CAPÍTULO 1 LA HABITACIÓN Era una noche fría, un 15 de agosto, oscura, la lluvia rompía contra los cristales, cada gota era un sonido, un sonido distinto que penetraba en sus oídos y le hacía pensar.

Cada sonido era un sentimiento, un sentimiento triste, el cual solía estar relacionado con una persona, una persona con la que ella tanto había soñado cada noche, cada momento, cada minuto, cada segundo.

Esa persona la miraba con unos ojos penetrantes, unos ojos verdes, intensos que la hacían sentir bien. Que sólo por el simple efecto de su mirada transmitían paz, armonía ,felicidad, amor, bienestar. Después de esto se paraba a pensar y reflexionaba, recordaba su vida y no era feliz, esos ojos que tanto había soñado se perdían en la oscuridad hasta llegar a una penumbra completa. Se sentía vacía, necesitaba algo con lo que llenar su corazón, pero ella sabía que nunca lo conseguiría. Se paraba a pensar y rompía a llorar. Cada lágrima derramada era un recuerdo triste.

Después suspiró, el primer rayo de luz brotó de la oscuridad y se detuvo en su mechón de color rojizo. A continuación más rayos surgieron e iluminaron su rostro húmedo, una cara dulce y rosada, lágrimas seguían cayendo sobre sus pecas, sus ojos brillaban. Eran unos ojos castaños en los que se distinguía una mirada dulce, inocente, pero triste. Finalmente se iluminó el resto de una habitación, una habitación desconocida para ella.

Una voz amable la interrumpió en sus pensamientos:

-Buenos días. ¡ o ! Ginny, ¿por qué lloras?

Al oír su nombre sonrió y se secó las lágrimas.

-Es por él, no puedo evitarlo. Me siento vacía. Y para colmo no sabe de mi existencia, y mi hermano se ríe de mí.

-Gin, no se ríe de ti, Ron es así, es un chico, y tú su hermana, siente la necesidad de protegerte como hermano mayor, pero no se ríe de ti, simplemente no se para a pensar.

Y respecto a lo otro, no estés tan segura de que no sabe de tu existencia.- Hermione le guiñó un ojo con complicidad.

"Espero que signifique algo" pensaba Ginny para sí " o, Ginny pero qué dices eso es imposible" decía para sí misma.

- Bueno ¿qué hay para desayunar?- preguntó Ginny para cambiar de tema.

- Ah, pues... ¡ tu desayuno favorito! Pero primero cámbiate de ropa ¿no? He quedado con Ron y Harry, ven si quieres.

- Ginny se duchó y se cambió de ropa( Hermione ya lo había hecho y la esperaba en el comedor). Se puso un pantalón vaquero, un poco ajustado, una camiseta azul de tirantes, y se recogió el pelo en una cinta del mismo color.

Bajó muy contenta y desayunó tranquilamente. Los piropos de los padres de su amiga la hacían sonrojar, aunque también le alegraban la mañana.

Estaba muy feliz, casi había olvidado lo que había ocurrido esa noche, había estado llorando por Harry. Estaba dispuesta a comerse el mundo, muggle, e intentar olvidar a esa persona que tanto lugar ocupaba en esa mente inocente.

Esas ideas se le borraron al instante al ver la lechuza de Harry atravesar la habitación. El blanco y resplandeciente animal paró en seco y sus alas cesaron de moverse.