Bueno… creo que ya tiene mucho desde que escribí una historia, pero cuando a una se le va la inspiración, simplemente no puede hacer nada por ello.

En realidad este Songfic lo escribí hace mucho, pero simplemente se me olvido por completo XD

La verdad es que tengo otras historias, pero no me atrevo a subirlas porque no están completas (o mayormente hechas) y no me gustaría dejar una historia en el olvido.

Sin más, les dejo esta pequeña historia y pues no me queda más que aclarar que Hey Arnold no me pertenece, ni la canción que utilice para esta cosa rara que me salió, sus dueños son Craig Bartlett y La Oreja de Van Gogh respectivamente.


Cuenta un sabio de hoy que una estrella fugaz

En el cielo azul tapaba al astro lunar

Era tal el candor que desprendía al volar

Que la luna no dejaba de llorar

… no dejaba de llorar…

¡Estaba harta! Desde que esa pueblerina había llegado a la ciudad las cosas fueron de mal en peor.

La primera vez que la viste entrar al salón de clases no pudiste evitar sentir lástima y un poco de desprecio, el cual creció conforme pasaban los días.

Esa señorita perfección había conseguido llamar la atención de todos, con sus tontos buenos modales, su tonta sonrisa y su despreciable actitud de niña buena.

De envidia la luna lloraba al mirar

Como a la estrella la querían más

Eran sus ojos capaces de amar

Por eso la luna la quería apagar

Lo peor de todo es que tu gran amor también estaba hechizado por ella y eso te hacía sentir peor, porque entre más cosas buenas mostraba esa pelirroja más cosas malas notarían de ti.

Mientras Laila era capaz de mostrar su bondad a través de una sonrisa, tu solo podía mostrar amargura y enojo. No era justo, la luz que emanaba Laila era capaz de enceguecer a ese tonto cabeza de balón.

Un hechizo lunar provoco una ola en el mar

Con una cruel intención, volar la huella estelar

Pero el mar dejo que la ola chocara con

Con el viento y así no dañar su corazón

Así que comenzaste a trazar tus planes, querías destruirla a como diera lugar, debías demostrar que ella no era tan especial como los demás veían.

Pero entre mas pasaban los días, tus planes poco a poco fallaban, no sabías cómo es que terminabas recibiendo los golpes. ¿Cómo era posible que todo el daño que querías hacerle terminaras sufriéndolo tú?

Estabas harta, dejarías de ser la niña buena, ahora sí que esa pelirroja señorita perfección conocería quien es la que mandaba. Ya todo estaba trazado, tenía a las ayudantes perfectas, solo faltaba la actriz principal.

Y como si tus pensamientos la llamaran, ella entro… todo fue como lo planearon, ella sufrió la máxima humillación posible, en la cafetería enfrente de todos los alumnos.

Pero tenían que enterarse de su situación… tenían que ver como estaba sufriendo y por lo que su familia estaba pasando. Tuviste que disculparte junto con las demás perpetradoras, después de todo tu verdadero ser no te permitiría sentirte bien después de saber la verdad.

De envidia la luna lloraba al mirar

Como a la estrella la querían más

Eran sus ojos capaces de amar

Por eso la luna la quería apagar

Y así paso el tiempo y la señorita perfección (mote que al final le dejaste) había recuperado su popularidad y su carisma… y como siempre ella se sentía inferior en todo con respecto de la pelirroja.

No podía evitarlo, envidiaba y deseaba por sobre todo lo que representaba la señorita perfección. Pero por sobre todo quería tener por lo menos una milésima parte de la atención que su amado Arnold le profesaba.