SILENCIO

Su relación no era, lo que se dice, muy habladora, ambos podían mantener escalofriantes e intensos silencios. Sus amigos esperaban aunque sea una pequeña muestra de afecto por parte del Aburame hacia la Hyuuga, pero eso nunca ocurría, podían pasar horas sin que ninguno hablara, mirándose fijamente a los ojos.

La reacción de sus familias al enterarse de su relación, no fue exactamente alegría. Ella era de un prestigioso clan de Taijutsu y el de un clan controlador de insectos, una mezcla imposible, no tenían nada en común, o tal vez si, el silencio, algo que a ambos les gustaba mucho.

Pasaban horas en un silencio, para algunos siniestro, pero para ellos hermoso sin duda. No necesitaban palabras sino miradas que las reemplazaban unidas a un hermoso silencio, que aunque el resto no se dieran cuenta, eran largas conversaciones de amor.