Gracias.
Una vez había escuchado que las palabras se las lleva el viento, pero sin importar cuanto tiempo hubiese transcurrido, esas palabras nunca se fuerón en compañía de aquella suave brisa. Aún recordaba el momento en que fuerón dichas y la sensación que recorrió todo su ser.
– Sakura... Gracias.– esa simple palabra tenía tanto significado, talvez para otros no significaba nada, pero proviniendo de él... para ella significaba mucho.
Había pasado mucho tiempo ya desde aquello, pero aún así ese recuerdo permanecía allí, al igual que la sensación de las lágrimas rodando por su rostro. En ese momento recordó que alguna vez alguien dijo que llorar era de débiles, y así lo creyó, hasta que supo el significado verdadero de una lágrima.
Llorar no significa que seas debil, significa que tus sentimientos son verdaderos. Nunca olvidaría ese momento, porque ese insignificante momento cambió todo lo demás. Y la hizo fuerte.
– Gracias... Sasuke-kun.– talvez ella era la que tenía que agradecer.
