Disclaimer: Candy y sus personajes no me pertenecen. Esto es solo el delirio de alguien que un día tuvo un amor de ojos azules cual océano triste.

Espero que lo disfruten y que comenten si es de su agrado.


Prologo

Hacía dos años que Candy había decidido regresar al Hogar de Pony, y aún hoy estaba satisfecha con aquella decisión.

Las negativas de la tía Abuela Elroy habían sido incesantes, sin embargo Albert le apoyo a cada momento; Albert su querido amigo, su principe de la colina, el tio Abuelo William, quien le dio una familia mas que un apellido, todavía le era dificíl creerlo, pero le había visto cambiar con el pasar del tiempo, era frío en las reuniones de la familia, diestro con los negocios, pero con el mismo corazón de niño aventurero que ella conocía muy bien, solia visitarla al menos una vez al mes, siendo la visita mas preciada de los niños del hogar, Albert jugaba y reía con ellos durante horas. Ella disfrutaba llenar de mimos a su "Tío" favorito.

Candy apoyada en su vocación de enfermera, dedicaba su vida a cuidar de todos en el hogar, siendo parte de cada juego, regaño, accidente y adopción, aquella había sido su familia desde siempre. Los Ardley también eran su familia, Archie, Annie, Albert y la misma tía Elroy, quien constantemente le hacía asistir a las grandes fiestas de la alta sociedad de Chicago. Candy asistía a regañadientes, siempre con vestidos sencillos, pero constantemente alabada por su hermosura y pretendida por los solteros de las mejores familias; ella les rechazaba con elegancia, no le molestaba ser una Ardley, pero por eso no iba a renunciar a su libertad con un matrimonio arreglado.

Albert comprendía sus negativas, el corazón de Candy no estaba listo para amar de nuevo, y apaciguaba los reclamos de su tía con artimañas amables.

Ella por su parte disfrutaba de pasar tiempo con sus amigos, Annie y Archie se habían comprometido hacía seis meses y eran muy dichosos, Archibald Cornwell-Ardley se preparaba en una presitigiosa universidad y su novia se convertía en una dama ejemplar.

La señorita Patricia O'Brian dedicaba sus días en ayudar a los soldados sobrevivientes de la guerra; vivía con su abuela en Florida, despues de la muerte de Stear y un intento fallido de quitarse la vida, encontró consuelo en ayudar a otros con las heridas que la guerra causaba en los corazones desdichados. Ella y Candy eran aún grandes amigas. Patty como siempre le decian, poco a poco curaba su corazón.

Las otras familias pertenecientes al clan Ardley continuaban presentes en su vida, saludaba con entusiasmo al señor Legan quien siempre había sido amable con ella, mas no todos los miembros de aquella familia le eran gratos. Neil le había buscado durante meses insistiendo en la boda y su supuesto amor por ella, hasta que la misma tía Elroy cansada de tanto dolor de cabeza le hizo detenerse. Tiempo después había contraido nupcias con una hermosa y dulce joven llamada Allison Fitz, se habían mudado a un apartamento en la ciudad donde trabajaba en las empresas de su padre; Candy había escuchado que era feliz y se alegraba por él.

Eliza, quien no dejaba de ser fría y calculadora, llevaba ahora el apellido McAlister, su madre le había casado con un hombre muy rico, aunque mucho mayor que ella y a pesar del dinero y lujos de los que disfrutaba, era bien sabido que aquel hombre era un gran mujeriego, lo que convertía a Eliza en la comidilla de toda la ciudad al ser publicas sus aventuras. Candy sentía pena por ella muy a pesar de los constantes desprecios; en su vientre llevaba un hijo, mas sus ojos cubiertos de maquillaje mostraban a leguas lo infeliz que en realidad era.