Capítulo 1: La Píldora de los Senpais:

*Prince of tennis no me pertenece le pertenece a Konomi Takeshi.

*Todo está hecho sin fines de lucro.

*Finalmente solo espero que disfrutéis de la historia.


"¿Llegará el día en el que te fijes en mí?"


-¡Muy bien, se acabó el entrenamiento, espero que pasen unas buenas vacaciones de invierno y que descansen!-La voz de la entrenadora Sumire finalizando los entrenamientos se oyó firme y claramente por todas las pistas de tenis masculinas.

Los chicos del Seigaku asintieron y con un gesto de despedida hacia su entrenadora se dirigieron hacia los vestuarios.

-"Buf"-Suspiró Eiji con pesadez.

-¿Qué ocurre?-Preguntó Oishi con curiosidad.

-Es que me pregunto si O'chibi será capaz de echarse novia durante las vacaciones- Contestó.

Ryoma, el cual iba detrás levantó la mirada por un momento. Escuchando la conversación entre sus dos Sempais.

-No lo sé, pero no deberíamos meternos en la vida amorosa de Echizen-Opinó Oishi.

-Al contrario ¡Debemos seguir haciéndolo!-Exclamó Momo metiéndose de lleno en la conversación.

-Además, si no lo hacemos, yo ya veo al O'chibi como un solterón, o peor ¡Como un viejo pervertido, nya!-Soltó con voz afligida el Chico-Neko.

Una marca de enfado adornó la frente del joven Echizen y una gota de sudor al resto de integrantes del grupo.

-¿No estás exagerando un poco, Eiji-senpai?-Preguntó tímidamente Kawamura.

"¿Cómo que acabaré como un viejo pervertido?"-Pensó molesto Ryoma. Esa era la manera perfecta de definir a su padre y no había algo que odiara más que lo compararan con su viejo, aparte, él no lo sería nunca, antes muerto.

-Etto…Ryoma-kun…-Se escuchó una dulce voz que se acercaba.

Ryoma no tuvo necesidad de girar la cabeza para saber de quién era esa voz. Solo había una persona en esta vida que lo llamara de esa manera tan formal. La hija de la entrenadora: Ryuzaki Sakuno.

-¿Nh?-Soltó como muestra de estar escuchándola.

-Etto…yo… pen-pensé que después del entrenamiento ten-tendrías sed y…y t-te he com…comprado una…-Antes de que Ryoma pudiese coger la ponta una mano se la arrebató rápidamente a Sakuno de las manos. Era Momo.

-Nee, Echizen ¡Qué suerte tienes de tener a alguien que se preocupa tanto por ti!-Exclamó mientras le rodeaba el cuello con el brazo. Asfixiándole.

-¿Qué coño haces, Momo-senpai?-Inquirió molesto el Echizen zafándose del brazo del mayor.

-¡Uy! Vaya humor que tienes hoy, Echizen- Se burló Momoshiro yéndose al lado de Inui.- ¡Sakuno, te dejo al cargo del enano!- Finalizó, mientras que Sakuno se sonrojaba.

-Go-Gomenasai, Ryoma-kun.- Se volvió a disculpar sin motivo Sakuno.

-Betsuni.-Respondió tosco Ryoma.

-"Como siempre"-Pensó con tristeza Sakuno mientras bajaba la cabeza.

Y era verdad, Ryoma había regresado a Japón tras 2 años en Estados Unidos ya con 14 años. El chico se había vuelto más alto, su mirada gatuna seguía siendo igual de inexpresiva, aunque sus ojos demostraban que por dentro había madurado y cambiado con respecto a cuando tenía 12 años.

Ahora le importaba un poco el hecho de que una chica lo abrazara, ya que era un adolescente con las hormonas alborotadas. Sin embargo, su pasión por el tenis era mayor y trataba de no darle importancia.

Si hubo algo que realmente atrajo su atención sobre el sexo femenino fue sin duda, Sakuno. Le sorprendió ver que la chica tenía a casi todos los chicos del Seigaku tras ella. Ese acto lo cabreaba sin saber bien el porqué, así que se dedicó a fulminar con la mirada a todos los chicos que osaban mirarla con lujuria o trataban de conquistarla. Aunque ella parecía no notar nada de eso, cosa que extrañamente lo aliviaba. También noto que se había vuelto muy posesivo con la chica. Aunque eso era evidente, ella también había cambiado en sus 2 años de ausencia. Para empezar: su cuerpo, el cual no era el de una niñita de 12 años, era el de una adolescente como él. Aparte, el tenis había ayudado notablemente en el desarrollo de su cuerpo. Ahora poseía unas caderas que hacían babear a más de uno, unas piernas largas y atléticas que hacían desviar a muchos y muchas, unos por deseo y otras por envidia. Seguía con sus trenzas tan características aunque eso le daba ahora un toque infantil.

-Hey, no seas así de frío con Sakuno-chan- Dijo Eiji mientras abrazaba cariñosamente a la chica que ahora ocupaba sus pensamientos.

En ese periodo de tiempo Ryoma sintió que su cuerpo reaccionaba de una forma extraña, como si quisiera ir y apartar a Ryuzaki de su senpai y atraerla posesivamente hacia él.

-"¿Qué es esta sensación tan incómoda?"-Se preguntó mentalmente Echizen, sin saber que lo que sentía se llamaba "CELOS"

-Hey, Inui ¿Has traído "ESO" que estuvimos planeando durante las últimas 5 semanas?- Cuestionó Momo en voz baja para que Ryoma no lo escuchara.

-Hai- Contestó sacando de una bolsita una pequeña píldora bicolor y se lo mostraba a su compañero.

-Oh- Dijo Fuji- Tiene el mismo color que el cabello rojizo de Sakuno y el azul verdoso de Echizen. Interesante-

-¿EGGH? ¿¡ Y TÚ DE DÓNDE SALES, FUJI-SEMPAI!?- Exclamaron sorprendidos Momo e Inui.

Fuji ignoró su pregunta, limitándose a sonreír y a abrir sus hermosos ojos celestes.

-Tengo curiosidad sobre lo que vais a hacer con esa píldora-Finalizó sonriente.

-Verás, Sakuno no lo sabe, pero al parecer O'chibi se quedará en la casa de la entrenadora estas vacaciones de invierno-Le explicó Kawamura.

Una gota de sudor apareció en la cabeza de los creadores del plan "RyoSaku".

-"¿No se suponía que esto era un plan secreto?"-Pensaron a la vez.

-¿Uh? ¿De qué estarán hablando los Senpais? –Preguntó curiosa Ryuzaki. Ryoma la miró durante unos segundos antes de posar sus ojos dorados hacia el corro que inconscientemente habían creado sus Senpais. ¡Incluidos Tezuka y Kaoru!

-Ni idea-Contestó con voz neutra, aunque en el fondo tenía un mal presentimiento.

-…Entonces cuando Echizen se beba la ponta con la píldora disuelta su personalidad cambiará a la mañana siguiente.-Terminó de explicar Inui.

-¡Entonces es posible que le toque una personalidad que lo vuelva más sociable, sensible, amable, agradecido….Vamos, lo contrario al O'chibi de siempre ¿No?-Quiso aclarar Eiji.

-Exacto-

-Pero yo aún no entiendo el color de la píldora. Quiero decir ¿Por qué una mitad es de color azulado verdoso y la otra castaña rojiza?-Quiso saber Kawamura.

-Como ya os he explicado, la personalidad de Echizen cambiará, pero solo será entre la de él, la de la hija de la entrenadora y su hermano, Ryoga.-

-¿Ryoga?-Habló esta vez el capitán del equipo un poco sorprendido.-¿Por qué la de su hermano?-

Una sonrisa maliciosa apareció en los labios de Momo.

-Es para que el enano sea un poco más lanzado con ella-Explicó- Porque ya sabemos cómo es su hermano ¿Verdad?-

Todos asintieron levemente con la cabeza.

-¿Y cómo es eso posible psss….?-Preguntó el chico serpiente.

Un brillo se reflejó un las gafas del científico (un poco loco) del grupo.

-Jujuju…Es un secreto.-Mencionó con un tono de voz maligno.

Un escalofrío recorrió de los pies a la cabeza a todos sus compañeros. Pensándolo bien, había cosas en esta vida que era mejor desconocer. Como por ejemplo: de qué estaban hechos los jugos que, por desgracia se tenían que tomar a veces. Nadie lo sabía exceptuando a los novatos, los cuales lo vieron una tarde coger un escarabajo gigante, pero ellos no se atreverían a decirlo.

-¿Qué es un secreto?-

Todos se quedaron paralizados ante esa voz.

-¡nada, nada, o'chibi jajajaja!-Gritaron Momo y Eiji a la vez que le bloqueaban el paso. A él y a Sakuno. Los demás aprovecharon la oportunidad para salir hacia los vestuarios corriendo.

-¡Chicos! ¿Qué hacéis aún aquí?-

Oh, oh. Ahora sí que se habían metido en un lío. Esa inconfundible y "masculina" voz que acababa de hablar era la de su temible entrenadora: Sumire Ryuzaki.

-Ha pasado media hora desde que terminó el entrenamiento.

-¡Ah! Tienes razón, pues nada, nada nos cambiamos y nos vamos.-

Dicho esto, corrieron hacia los vestuarios.

-Espera, Echizen-Sumire lo retuvo del hombro.-Cuando te acabes de cambiar quiero que vengas a mi casa. Sabes donde es ¿Verdad?-

-Sí, pero ¿Para qué?-

-Oba-chan ¿Ha- has dicho que se venga a nuestra casa?-Sakuno agarraba de la manga del chándal de su abuela bastante sonrojada. Ryoma la miró de reojo, por la cara de asombro de la chica pudo deducir que ella tampoco sabía lo que quería la entrenadora.

-Eso he dicho,cariño.-Sonrió pícaramente la anciana-Ryoma se va a quedar con nosotras durante las vacaciones de invierno.-

1, 2, 3…

-¡¿NANI?!

Continuará…


Es la primera historia que publico en internet y llevo mucho tiempo deseando hacerme un perfil aquí, hasta que por fin lo conseguí (soy muy torpe con lo electrónico).

Espero de todo corazón que os guste y me deis indicaciones para poder mejorar y agradaros.

SAYONARA