Disclaimer: Shingeki no Kyojin no me pertenece, su autor es Hajime Isayama.

Advertencia: Universo Alterno. Relación entre hombres. Lenguaje un poco fuerte de parte de Levi.

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Padece de insomnio, noche tras noche es lo mismo. Se acuesta, intenta dormir y despierta irremediablemente tras unos minutos… aunque no sabe la razón, o quizá si. Las recurrentes pesadillas, la soledad que le rodea, pero no lo admitirá, no es capaz de hacerlo.

—Te ves más ojeroso de lo normal —escucha que le comenta alguien.

Si, lo está. Esta vez no pudo controlar las pesadillas y no intento volver a dormir. Apenas amaneció e hizo la rutina diaria para ir al trabajo.

Las personas siguen cuchicheando en el almuerzo; chismes tontos acerca de la oficina, a él la de igual. No tiene amigos, mantiene una distancia prudencial con sus compañeros y ocasionalmente va a eventos para que nadie tenga la oportunidad de decirle lo amargado que es en realidad.

Él come tranquilo en el área de cafetería de su trabajo, sin interrupciones. Tiene un par de compañeros que suelen almorzar con él pero parece ser que hoy están ocupados.

Una mano le toma el hombro y un rubio le mira ceñudo.

Tal vez no tan ocupados. Piensa.

—Te ves demacrado. ¿Insomnio?

—Si —palabras escuetas, no tiene intención de decir más.

Los demás le conocen, sabe que no hablará e inician una conversación entre los recién llegados, intentando acomedir a Levi, en vano.

—Y transfirieron a alguien a la oficina de ventas, dicen que es el hijo del jefe.

—Son chismes, habrá que ver.

Sigue sin interesarle los eventos de su entorno de trabajo, sólo lo referente a él y sus proyectos. Nada más tiene cabida en su vida.

Rumbo a su cubículo, ve a un par de personas en un rincón del pasillo. Reconoce a Petra, la novia de ese hombre raro que se muerde la lengua cuando habla besándose con un chico de nombre Gunter, le conoce por que le ha tocado hablar con él en diferentes eventos sociales. Le da asco saber lo descarada que es, y sigue su camino. Es por eso que no se relaciona más de lo necesario; la gente siempre termina traicionando

Choca con alguien por estar pensando en la inmundicia de la sociedad, no se disculpa y sigue su camino sin mira atrás. No tiene ganas de hablar.

Al final del día se despide de sus "amigos" y se encamina apresurado a la salida. Hoy le toca comprar la despensa y su auto esta indispuesto.

En el súper mercado vuelve a topar con una persona, esta vez levanta la mirada pero por que él no tuvo la culpa, espera con descaro que el otro las de.

Ve a un hombre alto, de llamativos ojos verdes y complexión delgada. Le mira ceñudo en un intento de intimidación.

—Lo siento, iba distraído —dice aquel hombre.

—Fíjate a la próxima.

—Lo haré, le recomiendo a usted lo mismo —le ve inclinar la cabeza en modo de despedida seguido de una sonrisa amable e irse caminando perdiéndose por uno de los pasillos.

Bufa con fastidio. ¿Quién se cree? Ese mocoso fue quien topo con él.

Termina sus compras sin más contratiempos y cuando iba a hacerle la parada a un taxi el hombre de ojos verdes le interceptó.

—¿Te llevo? —pregunta el joven, señalando su carrito de las compras.

—¿Quién te crees? —le responde molesto.

—Es sólo una pregunta y se podría ahorrar dinero.

—Eres un desconocido.

—Soy Eren Jaeger y trabajamos en el mismo lugar. No topamos y no se disculpó.

—Ah…—Recuerda que si, chocó con alguien en el trabajo y no parece ser mala persona. Es mejor subirse a ese auto que a un taxi en el que probablemente haya estado alguna persona sucia. Una viaje gratis era un viaje gratis, además, parece conocerlo—. Abre la cajuela.

No tiene mucho que perder, irse con él es casi lo mismo que ir en taxi, podrían pasar las mismas cosas. No es que sea pesimista, es realista.

Cuando subieron las cosas, Levi se acomodo de copiloto y ve con cierto disimulo el pase del estacionamiento de la empresa colgado en el retrovisor. Eren dio marcha queriendo conversar un poco.

—¿Por qué siempre tiene cara de enojado?

—¿Cómo lo sabes? Me acabas de conocer.

—Le he visto un par de veces en…

—No me importa.

—Todos creen que soy el hijo del jefe.

—No te pregunté.

—Es verdad, solo quería comentarlo.

—No me interesa de quien seas hijo, para mi eres un mocoso.

Eren río con la vista fija en la carretera y siguió las indicaciones de Levi para llegar a su destino.

Cuando llegaron, le ayudó a bajar las cosas y estaba a punto de despedirse cuando una puerta blanca se cerró en sus narices, una mueca molesta surcó su rostro y luego se encaminó a su auto.

Ni si quiera un gracias recibió.

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Era la primera vez que llegaba tarde al trabajo, todo se debía a que no pudo dormir bien, de nuevo. ¿Insomnio? No, unos ojos verdes y una sonrisa boba atormentaban sus sueños, le parecían extrañamente familiares.

Vio al causante de su malestar alzar la mano en modo de saludo, pero él no quería ni mirarle así que desvió la mirada inmediatamente y se encamino a su cubículo.

El extraño no tan extraño siguió su camino hasta dar con la puerta de la oficina del supervisor y después de ellos no supo más.

Eran cerca de la hora del almuerzo, cuando en medio del ajetreado trabajo, su jefe apareció sonriente en su área y les dijo que presentaría a un nuevo empleado. Los rumores eran ciertos, pero él ya lo sabía.

Levanto la vista de la pantalla de su ordenador, preparado para enfrentarse con la misma cara que vio el día anterior pero al parecer eso tendría que esperar. El sujeto enfrente no era el de ayer…

—Les presento a Armin Arlert, él estará trabajando con nosotros, está de intercambio temporal de empleados y…

No le interesó saber más y bajó la vista preguntándose donde estaría ese tal Eren.

Llegada la hora del almuerzo, intentó escabullirse entre el tumulto de gente que se arremolino alrededor del nuevo, un rubio bastante formal pero se notaba que era tímido. Pensó que hacer una buena acción del día le traería beneficios y, tal vez, hacerse notar por el jefe y así tener su propia oficina alejado de los demás.

Cuando iba a espantar a las personas una voz conocida hizo algo al respecto.

—Despejen, chicos. Están asustándole.

Las personas iban a protestar pero la mirada amable y la sencilla sonrisa de aquel hombre fueron como una ráfaga que hizo que los demás se alejasen poco a poco.

—Gracias, Eren.

—Por nada, creo que vas a tener que ser más agresivo.

—Si, trabajo en eso.

La conversación le molesta, él parado a una distancia prudente en donde fácilmente puede ser visto pero fue ignorado por ese tal Jaeger. Le molesta, definitivamente le molesta. Y en un arranque de valor le intercepto cuando pasaba a su lado, chocando "accidentalmente".

—Ah, disculpe no le vi.

—Si, como sea.

—¿Levi? —pregunta curioso—. Creí que estarías en cafetería.

—Me molesta el ruido —se sorprende a si mismo de responderle sincero, él tenia en mente ignorarle como Eren hizo con él.

—Podemos ir a almorzar fuera, tenemos dos horas de descanso.

—No.

—¡Vamos, hombre! —Le dio ligeras palmadas en su espalda— Somos compañeros de trabajo, hay que ser amigables.

—Ya te dije que no —echó un ligero vistazo a su alrededor, sorprendido de ser los únicos que se encontraban ahí, ni si quiera había gente tratando de adelantar trabajo. Probablemente a la espera de entablar conversación con el nuevo. Y, hablando del nuevo. ¿No estaba hace un momento cerca?

—Ya. ¿Sabes? La primera vez que te vi parecías otra persona.

No le gusta el rumbo que esta tomando esa conversación, tiene un ligero mal presentimiento. Intento escabullirse tratando de pasar por un costado, pero él cuerpo mas grande de Eren se lo impidió.

—¿Qué? Ayer fue la primera vez que te vi, ahora hazte a un lado, puto mocoso.

Escuchó la risa de aquel hombre, suave, y levanta la mirada porque ese sujeto es mucho más alto que él.

—No, ayer le dije que…

—No me interesa.

—Si, eso me ha dicho pero —le acorraló entre un cubículo cercano y su persona—, ya que no me deja decirle como nos conocimos me gustaría informarte que desde hoy, soy tu jefe, Levi.

¿Jefe? No, su jefe es ese hombre de cara malhumorada y…

Su mente le dijo que algo no cuadraba ahí y fue la sonrisa de su jefe ese día al presentar al nuevo.

—Tu…

—Mi nombre es Eren Jaeger, trabajamos juntos y soy el nuevo gerente general, el anterior hombre ha sido transferido a mi antigua empresa con un sueldo mejor. Mucho gusto, empleado —el hombre de ojos verdes saboreó la victoria al ver la mirada llena de rabia de Levi, no sabe realmente porque le mira de esa manera, pero le gusta.

Mientras, Levi intenta no moler a golpes a su "jefe" por la cercanía que nunca pidió y saber que no se podrá librar del acoso que seguramente le hará.

—Te dije —le empujó con toda la fuerza que reunió, haciendo que el otro sujeto trastabillara hasta quedar unos centímetros lejos de Levi—, que no me importa de quien seas hijo, y eso supone también que no importa el puesto que tengas, para mí, eres un mocoso.

Eren le miró sorprendido y luego sonrió.

—Creo que malinterpretas, no busco hacerte mal, quiero ser tu amigo.

—Aléjate de mí y confórmate con mirarme de lejos.

—Hasta ahora eso había estado haciendo, ya no puedo… —Eren desvió la mirada y vio a un par de personas ir en su dirección— Creo que es todo por hoy, nos vemos.

Levi no quería dejar su respuesta a medias, si le buscó pues le acababa de encontrar.

—Explícate —exigió agarrando con fuerza el brazo de Eren impidiéndole el escape.

—Me lastimas, vaya que tienes fuerza. No lo recordaba así.

—¿Recordar?

—Oye Levi, ¿quieres jugar a un juego?

—¿Juego? —Porque ya parecía que jugaba con él, tanto cambio de tema lo tiene mareado.

—Si, el de yo las traigo —con facilidad quito la mano de Levi de su brazo, acercándole así quedando cara con cara—, y tú corres.

La mirada intensa de Eren puso en alerta a todo su cuerpo, un ligero cosquilleo que provenía de la mano cálida sobre la suya procedente del sujeto delante de él le puso nervioso y como llegó, se desvaneció, Eren le había soltado dejando ver una sutil sonrisa satisfecha; encaminándose lejos. El azabache estaba impactado tras ese acercamiento para nada casual y cuando quiso reaccionar unos compañeros le impidieron el paso.

—Hey, no te vimos en cafetería y decidimos venir a buscarte. ¡A qué somos grandes amigos!

No, le estorban. Quiso gritarles. Pero eso no era nada usual en su comportamiento, podía llegar a ser una persona malhumorada pero jamás había gritado y no iba a comenzar a hacerlo. Soltó el aire que había estado reteniendo desde el acercamiento y se sintió estúpido y enfermo cuando su corazón por fin dejo de latir frenéticamente.

¿Qué carajo había sido eso? Piensa con cierta tensión, que si no hubiera sido por ellos…

…Eren le hubiera besado y él, no se lo habría impedido.

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Notas de autor: ¿Qué hago haciendo fics cuando no he actualizado los otros? Pues nada, aprovecho la inspiración...

¿Algún comentario o sugerencia? Esos ayudan, son fuente de inspiración.