Máquinas de guerra.

Y no se les podría llamar de otra cosa. El gobierno estaba loco. El ejército ahora se veía integrado únicamente por soldados alfas despiadados, guerreros y muy inestables, pero los más poderosos al fin y al cabo, y cuando hay resultados positivos, los fallos, las excepciones, son simples daños colaterales.

Aquellas bestias ahora inhumanas, primitivas y enloquecidas eran resultado de experimentos sociales que buscaban enriquecer las fuerzas nacionales y no trataban de otra cosa sino reprimir las necesidades, la naturaleza de los alfas a simples actos mecánicos de supervivencia y necesidad.

¿Cómo conseguían esto? Simple, privándolos el tiempo suficiente de omegas, drogando el aire en sus celdas y alterando sus comidas, esteroides y más sustancias que nublaban su raciocinio y sus sentimientos. Ahora eran sólo animales con necesidades.

Comida. Aire. Sexo. Dormir.

¿Y como no privarles de estos dos últimos y mantenerlos aún más alterados?, ya convertidos en bestias y privados de cualquier libertad la abstinencia a la que eran obligados y los constantes disparos de alarmas en los pabellones que los despertaban en ciclos nada regulares no podían ser peores.

Pero el ejército no se veía así desde fuera, oh no. Sino, John Watson no se habría alistado voluntario para ayudar a su país tras terminar su enseñanza en medicina. Poco moral, demasiado peligroso, aquello no iba con él. Pero una vez dentro, solo se puede salir de ello en una tumba.


Mini introducción lo sé, pero ya he escrito el primer capítulo, no soy dada a hacerlos largos, en realidad no soy dada a continuarlos regularmente, por suerte mi animo por el estreno de la tercera temporada me tiene alerta y sigo más con el fandom. Gracias a Lady porque sé que ella no me dejará abandonarlo, y digo gracias cuando en realidad lo que me da es miedito, mucho yuyu y esas cosas.

¿Reviews por un John en traje militar a pleno mediodia sudoroso y necesitado de Sherlock?

e.e