Capitulo 1
Un nuevo mundo.
Esta historia comienza con un joven de 15 años de edad, pese a su temprana edad vivió desde hace mucho peleando entre las ciudades infectadas o también llamadas zonas rojas, este respondía al nombre de Vergil Wayne, uno de los pocos sobrevivientes de los llamados 'evolucionados' nombre que fue decidido por Alex Mercer en sus días de vida, pero en quien nos centramos en este momento es Vergil, este chico vestía con una chaqueta gris oscuro con capucha, debajo un polo negro y unos jeans azules, sus ojos eran color celestes, su cabello era negro con unos mechones color purpura e iba encapuchado, en estos momentos se encontraba en la parte superior de un edificio alto. — aun no me creo que haya muerto, es imposible. — se repetía una y otra vez en su cabeza, hace un tiempo Alex Mercer fue asesinado por James Heller, Vergil lo veía como un hermano, el cual lo rescato de ese infierno y le brindo una segunda oportunidad.
Aunque su objetivo aún estaba claro… Eliminar a la Blackwatch, el objetivo que Alex no pudo cumplir, él lo retomo.
—Debo apresurarme. — Vergil tenía la costumbre de hablar consigo mismo, por alguna razón, no encontraba a más evolucionados, se suponía que iban a ayudar a Alex en su pelea contra Heller, pero cuando llego, todo estaba desierto solo quedo la destrucción que dejaron en esa batalla.
—iré más rápido por tierra. —volvió a comentarse para sí mismo, al momento en que lo dijo, salto del edificio hacia abajo, emprendiendo una carrera de frente, al cabo de unos pocos segundos llego a la entrada de una base militar de dicha organización, en medio de su recorrido tomo un auto y lo lanzo contra la puerta para destruirla, el sonido atrajo a los infectados que no tardaron en librar una batalla con los soldados. — tengo que ir más a fondo. — susurro- debo encontrarlos. — Vergil entro a la base por la brecha que había creado, de inmediato se adentró a lo más profundo destruyendo puertas y aniquilando a todo aquel que se interpusiera, al parecer había llegado a su destino, una puerta de hierro en especial, adentro se encontraba uno de los oficiales de alto rango.
—veo que llegaste lejos, chico. —dicho líder hablo por un micrófono desde adentro de la habitación su voz se transmitía a través de unos parlantes en la esquina de la habitación en donde se encontraba Vergil. —¿Qué te hace querer llegar tan lejos? - pregunto con mucha curiosidad.
—solo termino un trabajo que no termino de realizarse. — respondió. —si no saldrás, espero que no te importe si entro. —comento al tiempo que sus brazos tomaban un color oscuro e incrementaban su tamaño dicho poder se le conocía como 'masa muscular' el cual incrementaba la fuerza del usuario al punto de poder hacer frente a un tanque de guerra, ya con la masa muscular puesta, Vergil empezó a golpear la puerta, cada uno de sus golpes hacia que la puerta se abollara, la puerta no resistió tal intensidad y termino cediendo, Vergil entro caminando a la habitación, vio a varios científicos asustados por su presencia, el líder se mantuvo firme empuñaba una pistola entre sus manos apuntando directamente.
—sé que no te hare cambiar de opinión, pero si aún eres humano, ayúdanos a acabar con el mal que se esparció por nuestra tierra… ayúdanos a destruir esta infección. — pidió el capitán, a lo que Vergel respondió.
—solo me piden ayuda para limpiar el desastre que ustedes provocaron, lo siento, pero no puedo cumplir tu petición.
—Entonces solo muere. — el capitán disparo a discreción en un intento inútil de herir a Vergil, cada herida de bala que le provocaba se regeneraba en cuestión de segundos — lo lamento…pero esa petición también es imposible. — añadió Vergil tomándolo y levantándolo del cuello, el capitán luchaba por liberarse, intento dar golpes y patadas, de nada serbia, Vergil termino con su sufrimiento presionando su agarre añadiendo más fuerza de lo normal cosa que ocasiono que se lo destrozara, el cuerpo del capitán se volvió del color de la sangre seguidamente de fusionarse con Vergil, la segunda habilidad de dicha técnica era que podía ver recuerdos de la persona a la que consumió, pero mientras los revisaba y sin que lo notara uno de los científicos le inyecto una sustancia por el cuello, ocasionando que Vergil caiga de rodillas agarrándose la cabeza. —"no lo vi venir" — Vergil empezó a hablarse internamente. — "¿Qué fue eso? Siento que la fuerza se me va ¿Qué me hizo?" — Vergil salió de la habitación a toda prisa y capturo a uno de los científicos que escapaban con las fuerzas que le quedaban —¡¿Qué me hicieron?! — dijo casi gritando y en tono interrogante.
—No tengo por qué responderte, mátame ahora, no hablare más adelante. — respondió, intentando ocultar su nerviosismo inútilmente, sus ojos hablaban por si solos.
—Vienes conmigo. — sujetando al científico del cuello salió del edificio, conteniendo su fuerza en el brazo para no matarlo y corriendo al mismo tiempo para que no lo alcanzaran los soldados o vehículos blindados de la Blackwatch.
Minutos más tarde
Vergil llego a un edificio abandonado llevando al científico al último piso y bloqueando la entrada.
—supongo que ahora si podemos hablar más tranquilos. — el científico estaba algo asustado aun, pero no se negó a seguir la conversación.
—como dije, no te diré nada. —respondió.
—hay varias formas de hacer hablar a una persona. —Vergil tenía un rostro algo sombrío mientras miraba al suelo al decir esas palabras. — hay muchos y distintos métodos, como por ejemplo la tortura, solo una vez pude escuchar los gritos de una persona. —esta vez levanto el rostro con algo de enojo. —fueron los de mi madre al ser comida por los infectados por el virus, virus que ustedes crearon, tienes suerte de que aun estés con vida, quisiera matarte ahora mismo, pero no me dejare llevar de momento. — Vergil tomo asiento en una silla que parecía llevar ya mucho tiempo allí. — supongo que empezare por romperte uno a uno los huesos, bueno eso depende de que me respondas. — dijo en tono amenazante.
— ¿no sería mejor que me consumieras? Tengo entendido que pueden ver los recuerdos de las personas a las que consumen. — respondió el científico imitando la acción de Vergil y tomando asiento al frente de él, sabiendo que la huida sería inútil.
—no soy tan estúpido, si lo hiciera no habría quien me fabrique el antídoto. — dijo esbozando una pequeña sonrisa de lado.
—entiendo, sabes… lamento lo de tu madre. —dijo en tono de compasión.
—no necesito tu lastima, eso fue algo que deje hace mucho. —contradijo.
—Hablo en serio, perdí a mi hija por culpa de esas cosas, no eres el único, todos hemos perdido algo, tal vez podría ayudarte, pero necesitare ciertas cosas— esas palabras llamaron la atención de Vergil.
—todavía no me has dicho que me han hecho. —volvió a responder.
—es una especie de cura, la única manera de contrarrestarla seria infectarte nuevamente, inyectándote el virus de nuevo, pero… ¿seguro de que no quieres deshacerte de él? — pregunto.
—el mundo en el que vivimos actualmente me ha demostrado que el más fuerte es el que sobrevive, tengo como objetivo destruir a la causa principal del virus luego hallare una cura masiva para destruir este infierno. — dijo levantándose de su asiento y caminando hacia una de las ventanas de la habitación.
—suena agradable, pero parece un sueño imposible. — respondió en tono más bajo, pero aun audible.
—los humanos pensaron que era imposible volar cuando veían a las aves, en base a eso inventaron los aviones, pensaron que era imposible recorrer mares enormes, en base a los peces inventaron los barcos y submarinos. —dijo Vergil mirando a través del cristal de la ventana.
—entonces… ¿Cuál es tu base? — pregunto interesado, dicha pregunta hizo que Vergil se quedara en silencio un rato, procesando su respuesta.
—el ayer, como dijiste antes, todos hemos perdido algo, mi base son los días del pasado, ansió volver a esos días, donde nadie tenía que preocuparse de amanecer muerto al día siguiente, en el que las familias puedan vivir tranquilos sin desconfiar que alguien en quien confíen sea un infectado y tengan que matarse los unos a los otros, esa es mi base, para ello tengo que eliminar la raíz del problema. —respondió aun mirando el cristal de la ventana en frente suyo, ya más calmado a comparación de cuando llego al edificio.
—pero, aun si nos eliminas habrá más personas que intentaran hacer lo mismo en un futuro, y podría ser en escala mundial, ¿Qué harás? — pregunto el científico, dudando en las palabras de su secuestrador.
—entonces los volveré a combatir y eliminare su raíz nuevamente. — volvió a responder en defensa a dicha pregunta.
—sabes, suena bien todo lo que dices, incluso me dan ganas de ayudarte, pero no hay nada que verifique que cumplirás con tu palabra.
—tampoco hay nada que verifique que usted me ayudara con mi problema, escuche… le he dado una segunda oportunidad de seguir viviendo, cosa que no he hecho hasta ahora, por lo que si me ayuda, olvidare que nos conocimos y te dejare volver a donde perteneces, pero si se da el caso contrario me asegurare de romperle hueso por hueso y me asegurare de que no mueras para que sientas todo.— dijo a la vez que volteaba a ver al científico, pero con una mirada fría, que no mostraba nada de ira, enojo, alegría o tristeza, esos ojos no mostraban el brillo que mostraría una persona normal, demostrando que Vergil perdió su humanidad hace mucho tiempo, esto asusto al científico, aunque ya había trabajado en cosas peores, una cosa era experimentar con otros seres vivos y otra era que se lo hiciesen a él, parecía que el destino decidió cobrar factura y hacerle pagar por todo lo que había hecho.— espero que captes lo que dije. — esto último lo dijo volviendo a voltear su mirada para dirigirla al exterior del edificio a través de la ventana.
—supongo que no tengo opción ¿verdad? — pregunto algo asustado.
—te di a elegir dos caminos, eres tu quien tiene la última palabra.
—sabes, no es muy común escuchar a alguien de tu edad hablar de esa manera. —comento haciendo una breve pausa para poder dar su respuesta. — si lo hago perdonaras mi vida ¿cierto?
—solo por esta vez, si volvieras a cruzarte te asesinare sin pensarlo dos veces, ¿Qué respondes?
—no me convence mucho tu respuesta, pero no tengo otra opción, acepto. — respondió el científico.
—sabia decisión, prepárate. - al tiempo que decía esto, Vergil se acercaba al científico quien aún parecía asustado.
—¿Qué me vas a hacer? Prometiste que…— hablo casi tartamudeando al ver que Vergil se acervaba a él.
—no adelantes los hechos, te llevare a la base de la que salimos, no te dejare aquí, si lo hago podrías ser asesinado por un infectado de la zona, o puede que huyas, pero terminaría en lo mismo. — dijo calmando al científico.
—¿volverás a llevarme del cuello? Déjame decirte que casi me lo rompes, te recuerdo que muerto no te sirvo de nada.
—creo que se me pego la costumbre, supongo que hay aún algún vehículo que funcione por aquí. —respondió.
—¿sabes conducir?
—yo no, pero los que consumí si sabían, así que no habrá problema. —respondió al tiempo que se dirigía a una puerta que llevaba a unas escaleras para poder ir a la primera planta del edificio y salir de este.
—vamos entonces. —dijo siguiendo a Vergil.
Una vez llegaron a la planta baja del edificio y salieron algunos infectados se abalanzaron contra ellos, haciendo que Vergil los contrarrestara para defender al científico, aunque estaba perdiendo fuerza aún tenía la suficiente para poder matar a dichos infectados que alguna vez fueron personas normales.
—busca algún auto que nos sea útil, te cubriré la espalda mientras tanto. — dijo Vergil al momento que tomaba a un infectado del cuello y lo estrellaba contra el piso.
—estoy en ello. —el científico iba corriendo a uno de los de los autos, pero un infectado se le atravesó en el camino, haciendo que el científico retroceda y callera de espalda, antes de que el infectado le hiciera algo, Vergil llego desde arriba tomándolo y lanzándolo contra otro infectado.
—¡date prisa!
—s-sí. —el científico se levantó y retomo su ruta hacia el vehículo. — listo, vámonos. —dio aviso a Vergil, ya casi todos los infectados habían sido eliminados.
—metete adentro y espera. — respondió, aparte de los cuerpos de los infectados había algunos militares muertos, así como también armas en el perímetro, Vergil tomo dos fusiles y una mochila media abierta que contenía municiones y algunas granadas, con esto en mano fue corriendo hacia el vehículo, una vez dentro le dio uno de los fusiles al científico.
—¿y esto? —pregunto por la repentina acción de Vergil, alguien normal no le daría un arma a su enemigo por lo que era muy extraño para el que Vergil hiciera eso.
—no te voy a poder cubrir todo el tiempo, si no sabes disparar, aprende en el camino, baja el cristal y empieza a apuntar, aquí hay municiones, ve practicando. — dijo al tiempo que le daba también la mochila y encendía el auto. —nos vamos.
Minutos después.
En estos momentos Vergil conducía a toda velocidad el auto, arrollando a todo ser que una vez estuvo vivo, el científico que lo acompañaba, sentado en la parte trasera practicando tiro al blanco desde su ventana como le recomendó Vergil.
—tenemos un problema. —hablo el científico desde atrás. — nos persigue un cazador.
—¿enserio? —pregunto Vergil al mismo tiempo que miraba el espejo retrovisor el cual reflejaba una especie de humanoide de gran tamaño que corría en cuatro patas como un animal, el cual iva a gran velocidad, los ojos de la criatura eran rojos y se podía ver como sobresalían sus colmillos, como si esa cosa no tuviera labios— "supongo que si nos sigue, no puedo librar un combate en estas condiciones, debo acelerar" —se habló internamente— sujétate— esta vez le hablo al científico al mismo tiempo que pisaba el acelerador
—por cierto, no te dije en dónde está el virus, ¿A dónde nos dirigimos? — pregunto el científico recordando ese detalle que se le escapo anteriormente.
—vamos al lugar de donde te saqué, las bases de la Blackwatch paran experimentando con seres vivos, con el objetivo de estudiar y al mismo tiempo dominar el virus, debe quedar algo allí, ya destruí gran parte de sus defensas por lo que los soldados restantes deben haber evacuado el área, o dado el tiempo que paso puede que aún lo sigan haciendo, te traje por que debes tener conocimiento de en donde se encuentran puesto que ya trabajaste allí con anterioridad. —dijo respondiendo a la mayoría de dudas que tenía el científico aun en su cabeza.
—entiendo y… ¿Qué haremos con esa cosa? —volvió a preguntar esta vez refiriéndose al cazador que los seguía de cerca.
—lo intentare perder en el camino, si eso no funciona, tendremos que correr adentro del edificio apenas lleguemos para que puedas volver a inyectarme el virus y así poder combatirlo—volvió a responder.
—por cierto, llevas puesta esa capucha desde que salimos de la base, ¿hay algún motivo en especial? —volvió a preguntar, esta vez refiriéndose a los ropajes de Vergil.
—ninguno en especial. —respondió ocultando su verdadera respuesta. —"aunque en su mayoría la llevo porque me recuerda a Alex, el también iba de la misma manera" — pensó a la vez que recordaba cómo iba vestido le persona que le dio una segunda oportunidad de vivir en ese mundo— prepárate, la base esta al voltear esta esquina.
—yo estoy listo. —dijo a la vez que recargaba su arma y tomaba la mochila con municiones colocándola en su espalda.
—llegamos, sal ahora hay que correr en adelante. —hablo el encapuchado al tiempo que tomaba su fusil y abría la puerta y empezaba a disparar a dichos cazadotes, mientras caminaba hacia atrás, el científico imito sus movimientos y también empezó a disparar. — ¡ve y saca el virus, hare de señuelo un rato! — ordeno, el científico hizo lo que le pidió y corrió lo más rápido posible al interior de la base. —"bien, empecemos"
Vergil dio un gran salto hacia arriba del edificio, aunque a comparación de cuando tenía toda su fuerza el salto fue menor y tubo que agarrarse del borde de una ventana y usando sus brazos dio otro salto para poder llegar al techo de este, los cazadores no tuvieron problemas para hacer lo que Vergil hizo y llego al techo sin problemas, con fusil en mano empezó a disparar a diestra y siniestra a la criatura mientras corría, el cazador hizo lo mismo y empezó a perseguirlo, al cabo de unos segundos Vergil se quedó sin balas.
—"me quede sin munición, no puedo librar un combate cuerpo a cuerpo, si lo hago lo más seguro es que muera, debo huir". —Vergil lanzo su arma al cazador el cual la recibió con su hocico y la destrozo con de un mordisco. —"acabare de la misma manera si peleo" — pensó al tiempo que corría al borde del edificio solo para dar un salto a la planta baja del edificio aterrizando de pie sobre el piso, sin embargo, callo de rodillas después de esa acción. —"he perdido más fuerza, cada segundo que pasa me vuelvo más débil, necesito el virus ahora" —se dijo a si mismo al tiempo que se volvía a poner de pie e ir al corriendo al edificio, una vez dentro corrió hacia lo más profundo bloqueando las puertas con cualquier cosa que encontraba, sillas, mesas o algo que pudiera obstruir el paso. — "no es mucho, pero será suficiente para que se le dificulte llegar aquí"
—¿quien anda allí? — se oyó una voz que provenía de más adentro, Vergil reconoció de inmediato dicha voz, la cual pertenecía al científico que lo acompaño hasta allí.
—no creo que sea buena idea hacer ruido, estamos rodeados. —respondió.
—oh eres tú, ven, tenemos problemas. —volvió a hablar el científico desde una de las habitaciones, Vergil siguió el sonido de su voz y fue hacia la habitación, dentro de esta habían varios frascos de cristal con líquidos de distintos colores.
—¿no encontraste el virus? —pregunto Vergil con algo de temor, si no adquiría la fuerza que le daría el virus, salir de allí era una muerte segura.
—ese no es el problema, ven toma asiento. —hablo el científico, al tiempo que jalaba una silla, Vergil siguió sus indicaciones y tomo asiento en dicha silla. —primero, para solucionar el problema, necesitamos tu fuerza, esto puede doler un poco. —hablo, y sin dar aviso le clavo una inyección que contenía un líquido rojo oscuro en el cuello de Vergil, una vez inyectado todo el líquido, Vergil cayó al piso casi gritando del dolor, el científico no podía verle el rostro puesto que estaba aún encapuchado, arrodillado en el piso y con las manos en el suelo, pero en sus manos pudo ver como las venas sobresalían de manera exagerada. —resiste.
—¡¿qué diablos me hiciste?! —alcanzo a decir entre todo el dolor que estaba soportando ahora mismo mientras respiraba de manera agitada.
—te di una sobredosis del virus, si tus células aún tienen restos del virus que te hizo un evolucionado, estas deberían tomar las que te inyecté para poder contrarrestar los efectos de la cura y al inyectarte una sobredosis, lo más probable es que adquieras más fuerza de la que obtuviste anteriormente. —explico el científico mientras que caminaba alrededor de Vergil que aún continuaba en el piso.
—¿Cuánto tardara esto? — pregunto mientras levantaba el rostro, el científico el verlo, pudo notar como las venas también sobresalían del rostro, al cabo de unos segundos se estabilizo, las venas desaparecieron de su cuerpo y su respiración volvió a la normalidad.
—supongo que ya termino el efecto, ¿Qué tal te sientes? — cuestiono, al ver que su acompañante empezó a levantarse.
—¿en cuánto surtirá efecto? —dijo Vergil respondiendo la duda del científico con otra pregunta.
—¿a qué te refieres? —devolvió la pregunta algo confundido.
—es cierto que ya no siento que se me valla la fuerza, es más aumenta, pero… lo hace muy lento, por eso, cuanto tiempo tomara para recuperar mi energía por completo.
—vaya… lo que temía, eso empeora las cosas. — respondió, al tiempo que apoyaba las manos en la mesa más cercana con la cabeza gacha.
—¿paso algo?
—creí que eran rumores, pero al parecer lo harán… la Blackwatch piensa volar esta ciudad.
—¿a qué te refieres?
—esta mañana escuche algunos de los soldados decir algunas cosas sobre una evacuación masiva dentro de la zona roja, pero esto lo explica todo. —respondió al tiempo que le daba un folder a Vergil.
—¿'proyecto némesis'? ¿Qué es esto?
—planean borrar la zona roja, ya intentaron contener el virus de diferentes maneras, al fallar todos los intentos lo decidieron, ya empezó la cuenta regresiva. —respondió el científico al tiempo que mostraba un temporizador que mostraba 10 minutos con 22 segundos el cual iba con la cuenta regresiva. —tenía la esperanza de que, con tu fuerza, pudieras desviar el misil o contrarrestarlo con algo.
—si hablamos con algo capaz de destruir una gran área, yo quedare hecho polvo, pero no es algo que no se pueda intentar, ¿en dónde caerá el misil?
—supongo que en el centro de la zona roja, se lanzaran desde la zona verde ¿Por qué? ¿Qué harás?
—una locura, escucha… lo más probable es que haya helicópteros que aun estén evacuando el área, saldré hacia el destino del misil, lo más probable es que los infectados me sigan, aprovecha eso y ve a buscar ayuda, en la mochila debe haber municiones suficientes para que puedas sobrevivir, ¿listo?
—pero…
—sin peros, ya recuperé algo de fuerza, lo haremos a la cuenta de tres. —dijo posicionándose en la entrada. —uno…—empezó a contar, el científico tomo la mochila y recargo su arma, ya no era un investigador, era una persona luchando por su vida. —dos…— al tiempo que continuaba la cuenta, el científico empezaba a apuntar a la puerta en caso de que haya algo que le dificulte el escape. — tres! — cuando Vergil dio el último número, corrió hacia la entrada aun bloqueada y la embistió, destruyendo dicho bloqueo, el sonido hizo que los infectados del área pusieran su atención en él, incluyendo los cazadores, Vergil noto eso y corrió con más fuerza, la fuerza que puso en sus pies para correr más rápido era tal, que cada pisada destruía el piso y creaba una grieta, como si estuvieran golpeando el piso con intensidad.
Minutos más tarde.
Vergil llego al centro de la zona roja mientras era perseguido por una gran cantidad de infectados.
—"aún me queda tiempo, primero debo pensar en que puedo hacer para detener esa cosa… ¿lanzarle un auto? No, su radio de explosión es demasiado grande, de igual modo terminaría afectado, si disparo será el mismo caso, pero si lo intercepto antes de que llegue a la zona, salvaría por lo menos a la mitad… aún quedan civiles aquí, supongo que correré el riesgo". —mientras pensaba en que hacer, corría dando vueltas al centro de la zona roja siendo perseguido por un cazador, como un perro persiguiendo a un cartero. —"sin embargo, no creo que ayude mucho si esta cosa sigue persiguiéndome" —Vergil decidió poner fin a la persecución frenando de golpe, sus brazos tomaron un color oscuro y se hacían más grandes, aprovechando que el cazador iba hacia él, conecto un golpe en su rostro, dejándolo aturdido por unos momentos, Vergil aprovecho esto y empezó a conectar una serie de golpes en su rostro, uno tras otros, al punto de destruírselo completamente dejando caer el resto del cuerpo inerte. —"con esto será suficiente, veamos, ese tipo dijo que los misiles se lanzaran desde la zona verde, eso quiere decir que vendrán desde el sureste, debo apresurarme". —Vergil emprendió la carrera hacia el sureste, saltando por encima de los edificios para poder acortar la distancia. —"espera… si no puedo lanzarle algo o dispararle, ¿Cómo lo detengo?".
mientras Vergil dialogaba consigo mismo, no noto que ya había llegado al límite de la zona roja, parado desde uno de los edificios más altos del lugar pudo ver la zona verde desde ese lugar, ya quedaban 3 minutos para el lanzamiento.
—ya lo decidí, supongo que solo quedo yo. —Vergil dio un salto para bajar del edificio y tomando un auto en llamas volvió a subir el edificio llevándolo por encima, una vez en la cima del edificio puso el vehículo a un lado y volvió su vista hacia la zona verde. — "explotara de igual manera y no podré hacer nada por evitarlo… según veo, a este paso, los civiles que quedaran vivos en la zona roja se alzaran a las armas una vez vean que la Blackwatch intento eliminarlos, si se corre la voz, aparecerá una nueva bandera y con suerte armaran una revolución y quizá con eso, la Blackwatch quede destruida… y aunque no quiera admitirlo, James Heller aún sigue con vida, una vez fue mi enemigo, pero 'el enemigo de mi enemigo es mi amigo' supongo que dejare el destino de esta ciudad en sus manos" dos minutos.— esto último lo dijo en voz alta al ver que su temporizador marcaba los 2 minutos con 15 segundos. —"espero encontrarme con Alex, supongo que hay muchas cosas que contarle, será como en los viejos tiempos, tal vez… quizás encuentre también a mi madre…"— sus pensamientos se detuvieron cuando vio que el temporizador se redujo a 30 segundos y había un brillo saliendo desde la parte baja de la zona verde, indicando que el misil iba a ser lanzado, Vergil tomo el vehículo que subió arriba y lo tiro en dirección de donde venía el misil, seguido de eso, el tomo vuelo y también salto, en medio del salto intercepto el vehículo en el aire y lo uso como apoyo para dar otro salto, el misil ya se había lanzado e iba a impactar contra Vergil, pero antes de que eso pasara, los brazos de Vergil se tornaron oscuros, dando por hecho que era la masa muscular, se dispuso a dar su último golpe, antes de su partida.
Con el científico
—"supongo que lo logro, olvide preguntarle su nombre" —pensó el científico que se encontraba en una de las plantas superiores de la base militar, viendo la gran explosión que se veía a lo lejos. —"supongo que él tiene razón, si seguimos con los experimentos en la Blackwatch esto nunca terminara, puede que terminemos empeorando las cosas" —esta vez se dirigió hacia uno de los cadáveres de los soldados que una vez protegieron dicha base y tomo su radio. — aquí base india dos-uno, ¿alguien me recibe?
—'india dos-uno aquí Red Crown ¿informe de situación?'
—al parecer el misil que se envió a la zona roja fue interceptado, quisiera aprovechar para solicitar permiso de extracción, aún queda un científico aquí.
—'recibido, enviaremos a un pájaro a por usted, tiempo estimado de llegada 3 minutos, ¿entendido?'
—afirmativo, señalare con bengalas rojas en la cima del edificio.
—'recibido, cambio y fuera'
—"con esto será suficiente, voy a buscar a personas que quieran unirse a la causa, devolveré el favor ayudando a destruir la Blackwatch desde adentro"
Lugar desconocido. Punto de vista de Vergil.
Después de la explosión aterrice en un denso bosque, las hojas de los arboles tenían un color verde oscuro, no sabía en donde me encontraba, pero aunque parecía un bosque algo oscuro tenía la pinta de ser algo 'animado'… ahora que me doy cuenta la noche había caído, ¿me habré dormido después de la caída?, es lo más lógico que se me ocurre ahora, observe al cielo estrellado para darme cuenta que hoy había luna llena, es una suerte, de esa manera podré ver mejor, aunque no puedo ver casi nada desde aquí abajo, los arboles taparan mi vista.
Di un salto a la cima de uno de los árboles para poder tener una mejor vista desde la altura, me sostuve de una de las ramas con mi brazo izquierdo, al parecer me rompí el derecho cuando golpee el misil, sanara dentro de unas horas, pude ver una especie de estructura a lo lejos, no parecía en buen estado, pero era mejor que quedarse aquí en medio del bosque, según parece, está cruzando aquel rio, una vez baje emprendí mi viaje hacia aquella estructura, empecé a correr para poder reducir el tiempo y llegar lo más pronto posible, cuando llegue al rio pude notar que este estaba alborotado, no se veía así antes, no parecía muy profundo, pero con la fuerza con la que está en este momento, podría arrastrar hasta a un soldado veterano, será mejor no arriesgarse, di un salto alto, esta vez para llegar al otro lado del rio, me dispuse a seguir mi camino, hasta que escuche un grito por el sonido se podía decir que pertenecía al género masculino, subí de nuevo a de los árboles para tener mejor vista, más arriba pude ver una especia de serpiente purpura de gran tamaño, aunque era extraño, no recuerdo que existiese ese tipo de especie y menos de ese tamaño, esta parecía tener dos brazos y una especie de pelo color naranja.
—"quizá haya devorado a alguien y lo que escuche fue el grito de esa persona". —pensé, aunque más que gritos, parecía que alguien se lamentaba por algo en voz alta, aparte de la susodicha serpiente pude ver una especie de nube color purpura que se dirigía al bosque, parecía que iba en la misma dirección que yo, quizá fue mi imaginación, continúe mi trayectoria hacia esa estructura, cuanto más me acercaba, más podía notar los materiales de los que estaba construida, llegue a una especie de acantilado, mas allá vi un puente hecho de madera y cuerdas, el cual fue cortado desde el otro extremo. —"es como si no quisieran que 'alguien' en particular llegase, no note ningún ser a mis alrededores, no deberían saber que estoy aquí" —y era cierto, una persona normal no podría ni siquiera que hay 40 tipos armados justo a sus espaldas, sin embargo, tanto yo como muchos de los 'evolucionados' llegamos a consumir varios infectados especiales, se podría decir que poseemos 'ciertas características' que nos diferencian por mucho a la raza humana, por ejemplo, el humano promedio queda neutralizado con unos cuantos impactos de bala, nosotros podemos recuperarnos de eso en un abrir y cerrar de ojos, exceptuando eso, nuestra visión mejoro al momento de consumir un solo infectado, al parecer el virus les otorgo una especie de visión térmica, la cual les permite ver las señales de calor que produce un ser vivo, al consumir a una de esas cosas, adquirimos también dicha habilidad.
El acantilado no me detuvo, simplemente di otro salto para llegar al otro lado, continúe mi camino hasta que llegue a la torre que vi de lejos, al parecer era un lugar en ruinas, todo estaba echo escombros, este lugar ya llevaba mucho tiempo aquí, habían telarañas al igual que pude notar que las raíces empezaron a brotar de las rajaduras que había en el piso.
—"supongo que esto cuenta como paseo" — llegue desde allí para nada, aunque en el centro de las ruinas habían unas especies de esferas rocosas que me llamaron fuertemente la atención estas eran sostenidas por una especie de pilar el cual tenía varias extensiones para sostenerlas, eran cinco esferas para ser más precisos.—"supongo que no es de mi incumbencia" —pudiera que las ruinas esas sean propiedad de algún otro país, si causara algún desorden, podrían tomarlo de mala manera y desatar alguna especie de conflicto, cuando salí pune notar una especie de niebla de donde vine, por el puente, me quede viendo por un rato, algo era extraño, pude ver también la misma nube purpura que vi en aquel rio, esta vino hacia mí a gran velocidad, fuera lo que fuese esa cosa, no me daba buena espina, di un salto hacia un lado para que pasara de largo… no funciono, vino hacia mí una vez más, fui corriendo hacia los árboles, al parecer me seguía, al tomar algo de distancia golpee el tronco de uno de los troncos de los árboles y con una patada lo mande directo hacia aquella nube, eso no funciono , esa nube lo atravesó como si de un fantasma se tratase. — "esa cosa, me ataco dos veces, está claro que no se trata de una nube o humo cualquiera, ¿Cómo se supone que voy a combatir algo que no puedo tocar?" —me cuestione, estaba en un aprieto, desconozco la fuerza de esa cosa o sus intenciones, pero estaba claro que no vino a hacer amigos, pelear con mi brazo derecho roto, podría ser un suicidio, así que lo mejor sería la retirada, o al menos eso creí, al parecer algo dentro de aquellas ruinas capto su atención y fue devuelta hacia allá. —"supongo que es un golpe de suerte" —con esto en mente di media vuelta, pero antes de siquiera dar un paso algo me alumbro desde atrás, al votar pude ver como de la torre en las ruinas emitía un gran brillo el cual salía por sus ventanas en la parte superior—"están pasando muchas cosas extrañas para una sola noche" — me había alejado mucho de aquella torre al huir de esa cosa. —"mejor iré caminando, de ese modo ahorrare energía en caso de necesitarla después" — segundos después de pensar eso, el brillo desapareció, empecé a caminar… al cabo de unos minutos volvió a emitir otro brillo, pero este parecía tener mas color que el anterior, casi me atrevería a decir que parecía una linterna arcoíris o algo por el estilo y por si fuera poco, el sol salió repentinamente de entre las montañas con una esfera de luz que se dirigió hacia aquella torre.
—"muy bien, necesito una explicación lógica a todo lo que acaba de suceder, de lo contrario creo que el misil quemo muchas neuronas de mi cerebro, porque no creo que todo eso pase en circunstancias normales". —algo estaba pasando en aquella torre y no me iba a quedar de brazos cruzados sin hacer nada, según parecía, esa torre tenía una especie de agujero sobre el techo, lo usare como ventaja, di un pequeño salto para tomar la copa de uno de los arboles más cercanos y lo jale hacia abajo, casi tocando el suelo, una vez abajo, subí de golpe para usarlo como catapulta potenciando la fuerza de impulso con un salto, fui lanzado como proyectil, mi objetivo fue aquel techo, lo alcance aunque tuve que maniobrar en el aire para que no fuera un impacto fuerte y terminara destruyéndolo asome mi cabeza con mucho cuidado de no ser visto y lo más sigilosamente posible… mis ojos no creían lo que estaba viendo ocho emmm ¿caballos? Bueno, no podría decirlo en palabras, estaba claro que pertenecían a esa especie, pero eso no fue lo que llamo mi atención, todos eran de distintos colores, había dos de superior tamaño a los otros seis, en los de menor tamaño vi a dos con un cuerno y otros dos con alas, los otros dos que restaban no parecían tener esos atributos. —"¿pegasos y unicornios? Se supone que no existen, los otros más grandes parecen tener alas y cuerno… ¿pegacornios?" — todo era muy extraño, se suponía que esas criaturas solo existían en mitologías, es más parecían estar hablando entre ellos por no decir que uno poseía un sobrero al igual que accesorios.
Todo era muy confuso, pero esto solo me dejo con una pregunta en mente.
—"¿en dónde diablos estoy?"
Como ven esta es una historia crossover en la cual combine dos mundos opuestos, uno de paz y otro que está totalmente en guerra, este todavía es un proyecto que mantengo en duda, por lo que, si llega a gustar, considerare continuar dicha historia... espero sus reviews.
Hasta la próxima.
