Gracias por entrar a leer esta historia, que lleva un año en proceso(me da verguenza decirlo) pero que ahora empezara con todo para ser terminada... la tenia muy avanzada en .es, pero sucedio la desgracia y fue eliminada...

Disclaimer aplicado... Naruto no me pertenece, solo lo uso para fines de entretenimiento...

Basada en la canción "Amiga mía" de Alejandro Sanz

Posibles Spoilers!


Konoha, una aldea hermosa, sus habitantes eran felices y vivían sus vidas normal, tranquilos; siempre se ha dicho que los atardeceres son más hermosos en esa aldea, probablemente si, según como cada quien lo viera; para unos ninjas que acababan de llegar a la aldea, era el mejor que habían visto en toda la semana que estuvieron ausentes.

—Bien, iré a avisarle a Tsunade-sama—comentó una chica de cabellos negros.

—Yo te acompaño, Shizune—dijo un ninja de cabellos grises y una máscara en su rostro.

—También voy, Kakashi-senpai—añadió otro hombre de cabellos castaños.

Aquellas personas se fueron dejando a los más jóvenes del grupo solos, todos se veían agotados, pero felices de haber terminado bien su misión.

—Bien, me retiro—gritó un castaño con unas marcas rojas en su rostro—, vamos Akamaru—ordenó a su gran perro recibiendo un ladrido de respuesta, se subió sobre el gran animal y agito su mano despidiéndose de todos.

—Nos vemos—dijo cortantemente un chico con gafas obscuras retirándose sin dar tiempo a que los demás se despidieran de él.

—Valla, esta misión sí que fue difícil, ¿verdad Naruto-kun? —comentó Rock Lee, el chico mas efusivo con grandes cejas.

—Sí, lástima que no pudimos atrapar al bijuu de tres colas—contestó el rubio haciendo una mueca.

—Ya será en otra ocasión—habló Ten-Ten con una sonrisa optimista— ¡Nos vemos mañana! —se despidió de todos para retirarse.

— Yo también ya me voy, mañana tengo que levantarme temprano a entrenar—dijo Rock Lee con llamas en sus ojos.

—Nunca cambiara—comentó una chica con cabellos rosas muy divertida por la escena.

—Yo también me retiro, nos vemos mañana—se despidió cortésmente un joven de piel pálida.

—Nee, yo aun no me voy, tengo mucha hambre—dijo Naruto mientras tocaba su estomago— ¿Qué tal si vamos a comer ramen, Sakura-chan? —gritó emocionado el rubio—. Así podríamos tener... una cita—titubeó un poco tímido.

— Lo siento Naruto, no puedo, mañana tengo que levantarme temprano—contestó Sakura con mucha indiferencia y se fue del lugar agitando su mano para despedirse de los que aun se encontraban ahí.

A pesar de su fracaso al tener una cita con Sakura, el rubio se quedo pensando, tomo su barbilla con su mano derecha, realmente no quería ir solo a cenar, por alguna razón hoy no quería hacerlo; de pronto reacciono que aun no estaba solo, miro a un lado y ahí se encontraba una apenada jovencita de ojos como perlas.

—Si... Si quieres... yo te acompaño, Naruto-kun—sugirió la chica totalmente roja y jugando con sus dedos.

—Gracias Hinata—sonrió el rubio— ¡vamos!

La chica no podría con tanta emoción, pero no podía perder el control, no ahora que tiene una "cita" con Naruto, aunque él no lo vea así. Y así ambos jóvenes se fueron a comer ramen, como siempre Naruto comida demasiado, llevaba ya tres platillos de ramen, mientras que Hinata no terminaba el primero, lo único que hacia ella era admirar a su acompañante.

—Gracias por haberme acompañado Hinata—dijo Naruto con el plato en su boca—, la verdad si tenía mucha hambre.

—No es nada, Naruto-kun—agregó muy apenada bajando su cabeza—, para mí es un placer estar contigo—dijo esto con un hilo de voz.

— ¿Eh? —preguntó el rubio, ya que no entendió, o más bien, no escucho.

—No... Nada—Hinata rio nerviosa.

—Ah.

El rubio termino su comida, soltó un gran suspiro tocando su estomago totalmente lleno, pago su cuenta y la de Hinata, pero noto que ella no había comido mucho, cosa que no le puso mucha importancia, salieron y comenzaron a caminar para alejarse del Ichiraku.

—Creo que… ya es hora de marcharme—dijo Hinata con un deje de tristeza.

— ¿Hinata? —Llamó algo apenado el rubio.- te gustaría caminar conmigo por un momento.

¿Caminar juntos? —pensó apenada la heredera del clan, se quedo sin habla así que solo asintió la cabeza para aceptar la invitación del rubio.

Caminaban por las calles alumbradas de Konoha sin decir nada, Naruto miraba el cielo iluminado con las estrellas y una enorme luna, mientras que Hinata miraba hacia el suelo, trataba de ocultar su color carmesí que inevitablemente aparecía en sus mejillas cada vez que el rubio se acercaba o volteaba a verla.

—Hinata, ¿te puedo preguntar algo? —Naruto detuvo su caminata para ver fijamente a la chica.

—Claro—respondió por inercia la chica.

—Mira, vamos a sentarnos ahí—apunto a una banca de parque y camino junto con la chica hasta sentarse, duraron unos segundos en silencio, él sin saber cómo decirlo y ella impaciente por escuchar.

—Dime, ¿Qué… qué pasa? —cuestionó con mucha intriga la chica.

—Bueno, es una pregunta… extraña—habló torpemente el rubio mientras subía su mano derecha a su nuca para rascarla— ¿Qué dirías si alguien te dijera que le gustas?

Esa pregunta dejo en shock a la chica, tantas respuestas pasaron por su mente, inevitablemente sus mejillas enrojecieron mucho mas de como estaban, sintió su cuerpo desvanecer y así fue, la chica se desmayo.

— ¿Hinata?

Llamo preocupado el chico, la cargo para que no cayera, lentamente la recostó en la banca, comenzó a tocar su rostro para ver si no tenía fiebre, miro a todos lados para poder pedir ayuda, regreso su vista muy preocupada a la joven; de pronto Hinata lentamente abría los ojos, vio como Naruto le acariciaba el rostro, vio sus ojos azules con preocupación, eso provoco que su corazón se desbocara rápidamente.

— ¿Estás bien, Hinata? —preguntó preocupado Naruto sentándose a su lado.

—Sí, muchas gracias, Naruto-kun—se sentó en la misma posición de hace un momento—, solo me sentí mal, pero ya estoy mejor.

— ¡Qué bueno! —suspiro aliviado el rubio—. Bueno, no quiero presionarte, pero, ¿podrías responder mi pregunta? —pidió algo impaciente.

—Es... algo difícil, Naruto-kun—contestó algo nerviosa la chica.

—Por decir, ¿qué dirías tú si te digo que me gustas? —preguntó Naruto inocentemente, sin darse cuenta que dentro de Hinata un millón de mariposas revoloteaban por doquier, haciendo que el aire se le fuera, que sus labios temblaran, pero al final, Naruto si se dio cuenta de la reacción de la chica—. No, no me mal entiendas—aclaro el rubio—, es que quería saber que pudiera contestar una mujer a eso; sabes—sonrió—, le quiero decir a Sakura-chan lo que siento por ella.

Hinata despertó de su mundo, ¿escucho bien?, lo que siento por Sakura-chan, esas palabras resonaron en su cabeza, haciendo que todas esas mariposas murieran lentamente, como quien hecha insecticida a una plaga, su corazón se encogía dolorosamente.

—Te pregunto esto, porque eres una gran persona y te considero mi amiga—nuevamente Naruto hablo inocentemente—, además de que eres mujer y podrías aconsejarme mejor.

Amiga, esa palabra que tanto le dolía, palabra que detesta escuchar del rubio, pero que tristemente era la realidad.

—Ya se lo he dicho antes, pero siempre lo toma como juego—Hinata puso atención a las palabras del chico—, ahora quiero que sepa que realmente lo que siento por ella—sonrió amargamente—; pero aun no se lo diré, esperare hasta traer de regreso a Sasuke, se lo prometí y le cumpliré—sonrió sinceramente—, aunque eso implique—la sonrisa desapareció—que ella quiera estar con él.

—Naruto-kun—comentó la chica peleándose por dentro con sus lagrimas que reclamaban asomarse en esos ojos de perla—, veras... veras que Sakura-san contestara a tus sentimientos, ella es una gran mujer—dijo apretando sus manos en su pantalón y fingiendo una sonrisa—y sabrá valorar tu cariño.

—Gracias Hinata, necesitaba hablar con alguien sobre eso—sonrió zorrunamente el chico.

—De nada—susurró Hinata mirando hacia el suelo—, para eso estamos las amigas, ¿no?

La noche cayo, todos ya dormían en sus camas, disfrutando de su pequeño mundo de en sueño, pero no todos, Hinata daba vueltas por toda la cama, no podía conciliar el sueño, no después de la confesión de su gran amor; pensaba, lloraba, pero no tenia caso darle tantas vueltas al asunto, total, siempre ha sabido que Naruto nunca la ha tomado en cuenta, pero no por eso se dejara vencer, ella tomo una decisión, su camino ninja, es que Naruto la reconozca, aunque él no la vea como mas que amiga.

Hinata no fue la única en no poder conciliar el sueño, en otra casa una chica se movía asustada, parecía dormida, parecía tener un sueño, que mas que sueño, era una pesadilla.

—No te vayas.

Repetía una y otra vez Sakura, su respiración parecía agitada.

—Yo te amo... no te vallas...

Seguía gritando en sus sueño, se despertó de golpe dando un gran grito, se sentó en la cama, miro a todos lados y pudo notar que estaba en su habitación, su respiración estaba muy rápida y su cuerpo sudado, se levanto de la cama y se dirigió al baño, se lavo la cara y se observo un momento en el espejo, acaricio el reflejo de ella con mucha nostalgia.

—Sasuke-kun—dijo en un pequeño susurro y se regreso a su cama con la esperanza de reconciliar el sueño.

A la mañana siguiente Hinata se levanto para prepararse, ese día tenía una reunión con su equipo. Igual Sakura se levanto y preparo para dirigirse con la Hokage, en ambas se podía notar algo, el desvelo y la tristeza en sus ojos, aunque ellas no se dieran cuenta, tenían tantas cosas en común.

La integrante del equipo ocho llego y vio a sus compañeros, Shino y Kiba junto con Akamaru que ya la esperaban.

—Buenos días, Hinata—saludó Kiba muy sonriente seguido por un ladrido del canino.

—Lo siento, me quede dormida—se disculpo la chica.

—Qué raro en ti, Hinata—comentó Shino.

—Es que no me sentía muy bien—respondió apenada—. ¿Y por qué nos reunimos?

—Kakashi-sensei nos llamo—contestó Kiba.

— ¿Hablaban de mí? —El junnin llego en ese momento—. Disculpen por molestarlos, pero les tengo una misión.

— ¿Qué misión? —cuestiono emocionado Kiba.

—Ahora mismo lo sabrán—respondió Kakashi llevándose a todos a la torre de la Hokage.

Intrigados los chicos siguieron a Kakashi hasta la torre, preguntándose qué misión les darían, ya que acababan de llegar de una muy importante, supusieron que se debía a algo urgente; eso animo mucho a Kiba; Shino, por otro lado, solo se dispuso a ir, en cambio Hinata ni siquiera pensaba en eso, todo se resumía sobre Naruto y su confesión.

—Esperen aquí—dijo Kakashi y se metió a la oficina dejando al equipo ocho en la puerta.

— ¿Qué te pasa, Hinata? —preguntó preocupado Kiba.

—No, nada—contestó por inercia la chica.

—No parece eso—agregó Shino.

—De verdad, no es nada—fingió una sonrisa—; solo que me siento un poco débil, pero ya se me pasara.

—Si te sigues sintiendo mal nos avisas, ¿de acuerdo? —sugirió Kiba, Hinata solo asintió y sonrió a sus amigos.

-0-

Lejos de Konoha, lejos de todo, ahí se encontraban él, aquel ninja que abandono su aldea por poder, poder para cumplir su venganza. La lluvia lo golpeaba tranquilamente a las cuatro personas, listas para comenzar una búsqueda.

—Vamos—ordenó el líder del equipo Hebi.

-0-

—Es hora—dijo Kakashi, estando en la entrada de la aldea, junto con el equipo siete y ocho comenzaran una búsqueda, una búsqueda que al parecer no serian los únicos.

Y así comenzó la caza, la caza de Uchiha Itachi.

Inmediatamente los de Konoha se separaron, cada uno con dos perros, mientras que el equipo Hebi de igual forma se separo, Sasuke para su buena o mala suerte se topo con dos Akatsuki, Deidara y Tobi; comenzaron a discutir y sin más comenzó una batalla entre Deidara y Sasuke, fue difícil para ambos, pero al final el que resulto victorioso fue Sasuke, aunque muy débil. Suigetsu invoco al rey serpiente que adentro se encontraba Sasuke, inmediatamente llegaron Karin y Juugo para ver que había sido esa explosión.

—Sasuke, ¿te encuentras bien? —preguntó preocupada la pelirroja a su líder.

—Hmp, si—contestó secamente Sasuke, aunque por dentro el dolor lo invadía.

Pero no fueron los únicos que acudieron ahí al ver la explosión, no habiendo sido una gran explosión que se veía a kilómetros.

—Sasuke, alguien se acerca—gritó preocupada la chica de lentes, pudo sentir que se acercaban a donde estaban ellos, pero cuando reacciono ya era tarde, ahí se encontraban todos los ninjas de Konoha.

Por fin cara a cara estaban todos, Naruto sonrió al ver a su amigo, por fin lo tenía frente a frente, Sakura estaba paralizada, ahí estaba con aquel que soñó en la noche, pensando que jamás lo vería, ahí se encontraba. Duraron eternos minutos en silencio, nadie se atrevía a romper el ambiente, el viento movía los cabellos de todos los presentes, Juugo ayudaba a mantener a Sasuke de pie; los demás veían a un Sasuke destrozado, Naruto y Sakura dieron un paso hacia adelante para acercarse a su ex-compañero de equipo.

— ¿Qué demonios quieren? —gritó Karin molesta y preocupada.

Ambos se detuvieron en seco, no esperaban ver a Sasuke con alguien más, al parecer era su equipo y eso entristeció tanto a Naruto como a Sakura.

—Basta, Karin—ordenó Sasuke tratando de aparentar que no sentía dolor— ¿qué es lo que quieren? —preguntó dirigiéndose a todos sus ex-compañeros, con mucha autoridad y enfado en sus palabras.

Naruto y Sakura no supieron que contestarle, por un lado Naruto estaba feliz por ver a su amigo, pero a la vez enojado por cómo se comportaba, después de todo lo que hicieron por él. Sakura estaba en un trance, un frio azoto su cuerpo haciendo que su piel se escalofriara, un nudo se formo en su garganta, su boca se seco totalmente, su corazón latía a mas de mil por hora, sus manos temblaban y sudaba frio; un sin fin de cosas le pasaron a la chica al ver ahí a Sasuke, pero sobre todo verlo tan débil y lastimado, inevitablemente las lagrimas inundaron esos orbes verdes.

—Sasuke, venimos a buscarte—habló por fin Kakashi haciendo que todos le pusieran atención—. Venimos a llevarte a Konoha.

—No me hagan reír—dijo Sasuke con una media sonrisa—, no pienso volver a Konoha.

—Pues creo que no tienes opción, ve en qué estado te encuentras—dijo Kakashi con mucha seguridad caminando hacia Hebi, dejando a Naruto y a Sakura atrás de él.

—Hmp—bufó el pelinegro, odia admitir que tenía razón.

—Es más, Sasuke, hagamos un trato—todos los presentes se sorprendieron, incluyendo a Sasuke, que poco a poco se acerco a él ninja copia.

— ¿Qué trato? —preguntó con mucha intriga.

—En Konoha se quedo todo lo referente a tu clan, pergaminos, jutsus, en fin—suspiró—; sí regresas, te daremos acceso a todo eso para que puedas tener más armas para enfrentarte a tu hermano—explicó el ex ANBU— ¿Qué dices? además estas muy débil, así podrás recuperarte tranquilamente.

Todos se quedaron sorprendidos por el trato que propuso Kakashi, Sasuke se quedo muy pensativo, medito todo lo dicho por su ex-sensei, en el fondo acepto que tenía razón; analizando bien las cosas no le pareció tan mala idea después de todo.

—Entonces ¿vuelves o no? —insistió Kakashi.

—Claro que no, es una locura—gritó Karin muy histérica.

—Hmp—Sasuke se soltó del agarre de Juugo—. De acuerdo

Todos se quedaron boquiabiertos por la decisión que tomo el líder del equipo, en Naruto y Sakura comenzó a formarse una sonrisa, las lágrimas en Sakura volvieron a salir, pero ahora de felicidad, por fin regresaría a la aldea.

— ¿Y nosotros qué? —preguntó molesta Karin.

—Vendrán conmigo—contestó Sasuke muy autoritario.

—Si tú no quieres, no vallas—dijo Suigetsu con una sonrisa burlona—. Además, tenias cosas que hacer que ¿no?

—Claro que iré—respondió inmediatamente la pelirroja—, pueden esperar.

—Sí, seguro—farfulló Suigetsu con sarcasmo.

— ¿Sakura? —Llamó Kakashi—. Cura a Sasuke—ordenó el ninja.

—No hace falta—contestó Sasuke con mucha autosuficiencia.

—Te encuentras muy débil, así no aguantaras el viaje—explicó Kakashi.

—Hmp, como quieran—dijo sin mucha importancia.

—Sakura—llamó nuevamente Kakashi.

—S-si—contestó la chica con mucho nerviosismo y con algo de tristeza por el rechazo del chico, lentamente se acercaba a Sasuke, pero un brazo la detuvo.

— ¿A dónde vas? —preguntó Karin muy molesta—. Nadie curara a Sasuke más que yo.

—Por favor, Karin—comentó Suigetsu fastidiado—, deja que la niña haga su trabajo, no creo que tenga los mismos métodos de curación que tú.

— ¿Qué dijiste, idiota? —preguntó Karin muy molesta a Suigetsu, pero aun seguía impidiéndole el paso a la ninja medico.

—Ella es una ninja medico muy capaz—comentó Kakashi ignorando la pelea de esos dos—, es alumna de la quinta Hokage.

—Karin—llamó Sasuke algo molesto—, deja que haga su trabajo.

La pelirroja bajo su brazo indignada para darle el pase a Sakura, Sasuke se sentó en el suelo para ser curado; ella se hinco junto al chico quitándose los guantes y dejándolos a un lado, puso sus manos sobre el pecho del chico haciendo que su nerviosismo aumentara, tenía tantas ganas de llorar y lanzarse para abrazarlo, pero tenía que contenerse, no era el momento, tenía tantas preguntas, tantas cosas en su cabeza; cambio el rumbo de sus manos hacia el hombro derecho del pelinegro, un pequeño suspiro salió de su boca, indetectable para los demás, pero no para Sasuke, el cual voltio a ver a Sakura, por un instante se miraron fijamente.

Sasuke noto que Sakura temblaba, vio como su labio inferior temblaba, también vio como se mordía el labio, el menor de los Uchiha hizo una mueca, sabía perfectamente el motivo, eso le fastidio bastante, no recordaba que esa chica estaba loca por él, pero en el fondo le agrado ser el causante de ese nerviosismo, ya que se veía encantadoramente inocente.

Un momento.

Uchiha Sasuke feliz por causarle nerviosismo a una chiquilla, a una molestia; sacudió su cabeza para borrar esos pensamientos raros, durante todo el proceso de curación no volvió a mirar a la chica.

—Sasuke, sabía que volverías—dijo Naruto muy emocionado acercándose a Sasuke, todos habían tomado asiento en alguna roca o en el suelo.

—Hmp—se limito a decir Sasuke.

—Listo—dijo Sakura poniéndose de pie. Sasuke hizo lo mismo sintiendo como toda su fuerza regresaba y los dolores desaparecieron en su totalidad.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó Juugo preocupado por su líder.

—Mejor—contestó Sasuke.

—Bien, creo que ahora podremos irnos—recomendó Kakashi y así fue, todos tomaron rumbo hacia Konoha en un silencio incomodo.

A veces se escuchaban peleas entre Karin y Suigetsu, conversaciones triviales entre Kakashi y Yamato, ladridos de Akamaru, comentarios absurdos de Naruto, pero Sakura solo pensaba, pensaba una y otra vez, ¿qué decirle?, quería hablarle, pero ¿cómo?, que podría preguntarle, ¿sobre el clima?, ¿sus planes a futuro?, no, aun no era momento para acercarse a él y estaba consiente en eso, ya tendría más tiempo después, solo se conformo con poder verlo brincar frente a ella, saber que regresaba a la aldea la hacía realmente feliz.

—Sakura, ¿verdad? —interrumpieron los pensamientos de la chica, miro a su izquierda.

—Sí—contesto.

—Suigetsu—se presento el chico tiburón—, así que ¿eres ninja medico?

—Así es—contestó—, llevo tres años practicando, aun no soy muy buena.

— ¿Bromeas? —Respondió Suigetsu—. Lo que hiciste con Sasuke fue genial, lo curaste muy rápido.

—Gracias—sonrió apenada, si bien ella sabía que no era gran cosa curar a alguien, lo hacía todo el tiempo, pero curar a Sasuke para ella fue un logro enorme, miro al chico que brincaba junto a ella y noto la gran espada que cargaba en su espalda.

—Esa espada... —miro fijamente al chico con mucha curiosidad.

—Ah, es la que tenía Zabuza-senpai, Sasuke y yo fuimos por ella—explicó el chico de dientes filosos. Sakura se quedo muy pensativa.

— ¿Te puedo preguntar algo? —dijo Sakura algo nerviosa, pero sin rodeos.

—Claro, tú pregunta lo que sea—le sonrió ampliamente.

— ¿Por qué...? —comenzó a preguntar Sakura.

—Sakura, ven, por favor—gritó Kakashi que iba brincando a unos metros adelante de la chica.

—Creo que dejaremos nuestra conversación para después—comentó en un tono muy seductor el chico de la espada.

—Sí, eso creo—dijo muy apenada la joven, comenzó a brincar más rápido para alcanzar a su sensei.

—Así que ya te hiciste amigo de la pelo de chicle—dijo Karin poniéndose a la altura de Suigetsu.

—Sí, ¿qué tiene de malo? creo que pasaremos una temporada en Konoha, ¿por qué no hacer amigos? —contesto muy alegre el chico tiburón dejando sola a Karin, la cual seguía echando humo por la cabeza del coraje, pero solo se limito a brincar junto a Juugo.

Naruto no quiso perder su oportunidad y se acerco a su ex compañero, a su amigo, realmente estaba feliz de tenerlo de vuelva, aunque en el fondo sabía que Sasuke no estaba muy de acuerdo, pero al fin de cuentas, eso tenía solución.

—Nee, Sasuke, me alegra que hayas vuelto—confesó muy alegre el rubio.

—Hmp—dijo Sasuke mirando hacia el frente.

—Deberías ser más expresivo, teme—dijo algo molesto.

—Cállate, dobe—dijo Sasuke, cosa que le emociono a Naruto, llamarlo dobe era signo de que aun existía ese Sasuke que se convirtió en su mejor amigo.

Después todo el camino estuvieron silenciosos y por fin, llegaron a Konoha, Kakashi había mandado una ave para avisarle la situación a Tsunade y así fue, la rubia junto a Shizune se encontraban en la entrada de la aldea.

—Abuela Tsunade—gritó Naruto.

—Así que si era cierto—habló la Hokage ignorando a Naruto—, Uchiha Sasuke regresó.

—Así es, como le explique en el pergamino—dijo Kakashi.

—Muy bien, hablare con ustedes—dijo mirando a Hebi—, pero hasta mañana, ahora es tarde, les prepare un departamento...

—Disculpe, pero quiero ir a mis territorios—interrumpió Sasuke.

—Comprendo, era de suponerse, nos veremos mañana a primera hora.

La rubia comenzó a caminar hacia su oficina junto con Shizune, Kakashi y Yamato la siguieron, los demás chicos se quedaron en silencio, todos con diferentes pensamientos en su cabeza, pero poco a poco se fueron dispersando, Sakura se despidió y comenzó a caminar a su hogar, no tenia caso estar ahí, ya buscaría su oportunidad para hablar con Sasuke, metida en sus pensamientos de pronto sintió que alguien la seguía.

— ¿Quién está ahí? —preguntó en posición de ataque.

— ¿Podemos hablar? Sakura—dijo una voz que provenía de la obscuridad.