Aquí pongo de nuevo la historia... ¿el motivo? Tan simple como que se me había olvidado poner lo que todo el mundo sabe.. Rurouni Kenshin no me pertenece, son propiedad de Nobuhiro Watsuki.
Este ff es un AU que tendrá varias parejas, pero las principales serán K&K, A&M y S&M.
Sin más, que lo disfruten.
Capítulo 1º
Sin licencia
Al atardecer, las gotas de agua caían a raudales sobre la ciudad de Tokio. Éstas jugaban con los grandes rascacielos a crear armoniosas cascadas, creando un efecto multicolor con los últimos rayos del sol. Pero este lindo paisaje no era admirado por los ciudadanos de la villa, mas bien corrían como espantados a refugiarse a sus casas tras una jornada de trabajo.
Y así lo hubiera hecho la joven Kamiya si no tuviera que encontrarse en aquella aula, admirando aquél espectáculo de la naturaleza porque no aguantaba ni un minuto más de su estancia en el lugar donde estaba.
Con resignación, suspiró profundamente intentando recordar el motivo de su presencia en aquella sala.
-----FlashBack----
El celular de la pelinegra sonaba en el asiento trasero de su coche mientras conducía alegre y tarareaba una canción que ponían en la radio. Pensó en no contestarlo, porque aparte de odiar a esos insufribles grillos (como ella denominaba a los móviles), iba conduciendo y no quería ser multada. Pero el aparato no dejaba de sonar, así que aparcó en el primer hueco que encontró y contestó.
- Moshi, moshi
- ¡Jo-chan¡¡¡Ya era hora! Soy yo Sano, no quiero que reproches lo que te voy a decir¡solo hazlo! Megumi está mal¡ven ahora mismo! Hasta hora
- ¿Qué ha pasa...
Mas no pudo terminar la frase ya que la comunicación fue cortada. Sin pensárselo dos veces, arrancó el coche y comenzó a conducir a toda velocidad por la ciudad. Normalmente Sanosuke no estaba tan serio cuando hablaba y mucho menos exigía de esa forma, lo que incrementaba más su preocupación por Megumi.
Iba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta que casi choca con un coche al saltarse un semáforo en rojo. Y no habría tenido registrado tal hecho de no haber sido perseguida y detenida por el conductor de éste. Sí, efectivamente, su "buena suerte" jugó su mejor baza para que el manejante de aquél vehículo fuera un policía.
Tras una hora en comisaría sin poder llamar a nadie, pagó una considerable multa. Pensó que todo quedaría ahí, pero no, el inspector Saito la informó que retendrían su coche y su licencia hasta que pasara el examen de conducir de nuevo, ya que había sido considerada como "persona con conducta temeraria al volante".
También la dijo que a fuera le esperaba unas personas. Salió y se encontró a todos sus amigos en perfecto estado, sobre todo Megumi que se reía y hacía comentarios jocosos sobre Tanukis alocadas al volante. Con la furia que caracteriza a una buena Kamiya, les gritó a todos, en especial a cierto cabeza de pollo, que porqué le habían dicho aquello. A lo que contestaron que tenían una fiesta sorpresa para su cumpleaños, ya que era ese día y como estaba tan ocupada en su trabajo ni se había acordado. Por lo que la pelinegra no pudo chillarles más y se fueron a su casa a celebrar su vigésimo primer cumpleaños.
-----Fin FlashBack----
De eso hacía 5 días. Ahora ella estaba allí, en las clases de recuperación de licencia. Se sentía como en el colegio, todo lleno de gente que no la respondían ni un "hola" al entrar por la puerta. Sí definitivamente, esto sería su nuevo calvario.
- Bueno resígnate Kaoru, sólo serán dos semanas – se murmuró para tranquilizarse.
- No eres la única que debe tener paciencia – dijo una mujer que estaba al lado de ella.
- ¡Oh! – Miró a la castaña.
- Mi nombre es Saito, Tokio Saito.
- Encantada Kaoru Kamiya.
- ¿Por qué estás aquí? Si puedo saber claro.
- Me gastaron una pequeña broma mis amigos, me asusté mucho pensando que algo malo había pasado y me pasé de velocidad, aparte de algún que otro semáforo... Pero mi aventura no duró mucho, me pilló un "pitufo" que me trajo a conocer las instalaciones de este edificio. – Su compañera empezó a reír.
- Perdón, pero me ha gustado esa última frase... quizá le llame así a mi marido cuando llegue a casa... es otro Pitufo. Yo estoy aquí porque estaba limpiando mi coche en el garaje. Iba a quitar la alfombrilla que tengo debajo de los pedales cuando me caí y apreté el acelerador con la mano... el caso es que el jeep salió disparado contra una vitrina que tiene mi marido allí, donde guarda su colección de espadas, y se rompió toda. Me denunció por "Destrozar propiedad privada". Luego me quitó el permiso y me obliga a asistir a estas clases.
- Vaya carácter que tiene su esposo...
- Cierto, pero...yo tengo más. Pienso vengarme pronto. Estoy pensando la mejor manera de hacerlo... – Sonríe maliciosamente.
En ese preciso instante entraron dos policías, uno muy alto de pelo negro y ojos ambarinos y otro más bajo, con el pelo rojo como el fuego y con unos iris en los que se observaba la mezcla de color violeta y ámbar.
- Como ustedes ya sabe, soy el inspector Saito, Hajime y él es el señor Himura, Kenshin. Han sido metidos en este programa para que dejen de ser un peligro a la sociedad por su forma de conducir. Mi compañero y yo les impartiremos las clases y les evaluaremos.
- ¡Kuso! – Kaoru miró a Tokio, quien había maldecido poniéndose de pie.
- ¿Hay algún problema señora? – Dio media sonrisa el tutor que estaba hablando.
- Sí¿forzosamente tienen que ser ustedes dos? Porque no me parece bien que un zanahoria y un viejo lobo nos den clases. – Los asistentes no podían más q reprimir la risa ante el desafío de aquella mujer. Kaoru la daba señas para que se callara.
- Vaya, como siga así va a estar aquí durante meses... señora. – La mujer se sentó otra vez.
- Bien – Habló el pelirrojo – Comenzaré a pasar lista, y vendrán a firmar en esta hoja que tengo en mi mano para quedar constancia de que han asistido a las clases. Sólo podrán estar exentos dos días, sino despídanse de manejar un volante. – Empezó a nombrar alfabéticamente a los 12 asistentes.
- Esto es peor que el colegio.. raro es que no nos pidan el color de la ropa interior para quedar constancia de que estuvieron las prendas escuchando a estos señores también – Murmuró la pelinegra con ironía, lo que provocó que tanto su compañera como ella empezaran a reír por lo bajo, olvidándose de todo.
- Kamiya...Kaoru Kamiya.. – Kenshin levantó la mirada – Kamiya... ¿Está la señorita Kaoru Kamiya? – Sus ojos se posaron en las dos únicas personas que no habían firmado aún y que cuchicheaban por lo bajo sin hacer caso.
- Bien no está... Saito... Tokio Saito – Nada, las mujeres parecían inmersas en su mundo.
- Perfecto, parece que no han asistido. Tendrán su primera falta. – Terminó de aclarar el pelinegro.
Los dos hombres dieron la clase sin mayor complicación, aunque furtivamente ojeaban a ciertas mujeres que se habían dedicado a hablar sin parar en murmullos mientras tiraban pequeños papeles por el suelo para pasar el tiempo.
Cuando terminó la clase iban a salir pero una mano las cerró la puerta.
- ¿Y ustedes dos quienes son? – Preguntó con una sonrisa burlesca Kenshin.
- ¿A qué viene eso Himura? – Dijo Tokio – ¿Tan zanahoria eres que no recuerdas q soy la esposa de este.. – señaló a Saito- de esto... de este viejo lobo? – Kaoru abrió los ojos ante tal revelación. – Y esta preciosidad de ojos azules es la señorita Kamiya, Kaoru.
- Pues creo que no... mas bien que son unas farsantes – Tras soltar esa frase el "lobo" sacó un cigarro y empezó a fumar, tirándolas un poco el humo a la cara.
- ¿CÓMO! – Gritaron las dos indignadas
- Mi compañero tiene razón – Kenshin sacó unos papeles – Ven... - les entregó uno de ellos – Nombré a esas dos personas y no han firmado... por lo que es notable que no estaban. Es una pena, ahora tienen una falta, a la siguiente... lo pierden todo – les guiña un ojo.
- ¡Mou¡Pero si sí que estamos! – Explotó la ojiazul – Quizá nos nombraste muy bajo y no te oímos, pero hemos estado en clase. Tienes que dejarnos firmar
- Uhmm suponiendo que os crea que sois vosotras.. podéis decirme de qué iba la clase.
- Pues... – Tragó saliva, luego miró de reojo a Tokio quien parecía igual que ella de perdida, mientras buscaba en la pizarra alguna pista pero estaba completamente borrada. – pues de conducir correctamente.
- No tienen ni idea, quizá los papelitos que rompieron supieran más que ustedes.. ahí venía el programa a seguir estos días – Aquello fue como un balde de agua fría para las dos.
- Bien, dicho todo nos vamos. Tokio, cuando llegue a casa prepárame una botella de sake para brindar por tu buen comienzo en las clases - Empezó a reír mientras abría la puerta.
Los dos agentes salieron y dejaron a dos mujeres rojas de rabia y con muchas pero que muchas ansias de venganza.
------------------------------------
Notas de la Autora: Siento mucho el tener el despiste de no poner que el Declaimer, soy nueva en lo que se refiere a la escritura de fics en esta web y tardé mi tiempo en saber cómo se podía colocar uno en la misma... ejem... --U una lástima de mujer que es una.
Pero quiero agradecer a las 4 personas, que ya me habían dejado un review y me han dado mucha alegría al saber que a alguien le había gustado:
- CiNtHiA: Muchas gracias por tus ánimos y me alegro que te gustara; - Ane himura: Me alegro que te gustara la convinación de Kenshin con Saito como aliados y tranquila que me portaré un poquito mal jejeje. Gracias por tus ánimos tanto en el fic como sobre el otro tema de cierto one-shot ;-); - Gabyhyatt: En contestación a tú review te diré que sí, jeje Tokio hará de las suyas más adelante ya que cierto lobito se ha portado muy mal. Muchas gracias por leer el fic; - Naoko L-K: Me ha gustado mucho ver que te has divertido con el empiece de la historia, si te he sacado al menos una sonrisa me doy por satisfecha en mi primer intento de fic. Muchas gracias también a típor leerlo e intentaré actualizar pronto.
Ahora sí me despido y a partir de ahora intentaré contestar a los reviews a través de la opción de correo ya que sino he leído por ahí que lo borran los administradores... por favor que alguien me confirme este punto para estar segura de cómo funciona un poco mejor la web.Bye.
