Disclaimer: Los Personajes aquí representados son propiedad de J.K. Rowling (Bajo las directivas de Harry Potter para dar a conocer la verdad del mundo mágico)
Relato participe en el reto Mundo al Revés del Foro Draco Dormiens Nunquam Titillandus
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Janet Potter se dejaba mecer por el viento en aquel viejo columpio. Vio a su prima apareces de la nada con un grupo de amigas. Se las podía oir desde kilómetros, eran una jauría de hienas. Janet entendió algo de una nueva alumna que se creía algo por intentar entrar en las animadoras. Entendió en seguida que habría hecho su prima. Seguramente la habrá encerrado en el baño, desnudado y la habrá soltado en el colegio. Ya se lo había hecho a ella misma en primaria y esa costumbre no iba a desaparecer mientras tuviera encandilados a todos los profesores solo con levantar la falda.
Janet dejó de balancearse y frenó el columpió. Vio a Petronila entrar en el parque. Era tan afeminada que iba siempre con tacones de aguja de veinte centímetros. Ese atuendo no se llevaba bien con el suelo arenoso del parque. Un paso y estaba tragando arena mientras sus extensiones se caían. Janet rió por lo bajo logrando que las amigas de Petronila la miraran con odio y superioridad. Esas estúpidas no tenían ni idea de lo que había pasado Janet hacia tan solo un mes. Aun veía a Kristen caer ante el rayo de zorrantula. Y ver renacer a Mortencia justo al lado de su compañera muerta… Aun la asaltaban las pesadillas y no estaba dispuesta a dejar que unas zorras de instituto le miren por encima del hombro. En cuanto su prima se levanta y empieza a burlarse salta del columpio y la apunta con la varita.
Y de ese punto pasa sin saber muy bien como a estar bajo un puente corriendo con todas sus fuerzas. Petronila corre tras ella y Janet hace verdaderos esfuerzos por no dejarla atrás.
— ¡Cómo pille al imbécil que invento las minifaldas lo descuartizo! ¡Y al inventor de los tacones lo dejare tuerto con ellos! — Exclamaba Petronila mientras se agarraba la corta falda para que no se le levantara más de lo que ya estaba. Janet puso los ojos en blanco por la estupidez de su prima. Y entonces tuvo que parar en seco cuando un dementor apareció de la nada con su atuendo rosa intenso mirándolos con esa cara sin rostro, solo una gran boca desdentada.
— ¡Ya estoy harta! ¡Tengo la regla! ¡Debería estar comiendo helado junto a Ronia y Leo para que se me pase el dolor! ¿Y dónde estoy? ¡En un asqueroso túnel junto a la abierta de mi prima y dos horteras! ¡PUES ESTOY HARTA! ¡EXPECTO PATRONUM! — Un gran ciervo surgió de la varita haciendo huir al dementor que tenía delante. Se dio la vuelta y fue a por el otro. Janet se encontró con su prima con las piernas abiertas y la mirada grogui. — ¡La madre que la…! ¡ESOS NO SON LOS LABIOS, ASQUEROSO! Y ahora tengo que llevarla a cuestas hasta casa. Este día no para de mejorar, lo próximo serán dragones.
