotos del
Profeta relatando lo acontecido aquella noche, y en un pequeño
aviso se publicaba a inocencia de Sirius, y su defunción, ella
había guardado recelosamente ese trozo del diario.
- Hola —
Dijo Lupin que se veía muy pálido y mal herido.
-
Hola — Dijo ella sin evitar recordar su encuentro en el San
Mungo.
…l se paro y comenzó a caminar a su lado.
-
Tenemos una misión — Dijo él mientras abría el
diario en la pagina donde se encontraba la publicación de la
entrevista de Harry, que se había publicado anteriormente en
el Quisquilloso.
- A si — Dijo Ella tenia el color del cabello
un poco más claro de lo usual desde la muerte de Sirius.
Se
subieron al ascensor a la salida, una gran cantidad de personas,
mucho se dirigían hacia los trasladadores, ellos iban a salir
por la cabina telefónica, habían unas reglas exactas a
seguir, hacer como si estuviera hablándole al audicular.
-
Vamos a mi casa — Dijo ella cuando salieron. Vivía en uno de
los edificios cercanos al ministerio, muchos magos jóvenes
vivían allí era la forma más fácil de
dirigirse a sus trabajos sin tener que recurrir a trasladadores -
¿Cuál es la misión? — pregunto ella sin
preámbulos.
- Tenemos que vigilar el viaje de Harry hacia
King's Cross — Dijo él.
- Ya hemos hecho ese viaje —
Dijo ella — Fue cuando Sirius fue como perro. ¿Quieres té?
-
Si gracias — Dijo él — Recuerdo cuando lo vi por primera
vez transformado en un perro, estábamos en la escuela era
quinto año, me confundió mucho ver un perro en nuestra
habitación, movía la cola como si se alegrara por
verme, me costo unos minutos darme cuenta que era él, paso
todo un día transformado en perro, no podía regresar a
la normalidad — Dijo con una sonrisa melancólica.
- ¿Cómo
puedes hablar de él tan tranquilamente? — Pregunto Tonks con
dolor.
- Se que vivió todo lo que quería,
defendiendo a su ahijado — Dijo Lupin — Ahora comprendo porque él
y James aprovecharon tanto su niñez en Hogwarts, no sabes
cuanto les agradezco haber sido mis amigos — Dijo el con los ojos
vidriosos.
- Yo… no puedo… - Dijo ella — No puedo aceptarlo
tan fácilmente — Dijo con la voz quebrada.
- Tonks ¿Por
qué te sientes tan afectada? — Dijo Lupin, a pesar de su
aspecto tranquilo y apacible, desde la noche del ministerio tenia
considerablemente más canas. Ella respiro profundamente y miro
fijamente a los ojos dorados de Lupin.
- Yo… - Dijo ella
temblorosa — yo… estaba… enamorada de él — Era algo
que tenia que contarlo no bastaba con que Dumbledore o la señora
Weasley supieran, con ellos no tenia mucho contacto, en cambio Lupin
había estado descansando después de una pesada
misión.
- Bueno… - Dijo el asombrado, parecía
estar reflexionándolo — Sirius me había comentado
algo.
- ¿Qué te dijo? ¿Qué te comento?
— Dijo ella sirviendo rápidamente un té, la
curiosidad de haber sido correspondía era mayor que saber que
Sirius estaba ya muerto.
- Bueno me dijo — Le contó
sonriente Lupin — que le llamaba la atención que lo
visitaras tan seguido, incluso más que yo — Lo dijo
mirándola sonriendo, ahora comprendía que sucedía
— Sirius suponía que lo que pasaba es que querías
conocer quien era ese chico que tanto estimaba tu madre.
- Nunca
he hablado muy bien de mi madre — pensó ella, siempre que
comentaba de su madre la describía como una maniática
del orden, o bien como la mujer que la maldijo con ese nombre.
-
Quiero que comprendas algo, aunque sea duro — Dijo Lupin mirándola
seriamente, ella no emitió comentario pero lo miro con
atención — Sirius jamás pensó que tu estabas
interesada en él, te veía como su sobrinita.
Desde ese día Tonks no volvió a ver a Lupin hasta el regreso de Harry a Londres.
- Buenos días Ojoloco — Dijo ella
con una sonrisa seguía teniendo el cabello más claro de
lo usual.
- Buenos dias Tonks — el llevaba un horrible sombrero
de medio lado ocultando su ojo magico.
- No te queda muy bien ese
sombrero — Dijo ella sonriendo.
- Quieres que los muggles noten
mi ojo, armarían un escándalo — Dijo el apoyando
fuerte su bastón en el piso - Dudo que pueda tolerar algo
distinto a ellos — Dijo claramente afectado.
- Hola — Dijo un
hombre con un largo y raído abrigo, era Lupin.
- Mucho
mejor — Dijo ella algo menos triste, la conversación que
había tenido con Lupin me había hecho notar, que aunque
amaba mucho a Sirius ella no habia sido correspondida.
- Así
que esa es la nueva moda ¿eh? — Dijo la señora
Weasley mirandola, llevaba su mejor traje muggle, junto a ella se
encontraba Arthur Weasley.
- Tonks un gusto verte, supe que la
pásate muy mal en San Mungo — Dijo este preocupado.
-
Fred, George — Dijo Lupin — Supe de su fuga, me recordó
mis viejos tiempos con los Merodeadores — Le dijo guiñándoles
el ojo.
- Profesor Lupin, es un gusto volver a verlo — Dijo
Fred.
- Creo que con usted fue con el único profesor que
aprendimos en Hogwarts — Dijo George.
- Quizás con el
falso Moody también — Dijo Fred.
- Hubieran aprendido más
si yo hubiera sido su profesor — Dijo Moody algo descontento.
-
Nadie esta criticando tu método de enseñanza Ojoloco —
Dijo Arthur Weasley, cuando de pronto empezaron a salir los chicos
desde el andén.
- ¡Ron, Ginny! — Gritó la
señora Weasley mientras corría a abrazar a sus hijos -
¡Y tú, Harry, querido! ¿Cómo estás?
-
Bien — Dijo Harry mientras lo abrazaba la señora Weasley,
aunque no convenció mucho a Tonks.
- ¿Qué es
eso? — Pregunto Ron señalando las llamativas chaquetas que
traían los gemelos.
- Piel de dragón de la mejor
calidad, hermanito — Respondió Fred, y tiró un poco
del cierre — El negocio funciona maravillosamente, y nos pareció
que nos merecíamos un premio.
- ¡Hola, Harry! —
Dijo Lupin cuando la señora Weasley lo soltó, y fue a
saludar a Hermione.
- ¡Hola! — Contesto Harry — No
esperaba... ¿Qué hacen ustedes aquí?
- Bueno
— Respondió Lupin sonriendo — Hemos creído oportuno
decirles un par de cosas a tus tíos antes de que te llevan a
casa.
- No sé si será buena idea — Comentó
Harry de inmediato.
- Ya creo que lo es — Gruñó
Moody que se había acercado a Harry. De pronto Moody señalo
la parte de atrás de su cabeza estaba apuntando a los Dursley,
los podía ver gracias a su ojo mágico.
- ¡Ah,
Harry — Exclamó el señor Weasley, mientras saludaba a
los padres de Hermione — Bueno, ¿vamos allá?
- Si,
Arthur creo que sí — Confirmo Moody
Moddy y el señor Weasley guiaron a los demás hacía los Dursley, que parecían estar clavados al suelo.
- Buenas Tardes —
Dijo el señor Weasley educadamente a Vernon Dursley cuando se
paró delante de él - No se si se acordará de mi,
me llamo Arthur Weasley — Dicho esto Vernon Durley se puso de un
color morado intenso y miro con odio al señor Weasley, pero
prefiero no decir nada. En cambio Petunia parecía asustada y
abochornada; no paraba de mirar alrededor. En cambio Dudley,
intentaba hacerse pequeño he insignificante, algo que era
completamente imposible.
- Sólo queríamos decirles
un par de cosas con respecto a Harry — prosiguió el señor
Weasley sin dejar de sonreír.
- Sí — Gruñó
Moody — Y del trato que queremos que reciba mientras esté en
su casa.
- Que yo sepa, lo que ocurre en mi casa no es de su
incumbencia... — Dijo Vernon con indignación.
- Mire,
sobre lo que usted no sabe podrían escribirse varios libros —
Gruñó Moody.
- Bueno, no es de eso de lo que se
trata — Dijo de pronto Tonks, para parar una posible discusión
— De lo que se trata es de que si nos enteramos de que han sido
desagradables con Harry...
- ...y no duden de que nos
enteraríamos... —añadio Lupin con amabilidad.
- Sí
— terció el señor Weasley — Aunque no permitan a
harry utilizar el felétono...
- Teléfono — le
susurró Hermione.
- Si tenemos la más ligera
sospecha de que Potter ha sido objeto de cualquier tipo de malos
tratos, tendrían que responder ante nosotros — concluyó
Moody.
- ¿Me está amenazando, señor? —
Pregunto Vernon en voz tan alta que varias personas que pasaban por
allí se volvieron y se quedaron mirándolo.
- Sí
— contesto Ojoloco, que se mostraba muy contento por el hecho de
que tío Vernon hubiera capturado el mensaje tan deprisa.
-
¿Y diría usted que parezco de esa clase de hombres que
se dejan intimidar — le espetó.
- Bueno... — respondió
Moody echándose su horrible sombrero de hongo para atrás
para dejar al descubierto su ojo mágico, que giraba de un modo
siniestro. Vernon Dursley retrocedió horrorizado, y chocó
torpemente contra un carrito de equipajes — Si, yo diría que
sí, Dursley — Después se volvió hacia Harry y
añadio — Bueno, Potter, si nos necesitas, péganos un
grito. Si no tenemos noticias tuyas durante tres días
seguidos, enviaremos a alguien a... — Petunia Durley se puso a
gimotear lastimeramente. Era evidente que estaba pensando en lo que
dirían los vecinos si veían a aquellas personas
desfilando por su jardín — Adiós, Potter — se
despidió Moody, y agarro brevemente a Harry hombro de Harry.
-
Cuidate, Harry — Dijo Lupin con voz queda — Estaremos en contacto
— La señora Weasley algo le susurraba al oído y
volvió a abrazarlo.
- Nos veremos pronto, compañero
— murmuró Ron, nervioso, estrechándole la mano a su
amigo.
- Muy pronto, Harry - aseguro Hermione con seriedad — te
lo prometemos.
Harry no hizo más que asentir su cabeza.
Mientras se despedia por ultima vez Harry, le pregunto Tonks a
Lupin.
- ¿Crees que lo dejaran tranquilo esos muggles?
-
No lo se, pero realmente Harry tiene muchos problemas en que pensar,
como para que los Dursley lo molesten.
Tonks no había
sentido las fuerzas suficientes como para hablarle a Harry, aún
dentro de ella se sentía culpable por la muerte de Sirius, y
ese dolor no desaparecería tan fácilmente.
