Advertencias: crack, slash, spoilers
Claim:
Lockon/Tieria
Palabras: 462
Notas:
mal-cocinero!Tieria y chef-profesional!Allelujah son canon. Rly.
Su cabeza parecía estar a punto de partirse en dos. Llevó su mano a su frente para ver si tenía fiebre, pero no: el culpable era el agujero que tenía en la cara. Costaba acostumbrarse a tener un parche, aunque la situación no sería tan mala si al menos pudiera levantare de la cama. Echaba de menos a sus compañeros (incluso a Haro, cuya vocecita metálica siempre lo ponía de buen humor) y, sobre todo, quería saber si Tieria había resultado herido.
No estaba en la enfermería, pero eso no era garantía de nada, porque era más que obvio que Tieria no era igual a él. Era demasiado raro, incluso para ser un meister. Las emociones parecían ser algo nuevo para él, incluso Setsuna era más expresivo (y eso ya era decir mucho).
Como si una fuerza divina hubiera escuchado sus pensamientos, la puerta de la pequeña habitación se deslizó hasta quedar abierta con un ruidito metálico.
-¿Lockon?
Tardó un segundo en reaccionar, porque la voz que escuchaba era la del mismo Tieria. Se sentó con cuidado para mirarlo con curiosidad.
-No esperaba verte ¿Pasa algo?
Tieria se acercó a su cama con una expresión rara en el rostro. Casi parecía culpa. Resultaba tan inusual verlo así que Lockon tardó aún más tiempo en reparar en la bandeja que llevaba en las manos.
-No.
-¿Y qué es eso?
Además de culpable, Tieria parecía incómodo. Un leve rubor tiñó sus mejillas mientras dejaba la bandeja sobre sus rodillas. Lockon vio unas formas marrones y negras sobre ella.
-Eh... ¿es otro medicamento?-preguntó, confuso. Tieria frunció un poco el ceño.
-Son galletas.
-¡Ah!-Lockon tomó una de ellas, examinándola con cuidado-. ¿De dónde salieron?
-Acabo de prepararlas-admitió Tieria-. Allelujah Haptism sabe cocinar, y me explicó cómo hacerlas.
Dejó escapar un bufido de indignación al recordar que había necesitado un favor de un meister incapaz, y Lockon rió, recuperando parcialmente el buen humor.
-No sabía que tuviera ese talento.
-Debería dedicarse a cocinar en vez de pilotear un Gundam-sentenció Tieria despiadadamente. Sin embargo, no continuó despotricando ni se defendió del "machista" que le dedicó Lockon. En cambio, lo instó a probar las galletas.
Lockon la mordió con fuerza. Extrañamente, su boca dejó de masticar muy poco tiempo después. Tragó con algo de dificultad y tosió un par de veces luego, intentando despejar sus vías respiratorias.
-¿Qué te parecen?
-Eh...son muy...especiales. Gracias, Tieria.
Satisfecho, el piloto del Virtue se dirigió a la salida, dispuesto a dejar descansar a su compañero.
-Luego te traeré más.
-Está bien.
En cuanto Tieria se fue, Lockon corrió hacia el baño para vaciar su estómago en el lavamanos. Mientras se incorporaba, temblando, decidió que tenía que convencer a Allelujah de reprobar a su pupilo. O bien, pedirle que cocinara él los próximos bocadillos.O OOO
