No he muerto (todavía). Aquí les traigo un nuevo fic, va a ser algo corto (creo). Pero bueno, a ver si les gusta (para ver si lo continuo como siempre).
Criminal
Lo primero que le dijeron a Lukas al salir de prision, fue que su hermano había muerto el día anterior. Normalmente lo hubieran dejado ir al funeral, pero debido a que salía al día siguiente decidieron no hacerlo.
Ahí se encontraba, frente a la tumba, sin decir nada con una mirada vacía, perdido en sus recuerdos.
—Hermano… —Decía Emil desde su cama en el hospital. El noruego se encontraba afuera del banco, analizándolo. —No lo hagas.
—No te preocupes, no estoy haciendo nada— "Todavía…" en su mente repasaba la cifra de la operación, tantos ceros a la derecha. No había otra opción, no podía dejar que su hermanito muriera por algo tan estúpido como el dinero— Descansa Emil.
Colgó y se bajo el pasamontañas.
Había salido mal, terriblemente mal, lo condenaron durante un año completo, y al final ni siquiera pudo estar con él los últimos momentos.
—Lo siento…— Le dijo a la tumba, ni siquiera se sentía capaz de imaginar que su hermano lo escuchaba, si tan sólo lo hubiera escuchado, al menos podría haberle dicho adiós propiamente.
Se levantó desganado y emprendió el recorrido hacía las calles, sin saber a dónde ir, no tenía casa, ni familia, era un pobre desgraciado. Fue ahí cuando notó algo en el pasto, un cuchillo. Lo tomó y se aferró a él. Pensaba que si Emil lo viera en ese momento estaría gritándole para que parará, pero Emil ya no estaba… y ahora nada iba a detenerlo.
Se sintió tan fácil, la mujer ni siquiera se había resistido, había entregado sus cosas nada más escucho la voz profunda de Lukas y sintió el metal frió contra su espalda. Se estaba desmoronando, el dolor de la perdida lo consumía, corrió con los ojos cerrados, lo más rápido que pudo, sin darse cuenta de la gente alrededor. Oía a la lejanía lo gritos de "atrapen al ladrón". No lo vio, definitivamente no lo hizo, se percató de su presencia, cuando su carrera fue detenida bruscamente. Abrió los ojos y se encontró con un par de ojos azules asustados y desconcertados, al principio no entendió, hasta que comenzó a sentir que un líquido caliente recorría su mano, no quería mirar, estaba petrificado, la persona enfrente de él, tenía cabello rubio desordenado y era considerablemente mas alto que él. Mas fue su mirada lo que más le impactó, no parecía enojado, o le reprochaba, más bien parecía preocupado… preocupado por la persona que tenía enfrente, esa que le estaba atravesando una parte del abdomen con un cuchillo.
En pánico, Lukas empujo al hombre hacía un callejón que estaba cerca, soltó el arma, aun dentro del cuerpo del otro y este se desvaneció. Sus piernas no pudieron sostenerlo por más tiempo. El noruego no sabía qué hacer podía correr, huir de esa situación, pero probablemente esa persona muriera, la herida se veía terrible y ni siquiera sabía si era mejor dejar el cuchillo adentro o no.
—Oye —Una voz débil sonó, Lukas fijó su mirada en él, aterrado, con los dientes apretados, temblando de miedo y desesperación— ¿Podrías…?
No terminó la frase, movió lentamente su mano señalando algo, apuntaba a su celular encendido, en medio de una llamada. El más bajo de los dos tragó saliva ¿Acaso pensaba llamar a la policía? ¿Volvería a prisión tan rápido? ¿Pero acaso no se lo merecía?
—¿Mathias? ¡Oye! —Ambos voltearon a ver el dispositivo, del otro lado de la línea una voz consternada gritaba.
—Por favor… —Ya no tuvo más dudas, tomó el teléfono del suelo y se arrodillo junto a Mathias. Si tenía que ir a la cárcel por esto ya no le importaba, en su mente solo estaba el ayudar a la persona que hirió. Al darle el teléfono el hombre caído le sonrió.— Ber… no te preocupes, sólo se me cayó el celular, estoy bien, tranquilo…
—¡Lukas ¿Qué sucede? —La voz de su hermano sonaba muy alarmada— Este es… es… —Comenzó a llorar— Dime que no lo hiciste.
—Emil… —Contenía sus propias lagrimas de frustración mientras contestaba, trataba de no mover las manos, para que las esposas no se escucharan— No te preocupes, estoy bien… Tranquilo…
No podía dejar las cosas así, le arrebató sin pensar el celular y colgó. Llamó a urgencias, y mientras esperaba la otra persona se desmayó. Llegó la ambulancia, se subió en ella ya que era la única persona cerca que estaba cerca, y además estaba manchado en sangre y tenía el celular del herido.
Ya en el hospital, se lavó las manos, se miró al espejo, su ropa estaba desaliñada, su suéter estaba en el lavabo de al lado inundado en agua roja, en su barbilla sangre seca se mostraba. La quitó lo más que pudo, pero su fantasma permanecía ahí. Salió del baño, justo cuando un doctor, junto con dos policías, comenzaba a preguntar por él.
Lukas inhaló, estaba listo para enfrentar las consecuencias.
—Usted fue el que llamó por el joven Mathias Kholer ¿cierto? —Asintió, y entonces el doctor le sonrió.— él está muy agradecido con usted dice que le salvó la vida. Estos señores quieren preguntarle si acaso vio al atacante. —Lukas negó, incrédulo. —Es una pena, el joven ya despertó ¿Gustaría verlo? Estoy seguro de que quiere agradecerle en persona.
Y fue así como Lukas se encaminó hacía al habitación de la persona que acaba de apuñalar, completamente desconcertado. Pero ¿Quién demonios era ese Mathias Kholer? Tenía que estar loco seguramente.
Sigo siendo mala en los cierres de cápitulo :v Pero bueno ¡Dejen reviews! Yo se que quieren 7u7 Ya saben que motivan a continuar y no abandonar. :3
Gracias por leer~
