Fotografía
Capitulo 1: ¡Tierra trágame!
Alice POV
Miraba por la ventana de mi oficina, mientras la lluvia seguía cayendo por las calles de Nueva York, era ya de noche y se podía apreciar lo luminosa y ruidosa que podía llegar a ser esta gran ciudad.
Aun no me recuperaba del hecho de estar afuera de mi ciudad natal, había conseguido empleo como modelo de una prestigiosa revista de moda hace apenas medio año y aun no me adaptaba al cambio tan brusco de lugares. Extrañaba mi hogar, ese era un hecho, pero lo importante es que me estaba yendo muy bien en mi trabajo y había conocido maravillosas personas que me han ayudado desde que llegue.
-¡Alice! Hace horas que te he estado llamando- dijo entrando una hermosa joven de piel morena como la canela, ojos color pistache con un brillo juguetón y un cabello café con risos por doquier. Sonreí, era Melisa, mi mejor amiga desde que llegue, éramos vecinas hasta que decidimos que seria mejor vivir juntas en un solo departamento. Y ¿Cómo decirle que no? Se había ganado mi confianza y mi amistad desde el primer minuto.- si sigues así tendré que llevarte de compras por todo el fin de semana.
-¡¿Qué?! No, no, no es necesario-exclame espantada cuando reaccione por su amenaza que sabía que cumpliría con o sin pretexto, ella sabía que odiaba ir de comprar más que nada en este mundo, suspire-solo estaba pensando un rato, pero ya estoy lista.
Pude escuchar su risa por toda la oficina mientras salíamos. Cuando abandonamos el edificio caí en el punto que no traía paraguas, ¡Rayos!, pensé cuando me empecé a empapar. Pero algo detuvo eso, voltee hacia arria y vi un paraguas proveniente de Melisa.
-¿Creíste que sería tan mala amiga en un día de tormenta?-dijo falsamente indignada. Reí.
Caminamos hasta el estacionamiento para irnos en el automóvil, cuando, gracias a la fuerte ventisca, se me resbalo el listón que sostenía mi cabello rubio. Cuando voltee para ir a recogerlo pude apreciarlo en manos de un hombre con paraguas que me dejo sin aliento.
El sujeto era alto, con un cuerpo de atleta, se podía apreciar aun con la gabardina negra que llevaba puesta, tenía una cabellera ondulada de color entre blanca como la nieve y brillante como la plata, se veía sedoso al tanto, poseía unos labios carnosos y unos ojos de color del chocolate más exquisito que pueda existir. Pensé por un momento que era un modelo sacado de algún catalogo de perfumes o de ropa para caballero.
Me dejo sin aliento.
Cuando me di cuenta el hombre me está mirando entre confundido y divertido. Sentí que mis mejillas me quemaban. De seguro estaba sonrojada. ¡Qué novedad! Pensé con sarcasmo.
-¿Esto es suyo, señorita?- pregunto con un una sonrisa que me derritió, su voz era tan suave como la más hermosa melodía que jamás había escuchado. Me extendió mi listón azul.
-S..si-dije mientras sostenía el listón entre mis manos temblorosas .-Gra…gracias.
Que ridícula debo estar actuando, de seguro pensaba que era una tonta tímida. ¡Pero si eso soy!
Sin darle tiempo a reaccionar jale a mi amiga hacia el carro y nos adentramos mientras trataba de tranquilizar mi acelerado ritmo cardiaco y volver a mi color natural de mi cara. Melisa solo se limito a verme confundida. Pero antes de que objetara algo, la interrumpí.
-Vámonos ya, por favor, creo que me voy a enfermar.- mentí mientras miraba por la ventada en dirección opuesta al extraño y guapo hombre que aun se encontraba bajo la lluvia mirando confundido hacia el auto.
Sin más solo pude escuchar el dulce rugido del motor.
¿Por qué reaccione así? Ni yo misma lo sé. Tal vez sea porque ya me he encontrado con muchas desilusiones en el pasado que no quería que se repitiera la misma historia, tal vez ya me canse de recoger los pedazos de mi roto corazón cuando me dejaban o me botaban. Tal vez iba a sufrir otra vez.
Ya no quería sufrir.
No por otro hombre.
Mientras salía de la ducha y me alistaba para ir a dormir, observe mi listón por última vez antes de dejarlo en el tocador. Sonreí.
Tal vez este sería el comienzo de algo hermoso... o tal vez no.
Solo el tiempo lo dirá.
Cuando amaneció, me llego el olor de hot-cakes quemados. Me aliste y fui directamente a la cocina para encontrarme con Melisa intentando cocinar. Reí ante la escena que tenía frente a mí.
-¡Alice! ¡No te rías!, no es mi culpa que esta tonta masa no funcione-. Decía mientras intentaba despegar un hot-cake de la cacerola.
-no creo que la masa este mal-dije mientras la ayudaba a limpiar las cocina y preparaba los cafés.- no es su culpa que la cocinera no sepa cocinar.
Como respuesta recibí un golpe con una servilleta en la cara. No aguante más y me eche a reír a carcajadas limpias por la expresión que tenía mi amiga. Después de lo ocurrido prepare un desayuno decente y nos sentamos en el desayunador.
-Alice, no se te olvide que hoy llegare tarde, así que no se te ocurra esperarme ¿de acuerdo?-dijo mientras terminaba su comida.
-¿hoy es tu junta?-se me había olvidado que mi amiga estaba cerrando un contrato con una empresa importante.
-así es, y me invitaron los ejecutivos a cenar y ya ves como son esas personas de aburridas- dijo mientras ponía una cara muy graciosa. – ¿y tu que tienes que hacer hoy?
-tengo una sesión de fotos para la revista Femme, con un fotógrafo muy bueno según escuche-dije con cierto tono de aburrimiento. Escuche como reía también.
Cuando por fin estaba lista para salir observe el listón negro e inmediatamente recordé a aquel hombre misterioso, e inevitablemente me sonroje. Me lo acomode en mi cabeza y salí del departamento.
Cuando llegue a la recepción del edificio donde trabajaba salude a Alison, la secretaria que acomodaba todas mis citas, era una joven muy linda y además de que nos caímos muy bien desde que comencé a trabajar aquí.
-Buenos días, señorita Alice, la esperan en el piso 5-dijo con una sonrisa sincera. Después de agradecerle me fui directo al piso dicho.
-¡Alice! Llegas tarde señorita, ven para presentarte a nuestro nuevo fotógrafo- antes de que pudiera reaccionar me arrastro mi jefe hacia la habitación ya decorada y preparada para la sesión.
Cuando me soltó de su agarre estaba frente a frente con el dichoso fotógrafo.
Me quería morir.
¡Ere el hombre misterioso de ayer!
¡Tierra trágame!
Continuara…
¡Hola! Bueno como podrán notar soy nueva escribiendo pero llevo años leyendo historias de esta maravillosa página de fanfics y hay muchas cosas que aun no sé y/o domino muy bien así que les suplico paciencia.
Gracias por leer y si creen que me merezco review son bien recibidos.
Hasta la próxima.
