Un Cuento de Hadas Diferente
Hola :D otro fic más en mi lista :3 este es completamente diferente, ya que estará involucrados nuestros chicos de corazón de melón, con diferentes historias pero con la mima sucrette. Estaba basada con los cuentos de hadas de Disney a la que todas conocemos ¿Cómo será esta historia de amor? Disfruten el fic.
I Capitulo
Nathaniel
La Cenicienta
El pueblo de Sweet Amoris no era tan grande pero si conocida por sus riquezas y de hermosas doncellas, y lo más destacado es el palacio, un gran palacio donde viven los reyes de Sweet Amoris y sus hijos, que son el príncipe Nathaniel y la princesa Amber. El príncipe Nathaniel era un joven apuesto y muy inteligente todas las doncellas lo quieren como esposo, pero el desea encontrar a su doncella perfecta y la princesa Amber era mujer mala, de sangre fría y que solo deleitaba el lugar con su belleza pero también deleitaba por su frívolo corazón.
Los padres de Nathaniel y Amber mantenían una pequeña discusión con su hijos, resonaba en el comedor real su conversación incomoda.
-Hijo, ya tienes una edad para que tengas a una futura esposa, si no consigues una esta noche en el baile, nosotros te escogeremos una no importando tu opinión.
-Pero papá, ¿tiene que ser esta noche? No creo que la pueda conseguir en tan poco tiempo.
-Escucha a tu padre Nathaniel, te hemos dado oportunidad de encontrar a tu chica ideal hace un mes y nada, ni la dulce Melody has puesto atención.
-Ella es diferente. Es linda y muy simpática pero solo eso, ella no es de mi tipo.
-Quien sabe, puede ser que mi hermanito nunca consiga una.
-¡No digas tal barbaridad Amber!.
- ¿Entonces por que a ella no le exigen lo mismo padre?
-Por que Amber conquistara al príncipe Castiel querido.
-¿Con el? ¿Es enserio Amber? ¿Ese patán?
-¡Cállate Nathaniel! ¡Eso no te incumbe!.
-¡BASTA! ¡ESTO ESTA DICHO! ¡BUSCAREIS NOVIA EN LA FIESTA O SI NO TE LA ESCOGEMOS!
-Sí papa.
-En otro lugar-
En una casa grande hecha de madera, vivian cuatro mujeres, tres jovencitas y una señora, una era una simple plebeya, una sirvienta, la que asea y limpia lo que las otras mujeres ensucian, y las dos jóvenes son unas hermanas mimadas que solo quieren verse lindas y conquistar al príncipe Nathaniel. Y la señora era la madre de las jovencitas y la madrastra de la sirvienta.
-Hijas, hoy es su oportunidad de conquistar al joven Nathaniel. Tiene que verse hermosas.
-Sí mama, hoy será mi día.
Dijo felíz la hija mayor, una chica alta piel blanca y cabellos marrones oscuros su nombre era Melody , era pasiva y tranquila pero se le puede sacar de quicio en el algunos casos, era caprichosa pero muy atractiva.
-No Melody ¡Hoy es mi día!.
Dijo con reproche Karla, una chica muy caprichosa y envidiosa que quiere estar con Nathaniel, antes no estaba interesada en el pero como vio a Melody cambiar, ella se puso celosa y ahora lo quiere para ella.
-Chicas miren la hora que es. Debemos ir al salón de belleza nuestra hermosura no se hace sola o si? .
-no mamá.
-Entonces vámonos.
Antes de que salieran de la casa la señora observo a nuestra personaje principal, la sirvienta, se llama Aradia, su hijastra, la mocosa que ella odia con toda su alma, se enamoro de su padre hace mucho tiempo y su objetivo era quedarse con todas sus riquezas, y poner a sus hijas a todo dar, las mejores prendas y vestidos del pueblo. Menos a Aradia, ella obtenía lo peor y lo barato. Solo daba vergüenza al lugar.
-Aradia limpia esto, esta hecho un chiquero.
-¿Qué? ¿Cuál?..
-Este.
Patea un bote llena de agua al suelo, el agua se dispersa en todo el suelo de madera y empezando a mojar una ropa seca que estaba allí.
-N-No es justo..
-Lo es para mí mocosa, ¡AHORA LIMPIA ESTO COCHINA!
-Si señora….
Las tres mujeres se retiraron de la casa y se puede ver una Aradia llorando en el suelo, lamentándose de no haberse escapado cuando pudo, pero tenía algo pensado, quería ir a la fiesta, conocer al príncipe y seria feliz tan solo una vez en su vida.
Pero había un problema, no tenia vestido, no tenia zapatos y nada por el estilo para ponerse hermosa, y los vestidos de sus hermanastras no le gustaban eran muy llamativos nada a su personalidad.
Aradia estuvo limpiando y pensando en que haría para ir a la fiesta de forma decente como esa gente rica. Solo pudo llorar y llorar por su mala suerte en la vida, ella deseaba que alguien la ayudara.
Después de unas horas llegaron las tres brujas bien bonitas y con varias bolsas donde estaban sus vestidos de gala, por el cual eran más costosos de los que ya tenían.
-Mamá como veo?
-Preciosa Karla. Este vestido te queda de lo mejor.
-Mamá y yo?
Melody bajaba de las escaleras con elegancia portaba un vestido azul claro y un collar de perlas que resaltaba todo, en sus manos sostenía una mini cartera de diamantes y en su cabello tenia detalles de perlas en los lados.
-Hija... ¡Eres toda una princesa! De seguro lo conquistas. Pero recuerda lo que acordamos.
-Sí mama.
Después de alagarse se fueron a la fiesta dejando a Aradia sola en el suelo y con la mirada llena de lagrimas, como deseaba ir a la fiesta pero ahora.. Era el caso perdido.
-Hija ¿Qué te pasa?
-Eh?
Voltea ver y se asustó, vio a una mujer de cabellos rosados y con vestido muy raro, muy llamativo para su gusto, tenia toques rosados y azules y morados a la vez, tenía unas alas y una varita mágica.
-T-Tu quien eres?
-Soy tu hada dulzura, hoy te concederé tu mayor deseo. Ir al a fiesta como se debe.
-¿Es enserio?
-Claro, ahora ve y báñate que estás mugrienta.
Camine lo más rápido posible al baño, me bañe, y solo estaba en mi ropa interior mirando a la hada con un sonrojo en mis mejillas.
Ahora.. tipididu dipiditu. Ahora hermosa vas a quedar tú.
La magia hizo lo suyo, la transformo en una nueva Aradia, una con un vestido blanco y portaba una pequeña corona de princesa y zapatillos de cristal. Mi cabello estaba bien liso y suelto que danzaba con el viento. Era toda una princesa, todo lo que soñé.
-Y ahora como iré?.. No tengo carruaje.
-Eso es fácil de solucionar querida.
La hada tomo una calabaza y dos ratones, los puso fuera de la casa y su magia lo solucionó.
-Tipididu dipiditu estos serán el carruaje y caballos que usaras tu.
La calabaza se transformo un carruaje de color blanco, de buena calidad y de elegancia, los ratones en caballos perfectos blancos como la nieve y educados como un buen ser que son.
-Móntate querida, ya es tu hora, pero escuchad bien, la magia prevalecerá hasta las 12:00 y regresad a salvo para que las brujas no sospechen de la escapada.
-Gracias hada, te debo una.
-Ve tranquila y yo cuido de aquí.
En tan solo poco tiempo llegue al palacio, todos estaban bajando de sus carruajes con elegancia y cordura, todas mostrando la belleza de sus vestidos y de sus rostros bien cuidados como porcelanas.
-Mi Lady ¿Usted quién es?
Preguntó un guardia de forma sospechosa.
-Yo soy Aradia, princesa Aradia.
-Ohh Princesa, un gusto de conocerla, princesa de qué lugar decís tu?
- De …. De Costa Luna.
-¿Costa Luna? Nunca escuche de ella.
-Por que es muy lejano y no todos lo conocen pero es mayoritario en oro.
-Ohh si es así mi señorita está bien.
Aradia entró al palacio ya tranquila del interrogatorio del guardia, todo inventado por supuesto menos su nombre, ahora ella buscaba al príncipe en todo el gran lugar.
-¿Alguna chica perfecta?
Preguntaba la mama de Nathaniel.
-No mamá, nada, espera… ¿Quién es ella?.
-¿Cuál?
-La de blanco.
-¿Quién es ella? ¡Guardia!
.Dime mi señora.
-¿Quién es esa?
-Es la princesa de Costa Luna
-¿Costa Luna? ¡Nunca escuche de ella!
- Dice que un lugar lejano y que tiene mayoritario de oro.
-¿Enserio? ¡Perfecta! Hijo.. ¿Te gusta?
-Mamá, ella me atrae voy a hablarle.
Nathaniel se le acerco a Aradia y la tomo de la mano.
-¿Quién es usted hermosa dama?
-Me llamo Aradia su majestad.
-Me puedes decir Nathaniel.
-Sí, Nathaniel.
-¿Quieres bailar conmigo?
-Me encantaría.
En otra parte de la pista, estaba las tres brujas mirando con desprecio a Aradia, se preguntaban quien era ella pero la señora sospechaba de que era la sirviente así que rápidamente se llevo a sus hijas para comprobar sus sospechas .
-Mamá ¿Quién es esa?
Mecionó una Melody celosa, ya que no era ella con quien bailaba Nathaniel.
-No lo sé hija, pero pronto lo sbremos.
Nosotros bailamos en todas las pistas, Nathaniel contaba de su historia, su familia, la relación con su hermana y sus molestas amigas y la propuesta de sus papas de casarse o tener novia,yo también le conte un poco de lo mio, mi nombre y mi viejo pasado luego me propuso ser su novia pero no supe que decirle porque ya eran las 12. Me disculpe con él y le mencioné que no podía seguir ahí que debía regresar a toda costa, el no entendía nada de lo que pasaba pero asi esta mejor para mí, me separe de él y me fui corriendo a mi hogar.
-¡ARADIA!
Gritaba Nathaniel desde lejos, corría a buscar a su hermosa dama, no sabía qué hacer, pero solo encontró su zapatilla de cristal el ultimo recuerdo de su encuentro, les comentó a sus padres lo sucedido y ellos tomaron cartas sobre el asunto, dieron la orden de que mañana buscaría en casa en casa a la supuesta Aradia portadora de la zapatilla de cristal.
Una Aradia corría a toda velocidad donde estaba el carruaje, se subió y a todo dar empezó a avanzar, tomo el camino más rápido y pudo llegar a su destino, a su hogar.
La hada preocupada la vio bajarse del carruaje.
-¡Hija! Cámbiese que su Madrastra ya está por llegar.
-Gracias por todo Hada, ahora mismo voy a cambiarme.
Aradia subió a su habitación y se puso su ropa de sirvienta, cambio sus zapatos e accesorio y los escondió en un cofre que luego oculto detrás de su armario. Luego se escuchó un ruido de una puerta abierta con rebeldía y un grito que conocía bien.
-¡Aradia! ¡Aradia! ¿Dónde estás?
-Aquí estoy.
La señora frunció el seño y se dio cuenta que no era lo que sospechaba, que solo era una vil ilusión vuestra, miro con despecho a Aradia y luego la ignoro llevándose a sus hijas a la habitación de ella. Y esperaba que ese Principe no se enamorara de la joven extraña que apareció en el palacio, ya que esperaba que la futura prometida fuera una de sus hijas.
-Al Otro Día -
Un Nathaniel preocupado rondaba por todo el pueblo buscando a su damisela, preguntaba por ella pero nadie le daba las respuestas concretas para encontrarla, casi perdía las fuerzas y las esperanzas de encontrarla. Solo toco la ultima puerta de una casa vieja. Una mujer vieja le abrió y le respondió su duda con mucha amabilidad.
-Oh joven príncipe, ¿Aradia? Decid usted? Ella vive cerca del bosque en una gran cabaña, me da mucha lástima, ya que vivir con esas tres brujas que tiene como "familia" son tan hipócritas y solo se valoran a ellas mismas menos Aradia.
Nathaniel escuchaba con mucha atención se asustó al escuchar unas "tres brujas" pensó mal por supuesto y pregunto con mucha preocupación.
-Dime… Dime bien la dirección para sacarla de ahí.
-Toma joven aquí está un papel con la dirección bien dicha, buscala ya, esa será el amor de su vida, no lo olvide.
-Gracias señora. Le debo mucho al darme tan valiosa información.
Nathaniel llamo a sus soldados y fueron directamente a donde la señora les indicó. Esperaban que Aradia estuviera a salvo.
Volviendo a la cabaña, una Aradia estaba siendo golpeada ymaltratada ya que su madrastra encontró el vestido y comprobó que esa sirvienta era la futura "esposa" del príncipe. Con furia la señora la tomaba de los cabellos y la golpeaba, la cacheteaba, le jalaba los cabellos hasta que algunos se le salieran de su cabeza.
-¡Maldita perra! ¡Maldita sirvienta de mierda! ¿Cómo se te ocurre ir a la fiesta y conquistar al hombre de mi hija? ¿Cómo? Lo sabía desde el momento en que tu padre te me presentó ¡Eres una perra como tu madre! ¡Eres una basura inmunda!.
-Ya por favor…
Rogaba Aradia para que la soltase, perdía oxígeno ya que su madrastra la tomo del cuello y la levanto, intentando ahorcarla y hacerla perder el conocimiento pero Aradia era una chica fuerte y se mantenía para sobrevivir a tales maltratos.
-Mamá ¡Sigue sigue! ….. Aradia …. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Sabias lo tanto que me gustaba Nathaniel, sabias lo que he hecho por él, su cariño, mis mejores ropas y mis mejores joyas.
-Pero él nunca te correspondió…
-¡CALLATE PERRA!.
Gritó Melody y le dio una cachetada dejando marcada el rostro de su mano, Melody temblaba de la rabia, de la ira, no se controlaba, ella sentía celos, odio y rencor.
Se escuchó un gran portazo y era Nathaniel con una infinita rabia en su expresión. Cuando vio la escena quedo perplejo ya que no era una escena muy bonita, Melody encima de Aradia casi implantándole un puñetazo en el rostro, Melody solo se quedo callada y perpleja, intentaba pensar en algo para que Nathaniel no pensara nada mal.
-Nathaniel yo…
-¡QUITA TUS MUGRIENTAS MANOS DE ARADIA!
-P-Pero…
-¡ES UNA ORDEN REAL! ¡YA!
-Si su majestad.
Melody soltó a Aradia, la pobre se veía casi desvanecida, perdía oxígeno y su cuerpo estaba todo golpeado y sangrando. Nathaniel se acerco suavemente a Aradia y le mostró la zapatilla, sonrio y se la coloco en su pie, ajustaba, eso significaba que ella era su cenicienta. Luego la miro detenidamente viendo todas sus heridas.
-Aradia.. Que te hicieron… te llevare al doctor..¡Guardias llévenla al doctor de inmediato!.
Un "Sí su majestad" se escuchó sonoramente y los guardias obedientes se llevaron a Aradia fuera del bosque, unos pocos se quedaron con Nathaniel por algún caso de violencia.
-Y ustedes tiene que venir con nosotros para una corte real, para ver que les hara mi padre por tal fechoría, se van a lamentar eternamente de lo que le hicieron a Aradia.
Nathaniel observo a Melody.
-Y Melody.. Nunca espere eso de ti, una chica tan buena, tan noble, tan pura y me haga esto? Definitivamente estaba equivocado, eres diferente a la que yo creí conocer. Eres una cualquiera y eso se nota. Vete de mi vista no te quiero ver por ahora.
-P-Pero Nathaniel… ¡YO TE AMO! ¡LO HICE POR NOSOTROS MI AMOR!
-¿Por nosotros? Nunca hubo un "nosotros" nunca te ame, nunca me fije en ti como alguien más, solo una amiga, alguien importante pero eso se acabo, ya no eres nadie para mi , lárgate que apestas a maldad, lp llevas en tu sangre como a tu madre.
-¡NO LE HABLES ASI A MI HIJA!
Grito a la defensiva la bruja mayor.
-¡Y USTED CALLESE BRUJA! ¡GUARDIAS LLEVENSELAS AL PALACIO ¡ ¡A-HO-RA!
Los guardias se llevaron a Melody, a Karla y a la mamá de ambas, al palacio para poder discutir sobre su castigo real, después de ese día todo cambio en el pueblo, se supo cada cosa que sucedió, las tres brujas fueron condenadas a estar lejos del pueblo, vivir un lugar muy aislado y que tendrán lo necesario, comida, agua caliente, todo pero no regresaran al pueblo.
Aradia y Nathaniel declararon su amor enfrente de todos, aceptaron ya que no había otra opción, las riquezas que la bruja le robo a Aradia por herencia ahora les pertenecía, todas las joyas, todas sus pertenecías todos estaban felices, celebraban de la ahora prometida del Principe. Cuando la fiesta culminó con unos fuegos artificiales todos se retiraron a dormir, menos nuestros dos jóvenes protagonistas. Nathaniel cargaba a su doncella a su habitación, le haría suya la amaba, se amaban y querían entregarse por amor.
Ya estaban en la cama besándose con pasión, sus ropas se fueron despejando en cada momento de extasis en ambos, sus cuerpos se tocaban con fiereza y sus pieles se erizaban al contacto de sus manos tocándose el uno al otro. Después de largas acaricias y besos apasiónales llegaron al momento crucial.
-N-Nathaniel entra ya…
Nathaniel con una sonrisa aceptó la petición de su chica, entro en ella suavemente intentando no lastimarla, la sensación fue indescriptible para ambos, sentía sus cuerpos vibrar ante esa unión y Aradia solo un grito entre el dolor y el placer mismo, sus manos y uñas rasguñaban la espalda del rubio y dejaba algunas marcas en ellas, el no se quedo atrás, empezó a moverse y lamer el cuello de su amada, mientras que con una mano masajeaba uno de sus pechos grandes .Ambos gemían del placer, sus cuerpos danzando y se conectaban como uno, el dolor hace mucho que se fue y llego la mejor parte del momento pensaban ambos. Ya que ellos estaban por llegar al clímax donde se finalizaría el acto de amor.
-N-Nathaniel.. Más rápido.. Me vengo.. Me vengo..
-Aradia.. yo ya … no puedo..
Ambos llegaron al culminado clímax, soltaron un gemido fuerte parecía que rugieran, Nathaniel la beso y se recostó a un lado de la cama.
-Te amo Aradia.
-Yo también mi príncipe.
- Ya estoy cansado de decirte que..
-Si Nathaniel..
-Así me gusta.
Se amaron toda la noche y que paso con esta pareja?. Bueno tuvieron dos hijos, un par de gemelos, una niña y un niño, ellos agradecen a la suerte o al destino que los unió.
Bueno espero que les gustara, se termino este capitulo con Nathaniel :33 el próximo capitulo será un castiel x Aradia :333 comenten si les gustó.
