La Búsqueda
Cap 1 "El Secreto"
Tras el fallecimiento de Dumbledore, Harry sabía que lo que continuaba era su lucha postergada con Voldemort y aunque estaba dispuesto a derrotarlo a costa de su propia muerte, su temor por la vida de aquellos que lo acompañaban era inevitable.
A pesar de sus reclamos, Ron y Hermione insistieron en acompañarlo y en el fondo lo agradecía, sabia que sin ellos esta aventura seria insoportable, haciendo caso a su buen juicio su relación con Ginny finalizo, con la esperanza que al alejarse de ella la alejaría también de todo peligro.
La noche del ultimo día de clases llovía torrencialmente, el cielo estaba negro y el agua parecía caer con furia, por las ventanas del helado castillo se veía la luz de los relámpagos, uno tras otro intentaban iluminar el triste cielo, y los truenos retumbaban entre las paredes de los desolados pasillos, el castillo estaba lúgubre, parecía que el también sentía la perdida de quien lo dirigiera por largos años, Harry caminaba con una lámpara en una mano y su mapa del merodeador en la otra, bajo escaleras, doblo esquinas con la mayor de las calmas, todos los alumnos que habitaban el castillo se encontraban en sus respectivas salas comunes, sabia perfectamente que no debía estar ahí, y menos dirigirse a su destino, respiraba con dificultad, y la mano que sostenía la lámpara temblaba levemente. Al doblar la esquina y enfocar su viste en el final del pasillo vio imponente la estatua del fénix que resguardaba el despacho, ahora desolado, de quien consideraba su mentor, se acerco inseguro pero con paso firme, al llegar frente al fénix miro nuevamente el mapa del merodeador y confirmando que tenia el camino despejado, lo guardo en su bolsillo, con esta misma mano y enfocando su viste en los aerolito que tenia por ojos el fénix, toco la estatua, deseando con todas sus fuerzas que se abriera y le permitiera el paso.
Como todo en el castillo, por magia el ave se estremeció y lentamente comenzó a mostrar la escalera que escondía, una sonrisa astuta apareció en el rostro de Harry, era claro que alguien deseaba que el llegara al despacho a pesar que ni el mismo conocía el motivo que lo impulsaba a llegar a este lugar, subió las escaleras con el doble de precaución, a pesar que deseaba llegar y ver por ultima vez el escritorio de Dumbledore, sabia que el peligro de una trampa estaba latente, ahora mas que nunca.
Con la mano que tenia desocupada empujo la puerta y se encontró con el majestuoso despacho en penumbra, iluminado solo por algunas velas y los relámpagos que se colaban por las largas ventanas, la lluvia acompañaban con su canto a los cientos de directores que dormían placidamente en sus marcos. Harry atravesó el despecha directo a la gran silla detrás del escritorio y la acaricio, como le gustaría acariciar a Dumbledore si estuviera ahí, por su memoria pasaron tantos recuerdos junto al anciano de larga barba, imagino sus ojos azules mirándolo e incluso imagino su voz y lo que le diría en esos momentos, "es una gran peso, el que cargas en tus hombros, pero solo tu puedes con el", volvió a mirar a su alrededor, el despacho continuada tal cual como la ultima ves que su director lo ocupara, el azotar de las ventanas debido a la tormenta lo volvió a la realidad, giro su cuerpo y se encontró de frente con la chimenea, gracias a que estaba apagada se percato de una pequeña manecilla que parecía estar gradaba en la pared, al tocarla, la puerta se abrió instantáneamente dando paso a una corta escalerilla de no mas de 5 peldaños, Harry respiro profundamente, seco con su puño el sudor de su frente y comenzó a subir, el temor era evidente, jamás había estado en ese despacho si no era llamado por su director, y aunque acostumbraba a indagar en lo que provocaba su curiosidad, no podía evitar sentir temor por lo desconvido.
Al llegar al final de la pequeña escalinata se encontró de frente con una repisa polvorienta, con varios libros, era evidente que nadie había estado en esos lados hace muchos años, estiro su mano tomo uno de los libros mas grandes, con la lámpara ilumino su portada que era negra, en medio un símbolo parecido a una cruz labrada en oro, así como todo el contorno del libro. Comenzó a bajar las escaleras con el libro en su mano y al salir a la tenue luz del despacho y voltear se encontró con una presencia astral, no era un fantasma, pero se le parecía, destellaba luces blancas a sus pies y la palidez de su piel era casi transparente.
- ¡¡Dumbledore!! – exclamo Harry asustado
- No deberías estar aquí – dijo con su voz calmada, como si su presencia fuera normal – ni mirar ese libro
- Tenia curiosidad – contesto Harry volviendo sus latidos de corazón a un ritmo sereno, sabia que en el castillo de Hogwarts todo era posible
- Si… curiosidad – sonrió mientras se deslizaba hacía su vieja silla, y se acomodaba en ella, o eso parecía – ya tienes edad para saber una historia
Harry se acomodo en la silla frente al escritorio y a la forma astral de su director y coloco el libro sobre la mesa
- Bien… veamos – comenzó el anciano colocando sus manos frente a el y juntándolas en sus dedos – año desconocido, una noche parecida a la de hoy…… - el despacho de Dumbledore extrañamente desapareció, Harry estaba tan concentrado escuchando la historio que el mundo fuera de él y su director desapareció, prestaba atención a cada palabra que escuchaba imaginándose las escenas - …Rowena Ravenclaw era la ultima viva de los tres magos que firmo la orden de expulsión de Slytherin del castillo……… poniendo fin a la unión de los cuatro, una declaración de independencia para Hogwarts…….. también era miembro de una organización secreta llamada Los Masones y…… sabia que su vida estaba en peligro…… en plena noche despertó a una de sus elfas y le ordeno que la acompañara hasta la mansión del bosque Godric para ver al ministro de magia de la época.
- ¿Pudo hablar con el, con el ministro de magia? – fue la primera intervención de Harry en el relato y noto que su voz no era la normal.
- No – dijo Dumbledore con pesadumbre – aquella noche el ministro no se encontraba en la mansión – hizo una pausa para respirar, si es que eso era posible en su condición – Rowena guardaba un secreto, y decidió confiarlo a la única persona que podía…… el abuelo de mi abuelo….. Sturgis Dumbledore
- ¿Cuál era su secreto? – interrumpió al ansioso
Dumbledore se enderezo de su silla y se acerco aun mas a Harry, un relámpago ilumino la habitación mostrando las marcas de heridas en el fantasmal rostro del director, sus ojos celestes grisáceos brillaron con intensidad – Un tesoro, un tesoro como nadie puede imaginar…… un tesoro perteneciente al linaje Slytherin por el que habían luchazo siglos los magos de todo el mundo.
- Ese tesoro esta… - Harry tenia todos los sentidos puesto en la conversación
- Desapareció……durante mil años no se volvió a saber de el, hasta que un grupo de magos descubrieron una cámara secreta bajo el castillo de Hogwarts
- La cámara del basilisco – dedujo Harry y Dumbledore afirmo con la cabeza
- Los magos que descubrieron la cámara pensaron que el tesoro era demasiado valiosos para un solo hombre, se llevaron el tesoro a tierras extrañas y formaron la cofradía de los Magos Templarios, entre los templarios estaban, Arsenius Bashir, Hermes Weasley, Eldred Potter.
- ¿Potter? – interrogo Harry sorprendido
- Si … Harry … Eldred Potter… ellos sabían que el tesoro guardaba grandes poderes…… se conocía su origen por eso era de gran importancia alejarlo, sabían que no debía caer en manos de los descendientes de Slytherin, ocultaron el tesoro e idearon una serie de pistas y mapas para localizarlo, con el paso del tiempo las pistas se fueron perdiendo, los magos fueron muriendo y su memoria fue fallando – Dumbledore hizo una breve pausa para mirar el cielo de su despacho que reflejaba claramente la tormenta que se desataba afuera – ……después de todo, somos humanos…… – comento mas para el que para Harry – solo quedo una pista… y ese fue el secreto que Rowena le confeso al joven Sturgis Dumbledore…… el secreto reside en Charloth – dijo el director mirando el libro que Harry protegía en su mano.
Harry miro el libro y lo abrió, de inmediato se encontró con un trozo de pergamino, amarillento, ajada por el paso de los años pero la tinta aun mostraba la frase "el secreto reside en Charloth"
- ¿Quién es Charloth?
- No lo se… ni la misma Rowena Ravenclaw lo sabia, pero ellos… los magos templarios, nos dejaron pistas… – Dumbledore tomo un pequeño cofre de su escritorio, lo abrió y retiro de el un sickles mostrándoselo a Harry – mira con atención Harry, La pirámide inacabada, el ojo que todo lo ve – dijo mirando el sickles que en su centro tenia tallada la pirámide - son símbolos de los magos templarios, los guardianes del tesoro se comunican con nosotros a través de ellos.
- ¡¡¡ Harry !!!
Un grito a lo lejos en los pasillos hizo que Harry girara su cabeza hacia la salida cuando volvió a mirar a Dumbledore, el ya no estaba
- ¿Dumbledore? – interrogo asustado
- Voldemort no conoce su existencia – la vos de Dumbledore se escucho en todo el despacho pero el no estaba – es tu deber derrotarlo antes que lo descubra… es un tesoro de poder mágico inigualable, el no debe saber de su existencia
- ¡¡¡ Harry !!!
- ¿Debo buscar el tesoro? – interrogo Harry confundido con la nueva información recibida
- Debes hacer lo que tu destino te indique… es necesario mantener el tesoro oculto… mientras Tom Ryddle este con vida
- Destruiré a Voldemort… - dijo Harry con fuerza, era lo que mas deseaba en el mundo – lo juro por mi sangre
El eco de las palabras de Harry permaneció en el aire algunos segundos mas, Dumbledore se había ido, la tormenta se había terminado y el silencio se apodero del despacho, dejando a Harry con una razón mas para terminar con lo que comenzó hace 17 años atrás
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El paisaje que tenían frente ellos era maravilloso, sus ojos no paraban de mirar blancura por donde quieran, el sol a pesar de estar presente no entregaba nada de su calor habitual y es que la zona construida, basada y rodeada de hielo no lo permitía, el frió calaba sus huesos, llevaban sus túnicas de invierno y un gran equipo de sobre vivencia aunque Ron aseguraba que con su varita el podía seguir solo, Harry y Draco insistieron en trasportar todo el equipo. Llevaban viajando en escobas más de 2 días y el paisaje continuaba igual, hielo, hielo y más hielo, decidieron descender, Harry sabía que estaban cerca y prefería avanzar caminando, descendieron en terreno firme y Harry con un movimiento de su varita reunió las escobas las amarro con una cuerda y las dejo flotando junto a el.
- Estaba pensando en esa leyenda muggle de Santa Claus – se acercó Ron a Draco y Adrin Pucey, aliado del rubio, que hacían lo propio con sus escobas - atravesando este desierto de hielo en trineo tirado por renos … que estupidez
- Ho que reflexión mas interesante, Weasley – dijo Draco asidamente
- Ni el hielo te cambia el humor, Malfoy – respondió Ron y luego se dirigió hacia su amigo, que leía atentamente un pergamino
- ¿Verificando el lugar? – pregunto
- Es carta de Hermione – le dijo extendiéndole el pergamino, el pelirrojo lo tomo y leyó rápidamente
- Esta furiosa – comento mientras leía – nos espera un gran regaño de ella a nuestra vuelta, insiste en que el tesoro no existe, que estas loco… y que yo también lo estoy por seguirte – rió – y que estamos dementes por confiar en Malfoy… que linda – volvió a reír – haa… mira … Ginny nos envía saludos – termino Ron devolviéndole la carta a Harry
- Después de derrotar a Voldemort, Hermione me hizo prometer que esperaría unos años antes de inmiscuirme en otra aventura – comento Harry guardando el pergamino y mirando a Malfoy – y ya pasaron 3… aunque comparto su opinión sobre Malfoy… si no lo necesitáramos, no lo hubiera traído
Caminaron en dirección a sus otros acompañares
- Si estoy en lo correcto y mi varita esta bien, estamos muy cerca – dijo Adrin – indicando su varita – aunque yo no confiaría mucho en mi… me he puesto mi túnica al revés – los otros tres magos lo miraron sin entender – trae mala suerte – aclaro
- Creo un trasladador y lo devolvemos – comento Ron
- Ho podríamos darle una patada y mandarlo volando – aporto Malfoy a la conversación, Harry sonrió
- Ja ja ja … muy gracioso – intervino Adrin
La varita comenzó a vibrar fuertemente, un pito parecido a las sirenas de los carros bomba tapo sus oídos y la varita se elevo algún centímetro para alumbrar el lugar preciso
- La hemos localizado – comento Ron
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Hola…. Hola…. Hola…. No saben lo emocionada que estoy de estar aquí… feliz por subir este cap… y tengo el fiction casi completo…. A que ya han descubierto que la historia originalmente no es mía…. Ni los personajes ni la historia… pero creo que la combinación a salido de las mil maravillas… ya díganme si ya saben de lo que hablo…. Cuéntenme si les interesa saber más sobre esta loca mezcla…
