-Senpai- antes de que le dejara hablar todo lo que quería le sello los labios en un beso con total deseo.

Quedarse en club de historia después de clases era algo arriesgado, pero pasarlo con Mutsumi-senpai valía completamente la pena.

-Estas más accesible de lo normal Shinomiya-kun- se separó del beso sonriendo como solo sabe el que le gusta al menor.

-Callate, deja de decir tonterías.

-Me gustas, hayato.

Estúpido sonrojo, los odiaba cuando él los provocaba de manera tan innecesaria.

-Denten...- le beso nuevamente en los labios con el fin de que tomara más confianza a si mismo como era costumbre en sus encuentros.

-En serio me gustas, Shinomiya-kun.

Sentía como su pulso se aceleraba con solo poder escuchar las palabras de él. Cuando comenzaba a decir esas cosas no quería que se detuviera para nada.

-Senpai- lo abrazo acariciando su espalda, solo el ver encima al ya mencionado hizo que ya supiera que era lo que seguía, que ya estaba más intranquilo de lo que podía estar en esos momentos.

-Shinomiya-kun, este nuestro secreto- le miro serio acariciando su cabello rubio- no quiero que no sea yo te trate de esta forma.

Ese era su secreto cuando al menos ellos dos comenzaron a darse cuenta que pasaban más tiempo juntos que con la propia Kae.

- ¿Quién diría una cosa tan vergonzosa? - dijo desviando la mirada con un sonrojo bastante notorio.

Un secreto que ambos disfrutaban entre sí.

Mutsumi tendría que pedirle a Kae que lerecomiende más del anime y manga yaoi.

Fin.