Esta fue mi primer (intento) de novela fantástica que nació como inspiración de los personajes de hetalia (además del rol) y que ahora la muestro, espero que sea de su agrado.

La señora de los Elfos

I

El invierno había llegado demasiado pronto para Yao Wang, señor y guardían de los elfos de los bosques del oriente, sus tierras se habían cubierto de un manto blanco y frío, los árboles habían perdido su verdor habitual para dar paso a una belleza diferente, porque aún en invierno cuando todo parece dormir existe vida y en la vida siempre hay algún tipo de belleza.

Y los elfos como criaturas por las cuales el tiempo pasa lentamente tienen la sensibilidad para notar estos pequeños detalles que a ojos humanos, cuya vida siempre resulta un suspiro y pasan más tiempo metidos en sus asuntos personales y menos admirando y comprendiendo sus alrededores, pasaría desapercibido.

El amor que aquellas criaturas étereas le tienen a tal belleza universal es tan grande que incluso ese frío invierno sus dulces voces inundarían el bosque con canciones que van más allá del tiempo mientras su ciudad oculta se llenaría de una lánguida alegría que todos sus habitantes compartirían.

Sin embargo, ese invierno el rostro de Yao, cuya belleza aun permanecía a pesar de su más de dos mil años de existencia, estaba taciturno y ausente, ni las canciones ni las risas juveniles de los pequeños elfos corriendo a su alrededor lograban levantarle su ánimo. Pronto la curiosidad de su pueblo se extendió como el fuego y en cada rincón de la ciudad oculta del bosque de Isilrá no se hablaba más que del estado de su señor.

Finalmente y antes de que las habladurías acabaran por achacar el estado del señor de los elfos a alguna enfermedad, Kiku Honda, amigo y primo de Erestor se acercó a él una noche cuando la nieve caía incansable sobre la ciudad.

Yao se encontraba en la sala del trono cuyos pisos de marfil relucían bajo la luz de la luna que caía directamente sobre ellos gracias al techo de cristal que se había colocado hace eones para que los gobernantes elfos jamás olvidarán que por sobre ellos estaba un poder mayor, el de la misma naturaleza.

-Mi señor, los nuestros temen por su salud, su estado a levantado muchas dudas -dijo kiku directamente, vestía túnicas azul celeste, era apenas un poco más viejo que que Yao.

-El invierno ha llegado demasiado pronto, Kiku, y con este las promesa que debo cumplir -respondió Yao con la voz de una criatura que parece sufrir gran pesar.

-He de suponer que su estado de salud es impecable.

-¡Ojalá fuera sólo eso, amigo mío!

Kiku runció el ceño afeando su belleza natural, aunque los elfos eran consiente de que todas la criaturas han de perecer algún día, que un elfo hablase de su propia muerte era considerado tabú, pues los elfos aman la vida y tratar de oponerse a ella era la peor de las monstruosidades.

Por ello, que el señor de los elfos hablara con tanta naturalidad de ello parecía una monstruosidad.

-¿Acaso ya lo has olvidado?- Yao continuó hablando ya que su primo se mantuvo en silencio, ignoraba sus gestos como si sus preocupaciones fueran mucho más importante que ellos- la promesa que le hice al primer rey de los hombres cuando firmamos aquella frágil paz.

-La recuerdo, mi señor, usted jamás ha cometido un error tan grande como ese- su tono se mantenía seco, procurando mantener el horror de aquel recuerdo bien oculto en sus expresiones.

-Fue la paz lo que buscaba, Kiku y la paz obtuve, sin embargo ha llegado la hora...cuando el invierno acabe he de cumplir mi promesa al nuevo rey de los hombres.

El señor de los elfos caminó por la sala del trono, miraba al cielo como si en él pudiera encontrar las respuestas a sus problemas, sin embargo esa noche el cielo estaba indiferente y las estrellas que guiaban a hombres y elfos por igual se mantenía ocultas entre las nubes y sólo la luz mortecina de la luna llena era visible.

-No puede cumplir su promesa.

-Es la paz lo que está en juego, la paz es la única forma de proteger la vida, por lo tanto haré cualquier cosa para preservarla, ¿Aun está Yong-Soo entre los pueblos del este? Hazle traer de inmediato, el invierno pasará como un suspiro y tenemos mucho por hacer.