Bueno, este es un nuevo proyecto que había tenido en mente hace unas semanas, pero no sabía que hacer. Al principio pensé en hacer un long-fic, pero creo que serán solo 4 capítulos no estoy del todo segura. Bueno espero que lo disfruten.

Declaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son obras de Rumiko Takahashi.


Ella no era una pervertida...No, para nada. Los pervertidos son los que acosan, espían, y tocan partes prohibidas. Como el monje Miroku, ¿cierto?...Pero ella, ¡No era una pervertida!. No era su culpa encontrárselo desnudo en medio del bosque. Además, ¿que hacía el desnudo en medio del bosque?. Aun lo recordaba perfectamente. Estaba de pie observando la luna, mientras su larga trenza se movía al compás del viento. Se podía ver los músculos perfectos de su espalda y unos cuantas cicatrices por las batalla. Bajo un poco mas y se encontró con ese perfecto trasero, quiso por un momento apretarlos. Y sus hermosas piernas, quería tocarlas, sentirlas y...¡Mierda! ¡Ella no es así! ¿Que le pasaba?, ¿En verdad se había vuelto una pervertida?, ¡Maldito Bankotsu y su jodido cuerpo sensual!.

- ¡Kagome!..-Grito la castaña.

- ¿Eh?...- Salio de sus pensamientos. Volteo a ver a la castaña.- ¿Que pasa Sango?.

- ¿Que tienes Kagome?, tengo rato de estar llamándote y no contestas. ¿Estas bien? ¿Es por Inuyasha?. Si es por ese idiota, dímelo y le meto el Hiraikotsu por el..

- Tranquila, Sango. Solo estaba pensando en Naraku y en cual sera su siguiente movimiento.- Mintió. La castaña entrecerró los ojos y la vio con recelo. Después de unos minutos de tratar de buscar un indicio de mentira, se encogió de hombros.

- Te decía. ¿Quieres ir a un lago?.- Pregunto, otra vez la joven exterminadora.

- Claro, Sango. Déjame recoger mis cosas y nos vamos.


Maldito Naraku, maldito Inuyasha, maldito pozo, maldita perla ¡Maldito todo el mundo!. ¿Por que mierda seguía aquí?, ahora podría estar en su casa durmiendo en su cómoda cama, pero al parecer Kami siempre esta en su contra. Primero, poniendo una estúpida perla mágica en su interior. Segundo, llevándola a una época en donde, al parecer, todo los demonios tienen un obsesión con los humanos y la perla. Tercero, haciendo que tuviera la mala suerte de romper la estúpida perla en miles de fragmentos y esparcirlas por toda japón. Cuarto, Hacerla conocer y después formar sentimientos por un idiota Honyou que al parecer es necrofílico. Y quinta. ¡Hacerla maldecir a todo el mundo!.

Siguió caminando dando grandes zancadas. Ya no soportaba ver a Inuyasha ir con kikyo, estaba cansada de seguir esperando, de tener esa pequeña esperanza de que el algún día dejaría a kikyo para ir con ella. cayo de rodillas, y dejo soltar algunas lágrimas. se quedo unos minutos llorando, cuando de pronto escucho un ruido, se levanto rápido, se limpio las lágrimas, agarro su arco y flechas, por suerte esta vez si los traía. Se acerco cautelosamente al lugar donde había escuchado el ruido, cada vez que se acercaba sentía la presencia de uno de los fragmento de la perla. Ella espero con encontrarse con un monstruo, con Naraku, con un fantasma, hasta con el mismo Sesshomaru. Pero nunca, nunca en su vida se espero encontrar con Bankotsu, el líder de los Shichinintai. Totalmente desnudo en medio del bosque.

Su boca estaba totalmente abierta, si es que podía abrirse mas. y no es por el miedo, si no por que el muy maldito parece un adonis en su máxima expresión. Espalda llena de músculos con algunas cicatrices, brazos fuertes y musculosos, glúteos Cuadrados y provocativos, Y unas piernas bien torneadas. Ella pudo haberle tirado una flecha, pudo haberlo acabado hay, pero no pudo. Estaba totalmente hipnotizada por ese bello y perfecto cuerpo.

- ¿No te han dicho que espiar es malo?, Miko.- Dijo el mercenario sacando a la pobre azabache de su ensoñación. El joven la miro por encima de su hombro. Ella se tenso y se sonrojo al sentirse descubierta.

- Y-Yo no e-es-estaba espiando .- dijo ella, por alguna razón no podía hablar bien. El se volteo completamente, dejando ver su...Enorme miembro. Kagome se sonrojo hasta no mas poder, dejo caer su arco con la flecha y se cubrió la cara.- ¡Oh por Kami!...P-Po-Podrías ponerte a-algo.- Dio unos pasos hacia atrás hasta chocar con el tronco de un árbol, escucho los pasos de el acercándose. se quito las mano de la cara para buscar su arco. Mierda, lo había soltado para taparse los ojos. Pero ya era muy tarde, apenas levanto la vista ya lo tenía a centímetros de su cara con una sonrisa de medio lado. El pego completamente su cuerpo al de ella, haciente que esta sintiera su miembro por encima de su falda. Puso sus enorme manos en las pequeña cintura de la joven.

- Pensé, que querrías ver mas...Pequeña pervertida.- Susurro en su oído para después morder el lóbulo haciéndola gemir.

Kagome estaba en shock, la ultima palabra resonaba en su cabeza, como si fuera un disco rayado y se repitiera una y otra vez. ''Pervertida...Pervertida...¡Me dijo pervertida!'' pensó. Frunció el ceño, y miro con furia en sus ojos al mercenario. Y cariñosamente estampo su delicada mano en la cara de el. Lo empujo, y salio corriendo como alma que lleva al diablo. En su escapada lo escucho reír y después decirle: ''Me las pagaras, pequeña pervertida''.


Le dio una bofetada, y aun así todavía le dice pervertida. Era un idiota...''Un idiota muy sexy'' Habló su conciencia. ¡Demonios! ¡Otra vez!.

- Kagome...¿Seguro que te encuentras bien?.- Preguntó otra vez la castaña. Kagome levanto la vista y miro a Sango... ¡Claro! ¡Por que no se le había ocurrido antes!, así por lo menos no sería la única. Que bueno que no habían traído a Shippo.

- Sango, ¿Que piensas de Bankotsu?.- Pregunto la azabache con un rostro serio. Sango llevo su dedo índice a su mentón y hizo un gesto pensativo.

- Bueno...Es muy cruel, es arrogante, un animal...Si, es un todo un cabrón.- Dijo mientras se encogía de hombros y le restaba importancia al tema. Kagome se dio una bofetada mentalmente.

- No, no. Yo digo si piensas que es...A-Atractivo.- Dijo con un sonrojo, recordando lo de ayer.

- Bueno, ahora que lo pienso...Es bastante atractivo. ¿Por que?, ¿Te gusta?.- Dijo acercándose a su compañera con los ojos abiertos. Kagome suspiro, tendría que decírselo, además necesitaba contárselo a alguien .

- L-Lo vi...Ayer...E-En el bosque.- Hizo una pausa para respirar.

-...¿Si?..- La ínsito la exterminadora.

-...D-De...¡Desnudo!..- Gritó. Por fin, lo dijo, ya era libre. Dio un suspiro de alivio. Miro a su amiga que estaba en shock.- ¿Sango?...Sango, no estas respirando. ¡Sango!.- Gritó desesperada, agarrándola por los hombros la zarandeo. Por fin la castaña salio de su estado, y abrió los ojos, hasta mas no poder.

- ¡¿QUEE?!..- Gritó.


Después de que Sango gritara y me dejara sorda por unos minutos, le conté todo lo que me paso en el bosque. Al parecer se imagino al monje Miroku desnudo, por que se puso como tomate, hasta el punto de botar humo por las orejas. Agarro su cabeza y comenzó a negar diciendo: ''No, que cosas pienso, tu no eres así Sango. Todo es culpa de ese monje pervertido''. En fin, nos terminamos de bañar y volvimos al campamento.

Ya era de noche, por lo que imagine que Inuyasha no estaría, y acerté. Los chicos me miraron con lastima, pero los ignore. me senté en un árbol un poco alejado de la fogata y mire las estrellas. Un paisaje así no se disfruta todo los días, y menos en mi época. Suspire, aunque pensara en otra cosa, no podía dejar de pensar en que estaría haciendo Inuyasha con Kikyo. Tal vez estarían abrazados...o besándose...o Teniendo encuentro íntimos. Se le oprimió el pecho con solo pensarlo. unas lágrimas salieron de sus ojos, pero se las limpie rápidamente. Basta de llorar por el necrofílico. La azabache se levanto repentinamente y abrió los ojos con sorpresa al sentir varias presencias de los fragmentos de la perla, comenzó a correr hacía la fogata.

- ¡Sango!, ¡Miroku!. ¡Siento la presencia de unos fragmentos!, ¡Se acercan muy rápido!.- Les gritó y señalo el lugar de donde provenía las presencias. Los nombrados se levantaron rápidamente, y agarraron sus respectivas armas. Kirara se transformo, y Shippo se escondió. Kagome cuando llego a la fogata comenzó a buscar su arco. Entonces recordó.

- ¿Buscabas esto?, Per-ver-ti-da.- Dijo deletreando la ultima palabra y sosteniendo el arco en sus mano. Kagome volteo a verlo asombrada.- Jakotsu, Suikotsu. Ocúpense del monje y la exterminadora.- Antes de que pudieran reaccionar, los guerreros ya los estaban atacando, mientras que Kirara peleaba con un grupo de demonios.

Kagome sintió que la agarraban de la cintura y antes de que pudiera voltear, perdió la conciencia. Pero antes de perderla escucho:

''Te dije que me las pagarías''.


Espero que les haya gustado, no tengo un día en especifico para actualizar pero tratare de subirlos lo mas pronto posible. Perdón si algunos los ofendí diciéndole a Inuyasha necrofílico.

Como les dije no se cuanto capítulos serán pero no van a pasar de los 10 Capítulos.

Y de verdad perdón por los errores, lo revise 5 veces, pero como siempre queda uno mínimo por hay.

Bueno, nos leemos en el siguiente capitulo. Bye :33