PAREJA PRINCIPAL: Sasuke x Sakura

DICLAIMER: Los personajes de naruto no me pertenecen, sino a su creador Masashi Kishimoto

La trama si me pertenece. Esta es la primera historia la cual me eh dedicado mi tiempo a crear si les gusta no olviden decírmelo a través de reviews.


Mi nombre es Sasuke Uchiha de 23 años de edad, soy conocido por ser unos de los 6 mejores cazavampiros del mundo y el más joven entre ellos

Mi historia empezó a los 8 años regresando de jugar con unos amigos a casa, en la sala, me encontré con mis padres en el suelo, inertes, sin vida, no podía creerlo, me quede en shock, sin poder procesar lo que mis ojos veían, como hacerlo, como aceptar que tus padres están muertos, sin darme cuenta lagrimas traicioneras escurrían de mis ojos sin permiso alguno, me dolía el corazón, quería correr pero mis piernas no me obedecían, quería gritar pero mis labios no podían articular palabra alguna, entonces lo vi, a mi hermano, Itachi, estaba en un rincón con la cabeza gacha, murmurando palabras inentendibles para mis oídos, con paso lento se acercó a mí, levanto la cabeza, el miedo inundo mi ser, sus ojos eran rojos como la sangre, mostró una sonrisa revelando sus filosos dientes cubiertos de sangre, y yo me quede ahí como un idiota sin poder hacer nada, Itachi empezó a reír "los mate, los mate" era lo único que decía, tras mirarme unos minutos su sonrisa se desvaneció, desapareció entre la oscuridad dejándome solo con los cuerpos de nuestros padres.

Quede bajo la custodia de mi único tío, Orochimaru, sabia mi historia, la ira y sed de venganza que invadía mi alma, el me contó sobre la existencia de los vampiros algo que a principio no hubiera creído pero después de lo que vi esa tarde no encontraba otra explicación.

Orochimaru era un cazavampiros y me invito a unirme a los suyos a erradicar a toda la escoria vampírica de este mundo, acepte sin duda alguna, desde ese momento empezó el arduo entrenamiento para convertirme en el cazador de esos malditos chupasangre.

Ingrese a mi habitación, me quite la ropa de camino al baño en estos momentos una ducha era lo que necesitaba, la lucha contra los cinco vampiros había sido agotadora pero exitosa al final, en cuando sentí las gotas sobre mi piel mi cuerpo se relajó al instante, termine de ducharme para luego dirigirme a mi cama con la esperanza de que esta noche las pesadillas sobre la muerte de mis padres desaparecieran.


Orochimaru detuvo el auto frente a una gran mansión, bajo del auto y lo rodeo para luego abrirme la puerta del copiloto, baje del auto aun con miedo no sabía donde me encontraba y aunque aún tenía mis dudas sobre si era lo correcto confiar en Orochimaru no me quedaba de otra ya que desde el momento en que desperté no poseía ningún recuerdo de mi pasado, por más esfuerzo que hiciera por recordar no lo lograba, lo único que sabía era lo que me había dicho Orochimaru cuando desperté mi nombre Sakura y que él estaba allí para ayudarme pues esa era la última voluntad de mis padres, padres a los cuales ni siquiera recuerdo padres a los cuales no conoceré jamás.

Al entrar en la casa pude apreciar mejor lo espaciosa, lo hermosa que era y el solitario ambiente que la invadía.

-Siéntete como en casa pequeña- dijo con aquella voz siseante que solo temor me infundía.

-Tengo hambre Orochimaru- mi estómago gruño corroborando lo que decía.

Me indico la cocina para luego marcharse a dejar el equipaje en las habitaciones.

Entre a la cocina encontrándome con un hombre de espaldas, al parecer estaba cocinando, el olor que desprendía la comida era delicioso, cerré los ojos para disfrutar del magnífico olor por unos minutos, los abrí al sentir algo filoso en mi garganta, el temor me inundo al ver a ese hombre tan misterioso con un cuchillo amenazando con cortarme, pero aun sintiendo miedo no pude evitar el quedarme hipnotizada por sus ojos, esos profundos ojos negros como la noche y profundos como un pozo sin fondo.

-¿Quién eres? ¿Cómo entraste?!- su voz ronca, masculina me devolvió a la realidad.

-Y…o…yo…-no podía articular palabra alguna, me era imposible y cómo hacerlo cuando tienes al hombre más guapo amenazándote con un cuchillo de cocina.

-Habla de una maldita vez, antes de que agotes mi paciencia-dijo apretando el cuchillo contra mi garganta.