*Antes de comenzar esta historia quiero hacer unas aclaraciones de la misma, Sam y Dean Winchester son padres de dos chicos cada uno. No hablare de madres aqui, seria una historia bastante larga como para 4 capitulos XD. Ok, los hijos de Dean son... John Samuel Winchester (de 15 años y protagonista de esta historia) y Casey Winchester (de 8 años y que mágicamente es la reencarnación humana de Castiel, pero el no lo sabe). Los hijos de Sam son Henry Eric Winchester (de 12 años) y Robert Winchester (conocido como Robie de 16 años) también participa un hermano inventado de los Winchester, Jeff Winchester que tambien tiene un hijo, Demian Winchester (de un año) Las edades de los hermanos estarian entre los 40 y 50, excepto Jeff que estaría entre los 33 a 37. Ahora si, disfruten de la historia

A VERY SUPERNATURAL: FATHERS DAY

— Venga Deán, hay que salir por unos tragos. — Le rogaba Sam a su hermano mayor quien le daba evasivas mientras fingía preparar una sopa en la cocina.

— No Sam, ya te dije que no puedo. Tengo que esperar que los chicos regresen.

— Deán, tus hijos se han ido de campamento con los Scouts, no van a volver hasta el próximo lunes.

— Eso no lo sabes Samuel.

— Sí, sí que lo sé... Robie me lo ha contado esta mañana.

—Bueno pues tu hijo tampoco tiene las noticias al día. — Se quejo Deán, odiaba tener que admitir que Sam tenía la razón.

—Deán, a Robie se lo ha contado John ayer mismo... Y tú también sabes que tanto John como Casey regresan el lunes.

—Está bien, vale sabelotodo, tienes razón... Mis hijos no vendrán a casa hasta el lunes, pero quedaron en llamarme hoy. — Aseguró Deán.

— ¿Llamar? ¿Desde dónde? ¿El teléfono público de medio del bosque?... Venga Deán, en el campamento no hay señal de celular, ¿por qué no quieres venir conmigo esta noche? — Pregunto Sam confundido. Desde hacía 15 años en que ambos se habían convertido en padres por primera vez, y desde se entonces Deán se reservaba las salidas de fines de semana del mes de julio, era tan extraño.

— Porque no quiero y ya, además tú deberías salir con tus hijos esta noche, ¿también eres Papá, recuerdas? — Pregunto Deán irónicamente y Sam sólo se rió.

— Has dicho, "debería salir con ellos" Pero no. Mis niños también decidieron hacerse de sus planes y Robert se ha ido a N.Y a dar un concierto con su banda y Henry está castigado en su cuarto hasta nueva orden.

— ¿Castigado?, venga Sam es el día del padre, deberías dejar que ese chico te consienta.

— Pues en vez de consentirme parece querer acabar conmigo, Deán que lo he encontrado robando de mi cartera.

— Sam tiene 12 años, los niños son así... Tú también lo hiciste a su edad.

— Si, ¿y recuerdas lo que me hizo papá? — Pregunto Sam, ambos se quedaron callados ante el recuerdo de la soberana paliza que John le dio. — Como sea, día del padre o no... Henry se queda castigado en su cuarto. — Dijo Sam, Deán sólo asintió pues aunque no le gustaba la idea, ambos tenían como regla de hermanos "el no meterse en los métodos de crianza del otro"

— Vale pues entonces llama a Jeff, también es tu hermano ¿lo recuerdas?

—Ya lo hice, quería organizar una cena para los tres, pero resulta que nuestro hermanito esta en el hospital.

— ¿Hospital? ¿Por qué? — Pregunto Deán con preocupación y lamentándose por no llamar más seguido a su hermano.

— Tranquilo, no le ha pasado nada grave... Neal me ha dicho que se ha intoxicado con los mariscos, le dan el alta mañana.

— Yo lo mató, esta es la tercera vez ya, en que se intoxica con los malditos mariscos.

— No te enojes tanto con él, también nos ha mandado otra cosa. — Dijo Sam y empezó a revisar el móvil. — Míralo, es tan tierno. — Dijo Sam y le dio el móvil, entonces Deán pudo ver una fotografía de su hermano en el hospital y cargando a su sobrino en brazos.

— ¿Es Demian? Pero si esta enorme. — Exclamo Deán sobre el bebé.

— Lo sé, igualito que su padre, creciendo como si no hubiera mañana. — Dijo Sam a mitad de un suspiro.

— Pero mira quien fue a hablar, gigantón. — Se burló Deán.

— Cállate... Y mejor dime que si saldrás conmigo esta noche.

— Mi respuesta sigue siendo NO, Sam... Y ya deja de molestarme.

—Pues dame una buena razón. — Pidió Sam, Deán se quedo perplejo y estaba seguro de que si tuviera unos años menos le rompería la cara a su hermano. En ese momento y como si fuese una señal, el celular de Deán sonó. Era el encargado de los boyscouts, Ric.

— Si, Hola Ric... ¿Está todo bien con mis hijos? — Pregunto Deán. Lo siguiente que Sam vio fue el rostro de su hermano mayor pasando por todas las emociones, miedo, preocupación, enojo y finalmente todo tras cortar la llamada.

— ¿Va todo bien con los chicos? — Cuestiono Sam, era raro ver a Deán de esa forma tan indescifrable.

— No, ese mocoso... Cuando ponga mis manos en él. — Murmuró Deán molesto.

— ¿Qué Deán? ¿Qué paso? — Volvió a preguntar Sam

—Pasa que a John, a tu sobrino se le ha terminado el cerebro. Se ha escapado del campamento esta mañana y le ha pedido a Casey que lo cubra, por suerte tengo un niño inteligente y le ha dicho a Ric que su hermano se ha ido a ver a la noviecilla.

— Vaya, ¿a quién me recuerda a mí eso? — Pregunto Sam con ironía y sólo recibió una fea mirada de su hermano.

— No es gracioso Sam, ha cruzado un bosque sólo, ha dejado a su hermano de 8 años sólo, con un montón de desconocidos… Dios ha sido una idiotez enorme. — Grito Deán molesto.

— Venga, tranquilízate Deán... ¿quieres que vaya yo a por él a casa de la novia? — Ofreció Sam

— No, iré yo mismo a por él... Te agradecería si vas a recoger a Casey, está muy asustado y con Ric en el fuerte del campamento victoria.

— Vale, voy ya mismo... Sólo voy a por Henry a la habitación, pensándolo bien su castigo se fue a la mierda. — Dijo Sam mientras iba hacía la escalera.

— Y Sam, si llevas a Casey un rato a pasear, te lo agradecería mucho. — Dijo Deán desde abajo, Sam lo miro fijo pero asintió antes de llegar a la segunda planta de la casa, esa última petición sólo podía significar dolor para el trasero de su sobrino.

Deán salió rápidamente de la casa y subió al impala, haciendo ruido de llantas por pisar el acelerador a fondo, tenía que ir rápidamente con su hijo y cuando lo tuviera en sus manos…

Deán llego en menos de 15 minutos a la casa de Casandra Rose, la novia de su hijo mayor. Ella vivía al otro lado del pueblo, pero no tuvo reparo en viajar a toda velocidad para llegar a la casa. Bajo del impala y con grandes zancadas llego hasta el frente de la puerta de la casa, millones de ideas sobre castigos vinieron a su mente en ese segundo, pero solo toco el timbre. A los pocos segundos el padre de Casandra le atendió.

*Por favor Review!