Hola! Extrañaba escribir algunos fics pero esta semana estuve muy ocupado escapando de cualquier pagina de Glee que pudiera arruinarme el gran final con los insufribles spoliers :'( Al fin puedo regresar! No tengo idea de que tan larga va a llegar a ser esta historia, la empece por un impulso en un viaje familiar y hasta ahora es lo unico que llevo planeado asi que quizas la continue en algun otro impulso, espero que les guste :$ Como ya saben, los personajes no son mios.. Tengan una feliz vida y una muy feliz lectura3

Moñas invertidas

El auto se estropeo a mitad de la carretera y tuve que bajarme a arruinar mis botas nuevas para intentar hacerlo andar, sin exito por supuesto, mientras la tormenta destrozaba mi peinado. Suspire. "Las cosas no pueden ir mejor, Hummel" Me dije ironicamente y ahogue un grito al ver un hombre a mis espaldas, robusto y atemorizante que me observaba en silencio y con sumo detenimiento.

"Hey, chico, parece que tu auto necesita darle una visita a mi taller" Sacudio un poco su paraguas ofreciendomelo pero me negue educadamente, intentando disimular mi humor de perros, ya estaba lo suficientemente empapado como para intentar evitarlo "Me llamo Burt Anderson, trabajo en la estacion de servicio del pueblo a pocos metros de aqui". Explico mientras comenzaba a empujar el auto con mi muy inservible ayuda. "Puedes entrar a la tienda del taller, en la parte de atras, pidele a mi hijo que te preste una toalla y un poco de abrigo, tambien algo de comer. Debes estar muriendo de hambre, muchacho, deja que los Anderson te invitemos con una de las especialidades de Carole". El hombre parecia agradable, serio pero con un gran corazon y dedicacion a su trabajo, generoso y preocupado por los demas incluso mas que por si mismo.

Cuando al fin llegamos no dude en hacerle caso y mientras se quedaba dandole un vistazo a mi auto, no tuve problemas en dirigirme a la tienda de la parte posterior y sentarme en uno de los sillones rojos de la pequeña habitacion de paredes blancas y cortinas color coral con una chimenea que proporcionaba calidez y un ambiente familiar a lo que seguramente seria la parte delantera de una casa de familia, un humilde comedor transformado en tienda con un par de mesas pequeñas junto a los sillones rojos y una vitrina con dulces y tartas. En la esquina habia una maquina de cafe y ya estaba poniendome de pie cuando una mano roso mi espalda provocandome un escalofrio, mi cuerpo temblo al sentir aquella mano tibia y al voltearme tuve que morder mis labios con fuerza para reprimir mis quejidos; era la persona mas hermosa que habia visto en toda mi vida. Su cabello negro ensortijado, una maraña de rulos mojados que desprendian gotas de lluvia que caian por su rostro perfecto y llegaban hasta su torso empapado. La remera manchada de aceite y los vaqueros desgastados, una sonrisa inigualable y unos resplandecientes ojos verdes que contrastaban con aquel desolado pueblo en medio de la carretera hacia ninguna parte. "Disculpa, te asuste? Soy Blaine Anderson, el hijo de Burt, papa me dijo que habia llegado un cachorrito mojado que debia cuidar y, ya sabes, no puedo dejar ir a un visitante una vez que llega porque no es muy comun recibir gente por estos lados". Su sonrisa era ahora mucho mas amplia y sorprendente, me habia dejado sin habla.

El chico sacudio sus alocados cabellos salpicandome y enseguida noto como apretaba los puños irritado, ladeo la cabeza despreocupadamente y me tendio la toalla que traia mientras preparaba un cafe de la maquina para cada uno. Aproveche su distraccion para sentir el aroma de la toalla, era dulce y tibio, inexplicablemente magico. Me pregunte si era aquel el aroma de su piel. "Puedes dejar de olfatearla y secarte de una vez?" Pregunto el, haciendo que mis mejillas se tiñeran de un rojo intenso, me quito la toalla de las manos y comenzo a secar atropelladamente mi cabello revoleandolo como quien seca a su mascota, riendo de mis gruñidos desconformes y tomando mis mejillas al finalizar. "Realmente eres un perrito adorable, ven, deja que te traiga algo de comer mientras tomas el cafe caliente". Bufe molesto, sentandome con los brazos cruzados sobre el sillon rojo mientras el regresaba con un pastel de chocolate que habia sacado de la vitrina. "Escapaste de tu casa, pequeño?" Pregunto, aun tratandome como a un animal indefenso y mi respuesta sin duda lo dejo sin palabras. "Si, escape de los prejuicios de mi padre, sin rumbo fijo". Por que le contaba aquello? No estaba seguro pero algo en sus ojos avellana cambio radicalmente y la sonrisa grabada a fuego en su rostro desaparecio, ahora solo me miraba con pena y un profundo y sincero cariño. "Debe haber sido muy dificil para ti" Susurro de forma casi inaudible.

Nos invadio un incomodo silencio que aproveche para terminar el cafe, aquel calor me sentaba de maravilla y me hacia olvidar por un momento la situacion en la que me encontraba, habia estado reprimiendo cada sentimiento que pudiera hacerme explotar y sabia que podia seguir haciendolo. Siempre habia sido bueno ocultando mis emociones. "Deja de hacerlo" Pidio Blaine, rogandome con su mirada, como si supiera lo que estaba pensando. "Puedo ver en tus ojos azules un mar de tristeza que intentas contener, sabes, si no lo dejas salir se pudrira en tu interior y comenzaras a hundirte en tu propia oscuridad. Puedes esconderte de tu familia, de mi, de todos en el mundo, pero no puedes esconder tus sentimientos de ti mismo porque ellos acabaran siendo tu propia perdicion". Era la misma persona aquella que primero mostraba una sonrisa inocente y despreocupada la que ahora me atravesaba con su mirada seria y firme, enterrando sus palabras en el fondo de mi corazon? Acaso ese ingenuo tenia una escasa idea de lo que estaba yo pasando en realidad? Como podia saber el dolor que recorria mi cuerpo en esos momentos? Dolor que casi no me permitia seguir de pie. Como podia haber llegado tan lejos sintiendome de la forma que me sentia? Como mi cuerpo me habia permitido llegar hasta ahi despues de haber sido desterrado, odiado por mis padres que me habia hecho escoger entre ser yo mismo o continuar fingiendo para vivir a su lado? "Como pueden pedirme que pretenda ser lo que ellos quieren que sea? No se supone que me acepten por lo que soy asi como yo los acepto a ellos? Significa eso que yo los amo mas de lo que ellos?" No supe en que momento habia comenzado a llorar de aquella forma pero al abrir los ojos, me encontre de repente rodeado de los brazos de Blaine con mi rostro hundido en su hombro y mis lagrimas fluyendo incontrolables.

"Esta bien, esta bien. Ya va a pasar" Decia el acariciando suavemente mi espalda y dejando que mis lagrimas se agotaran y mis labios soltaran todas las quejas y maldiciones que se habian guardado desde hace meses, al fin me sentia yo mismo despues de tanto tiempo y todo delante de un completo desconocido quien, probablemente por haber tratado mas con animales que con personas, parecia convencido de que era un cachorro abandonado bajo la lluvia.

"Gracias" Dije limpiando mis lagrimas y alejandome de su abrazo con las mejillas sonrojadas, un poco avergonzado. Sus ojos se clavaron en mis labios e inmediata e inexplicablemente mi corazon se acelero a medida que Blaine comenzaba a acercarse a mi rostro. Cerre los ojos y senti sus delicadas manos rozandome los labios y provocandome escalofrios en todo el cuerpo de nuevo. "Tienes cafe" Rio, quitandome la espuma de los labios y haciendome sentir aun mas avergonzado. Habia sido un tonto, que era lo que habia estado imaginando? Acababa de conocer a Blaine y sin embargo mi corazon parecia conocerlo de toda la vida. "Como te llamas, pequeño?" Pregunto y aparte la mirada molesto, no me gustaba que me llamara asi.

"Kurt Hummel" Respondi justo cuando la puerta de la tienda se abria dejando el paso a mi hermano que avanzaba arrastrando toda su arrogancia tras de si. Que hacia alli? Al verme suspiro y nego su cabeza teatralmente llevando sus manos a las cienes, luciendo devastado: "Tienes idea de lo que me costo encontrarte? Puedes dejar de comportarte como un crio y regresar a casa para enfrentar los malditos problemas que tienes con papa? Sabes que odio tener que ir a buscarte como cuando eras un niño, porcelana, pero mama no come ni duerme desde que te fuiste". Cooper me tomo del brazo y comenzo a jalarme, luche para librarme de su agarre pero era inutil y ya casi me habia logrado arrastrar hacia afuera de la puerta cuando mi otra mano fue agarrada fuertemente frenando a mi hermano mayor.

"Sueltalo" Dijo Blaine apretando mi mano y sin intenciones de soltarla, Cooper lo observo boquiabierto y aproveche el descuido para liberarme completamente y esconderme tras el chico de ojos verdes que no apartaba la vista de mi hermano, fulminandolo con la mirada "Kurt vive aqui ahora, fue contratado por mi padre y trabajara en el taller para pagar la comida y alojamiento hasta que decida volver a casa". Me guiño el ojo sin que mi hermano se diera cuenta y le respondi con una sonrisa de agradecimiento, no podia creer que estaba haciendo algo asi por mi.

"Bien, has lo que quieras, mama estara mas tranquila ahora que por lo menos tienes donde dormir y yo podre seguir con mi vida. Quedate aqui por siempre, princesita, nadie espera que regreses al palacio con tus cremas y perfumes" Cooper se encogio de hombros y salio por donde habia entrado justo cuando Blaine estaba a punto de arrojarsele encima, apenas habia podido pararlo asegurandole al oido que los insultos de mi hermano mayor ya no me afectaban. Estaba acostumbrado desde pequeño.

"Papa" Grito Blaine por fuera de la ventana de la tienda que daba al taller, unos minutos despues de que Cooper se hubiera marchado definitivamente. "Crees que podamos emplear a Kurt y dejarle un espacio en casa hasta que solucione unos problemas familiares?"

"Por supuesto" Grito en respuesta el hombre del taller provocando el regreso de la radiante sonrisa del muchacho que dirigiendome una mirada cargada de alegria, volvio a despeinar mi cabello con sus manos tibias. "Nada va a herirte mientras estes aqui, pequeño, lo prometo"