Watanuki y Karuta eran muy amigos, y ambos se conocían perfectamente. Los dos eran muy observadores con el otro. Se podrían decir, incluso, que eran como hermanos. De echo, se preocupaban como si de verdad fueran hermanos.

Él se dio cuenta de que cuando ella comía, sus rosados ojos tenían más brillo, y parecían piedras preciosas. En su inexpresibo y profundo rostro, se podía ver, si eras muy observador, mucha alegría.

Llegó a la conclusión de que la comida era una de las cosas que hacían más felices a Karuta.

Es por eso que se pasó la tarde entera aprendiendo a cocinar, de una manera en la que un delincuente lo haría, claro. Le parecía estúpido al darse cuenta de que se veía como una colegiala enamorada.

Un recuerdo del rostro de Karura comiendo, y de sus ojos, fue suficiente para que volviera a ver esos estúpidos tutoriales de cocina, que hacia ver que cocinar era fácil, y que a el lo dejaba como un imbécil sin cerebro.

Pero me reció la pena.

Con un rostro sonrojado y desinteresado le había entregado la comida.

Ella abrió la caja con tranquilidad, y al ver el interior, dijo:

—No sabía que podías cocinar. Gracias.

—Obvio, soy un delincuente culinario—Habló con orgullo, y ni siquiera supo si eso tenía sentido.

Ella le regaló una sonrisa cálida, haciendo que sus mejillas se colorearan de un leve tono rojo. Empezó a comer a una velocidad inhumana.

—Te amo.

Watanuki casi juró oír como algo brincaba en su interior. Y podía apostar su título de delincuente (que no tenía), a que había sido su corazón. Se giró inmediatamente, y la vio observando la caja llena de comida como si fuera un tesoro.

Y casi se cae de espaldas cuando se dio cuenta de que ese ''Te amo'' no iba dirigido a él, si no a la comida que le había preparado.

Suspiró mientras veía a Shirakin venir hacia ellos. Se encogió de hombros y olvidó ese asunto.

Watanuki estaba en guerra.

Él contra la comida.

Por el corazón de Karuta.

Y con ese pensamiento, miró amenazante la comida que él mismo había preparado. Así se pasó toda la tarde alejando a Karuta de la comida.


—Watanuki está raro desde que le dije que le amaba.—Dijo Karuta mirando hacia la nada, con una expresión desinteresada.

—¿¡Qué!? ¿¡TE LE HAS CONFESADO!?—Ririchiyo casi se atraganta con su propia saliva. La ojirosa asintió, y la pelinegra se obligó a tranquilizarse.—¿Y qué hizo?

—Suspiró... ¿Crees que me odie?

—No, en realidad creo que él también te ama. Quizás lo malentendió.—Karuta se acercó más a ella.

—Gracias.

—N- no hace falta que me las des. Total, tengo tiempo libre y... Pue eso.—Se sonrojó y miró hacia otro lado, mientras se cruzaba de brazos. Karuta asintió.


Primer fanfic de este Fandom. Yay~ x'D. Y es un lindo, lindoso Drabble ;u;(?, Ñéh~, espero que les guste y dejen review :''v, pls.