Este drabble debía haber sido aún más corto para un Meme de San Valentín en la comunidad de LJ Glee_esp. El prompt era: "Faberry. Dibujos porno en el baño". Me salió mucho más largo de lo que debiera, así que no llegué a publicarlo en la comunidad. Espero que os guste.

Se me olvidaba: Ni Glee, ni los personajes de Glee tienen nada que ver conmigo. Pertenecen a sus respectivos autores y yo no gano nada escribiendo esto.


Rachel se encuentra con Quinn en los aseos de la segunda planta. Es muy curioso como habiendo varios repartidos por todo el instituto, casi siempre que va a uno de ellos, tenga el tino de encontrarse con ella. Hace tiempo que Quinn dejó de acosarle e insultarle, así que ya no teme cuando entra en un aseo y se topa de bruces con su cabellera rubia.

No puede decir que sean amigas, aún quedan vestigios de su rivalidad. Como esos dibujos obscenos que acompañan a su nombre y adornan una de las puertas. Rachel sonríe distraída mientras mira los dibujos a través del espejo y Quinn, que sigue la línea de su mirada no puede evitar que se le escape una risilla.

- Estaba muy enfadada cuando hice esos dibujos – le dice a modo de explicación.

- ¿Conmigo?

- Conmigo misma – responde tras pensar un momento.

Se miran a los ojos y Rachel piensa cómo y cuánto ha cambiado todo en los dos últimos años. Quinn se apoya contra uno de los lavabos sin romper la mirada, como si pudiera leerle el pensamiento a través de los ojos. Rachel empieza a ponerse nerviosa, al final nada cambia y Quinn siempre la pone nerviosa. Se acerca a la puerta donde están los dibujos y pasa la yema de los dedos sobre uno de ellos.

- Me dibujaste haciéndolo con todos los chicos del instituto. – se queja sin mucha convicción.

Quinn se ríe como respuesta y mientras, Rachel comienza a pasar un dedo de dibujo en dibujo nombrándolos a todos.

- Este es Finn – dice señalando uno en el que aparece practicando la postura del misionero con un chico muy alto – Este debe ser Puck – añade señalando otro donde aparece fornicando con un chico con una cresta.

Son varios dibujos pintados sobre la puerta, pero hay uno que siempre llamó la atención de Rachel y ahora, por fin, tiene la oportunidad de preguntar.

- Aquí me dibujaste con una chica.

Rachel se vuelve sin dejar de señalar el dibujo y Quinn aparta la cabeza cuando sus miradas se cruzan. Se muerde el labio inferior y una sombra de rubor perfila sus mejillas.

- ¿Eres tú? – Le pregunta Rachel de improviso.

- ¿Cómo?

- ¿Si te dibujaste a ti misma haciéndolo conmigo?

- ¡No! – responde Quinn demasiado rápido.

Rachel respira hondo y se acerca hacia ella con pasos inseguros. Quinn permanece apoyada contra el lavabo, muy quieta, como si estuviera paralizada, sin embargo, su respiración se acelera.

- ¿Eres tú? – vuelve a preguntar Rachel cuando llega junto a ella.

Esta vez no responde. La mira y en sus ojos brilla algo nuevo, hay determinación. Le agarra de la ropa y tira de ella. Rachel está sorprendida y no logra a cerrar la boca cuando Quinn posa sus labios sobre los de ella. Quiere pararse a pensar, tiene que pensar, pero es su cuerpo quien decide. Y lo que decide es devolverle los besos.