-Ha pasado ya un buen tiempo desde que no nos vemos-decía en chico de cabellos rojizos mientras daba una que otra calada a su cigarrillo. El sillón en el que se encontraba sentado no era muy cómodo, pero tampoco era tan terrible para la vida que llevaba en aquel pequeño y oscuro apartamento.
"Matt. Un chico común a la vista si se obvian esos goggles que quizá utilice para no dejar ver su mirada vacía y triste. Un chico con un pasado triste y desolado, encerrado en las paredes de un orfanato abandonado hacía ya unos años."
Quizá era un desadaptado social, quizá no…eso no le importaba mucho. La vida se había vuelto aburrida, monótona. Vivía de sus múltiples habilidades informáticas y pasaba tanto tiempo encerrado en su departamento que cualquiera podría pensar que era fotofóbico. -Bah, al demonio…-dijo levantándose del sillón y prendiendo la pc. Múltiples recuerdos del orfanato se le venían a la mente, y él trataba de reprimirlos. ¿Qué ganaba con recordar? Sólo lograría deprimirse y comenzar a maldecir otra vez a aquel rubio egoísta que lo dejó como si se tratase de un objeto, un juguete….un perro.
"Mello."
Ese nombre…que resonaba en su mente a cada minuto…ese nombre tan odiado y amado a la vez…un nombre despreciado y deseado, un nombre del cual dependía su existencia y su tortura día tras día.
Suspiró.
-¿Por qué mierda te querré tanto?-dijo mientras revisaba algunos archivos-…si no hubiese pasado…
-FLASH BACK-
Dos niños se encontraban en una habitación compartida del orfanato "Wammy's House".Ambos intercambiaban miradas, sentados frente a frente en la cama.
-Matt-dijo uno de ellos, rubio y bonito de cara, refiriéndose al otro-¿Alguna vez has besado a alguien?
El otro presentó cara de confusión, mientras los colores se le subían al rostro.
-¿Besado a alguien?¿Te refieres a una chica?
-Claro, idiota…¡Ni modo que beses a Roger!-dijo Mello burlándose de la ingenuidad de su amigo.
El otro bajó la mirada.
-Eh..no…
El rubio sonó complacido.
-Ah, ya…menos mal.
-¿Por qué "menos mal"?
-Porque yo aún no he besado a nadie. Sería el colmo que tú sí.
Matt reparó en la fundamentación del chico por unos segundos y lo miró con los ojos entrecerrados.
-Ah, Mello, eres un egoísta.
-Pero te gusto¿Verdad?
Vaya que no se esperaba aquello. ¡Mello hijo de…!
-¡Pero sigues siendo un egoísta y engreído!-soltó completamente sonrojado-, además¿Qué te importa?
Mello le miró molesto.
-No me hables así¿entiendes? Yo decido lo que me importa y lo que no, tú limítate a obedecer.
-Ajá…-dijo Matt resignado. El rubio siempre acababa ganando.
Pasaron unos minutos en silencio. Mello sonrió complacido.
-Bien…no me queda más chocolate.
-¿Qué¿Quieres que vaya por más?
Una sonrisa maquiavélica se dibujo en el rostro del rubio.
-Alguien por ahí dijo que los besos saben a chocolate.
Matt empalideció. ¿De dónde había sacado eso Mello? O…¿Sería verdad¡Rayos¿¡Pero qué demonios pensaba¿Acaso era tan obvio¿Mello ya sabía de sus sentimientos? Ambos eran muy cercanos, y llevaban una relación de amigos, camaradas…aunque el pelirrojo sentía algo más, pero jamás lo había mencionado por temor a recibir respuestas como "Matt, no seas estúpido, ambos somos chicos" o "¿Tú, enamorado de mi¡Qué asco!", "Eres un maldito marica" o cualquier otra de las miles y miles de respuestas que se le cruzaban por la mente. El rechazo era algo que sabía no podría soportar, así que se había reprimido todo ese tiempo, resignado a tener nada más que una amistad con el rubio. Pero ahora…¿es que acaso Mello se le estaba insinuando?
-¿Qué…?
-Dame un beso.
El corazón del pelirrojo comenzó a palpitar a una velocidad fuera de lo normal. A pesar de desear tanto aquello, su instinto le jugó una mala pasada.
-N-no lo haré-soltó casi inmediatamente y sin meditarlo.
-¿Eh¿Por qué no¡Dame un beso!-comenzó Mello con su berrinche de niño chiquito.
Matt no sabía qué hacer. Pero claro, no iba a poder callarlo, después de todo, cuando Mello se proponía algo, siempre acababa consiguiéndolo. Era un niño berrinchudo y caprichoso. La insistencia y el impulso propio se interpusieron y pronto el chico de goggles estaba arrodillado sobre la cama, tomando al rubio de las mejillas.
-¿…Matt?-dijo el rubio mirándolo de cerca. Lo había conseguido, je, después de todo era un perro obediente.
El pelirrojo acercó sus labios a los del rubio, y ambos se fundieron en un torpe e inexperto beso, acompañado de un cosquilleo en el estómago. Sí, fue torpe, inexperto, apenas un roce de labios, pero lo suficiente para que ambos rostros quedaran tiernamente sonrojados. Después de un rato, separaron labios, mirándose aún de cerca.
-¿Y¿Sabe a chocolate?
-FIN DEL FLASH BACK-
-Hm…-el cigarrillo se había terminado y tras ser apagado en el cenicero, fue seguido por otro recién sacado de la cajetilla. Últimamente había estado fumando más de lo normal, uno tras otro. Sí, era un adicto…y¿Qué mierda? La nicotina no hacía tanto daño como la soledad.
Ahí, frente a su escritorio, contemplaba la pantalla, invocando su nombre una vez más.
"Mello."
Su maldita mente de vago le estaba jugando malas pasadas, recuerdos, uno tras otro. Afortunadamente, el teléfono timbró. ¿Afortunadamente¿Quién mierda lo llamaría?
Descolgó.
-¿Nh…?-fue el único sonido que salio de sus labios, que sujetaban el cigarrillo mientras lo prendía dificultosamente, con el teléfono apoyado en el hombro.
-Matt, soy Mello. Voy para allá.
Bueno, al fin me animo a subir un fic o espero que dejen reviews, y ojalá les guste! pronto subiré el proximo cap, hasta entonces, chaooo!!
