-Buenas Noches Padrinos- Miré hacia la pecera y mis padrinos mágicos habían cambiado a su forma de pez, ya habían pasado 4 años desde que llegaron a mi vida, antes de ellos me sentía solo, mis padres siempre fueron muy distraídos, coloco mi gorra rosa en la reposera de la cama, ellos esperaban la llegada de una hermosa niña, así que podría decir que tengo una pequeña parte de sus sueños.
Poco a poco comienzo a recapitular parte de mi vida lo primero que se me viene a la mente es imaginar una vida sin ellos, o peor aún, que sería perderlos, y al cerrar los ojos fue cuando recordé a un viejo amigo de la infancia, aunque realmente no podría considerarse alguien "Real", era mi amigo imaginario Gary, una tarde mis padres habían rentado una película "Vaselina" ahí fue cuando vi a ese chico, y al ver que era popular con las chicas quería tener a un amigo así, solté una carcajada al recordar...
-Así que fue así como me creaste- Solté un grito de terror al ver a Gary frente a mí,
-¿Gary?- Su cabello negro al más puro estilo de John Travolta, había crecido al igual que yo, su playera blanca se encontraba detrás de una chaqueta roja de cuero estilo motociclista, sus jeans ya desgatados por el uso, botas negras y sus accesorios que no podía faltar, sus gafas obscuras, y su peine en el bolsillo trasero
-Que hay Tim Timothy- Realmente odiaba cuando usaba mi nombre completo
-¿Qué haces aquí, se supone que estabas en la isla?
-Realmente no lo es, esto es más real de lo que crees-
-¡COSMO!!, ¡WANDA!- Intente gritar lo más fuerte posible, pero nunca aparecieron, mire con furia a mi amigo imaginario - ¡¿Que les ha hecho a mis padrinos Gary?! Me acerque desesperadamente, lo tome de la chaqueta y lo levante un poco de piso
-Tranquilo hermano, ellos van a estar bien, si no vienes conmigo realmente los hare sufrir- Soltó una risa maligna, quizás fue lo que me hizo enfurecer mas
-Dime donde están-
-Tienes que confiar en mi- de su bolsillo saco lo que era...
-La varita de Wanda-Mire con horror la varita, su brillo reluciente había sido opacada, al parecer había gastado mucha magia al venir aquí, era lo que menos me importaba, giro un par de veces a mí alrededor y una nube nos envolvió.
Caí pesadamente, quizás debí haber deseado caer en una superficie plana al mirar vi que me contaba en el parque de Dimmsdale, solía jugar solo desde que tenía 5, recuerdo que había un niño más grande de piel gris cencía, ojos negros, y la dentadura amarilla, solía ser golpeado, humillado, en ese entonces sabía que mi vida iba a ser una llena de decepciones, abrí los ojos volviendo al presente, a pesar de que el tiempo había pasado, recordaba a ese niño de piel gris cencía, Francis había cambiado después de los 12 cuando finalmente había sido becado, seque unas lágrimas mezcladas de tristeza y felicidad.
-Oye Timmy, Vamos a jugar- Chester invitaba al pequeño Timmy a jugar junto con su compañero, que más tarde sería mi amigo AJ. Reí al ver que el juego era Bola Timmy, comenzó a golpearlos en la cabeza mientras silbaba para anunciar su llegada.
Al mismo tiempo veía como la mayoría de mis compañeros de clase se encontraban ahí, desde Trixie hasta el señor Crocker, paseaba junto a su madre, mientras que ella miraba a los niños jugar, el señor Crocker hacia lecturas, en búsqueda de Padrinos Mágicos.
Más atrás escondida se encontraba Tootie junto a su hermana Vicky, no recordaba verla tan feliz, al tirar más fuerte de los columpios del parque, eran contadas las veces que veía a Vicky tan feliz junto a sus padres y claro con su hermana menor, no era fea, solo era que en ocasiones me parecía muy irritante.
-¿Porque me traes al pasado?-Claro no me quejaba, eran bellos recuerdos, quizás los mejores, no lo supe ver porque siendo niños, no vemos lo mucho que dejamos ir al crecer, había cambiado la forma de vestir, la forma de hablar, la forma de ver a las niñas, habíamos crecido y ahí fue cuando me di cuenta de algo importante.
-Veras Timmy, finalmente ha crecido, tus padrinos mágicos tendrán que irse para siempre al igual que todos tus deseos- No, sabía que esto me temería, finalmente me he dado cuenta de algo, había llegado a la edad en que finalmente "Crecería", odie siempre esa palabra, me causaba un gran escalofrió en solo pensar que algún día llegaría.
Gary Estiro una mano hacia mí -Vine a despedirme amigo mío- Sorpresivamente cuando la tomé se lanzó hacia mi abrazándome con fuerza -Ya habían platicado conmigo, no querían que fueran ellos los que te dijeran la noticia ya que para ellos se les haría muy difícil despedirte- De pronto sus labios besaron los míos, pude sentir como una lagrima rozaba mi mejilla, realmente no sabía si era de él, o era mía. Trate de alejarme del pero algo dentro de mí me lo impedía
-Gary, ¿Porque haces esto más difícil?- Finalmente caí en la necesidad de estar con él, fue el único que estuvo a mi lado inclusive después de que a los 10 años trato de apoderarse de mi mente y de mis padrinos. La realidad pega duro en ocasiones y no supe aprovechar el tiempo que estuve con él, siempre eran peleas, no más. Lo tome de los hombros y lo acerque a mi tan fuerte como si la vida se me fuese en ese momento
-¡Timmy!- Una voz exterior me llamaba
-Es hora de irme- Escuche su susurro, y me quede solo en la obscuridad, así es como debe ser el limbo de los ahijados que pierden la memoria, es tan frio y solitario, apenas una pequeña luz me iluminaba, este es el fin de mis memorias, pero por lo menos pude experimentar el beso de alguien que quizás ame desde que lo conocí, adiós amigo
-Gary- fue lo último que dije antes de desmayarme llorando
