Disclaimer | ©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. La trama de este Fic pertenece a ©Coorp. CharlyLand. Creación sin fines de lucro sólo recreativos.
Advertencia | AU. BL. Ereri.
&Palabras 800
Notas | Inspirado en el arte oficial de SNK sobre la Tokio Girls Collection 2017 en una reversión insana muy mía por leer en demasía a Nabokov. Aun así, espero les guste. Hecho con amor para ustedes mis amadas.
Al Fic.
Faunúnculo
.
Y allí está, no reconocido e ignorante de su fantástico poder.
Mientras yo secretamente,
me consumía en un horno infernal de localizada codicia por él.
—Vladimir Nabokov—
.
Era él, plenamente y exquisitamente él, en persona y no en sus fantasías enfermizas. Él, el modelo prodigio de tan solo catorce años de edad de la casa NoName que en aquel evento compartía pasarela con la suya, los Atackers. Ese niño hermoso, frio, despreocupado y —sin siquiera proponérselo—, sensualmente arrebatador. Su pequeña perdición. Su delirio desde hace unos meses.
Estaba ahí, enfundado en una larga camisa blanca escotada bajo una chaqueta negra que se deslizaba por sus hombros y dejaba a la vista su pálida piel lechosa que contrastaba con su calza color platino y sus zapatos azules. Era pues él una verdadera oda a la belleza púber. Una belleza que estaba siendo absorbida por aquel idiota de Erwin Smith. Apretó los dientes por el enojo, los celos carcomiéndolo.
Saliendo de su escondite se decidió a ir hasta ellos, ya no podía resistir más. Deseaba su cercanía, su esencia, atraparlo en sí, alejarlo de cualquiera que osara a siquiera respirar su mismo aire. Cuando estuvo a unos pasos de ellos, los escuchó claramente.
—Cambia esa cara, Levi.
—No tengo otra—le devolvió ácido su niño.
—Me refería a que cambies la expresión.
Levi bufó.
—Es que me duele la panza.
—Ya te dije que son nervios, se te pasará.
—Y una mierda, creo que voy a vomitar—aseveró haciendo un gesto chistoso con la mano.
El rubio rió y Eren frunció el ceño.
—Te traeré un té endulzado.
De los labios adolescentes nació otro bufido, este de molestia mientras daba unos pasos en reversa viendo marchar al otro hombre y girar de manera tan rápida y violenta que no se fijó que él estaba a penas a unos centímetros de sí, que terminó chocando de frente, contra su pecho y él en una reacción instantánea, fluida, natural lo envolvió ahí, obteniendo eso que había querido, necesitado desde hace un buen rato. Un contacto.
Un contacto que lo envío a lugar —su habitación—, en donde la realidad se distorsionaba en un mundo de perversión y dulce lujuria, ese espacio en donde Levi se transformaba a sus deseos y lo tenía a su completa disposición y sin tapujos le arrancaba la ropa del cuerpo para después lanzarlo sobre su cama y en donde sus ojos al fin podrían embeberse de aquellas avergonzadas, enrojecidas mejillas y su lozana piel perlada por el sudor, una piel que lamería, saborearía dándose un festín alucinante acompañado por la melodía de sus gemidos ahogados de rendición y pasión que aumentarían cuando él le agarrara de las rodillas y se las abriera para poderse quedar viendo fijamente aquel caliente, apretado y exquisito agujero, que jamás sería el mismo después de que él se alzará sobre sí y se hundiera de golpe hasta la empuñadura haciéndolos gritar a ambos. Su mente voló más alto, tanto que hasta casi podía sentir como Levi lo arañaba, mordía y pedía más mientras sus paredes estrechas envolvían su verga y sus suaves, blancas y firmes piernas le presionaban la espalda. Aquel torrente de imágenes donde él entraba y salía muchas veces en aquel pequeño y delicioso cuerpo de manera dura y rápida mientras gruñía y gemía, desesperado por más, eran tan vívidas que tuvo que contener la respiración cuando el chasquido molesto de su niño lo trajo de vuelta a la realidad.
—Oi, lo siento, yo no…
No lo dejó terminar y negó repetidamente para después tomar una gran bocanada de aire y tragarse la revolución de sensaciones que atormentaban su interior, porque incluso su voz le trastornaba.
—No te preocupes—le dijo haciendo brotar una sonrisa luminosa en sus labios, una sonrisa que ocultaba cosas —. Está bien—soltó a la vez que le acomodaba detrás de las orejas las hebras ébano que se habían desordenado en el impacto y así de paso ver su rostro perfecto—. No pasa nada.
—Bien, gracias entonces—e intentó separarse de él. Pero no lo dejó —. ¿Qué pasa?
«Oh, sin tan solo lo supieras mi inocente niño. Si tan solo lo supieras»
Volvió a sonreír y cometió tal vez una estupidez, pero es que sentía que iba a explotar. Se inclinó y le besó la mejilla. Un contacto más volátil que el que sus brazos estaban ejerciendo en el cuerpo de su niño.
—Harás un trabajo estupendo. Eres un hermoso faunúnculo(1) que ya tiene el mundo a sus pies—y rompiendo el contacto se marchó sintiendo sus huesos derretirse, de todos modos si se quedaba no sabía de lo que sería capaz.
De pie, inmóvil y de espaldas a él, Levi se quedó. Una sonrisa maliciosa, demoníaca se formaba en sus labios.
—¿Faunúnculo, eh?
Notas finales:
(1) Faunúnculo: Es el masculino de Nínfula. Un término usado en el libro 'Lolita' de Nabokov para describir a adolescentes endemoniadamente atractivas para los hombres mayores.
¡Buff, estos dos! Siempre he creído que son un tanto peculiares, como fuego y tierra cociéndose para formar algo extraordinario. JAJAJA, Eren tiene una mente cochina y Levi tiene cosas ocultas y es un tramposo.
Ñam. Espero les haya gustado, sí es así, no olviden dejar su huellita de amor en la cajita de review.
PD1: Eren tiene 25 años aquí.
PD2: Hay una segunda parte. Me duelen los ojos. Lo publicaré en dos días. Está cochinón el asunto. Pero lo tengo que subir porque perdí una apuesta.
Con amor
Charly*
