Podía sentir su lengua recorriendo ese camino que tantas veces había soñado recorrer, el aliento de su víctima chocaba de lleno con su oreja dejando a ambas más excitadas si eso era posible, miro a esos ojos llenos de necesidad, no importaba en esos momentos las dudas o los sentimientos encontrados, solo importaba la necesidad imperiosa de amarla, la sensación de esas manos tocando su cuerpo de una forma indescriptible, de esa mirada comiendo su cuerpo con una lujuria casi pecaminosa.
-No creo aguantar más – susurro la bibliotecaria completamente sonrojada, ocasionando que la modista resoplara de excitación, quizás era un deseo oculto de ambas pero desde que habían iniciado este juego algo les había quedado claro a las dos, no podían vivir una sin la otra nunca más.
