El edificio estaba en ruinas, incluso parecía que iba a derrumbarse de un momento a otro. La gente de la zona no dejaba de hablar de los extraños ruidos que se producían continuamente en él; unos decían que estaba embrujado, otros que estaba maldito y los más prácticos insistían en que estaba poblado de ocupas y que era el momento de echarlos.

Cuando la policía se acercaba para comprobarlo, el edificio simplemente estaba muerto, era un amasijo de recuerdos de lo que fue, solitario y expectante de que el timepo acabara definitivamente con él.

Aún así, la gente insistía en lo que oía, incluso algunos dijeron haber visto una enorme sombra deambulando por sus pasillos. Por todo ello, la mayoría de la gente no se atrevía a entrar por miedo a no volver a salir.

Sin embargo, aquella noche, el edificio no estaba tan solitario. "Vamos Gwen, dime que has encontrado a la enorme rata de dos metros que produce los ruidos y nos podemos ir a casa." Dijo Ianto Jones a través del intercomunicador.

"¿Qué pasa que ya tienes una cita romántica con Jack para esta noche?" Contestó Gwen Cooper riéndose mientras hablaba. "Esto no está tan mal, además aquí puedes tener algún momento íntimo con Jack."

"Vale muy graciosa, pero sinceramente, tenía otra cosa en mente para pasar una velada romántica con Jack." Ya que Gwen no le estaba viendo, Ianto sonrió ampliamente y sin ningún tipo de disimulo. Tan sólo pensar en pasar una noche a solas con Jack, le hacía sentir bien.

"Gwen, Ianto os quiero en el tercer piso, creo que he oído algo." La voz de Jack sonó fuerte. El mismo jefe de siempre, que parecía haber vuelto a su estado normal, después de la pérdida de Toshiko y Owen.

Aunque no lo dijera, sus compañeros sabían que Jack lo había pasado realmente mal. Había perdido a dos subordinados, pero al mismo tiempo, Owen y Toshiko eran dos buenos amigos y para alguien como Jack, perder a alguien querido antes de tiempo, con todas las muertes que había tenido que superar, era más de lo que estaba preparado para aguantar.

Gwen y Ianto siguieron las instrucciones de su jefe y fueron al tercer piso, cada uno desde una esquina hasta que terminaran por encontrarse en el medio. El lugar estaba oscuro y las linternas apenas iluminaban más de dos metros por delante de ellos. el lugar parecía que les fuera a caer encima en cualquier momento, por lo que la cautela antes de dar el siguiente paso era primordial.

Continuaron caminando, entrando en cada una de las habitaciones, pero nada les llamó la atención. "Aquí no hay nada Jack. Creo que la gente se está volviendo un poco paranoica." Dijo Gwen mientras se apoyaba en la pared. Estaba cansada y no se podía creer que hubiera tenido que posponer el cine con Rhys, sólo por estar en un edificio mugriento.

"¿Qué tal si nos vamos y usamos cualquiera de los satélites que tenemos a mano para ver mañana si hay por aquí?" Mientras hablaba, un ruido a su espalda llamó la atención de Ianto.

Primero pensó que se tratara de un gato callejero o de una rata, tal y como había pensado en un principio, pero cuando la enfocó con la linterna, aquella cosa fue demasiado rápida y no lo pudo ver con claridad. "Creo que lo mejor que vamos a encontrar aquí son ratas y cucarachas gigantes, pero aún así voy a investigar un momento, os veo abajo."

"Vale pero date prisa, que tengo curiosidad por saber lo que me has preparado para nuestra velada romántica." El tono desenfadado de Jack y su risa, resonó en los oídos de sus compañeros, haciendo más llevadero el camino de regreso a la salida.

Ianto siguió el sonido de aquella criatura, que por el ruido que provocaba a su paso parecía bastante grande y también bastante ágil. El agente quería marcharse, volver a la base y estar con Jack. No podía quitarse de la cabeza el pensamiento de lo cerca que había estado de perder al capitán a manos de Grey y ni siquiera le había dicho lo que realmente sentía por él. Esta noche por fin, había decidido hacerlo.

Un ruido mucho más cercano le hizo darse la vuelta, no sabía como lo había hecho, pero la criatura estaba ahora detrás de él; parecía que le estuviera rodeando. "Jack, creo que me vendría bien un poco de refuerzo aquí arriba."

"Claro, estaré allí en seguida, no te preocupes que le hombre del saco no te va a comer. No te muevas de donde estás." Iannto no estuvo tan seguro de eso al escuchar el fuerte estruendo de una puerta. Reculó hasta dar con la espalda en la pared. Los ruidos ahora eran continuos, como si alguien intentara asustarle y para su desgracia, lo estaba consiguiendo.

El siguiente golpe sonó tan cerca que estuvo a punto de gritar. Comenzó a moverse por el piso, con las manos puestas en la pared para no perder la noción de donde se encontraba.

De repente una esquina, fin del pasillo y los ruidos todavía más cerca. Como si de pasos hechos con zapatos de hierro se tratara. Pese a todo, la criatura no se le acercó, no podía verla, ¿sería posible que estuviera jugando con él? Sería un ser inteligente como para hacer algo así.

De repente y procedente de la oscuridad más absoluta, algo le empujó alejándolo de la pared. Gritó asustado, esperando que Jack lo escuchara. Algo se arrastraba por el suelo, algo que estaba muy cerca, levantándose no sin esfuerzo por los nervios Ianto continuó retrocediendo, sólo que ahora no era capaz de ver hacia donde iba pues había perdido la linterna.

"¡Ianto!" Escuchó la voz del capitán a lo lejos del pasillo, pero al menos estaba allí, cerca de él.

"Estoy aquí pero hay algo conmigo, no se lo que es, pero no me gusta nada." Como si de una respuesta a lo que acababa de decir se tratara, recibió un nuevo empujón, pero se puso otra vez en pie. Cada vez estaba más nervioso y calculaba peor sus movimientos.

Por eso cuando un fuerte gruñido sonó delante de él, sin que pudiera ver de donde procedía, Ianto dio dos pasos hacia atrás, sin mirar donde ponía los pies, por lo que, cuando quiso darse cuenta, había perdido el suelo, cayó por un hueco al piso de abajo.

Los escombros pararon la caída, pero aún así fue dolorosa y estaba seguro que se había lastimado una o dos costillas. Jack lo escuchó gritar y corrió pasillo adelante, hasta el último lugar en el que lo había visto.

"Gwen te necesito aquí arriba, creo que Ianto está en problemas."

- o -

Ianto se levantó gruñendo dolorido, se quitó el polvo del traje y miró a su alrededor. Ese lugar parecía muy diferente al resto del edificio. Estaba cuidado, como si alguien se hubiera molestado en limpiarlo de vez en cuanto. Había ropa, que no parecía tener mucha antigüedad y para su mayor sorpresa encontró juguetes.

Un ruidito a su espalda le hizo temer que la criatura le había seguido en su caída, pero aquel sonido era mucho menos atemorizante que el anterior. Después escuchó un pequeño gruñido a sus pies y al mirar se quedó paralizado.

"No puede ser." Dijo agachándose ante aquella criatura que no podía tener más de año y medio o dos años. El niño lo miraba con curiosidad. No parecía tener ningún miedo a ese extraño. "¿Quién eres tu? ¿estás aquí solo? Que tontería, como vas a estar aquí solo." El niño le cogió la mano, con la que Ianto le estaba acariciando la cabecita y se echó a reír.

"Jack, creo que tenemos una situación un tanto inusual aquí abajo." El capitán no contestó, tan sólo oída estática. Cogió el intercomunicador y lo miró, el aparato no parecía estar en su mejor forma tras la caía desde el piso de arriba. "¡Jack!, Jack ¿Puedes oírme?"

"¿Ianto estás bien?"

"Si pero deberías venir cuanto antes, no estoy solo." Dejó de hablar al escuchar de nuevo aquel horrible sonido junto a él. La criatura lo había encontrado y allí no tenía demasiadas escapatorias.

Cogió al niño en brazos, no lo iba a dejar allí para que un carroñero o lo que fuera esa criatura se lo comiera a la mínima oportunidad. Lo abrazó con fuerza y el niño no se resistió. "Todo va a salir bien pequeño."

"Ianto ¿Qué es ese ruido?"

Jack se asomó al agujero por el que había caído su compañero y sonrió al verlo de una pieza, pero su rostro cambió enseguida. Primero vio al niño que llevaba en brazos. "¿Eso es un niño? ¿Qué demonios hacía ese crío aquí? No ha podido llegar solo." Pero después escuchó el sonido otra vez muy cerca de Ianto. "Espera voy a bajar, Gwen está viniendo para aquí."

Ianto subió al niño a unas cajas apiladas, escondiéndolo de lo que fuera que le estaba rodeando y antes de que pudiera darse cuenta, otra vez fue lanzado por el aire. "¡Ianto!" Gritó Jack al llegar abajo y sacó su arma. Todo estaba en calma, Ianto se estaba levantando y el niño miraba a Jack de nuevo con tremenda curiosidad.

"Jack." Gimió Ianto más dolorido que antes. El capitán se dio la vuelta hacia él y para sorpresa de Ianto apuntó en su dirección. "Jack ¿Qué estás haciendo? Has perdido el juicio."

"Ianto no te muevas." Ianto Jones siempre hacía caso a Jack y aquella vez no iba a ser una excepción, por mucho que escuchara un fuerte gruñido a su espalda y el aliento de algo que no parecía ser muy humano junto a su cuello. "Cuando te diga échate a un lado."

La vocecilla del niño, que no decía nada concreto pero no dejaba e mirar a la criatura y le sonreía contuamente, llamó la atención de todos, incluso de la criatura.

"Kerish…" Murmuró junto a Ianto. Entones el agente lo comprendió todo. Habían cometido un terrible error. La criatura no estaba intentando atacarles, sino que era ella la que sentía atacada, por el simple echo de que estaba protegiendo a su pequeño.

"Jack baja el arma." Dijo Ianto al capitán. Jack lo miró extrañado.

"Te has dado un golpe demasiado fuerte en la cabeza, tienes esa cosa pegada a tu culo y quieres que baje el arma. ¿Te has vuelto loco?"

"Jack baja el arma." Mientras hablaba, Ianto notó una de las manos de la criatura, con sus alargadas uñas recorriendo su espalda como si de una amenaza se tratara. "Jack por favor, no es lo que piensas."

"Lo que pienso es que vamos a sacar a este crío de aquí, a devolverlo con su familia y luego nos encargaremos de esta cosa." Jack se acercó al niño y lo cogió en brazos. Aunque la criatura se abrazó a él, no dejó de mirar la su madre y a llamarla.

Después, todo ocurrió muy rápido, tanto que por mucho que Ianto hubiera deseado evitarlo. La criatura que tenía a su espalda clavó las uñas en su espalda y al golpearle con fuerza le hizo caer al suelo. Al ver lo que ocurría, Jack agarró al niño con una mano y con la otra apunto a la criatura que fue hacia él.

Durante un momento Jack comprobó que Ianto estaba bien, dolorido, pero bien y antes de que su compañero pudiera decir nada, disparó contra la criatura que cayó muerta al suelo.

"¿Estáis bien? He oído disparos." Dijo Gwen asomándose por el agujero. "Vamos he traído unas cuerdas, os sacaré de ahí en un momento." Al ver al niño en los brazos de Jack, Gwen se quedó paralizada. "¿Es eso un niño? Jack ¿que hacía ahí el solo?"

"No lo estaba solo." Dijo Ianto con dificultad.

"¿A que te refieres?" Preguntó Jack, sin dejar de acunar al niño para que estuviera tranquilo en sus brazos."

"Mami." Dijo el niño mirando a la criatura que yacía en el suelo. "Mami."

"No puede ser." Dijo Jack mirando alternativamente a Ianto y Gwen.

"He intentado decírtelo desde que me he dado cuenta." Ianto contuvo las lágrimas, aunque no era fácil hacerlo con la vocecilla del niño, llamando continua y desesperadamente a su madre. "Jack lo siento."

"No, ha sido culpa mía, no lo vi venir." Jack se acercó a Ianto y con el niño todavía en brazos le ayudó a levantarse. "Dios, he matado a su madre." Acercó el cuerpecito del niño al suyo y le besó la cabecita. "Lo siento pequeño, lo siento tanto, espero que puedas perdonarme algún día."

"Jack…"

"Lo siento." Repitió una vez más, al notar que el niño le rodeaba el cuello con sus dosbracitos."

"Jack." El capitán miró a Ianto. "¿Qué vamos a hacer con él? No es un humano, al menos no creo que lo sea al cien por cien." Jack miró a su compañero. sabía lo que haría en otras circunstancias, como si tuviera cerca un manual de conductas, pero cuando se refería al bebé de la criatura que acababa de matar, las cosas cambiaban mucho.

"No lo se, Ianto. No tengo ni idea."