and I have finally realized what you need

Sherlolly – Fic

Disclaimer: Si mi apellido fuera Doyle, otra cosa sería… pero como no, debo de decir que la mayoría de personajes presentes en esta historia no me pertenecen, y aun así ellos me sirvieron de inspiración para desarrollar esta historia.

:-: Nota :-:

Siempre he pensando que quizás las notas deberían de ir al final, pero bueno… es el formato que siempre he llevado y me funciona muy bien. Quiero agradecer a SeleneWho y harleenDrakeCa, la primera por ser mi beta (o sea que si hay errores, la culparemos a ella), y a las dos por apoyar mi mente enferma.

Fanfic basado en una de mis relaciones favoritas de esta serie que es Sherlock y Molly, solo que desde una perspectiva… bueno, dejare que ustedes mismos juzguen. Después de esto, no me queda más que decir que: ¡Disfruten! Los comentarios siempre son bien recibidos :3

Intro

Avanzaba con paso cansado, como si tuviera que pedirle permiso a un pie para poder arrastrar el otro, un pesado andar que sólo era reprimido por el sonido de sus gorgoteos que le contenían de soltar el llanto y deshacerse en ese mismo momento.

-Es por aquí- Señalo una voz grave al tiempo que le abría paso para atravesar aquel oscuro pasillo.

Nunca había entendido porque las morgues tenían que ser oscuras, tan lúgubres,

-Llegamos- Anuncio intentando sonar solemne, pero ese simple comentario sólo sirvió para que la mujer soltara todo lo que había reprimido.

Definitivamente estaba a punto de sufrir un colapso en ese mismo lugar.

Y él, como buen forense, aunque tenía un amplio conocimiento médico, era malo para el contacto humano.

-Yo... Este- balbuceo nervioso, -Vamos rápido para poder salir de aquí- Fue lo único que se le ocurrió decir.

Nunca sabía que decir y hacer, menos aun en esos momentos.

La mujer tomo una profunda bocanada de aire, y se armo de valor.

Avanzaron hasta una mesa metálica donde estaba un cuerpo cubierto por una sábana azul, pero ella noto algo extraño desde el momento en que lo diviso.

Era el tamaño, era la forma inflada de su estómago... aunque, se suponía que los cuerpos al morir tendían a hincharse, ¿O no?

-Ese no es mi hijo- dijo antes de siquiera retirar la sábana

-Señora, los cuerpos en descomposición, es decir...- se detuvo al darse cuenta que su justificación había sonado muy mal.

-Soy y seguiré siendo su madre. ¿Usted cree que no pueda reconocer a mi propio hijo?-

El forense ya no dijo nada.

Un par de pasos, y la sábana fue retirada para mostrar en efecto, el cuerpo de un individuo que no correspondía al hijo de la mujer.

...

Capitulo 1

Ni siquiera el agudo tintineo de las copas al sonar pudo hacer que la castaña reaccionara ante aquel aburrido discurso dado por un soso padrino. Ningún discurso pronunciado podría jamás superar al que escucho decir a…

-¿Molly, cariño?-

La aludida brinco en su asiento antes de mirar alrededor y darse cuenta que todos bebían de sus copas con alegría y emoción, pero no ella, no Molly Hooper, su mente estaba perdida en otro momento y en otro lugar.

-¿Molls, estas bien?-

-Yo...-

-Oh vamos, no me digas que aún sigues pensando en esos cadáveres de la morgue. Te lo digo, no sé cómo puedes aguantar eso-

-No creo que piense en eso, quizás aún este triste por Tom...- Una tercera joven brinco en la silla de al lado.

-¡Becky!- exclamo Molly con enfado ante el comentario.

-Oh vamos, te conozco desde la secundaria... Y casi podría apostar a que esa es una cara de amor-

Las tres chicas volvieron el rostro para mirar a la aludida con atención.

-Pues sí, puede ser eso- Fingió estar de acuerdo –No es que no esté feliz por Sarah, al contrario, creo que ya se lo merecía-

-Lo que te convierte a ti en la única del grupo soltera-

Ni siquiera se tomo la molestia de mirar a su amiga Becky.

Molly sabía muy bien que del grupo de 5 amigas que se había formado en la Universidad, Becky Fitzmons era la más sarcástica y cruel, cosa contraria a ella se había vuelto la más pasiva del grupo, probablemente por eso cuando toco el turno de elegir su especialidad, ella fue la única que había optado por la patología.

-Y eso te convierte a ti en la más tonta- Una chica de cabellera rojiza se puso de pie, -Vamos Molls, lo mejor será ir a bailar- la tomo del brazo y sin esperar respuesta alguna, la arrastro a la pista.

-Gracias Clarisse, a veces olvidó como...- intento justificar mientras le buscaba algún ritmo coherente a la melodía

-Está enojada- Explico la pelirroja por encima de la música, -No la justifico, pero desde que tiene problemas para concebir con su marido, se volvió aún más cruel de lo que ya era-.

Molly no supo que decir ante esto, pero para su buena suerte no fue necesario ya que en ese momento, el resto del grupo llego para bailar con ellas y momentáneamente olvidar la discusión.

...

-Lo siento, pero no tiene acceso-

-¿No tengo acceso? Pero como...-

John Watson miro de reojo como su mejor amigo discutía con el practicante en turno del Hospital San Barts. En otras circunstancias, él podría haber intervenido, pero estaba tan cansado que sólo se limitó a cruzar sus brazos y apoyarse contra la pared en un intento de que el sueño no le ganará y le hiciera perder el equilibrio.

-Señor, lo lamento. Puedo llamar a seguridad si quiere, pero creo que eso sólo pondrá más difíciles las cosas- dijo el joven con la voz cansina.

Sherlock permito que sus ojos azules escudriñaran al extraño.

Era nuevo y podía verlo por sus zapatos limpios, inexperto también. Las ojeras de sus ojos aun no estaban marcadas pero sus ojos si estaban rojos.

Todavía no se acostumbraba al turno nocturno, y evidentemente tampoco a él.

-Podría... -

-Vámonos Sherlock- pidió John desde su letargo, -Podemos volver mañana y...-

-¿Mañana? ¿Y dejar que el cuerpo se contaminé por completo?-

-¿Tienes una mejor idea?-

Sherlock miro hacia ambos lados antes de reparar en un peculiar detalle.

-¿Dónde está Molly Hooper?-

La sola pregunta pareció ser lo que John Watson necesito para reaccionar

-¿Qué?-

-Simple. ¿Dónde está mi forense? Ella no me negaría la revisión de un cuerpo que podría evitar que un hombre inocente fuera a la cárcel-

-"O por el contrario, que otro no fuera- se alejó John de su pared para acercarse a su viejo amigo.

El joven practicante arqueo la ceja y siguió con su actitud gallarda, con sus brazos cruzados y la seguridad de que no lo dejaría pasar.

-La doctora pidió licencia por un par de días y es todo lo que le puedo decir, ahora si me disculpa tengo trabajo por hacer-

Y sin más, la puerta fue azotada en sus narices.

-Bien Sherlock, ¿puedo volver a casa y dormir?-

-¿Dónde podrá estar ella?- Ignoro su pregunta y comenzó a caminar rumbo a la salida del hospital.

-No lo sé Sherlock, pero si tanto la necesitas, sólo llámala y sácate de las dudas- John Watson cerró su abrigo cuando el frío aire londinense impacto en su cuerpo, -Ahora si me disculpas, tengo una hija y una esposa que cuidar- Levanto la mano izquierda para detener al primer taxi que paso. –Aún así, ¿te veo mañana?-

Sherlock parecía ausente, su mente divagante en la búsqueda del algo, quizás un dato perdido, una sensación de que estaba pasando un detalle por alto.

-¿Sherlock?- lo llamo John por tercera vez.

-Claro, claro. Saludos a Mary y a la pequeña- levanto el cuello de su abrigo y camino aprisa hacia el otro lado.

¿Por qué Molly se abría ido? ¿Por qué no le había dicho nada?

Y de haberle dicho algo, lo habría recordado, ¿O no?

Con la consternación aún en el rostro, Sherlock saco su móvil y envió un mensaje de texto.

No dudaba que la respuesta llegaría pronto.

...

Ese particular ruido del retrete, ese mismo que suele hacer cuando se baja la manija y el agua se pierde, solo que en este caso ahora incluía restos de la comida de Becky; una escena muy típica ya que la joven siempre terminaba ebria e invariablemente con Molly a su lado, cuidándola y ayudándole a pasar el mal rato.

Como siempre

-¿Te sientes mejor?- cuestiono al tiempo que le entregaba una servilleta para que limpiara su rostro.

-No- susurro Becky

-¿Síntomas?-

-No Molls, no se trata de eso…- intento incorporarse pero se resbalo, y de no ser por la oportuna intervención de la patóloga, la mujer hubiera impactado contra la cerámica, -…estoy enfadada, enojada, frustrada pero quizás sea más bien conmigo misma. Ya no debería de culpar a Adam por esto. Creo que es hora de aceptar que es mi culpa-

-¿Tu culpa?- Dudo, aunque tenía una idea de a dónde iba la discusión

-Adam está enfadado porque no hemos podido tener hijos. Cree que esperamos demasiado tiempo, que le dedique demasiado tiempo a mi carrera... Pero, pero también era mi sueño. Siempre quise ser doctora y ser la mejor"- Dijo entre sollozos, -¿Y todo para qué? Al final solo terminé siendo una dermatóloga que analiza el rostro de viejas pomposas que no quieren envejecer, pero nada de eso importa si no eres una maldita madre-

-Becky, no creo que...-

-Molly, ¿me acompañarías a una clínica de fertilidad?-

-¿Qué...?-

En ese momento, el timbre de su móvil la alerto, y la hizo revisar en su bolso hasta encontrar el bendito aparato y mirar el mensaje

"Te necesito aquí. S.H."

Molly Hooper tomo una profunda bocanada de aire antes de guardar su celular con cierta frustración.

-¿Es él? - cuestiono Becky desde su inconsciente

-¿Quién?-

-Si- movió la chica el cuerpo para quedar recargada sobre el hombro de su amiga, -Ese tipo, pelos necios le decimos entre nosotros. Nunca hablas de él, pero todas sabemos quién es...-

-¿Pelos necios?- No pudo ocultar la sonrisa ante tal apodo.

-"Tienes que acompañarme a la clínica, Molly"- bostezo

-De acuerdo Becky. Iremos a esa bendita clínica- aseguro la joven al tiempo que otro mensaje entraba

"¿Dónde estás? S.H."

Y ella tampoco respondió ese mensaje.

...

Las calles frías de Londres siempre era un buen escenario para el drama, después de todo cuando se vive en una ciudad tan segura como esa, ¿qué es lo peor que te puede pasar?

-Jack el Destripador- comento el viejo con un tono de voz burlón.

-"Oh, vamos Maurice. No pretendas que voy a caer en esos juegos. Ya no soy una niña que tiene miedo, además Jack sólo iba por prostitutas..."-

-Precisamente- dijo Maurice con toda la alevosía y ventaja que el comentario le permitió, de igual manera no se quejo ante la bofetada que recibió.

-La lista- La mujer espero un poco a que se recompusiera antes de entregarle una hoja de papel amarillenta y arrugada debido a que había sido doblada y desdoblada varias veces.

-Dame 2 semanas y el pedido estará listo.

-Quizás no tanto. La gente no puede resistir tanto tiempo-

-Haré mi mejor esfuerzo muñeca, pero es lo que puedo ofrecerte- guardo la nota en su bolsillo trasero, -Recuerda, yo te contacto. No me busques... A menos que sea para tomar un café y contar historias de miedo-

-Nos vemos, espero pronto pero no tanto- contesto la joven dando media vuelta, dejando que sus tacones fueran el único sonido mientras se alejaba del lugar.

El hombre de cabellera ceniza paso las manos con frustración por su rostro, él sabía que aún y estando cansado tenía que terminar todo el papeleo si quería evitar problemas ante sus superiores el día de mañana, y si, ese era el lado no bonito de su trabajo, las cosas que nadie te decía que terminarías haciendo, aquel horrible proceso burocrático que lo obligaba a estar enfrente de su ordenador hasta altas horas de la noche, era eso o...

-Está desaparecida-

Ni siquiera tuvo que levantar la vista para saber a quien correspondía la voz y tampoco tuvo que hacer muchas deducciones, porque aunque hubiera gente que no lo quisiera creer, él realmente era un buen detective, sino, de que otra manera hubiera llegado a liderar Scottland Yard.

-Buenos días Sherlock. La respuesta es no- lo ignoro y siguió concentrado en pasar la información de sus notas a la computadora.

-¿No?- Dijo en tono ofendido el detective con el sonido de sus fuertes pisadas mientras se acercaba al individuo, -A las 12 menos 5 llegamos a St. Barts, y el auto de la señorita Hooper no se encontraba, así como tampoco ella. A las 2 menos 20 acudí al sitio donde ella reside sólo para darme cuenta que su auto si estaba pero ella no. George, hasta tú reconocerías si se tratara de un secuestro"-

-Greg- Lestrade lo corrigió con fastidio, aunque realmente ya se había acostumbrado a que nunca dijera su nombre correctamente.

-Él también podría hacerlo- Sherlock aseguro.

Greg Lestrade negó con la cabeza.

-Molly está bien, está en Cardiff... y a menos que en las últimas dos horas haya sufrido un secuestro, creo que todo está en orden- saco el móvil de su bolsillo sólo para mostrar una foto de la patóloga.

Sherlock Holmes arrebató el aparato con furia para poder contemplar la imagen mucho mejor, y en efecto, la menuda chica posaba entre 3 amigas y una novia. El color melocotón que se habían escogido para sus damas, sólo le favorecía a ella, aunque el sombrero no tanto.

-¿En Cardiff?- Dudo aun sin despegar su vista de la pantalla.

-Así es Sherlock. Me dijo que este fin de semana iría a la boda de una de sus mejores amigas, así que dudo mucho que tu teoría de que está secuestrada sea cierta-

El joven de mirada azul parpadeo un par de veces intercalando su vista entre la pantalla con la fotografía y el inspector, antes de finalmente hablar:

-¿Y porque tú tienes esta foto?-

Continuara...