Bien, luego de unos cuantos días de descanso de mi misma xD traigo un nuevo Tiferis que será un mini-fic pero lo creí demasiado largo para hacerlo one-shot por lo que aca traigo la primera entrega.
CAPITULO 1
Lentamente abres los ojos sin saber muy bien en donde te encuentras, intentas recordar cómo es que has llegado hasta ese callejón pero no obtienes resultado alguno, sostienes firmemente una cesta llena de hermosas flores de diversos colores, eso es lo único que traes contigo, un dolor punzante cruza tu cabeza cuando intentas levantarte por lo que decides esperar un momento a que se quite antes de volver a intentarlo, tus pensamientos están confusos pues por más que lo intentas no recuerdas absolutamente nada y lo que es peor es que ni siquiera recuerdos lejanos llegan a ti, no sabes ni tu nombre, edad, mucho menos recuerdas donde vives, escuchas pasos cercanos y te sobresaltas un poco al darte cuenta de que son dos hombres bastante corpulentos, ellos al verte en medio de la oscuridad, completamente indefensa, se acercan peligrosamente, el miedo se hace presente volviendo tus pensamientos aún más confusos de lo que ya eran, no puedes incorporarte y te han cerrado cualquier opción de escape, mantienes aferrada aquella cesta como si fuera un salvavidas en medio del mar, no percibes los sonidos de la noche, tus oídos solamente escuchan los fuertes latidos de tu corazón, buscas desesperada una opción para irte de ahí pero nada en aquella oscura calle puede ayudarte o eso piensas hasta que alguien sale a tirar la basura, es una chica de ojos rojos a los cuales imploras por un poco de piedad porque en tu situación, sentada en el piso, atemorizada y con nada más que flores, no tienes muchas formas de defensa, pasan un par de segundos donde hay movimientos rápidos que apenas puedes seguir, cuando el alboroto termina te das cuenta de que los hombres ahora están completamente golpeados, uno dentro del basurero y otro pegado a la pared apenas consciente, te sobresaltas un poco ya que una mano toca tu hombro pero te relajas en el instante en el que ves a la joven de ojos rojos frente a ti. Te tiende la mano para ayudarte a levantar y no entiendes porque ese gesto te recuerda algo sobre tu vida, Aeris, ese es tu nombre, te incorporas lentamente sintiendo ese profundo dolor en tu nuca y dejas escapar un gemido lastimero haciendo que la joven de cabellos negros se preocupe.
-¿Te encuentras bien? – Su voz contraria a su apariencia en sumamente dulce, tierna y se ve realmente preocupada por ti, te trata como si fueses una niña pequeña pero así te sientes. No contestas, te limitas a llevar una de tus manos a la cabeza sintiendo como tus dedos pronto se ven envueltos en una sustancia tibia y pegajosa, la poca luz del callejón te revela el origen del líquido, aquella hermosa chica parece preocuparse aún más, se te hace extraña esa reacción pues ni siquiera se conocen o al menos eso es lo que crees. –Estás sangrando, - asientes levemente y ella regresa su atención a tu mano. – sólo espero que no hayan sido ellos los causantes de eso o en el momento en que los vea de nuevo la pagarán bastante caro.
-Realmente no lo recuerdo, en realidad no recuerdo nada más que verlos acercándose y verte salir.
Ella te sonríe comprensiva mientras te conduce a la puerta de la que salió minutos antes, al entrar descubres que es un bar por un instante te confunde pero al ver que ella junto a un hombre rubio que duerme con los pies sobre una mesa son los únicos ahí comprendes que ella es quién lo atiende y probablemente también sea la dueña, aún en la poca luz del lugar logras ver como la caja registradora está abierta, sientes como la pelinegra se tensa al dirigir la mirada al mismo sitio y entonces sabes que le han robado pero no entiendes en qué momento si sólo estuvo fuera dos minutos, te sientes culpable pues crees que es tu culpa pero eso no es para nada cierto aún así volteas hacia la puerta que ha quedado abierta, un bolso de color negro se camufla casi perfectamente con la noche en medio de las sombras pero tú logras percibirla, con pasos lentos y silenciosos sales nuevamente pero sabes que ella te sigue con la mirada para cuando te pierdes en la oscuridad ella comienza a caminar un poco más rápido que tú. Recoges el objeto sintiendo el peso, sonríes de medio lado antes de darte la vuelta encontrándote de golpe con una mirada intimidante, extiendes el bolso sin decir palabra alguna pues al parecer tu voz se ha ido. El cierre es corrido lentamente y esa mirada recupera un poco de la calidez de antes, el aire regresa a tu cuerpo cuando ella te sonríe, le devuelves el gesto segundos antes de verte envuelta en un abrazo, su aroma se impregna en tu nariz, un perfume dulce que te embriaga sin demasiada dificultad, lo aspiras un par de veces antes de separarte pues temes hacer algo indebido. Cuando se separan sus mejillas están rojas pues no controló el impulso aunque no te molestó mucho.
-Gracias. – Su rostro sigue sonrojado y por eso tiene la cabeza gacha, ahora es ella quien parece una niña pequeña pero te parece adorable. Le sonríes una vez más pareciera que en su presencia no puedes dejar de hacerlo, estando a su lado te sientes nerviosa a pesar de no conocerla. – Volvamos adentro aún hay que curar esa herida. – Te lleva de nuevo al interior, tomas asiento en la barra dándole la espalda al rubio que ahí descansa, por un segundo notas como ella lo observa con algo de fastidio, tal vez odio en sus hermosos ojos pero cuando vuelve la mirada a ti se relaja, camina lento hasta entrar a otra habitación y no dice nada, no pasa siquiera un minuto cuando está de vuelta con un botiquín de primeros auxilios, se acerca a ti y comienza con la curación, percibes sus movimientos delicados pero firmes, pronto una venda cubre tu cabeza y casi por arte de magia el dolor desaparece al instante cuando termina vuelve a la habitación contigua para dejar los instrumentos con los cuales te ha curado, escuchas movimiento tras de ti pero no vuelves la vista, prefieres hacer como que no has escuchado, puedes distinguir los pasos del joven acercándose lentamente hasta ti, se sienta a tu lado sin decir palabra hasta que luego de unos segundos te observa detenidamente como si intentara reconocerte.
-¿Y tú eres? – Sus ojos son de un azul profundo, el es bastante atractivo pero aún sin conocerle y con todo lo demás su presencia se te hace molesta, te incomoda su mirada.
-Bueno, la chica que atiende el bar me salvó la vida...literalmente, mi nombre es Aeris. – Extiendes la mano y él corresponde el gesto estrechándola delicadamente cosa que te sorprende.
-Cloud Strife. – Comprendes que ese es su nombre. – Así que Tifa te salvó la vida por lo que supongo también fue quien hizo el vendaje ¿Me equivoco?
-¡Vaya! Ya has despertado. – El tono de la pelinegra es ácido, su mirada podría congelar el mismo infierno por lo que tu bajas la mirada comprendiendo que estás a punto de presenciar una guerra campal donde lamentablemente eres el punto medio, una mano roza delicadamente tu muñeca, te confunde un poco que sea ella y no él quien hace eso pero consigue sacarte una pequeña sonrisa.
-¿Sucede algo malo? – Ella entrecierra los ojos y tú intentas desaparecer.
-No es nada Cloud, simplemente nos robaron una vez más mientras se supone tu cuidabas pero gracias a la señorita que tienes a un lado nos salvaremos de la ruina por ahora. Porque a ti no te importa demasiado cuidar de esto que tanto trabajo me ha costado levantar, tal vez no es lo mejor del mundo pero es suficiente para darnos de comer todos los días y ni siquiera por eso eres capaz de poner un poco de empeño en cuidarlo. Sin esto no tendríamos dinero ni donde vivir.
-Dilo por ti, yo puedo conseguir dinero por mi propia cuenta y si vas a seguir chantajeándome con eso mejor ahórratelo, es tu bar entonces cuídalo tú. – Acto seguido el rubio sale cerrando la puerta con violencia, guardas silencio esperando la reacción de la chica frente a ti, esperas algo violento, un acto en el que pueda sacar todo lo que siente pero para tu sorpresa simplemente suspira, mueve la cabeza mientras niega lentamente para regresar su mirada a ti.
-Lamento que vieras eso, desde hace unas semanas los vándalos han agarrado el bar como un punto fácil para obtener dinero, lo extraño es que saben cuando no estoy porque todo sucede mientras Cloud cuida, en parte debería entenderlo pues trabaja arduamente pero no puedo evitar enfadarme cuando esto ocurre me gustaría que por lo menos cerrara la puerta de atrás así estaría más tranquila, hace aproximadamente un año pedimos un préstamo a la compañía Cetra y ahora los intereses nos están ahogando, con la serie de robos nos retrasamos dos pagos y si el día de hoy hubiese pasado lo mismo seguramente mañana nos estarían embargando pero por suerte eres mi ángel guardián, pasaremos tiempos difíciles, mucho más si él no vuelve pero espero poder salir adelante y que esos ladrones no regresen por aquí porque no podré recuperarme una vez más, el bar es lo único que tengo, es mi trabajo y mi hogar, lamentablemente algo me dice que pronto deberé dejarlo.
-No te rindas, pronto todo va a solucionarse. – Confías en eso, quieres hacerlo pues no soportas ver tanto miedo en los ojos de una persona, no importa si apenas sabes su nombre, ella ni siquiera conoce el tuyo y ya te ha contado gran parte de su historia. Tomas su mano transmitiéndole un poco de tu confianza, no dicen nada por un largo rato, es un silencio cómodo donde sus miradas están conectadas, ella te confunde pues realmente te atrae pero sabes que eso está mal pues es una chica al igual que tú por lo cual intentas frenar todo pensamiento que tenga que ver con ella o sus labios, podrías quedarte así una eternidad pero recuerdas que no tienes donde pasar la noche y algo muestras en el rostro pues Tifa se alarma un poco pero no dice nada. - ¿Sabes dónde puedo encontrar un hotel? – Levanta una ceja interrogante en un gesto que te parece muy lindo, intentas sacar esos pensamientos nuevamente pero siguen ahí así que finalmente te rindes. – Ya es tarde para volver a casa. – Más sabes que el verdadero motivo es que no recuerdas si tienes una. Al parecer comprende porque su rostro recupera la serenidad, te levantas cogiendo tu pequeña cesta de flores. – Por cierto, ¿Cómo podría pagarte el que me salvaras la vida? – Niega con la cabeza para luego regalarte una sonrisa un tanto torcida.
-Ya lo hiciste, me salvaste de la ruina, salvaste mi vida, mis sueños, mi hogar así que soy yo quién debería pagarte pero como ves en estos momentos lo único que puedo darte es un lugar para pasar la noche, claro si no te molesta dormir en casa de una completa desconocida que no ha tenido la decencia de presentarse. – Ríes un poco por la ocurrencia de la pelinegra quién se acerca a ti luego de rodear la barra. – Mi nombre es Tifa, Tifa Lockhart. – Extiende la mano esperando que tú la estreches y así lo haces aunque nuevamente no sientes la piel de sus manos sino la de los guantes, cosa que realmente lamentas pero no lo muestras.
-Aeris, llámame sólo Aeris. – Una vez más tu rostro te embelesa, sus ojos son hipnotizantes pues tienen un brillo especial y no puedes evitar pensar que es como una bella muñeca de porcelana.
-¿Aceptas entonces mi oferta? Mañana te llevo a casa si así lo deseas, en estos momentos Midgar es muy peligroso y una bella señorita como tú no debe andar por las calles. – Asientes ligeramente con la cabeza. – Es por aquí. – Le sigues hasta la planta superior encontrándote al inicio de un largo pasillo, te ofrece una de las primeras habitaciones, al entrar descubres que es la suya por lo cual te quedas parada casi en la puerta, la observas y te observa.
-Pero ésta es tu habitación, no puedo aceptarla si tú no tienes donde dormir también.- Su intensa mirada rubí se posa sobre ti, la sientes como si fuera fuego y realmente te quema.
-No te preocupes por eso, él no volverá esta noche así que tomaré su habitación. – Entiendes a la perfección que se refiere al rubio. – Descansa. – Sin decirte nada más sale dándote un poco de tiempo para pensar en lo ocurrido en las últimas horas, te metes en la cama aspirando el aroma de Tifa impregnado en las sábanas, pasan unos cuantos minutos antes de que el sueño te venza pero no pasas una noche tranquila, tu mente se llena de imágenes, confusas, borrosas, extrañas, oscuras, no puedes reconocer absolutamente nada más sabes que todo eso tiene que ver con tu vida pasada. Cuando el Sol entre haciéndose un espacio entre las cortinas tú ya has despertado y te encuentras tendiendo la cama, sales de la habitación en el mismo momento en el que la pelinegra se iba a introducir por lo que chocan y caes al piso con una hermosa joven arriba tuyo, notas como se sonroja al mismo tiempo que tú, no dicen nada, simplemente sonríen.
-¡¿Tifa? – Esa voz la reconoces como la de Cloud por lo que lentamente tu sonrisa se borra, algo de ese joven que aparentemente es amable te da mala espina.
Pues eso ha sido todo, disculpen si las reacciones de Aeris son demasiado rápidas, intenté arreglarlo pero no pude U_U
The Brightness of an Angel: Gracias por tu apoyo, me alegra que exista alguien a quien le guste el Tiferis ^^ Espero este corto fic también sea de tu agrado y cumpla las espectativas que haya generado.
anooonimo: Pues no es tan difícil imaginarlo, tal vez pueda explicartelo en un fic con Rated M así lo entenderías mejor. Vale, ya sé que no es eso a lo que te refieres ¬¬ pero no voy a molestarme porque tus gustos no son iguales, entonces te pido que no los leas por eso pongo a ambos personajes como protagonistas además de el género que en Final Fantasy será siempre Romance entre estas dos chicas, al menos de principio porque tengo pensado hacer un x-over del FFVII y FFXIII que será yuri ^^ LightningxTifa ^^
Si os ha gustado dejadmelo saber en un RR (¿Alguien me explica por que aquí tengo la manía de escribir como española? xD) y si no os ha gustado y quieren mandarme tomatazos, lechugas y lo que se les de la gana...no desperdicien la comida xD
