Nigel One miro hacia abajo apesumbrado, mientras en su mente no dejaba de repetirle la misma pregunta una y otra vez ¿Por qué tenía que haber sido ella su compañera para esa misión clasificada? ¿Por qué ella? ¿Por qué? Miro a su compañera en cuestión que parecía estar igual o si se podía más molesta con la decisión del comando central, era obvio que alguien dentro de la cúpula de mando los odiaba a muerte, oh mejor dicho a él, porque ser asignado junto con número 86, para llevar a cabo una misión siendo el un hombre era un suicidio prácticamente asistido de parte de sus líderes que lo habían enviado directo al matadero
La volvió a mirar disimuladamente, era obvio que lo último que en esos momentos necesitaba es que se armara una escena más en un espacio tan pequeño como en el que estaban viajando, en definitiva se notaba sumamente irritada, lo cual era lógico dado que ella era una ultra feminista hacer equipo con un hombre para ella era casi un insulto a su propia persona oh más bien a su propia dignidad
Para 86, la cosa era incluso peor, su honor de guerrera había sido puesto en juego, al haberle asignado un compañero del sexo masculino, era como una crítica velada a su sexo, como si el alto mando dijera, dado que eres mujer te pondremos de compañero a un hombre para que te proteja
Frunció a un más su seño, después de todo, no era ella una de las mejores agentes de toda la organización, entonces Por qué diablos le habían asignado un hombre como compañero ¿Por qué? Que estaban pensando esos idiotas del comando central, porque era obvio que nunca en la vida a número 362 se le habría ocurrido una idea semejante, además ¿Porque justamente Nigel One? el tipo más antipático de toda la organización para su persona,
Y aun que lo negara mentalmente, el único hombre que a su parecer que podía eclipsarla y eso era en realidad lo que más le molestaba, el hecho de que durante la misión ella simplemente se convirtiera en una asistente de Nigel One, cerro los puños ocasionando un leve dolor en los mismos, ojala todo terminara pronto porque si no simplemente si le soltaría un golpe al próximo chico que se quisiera pasar de listo fuera miembro de la organización oh no
Ambos chicos sin siquiera saberlo el otro, pensaron igual en ese preciso momento, parecía una especie de castigo divino a su arrogancia quizás, lo peor la excusa dada, por el comando central había sido algo incongruente más de lo usual si se puede llegar a decir dado las ordenes giradas desde la base lunar en ocasiones ridiculas
Flash back
Ambos agentes se miraron con resentimiento, mientras la líder suprema de los KND intentaba por todos los medios no llamar a los guardias y encerrarlos una temporada en la prisión de la base ártica, miro hacia la puerta y sonrió al ver a numero 284 preparado con tres decenas de los mejores guardias de la base lunar, era el mínimo de seguridad que deseaba para esta conversación tan espinosa
-Cierren la boca de una vez – riño la líder suprema a ambos líderes de escuadrón que se cuadraron inmediatamente, ante las ordenes de su superior – y numero 284 cierra la puerta por favor –
-¿Está seguro señor?- repuso el chico levantando una ceja ante el tamaño reto que era mantener a esos dos tranquilos
-Si pero mantente a una distancia de cinco pasos de la puerta – enfatizo la chica sintiendo la necesidad de tocarse el arma por si las dudas se presentaban problemas, Raquel T. McKenzie, miro su reto y simplemente se forzó a mostrarse más fuerte de lo que en esos momentos se sentía
-Esta misión es sumamente delicada así que solamente les diré lo siguiente, irán al sector E y ahí recibirán nuevas intrusiones ¿entendido? – pregunto mirando hacia el techo, era mejor evitar contacto visual por el momento
-Si señor – repusieron ambos líderes poniéndose de pie
-Un momento – repuso la rubia mirando abrirse una puerta lateral levemente oculta y dejaba paso ah número 65.3
-Lo que me pidió Jefa – repuso el chico sin su clara forma de hablar acelerada y casi cronométrica mientras le daba un sobre a la chica y se retiraba
-Dado que esta misión no quedara ni en los registros ultra secretos no viajaran al sector E de forma tradicional – explico la rubia mientras le entregaba a numero 86 el sobre, así evitaría más discusiones por el momento – eso es todo pueden retirarse –
Fin del Flash Back
Desvió algo vacilante la vista desde la ventana hacia su compañero, instantes después de dejar de recordar esos momentos vividos hace algunos días ¿Por qué se sentían tan incomoda a su lado? Que tenía el que la hacía poner tan nerviosa ¿Qué lo hacía diferente a los demás chicos? ¿Qué? Esas preguntas se amontonaban una tras otra para repetirse sin secar en la mente de la pelirroja que no sabía ni por qué diablos estaba pensando en ellas
Regreso su mirada rápidamente a su punto de partida, no iba a dejar que el notara que lo estaba observando, al menos la ventana le dejaba ver las nubes a un que en un vehículo oficial bien pudieran estar volando a un más rápido y entre esas esponjosas nubes en forma de algodón de azúcar
El vuelo transcurrió, con normalidad, a un que algo lento para ambos en general, por suerte las películas, la comida, y que ambos llevara unas revistas de la agencia, ayudaron a aligerar la tensión, pero aun así no sabía por qué no simplemente habían volado desde la base lunar hasta el sector E ¿Por qué diablos viajaban en un avión como un par de civiles? ¿Por qué tanto secretismo?
Según sus órdenes, el bajo perfil era la clave de su misión, solo el comando central y su contacto europeo, sabrían a ciencia cierta qué diablos hacían en Londres
Cuando al fin el avión aterrizo, se sintió sumamente aliviada, en definitiva Londres era muy diferente cuando se estaba ahí encubierta, incluso su forma de vestir, era para ocultar a que organización pertenecían, la chica había dejado su típica falda verde con franjas amarillas, prefiriendo llevar una falda corta en blanco y el negro hacían un bello efecto al momento en que se movía a la par de sus caderas, una camisa de mangas larga color azul escoces terminaba el conjunto además de unos botines sencillos con un poco de tacón, odiaba admitirlo pero estaba creciendo a un cuando eso significaba su pronta destitución
Nigel por su lado había adoptado algo más casual una camisa blanca con la bandera británica unos jeans que eran completados por uno par de tenis negros, en definitiva parecían dos chicos de doce años en un viaje de vacaciones
Ni bien habían salido de la sección de llegada, una chica doce años de cabellera pelinaranja se acercó a ellos y sin más preámbulos abrazo al chico, el cual respondió de la misma manera, ochenta y seis no tardo demasiado reconocer la identidad de la chica en cuestión
Número 10, en definitiva los rumores de que era la agente más bonita de toda la organización no eran meras exageraciones, la chica lucia unos jeans y una camisa color negro sin mangas, en definitiva incluso con ese atuendo tan convencional lucia sumamente bonita
-Tú debes ser la famosa Fanny – exclamo la chica mientras la abrazaba dulcemente, en definitiva era extraño, que alguien se dirigiera a ella por su nombre y no por su número y más de una forma tan cordial
-Vamos, mis padres tiene la cena preparada en la casa- exclamo la chica mientras subía a un taxi, el cual se puso en marcha rápidamente alegándose diligentemente del aeropuerto, una vez en camino la chica de pelinaranja uso su reloj para cerciorarse que no hubiera micrófonos o cámaras ocultas en el vehículo, el aparato reviso minuciosamente el lugar hasta que parpadeo dos veces lo que significaba que no había ningún problema
-Está limpio – musito para si misma la chica, mientras sonreía, inmediatamente para los chicos americanos era obvio que ella sería su contacto en Londres -Escuchen y escuchen bien, este es el objetivo de su misión – dijo la chica mientras, les mostraba una grabación en un mp4, el cual contenía toda la información, sobre el objeto de su búsqueda - El pergamino sagrado de Tutankamón – susurro número 10, los ojos de sus compañeros se abrieron de par en par
-¿Pero qué dices? – Replico la otra chica - Ese pergamino está perdido desde la segunda edad de los niños – exclamo ochenta y seis mientras que uno asintió con la cabeza
-Eso era lo que queríamos que pensaran – respondió la chica, mientras les hacia la señal de que guardaran silencio - La historia no está clara, pero es seguro que el contenido de ese pergamino podría destruir todo por lo que hemos luchado – enfatizo la chica, algo aturdida
-¿Entonces dónde está el pergamino? – pregunto ochenta y seis algo inquieta ante la misión que le proporcionaban, era mucho más arriesgada y secreta de lo que había imaginado hasta el momento
-Hasta hace unos días en una de las bóvedas del palacio de Buckingham bajo estrecha vigilancia por una sección completa de guardias de elite – respondió número 10 dando por finalizada las explicaciones al respecto
-Y ¿Dónde está ahora? – pregunto su primo algo impaciente
-En Escocia, para ser más precisos en la ciudad de Edimburgo – dijo la chica, mientras veía por la ventana intentando conservar la compostura ante la situación
-¿Pero si saben dónde está? Para que nos llamarón – refunfuño algo molesta 86
-La respuesta es muy sencilla – susurro la chica, al momento de verlos a los ojos – porque nadie sabe que ese pergamino todavía existe –
-¿Entonces cuál es nuestra misión? – dijo al fin su primo después de estudiar mentalmente la complejidad que hasta esos momentos se le había revelado del caso en si
-Su misión – enfatizo la lituana - es traer el pergamino de vuelta a Londres, cueste lo que cueste – exclamo su prima puntualizando que era primordial regresar ese pergamino costara lo que costara
-¿Cuáles serán nuestras armas? – pregunto ochenta y seis
-No llevaran armas, esta no es una misión oficial de la organización, estarán actuando al margen de las reglas, por lo tanto no se les proporcionara armas ni vehículos y sobre todo hablar con cualquiera de nuestros agentes ¿entendido? - pregunto la chica, algo enojada mientras los veía a la cara seriamente
-¿Entonces como nos moveremos para cumplir con nuestra misión? – pregunto 86
-Como simples turistas, usando esto – exclamo la chica
-¿Tarjetas de crédito?- exclamaron los chicos mientras veían, lo que la chica les había entregado
-No solo, son de débito –respondió número 10 mirándolos seriamente
-Ah – dijeron los chicos con un tono de voz algo desilusionado
-Tiene el dinero, limitado así que no lo gasten en idioteces- los volvió a reñir - en Edimburgo se alojaran en la casa de huéspedes, que es propiedad del padre de uno de nuestros agentes en escocia, partirán mañana en la mañana, el tren sale a las siete, así que eso será todo por el momento – explico la chica mientras descendía del vehículo, mientras caminaba intentando parecer lo más segura posible, su mente y corazón oraba por que la misión se cumplirá sin contratiempos y ambos chicos regresaran sin problemas a las filas de la organización
