El amor de un padre de familia y un esposo
Capítulo 1 UNA INJUSTA VIDA
En la vida existe varias vueltas de 180 grados para bien y para mal. Todo esto puede ser por suerte, el Karma o la consecuencia de tus actos.
Naruto Uzumaki era un hombre de 30 años, rubio de pelo corto, ojos azules, alto, con tres extrañas marcas de nacimiento en sus mejillas. Vivía en la Ciudad de Konoha, en los barrios bajos de Uzushio. Él era un hombre muy justo, siempre ha trabajado duro para los pocos logros que ha tenido en la vida. Su mayor logro fue tener a la mejor familia que pudo haber deseado. Su bella esposa Hinata Uzumaki era una chica bajita, cabello corto azulado en Bob, tiene 28 años, unos ojos aperlados poco comunes. A pesar de su origen de familia de clase alta, siempre fue una chica muy humilde y bondadosa, al contrario de sus padres. Ambos se enamoraron perdidamente desde la primera vez que se vieron. Sabiendo que Hiashi no permitiría la relación, salieron en secreto durante un tiempo. Solo su hermana Hanabi Hyuga se enteraría de ésto, pero apoyaba abierta su relación, pues los sujetos que ella conoció siempre eran fríos y muy altaneros, y Naruto era todo lo contrario.
Todo cambió para siempre cuando Hinata quedó accidentalmente embarazada a los 16 años. Naruto al saber esto se hizo responsable del acto. Intentaron confrontar a Hiashi sobre el hecho inevitable. Pero él enfureció y casi golpea a su hija. Esto generó una pelea de parte de Naruto al defender a su novia, que ganó fácilmente debido a que Hiashi no había sabido defenderse ante una vida dura como Naruto. Debido a ello, Hinata se fue de su casa. Minato y Kushina, los padres de Naruto, recibieron a Hinata en su casa un tiempo hasta que ambos consiguieron un lugar donde vivir.
Naruto intentó tener buen trabajo para ganarse la vida, pero no contaba con que Hiashi era el socio y dueño de las mayoría de las acciones de la ciudad. Mandó a vetar a Naruto de las empresas de él manejaba y era socio.
Naruto solo pudo conseguí empleo en una empresa que era la rival de Hyuga Corps. Su nombre era Senju Corps. La empresa era manejaba por un anciano llamado Hiruzen Sarutobi. Era bastante generoso con sus empleados y era considerado. Lo malo es que su equipo de trabajo era los mismos demonios.
El vicepresidente financiero era Danzô Shimura, quien siempre ha querido ser presidente de la empresa. Había realizado varias fraudes y otros delitos usando secretamente a espaldas de Hiruzen dinero de la empresa para intentar derrocar a Sarutobi, junto con el vicepresidente ejecutivo Homura Mikotado y la asesora ejecutiva Hotaru Utatane. Los tres trataban muy pesimamente a sus empleados y sin saberlo los trabajadores no recibían su sueldo real.
Los jefes inmediatos a los empleados como Naruto eran Fu Yamamaka y Torune Aburame, los lamebotas de Danzô.
Naruto fue el único que se dio cuenta de la situación ya que al revisar las cuentas de la empresa sentía que muchos datos no encajaban y se lo hizo saber a su mejor amigo Sasuke Uchiha.
Sasuke era el mejor amigo de la infancia de Naruto y estaba casado con Sakura Haruno, ahora Sakura Uchiha. Él tambien embarazó por descuido a su entonces novia y se hizo cargo de ella y de su hija Sarada Uchiha, quién era muy amiga de los hijos de Naruto, Boruto y Himawari Uzumaki.
Ambos amigos platicaban de algo muy importante y serio que estaba afectando a Naruto.
-Oye perdedor, ¿Cómo vas a hacerle para pagar la hipoteca de tu casa? No tienes mucho para que te embarguen-le preguntó preocupado Sasuke.
-No me preguntes, bastardo. No tengo idea de como conseguir dinero. El jefe dice que la empresa tiene una crisis. Si claro como no, lo que pasa que los muy hijos de puta de Danzô, Hotaru y Homura se están acabando el dinero de la empresa-refunfuñó el Uzumaki.
-Sí, ya me lo habías dicho, pero no tienes forma de comprobarlo. Yo podría hackear la computadora de Danzô, pero jamás hemos podido acercarnos lo suficiente-le respondió frustrado el Uchiha.
-Maldita sea. El maldito banco me echará a la calle y con Hinata y los niños y ella está embarazada de nuevo-maldijo enojado Naruto.
-Eres un idiota. Estas viendo tu situación y tú y tu esposa traen gemelos al mundo. No es que me importe, pero parecen conejos-regañó su amigo.
-Y a tí que te importa mi vida sexual con mi mujer, por lo menos yo si sé complacerla-se burló Naruto.
-¡REPITE ESO PERDEDOR! Además si yo no tengo más hijos es que Sakura tuvo preeclampsia en su embarazo y no quiero que ella se enferme-le recordó enojado Sasuke.
-Sí. lo sé. ¿Vas a celebrar el cumpleaños de Saradita?-preguntó curioso el rubio.
-Claro que sí, o si no Sakura me asesina. Ella espera especialmente a Boruto que vaya. Maldito perdedor, tu hijo trae loca a mi hija, salió igual a tí-dijo enojado y algo celoso Sasuke.
-Eso significa que seremos familia algún día-.
-Solo porque tu hijo me cae mejor que tú lo permitiré-.
Ellos se llevaban como hermanos, se peleaban todo el tiempo, pero se cuidaban las espaldas.
Después de que Naruto terminó su jornada diaria, llegó a su casa.
-Ya llegué-.
-¡PAPÁ!-saludaron animados los pequeños Boruto y Himawari.
-Hola mis bebés, ¿y su mamá?-preguntó el rubio a sus hijos.
Hinata salió de la cocina y saludó a su esposo.
-Hola Naruto-.
Hinata tenía 6 meses de embarazo y llevaba su bata de embarazada.
-Papá, ¿iremos a celebrar con Sarada su cumpleaños?-preguntó Boruto.
-Sí, el tío Sasuke dice que Sarada esta esperando con emoción su cumpleaños-le contestó el rubio.
-¡SÍ, HIMA AYÚDAME A DECORAR EL REGALO!-gritó alegre el niño.
-Vamos hermanito-.
Los niños se fueron y dejaron solos a sus padres.
-¿Cómo te fue?-preguntó Hinata.
-No muy bien, me rechazaron el préstamo-suspiró Naruto.
-Ay Naruto. Ya verás que todo saldrá bien-le apoyó su esposa abrazando a su marido.
-Eso espero. ¿Y cómo están mis nenes?-le dijo Naruto refiriéndose a los niños en camino de Hinata.
Naruto tocaba con amor la barriga de su esposa. Le gustaba sentir como pateaba sus hijos.
Hinata era feliz con lo poco que ella tenía. Era mucho mejor que el ambiente frio en que ella creció.
Esa felicidad fue severamente interrumpida porque tocaron la puerta y al abrirla, un abogado del banco llegó:
-Buenas noches, ¿qué se le ofrece?-preguntó serio el rubio.
-¡SEÑOR UZUMAKI, TIENE DOS DÍAS PARA PAGAR AL BANCO O LOS EMBARGAREMOS CON TODO LO QUE TENGA!-le avisó secamente el abogado enviado.
¡¿COMO?! ¡TENÍA MUCHO MÁS TIEMPO!-gritó en shock el rubio.
-No nos interesa. Como dije, si no paga para dentro de dos días, le embargaremos todo-.
