Hola amigos, es primera vez que me aviento a publicar una historia sobre ésta gran saga de libros, les juro que llevo semanas si no es que ya meses con la ida en la cabeza y me tomó mucho tiempo comenzar a ponerlas en orden pues llega una y detrás llegan como cinco más.

Aclaro que esta historia se basa durante el sexto año luego de la batalla en el ministerio, les ruego no me lancen imperdonables (se esconde en un armario evanescente con su ordenador mientras escribe).

Otra cosa, habrá personaje original desde el primer capítulo y llegará a poner patas arriba la escuela así como las vidas de todos quienes van a estar cerca suyo (mirada siniestra)

ADVERTENCIA. Esta historia tendrá algo de SLASH (relaciones chico con chico), si el género no es de tu agrado recomiendo no seguir leyendo PERO, eso lo presentaré conforme avanza la historia.

DISCLAIMER. Ni HP ni sus personajes me pertenecen, si así fuera le habría dado el final que muchas realmente queríamos, habría reunidos las esferas del dragón y revivido al padrino de Harry y matado a los Dursley. Todo es de la bella J.K Rowlling.

Capítulo 1: prólogo.

Severus Snape se encontraba dando vueltas en el despacho del director, tratando de asimilar o mejor dicho de encontrarle la coherencia a lo que el anciano mago le acababa de decir a todo su personal docente. De todos los presentes en ese lugar él era quien tenía mayor cara de no estar para nada de acuerdo con la votada de canica que Albus reveló. El pobre maestro de pociones podía mandar a la goma de una vez la idea de tener finalmente un año medio tranquilo donde podría molestar a gusto al trio dorado de la casa de los leones.

-Albus te afectó la edad finalmente? Te das cuenta el disparate que haz dicho?- preguntó el hombre con su voz neutral.

-mi muchacho, me siento tan joven como si tuviera cien años otra vez y no, no es un disparate, al menos en mi percepción no lo es-

-director no quiero llevarle la contra pero se da cuenta que estamos con una gran amenaza a cuestas para que usted haga y deshaga cambios a su gusto?- preguntó ahora la líder de la casa de los leones.

-Minerva, por lo mismo, debemos estar preparados y mientras más podamos preparar a nuestros muchachos mejor, los jóvenes deben poder estar en sitios seguros donde a su vez les instruyan para cuando deban defenderse a si mismos o a sus seres queridos- sonrió.

-no me refería a eso, sino al hecho de que estemos admitiendo a un estudiante que no pasó el proceso del sombrero seleccionador y que se integre al sexto curso. Sabes el escándalo que se armará?. Los padres vendrán a hacer todo un mitin si se enteran que este estudiante ni siquiera ha estado antes en algún colegio de magia y que por puros exámenes demostró tener los conocimientos y habilidades para ser admitido. Esta institución tiene una imagen que mantener y lo sabes bien luego de lo que pasó el año anterior-

-muchacha tranquila- dijo calmado el mago bebiendo de su taza de té. –confíen en mi buen juicio por favor, sé lo que hago y porqué, además esta escuela nunca le negaría el derecho al estudio a nadie y nuestro nuevo estudiante demostró estar a la atura de cualquier otro. Y puedo jurar por mi varita que tiene muchísimo potencial-

-bueno y podrías siquiera decirnos la casa donde estará? Para saber a que nos atenemos?-

-Severus pensé que nunca lo preguntarías- sonrió abiertamente y eso le hizo sentir al posionista un escalofrío. –estará en tu casa- listo había arrojado la bomba y la cara de Snape era de todo menos gusto, de ser posible y de no tener una imagen de insensible que sostener su boca habría tocado el piso.

-en Slytherin? Porqué?- logró articular. Sin mencionar que él conocía a la gran mayoría de padres con hijos de esa casa y no sabía de ninguno que tuviera parientes o hermanos menores sin haber pisado un colegio de magia, a no ser que… -Albus dime que no es un muggle o un mestizo porque si es así me niego a recibirle- siseó.

-tan temprano y discriminando? Debo recordarte que igual eres un mestizo muchacho y estuviste en esa casa?- sonrió Minerva tras dar en un punto clave.

-no por eso- gruñó. Lo digo porque a mis estudiantes les importará nada que sea de los suyos se lo comerán vivo-

-tranquilos ambos, no importa si es o no es, sus padres son magos y eso es lo único que deben saber aunque ya hablé con ella y le expliqué que las cosas con sus compañeros no van a ser fáciles y debe ser muy fuerte- ahora su rostro era serio.

-espere, dijo "ella"?- preguntó la maestra de h¿ Herbología y recibió un asentimiento. –es una chica entonces?-

-correcto, una chica que no solo sacó las notas más altas de los últimos 5 años, sino con una gran inteligencia, astuta, con muchas ganas de probarle al mundo tantas cosas pero sobre todo muy tierna, gentil y bondadosa- aclaró el director.

-no se equivocó de casa? Esas no son características de una serpiente, son de todo menos una serpiente- intentó argumentar Severus para quitarse de cierta forma el paquete de un nuevo integrante, le había gustado hasta la parte de astuta pero Albus lo arruinó con lo demás.

-no, no estoy herrado, el mismo sombrero la puso ahí-

-quiere decir que la joven ya estuvo aquí?- preguntaron todos los maestros asombrados pues nadie se enteró de nada.

-vino durante el verano a realizar sus pruebas, no les dije nada entonces porque debía estar seguro de que la niña se quedaría, ese mismo día tuvo su selección-

-y porqué no estuvo en la cena de hoy? Si hoy llegaron todos los mocosos- gruñó Snape.

-llegará mañana antes de su primera clase, debo comentarles una última cosa y espero me comprendan- la mirada de todo su personal era seria y un silencio reinó en el despacho. –a nuestras manos llega todo tipo de estudiantes no es así?, de todas las clases sociales, tamaños, colores y hasta especies- dijo algo divertido. –pero…- tomó una bocanada de aire para poder decir lo siguiente. –esta estudiante desgraciadamente es de recursos demasiado escasos por no decir situación precaria-

Cada uno de los magos en esa sala tenían una expresión distinta tras escuchar aquello, si bien tantos años de formar generaciones de alumnos les habían dado un poco de fuerza para tolerar todo tipo de casos habidos y por haber nunca se podía ser lo bastante imparcial ante la llegada de un nuevo caso.

-explica- ordenó Madame Huch.

-de familia en extremo humilde, según la entrevista que tuve con ella y el padre nunca la pudieron enviar a estudiar como era debido por la enorme falta de recursos que tienen, la joven se educó como pudo desde su hogar y su padre al ser un gran conocedor de todos los temas la orientó para que no se quedara en blanco. Sé lo que piensan cómo es que se dignaron finalmente a traerla? Por lo mismo que comentó Minerva, una guerra en puerta y su familia cree conveniente que su hija esté segura, al menos tras nuestros muros las fuerzas oscuras tendrán muchos problemas para entrar-

-a qué quieres llegar con esto exactamente?- tanteó ahora la profesora de adivinación que a criterio de muchos estaba de sobra pues i tanto era adivina como decía no debía preguntar eso.

-que no toleren de ninguna manera que sea burla para sus compañeros ni de su casa ni de ninguna otra, pude apoyarla con algunos materiales pero su papá no me permitió más ayuda y dijo que aunque sean de medio uso su hija tendría sus propios útiles. Sin embargo vuelvo al mismo punto, son sumamente humildes y pude ver por mano propia si consiguió todo lo de su lista y si lo hizo pero todo es reciclado-

-no es por ser cruel pero porqué admitiste a una estudiante que no tiene seguramente ni para comprarse un tintero?-.

-ya se los dije profesora Sproud, aquí no se niega educación a nadie, además de que hemos tenido estudiantes en sus mismas condiciones de la señorita y se gradúan hasta con honores. Honestamente no me sirve de nada tener a niños de clase alta con enormes fortunas si acabarán sus estudios de forma mediocre con apenas los mínimos aprobatorios a tener estudiantes sin muchos recursos pero que salen con envidiables notas y hasta becas para la universidad- les trató de hacer entender el director y en ese aspecto tenía razón, varios profesores todo el tiempo se quejaban de que sus alumnos nunca valoraban la enseñanza.

Snape dejó de poner atención pues de alguna manera todo eso le estaba recordando a su vida, igual era un niño peor que pobre, igual supo lo que era llevar útiles escolares de medio uso, igual supo lo que era ser la burla de muchos.

-dices que hablaste con su padre no?. no trabaja o algo?. Y la mamá?. Si estamos en tiempos difíciles pero tampoco es para morirse de hambre-

-digamos que no tiene buena suerte manteniendo empleos, dejémoslo en que conozco perfectamente al padre de la criatura y no soy nadie para juzgar su situación porque la entiendo perfectamente y no me dieron detalles de la vida familiar. – resopló algo agotado el señor director. -Solo les pido eso, sean tolerantes y transmitan esa tolerancia y valores que tanto tratamos de inculcarles a los estudiantes. Pasando a otra cosa, verán que nos falta el profesor de DCAO, les informo que se no se unirá la próxima semana y mientras profesor Snape me gustaría que tenga al corriente a los chicos en esa materia-

-es lo menos que puedes ofrecerme luego de todo lo que me dijiste y de que debo hacerla de trabajador social- dijo con sonrisa sarcástica pero sin quitar esa mirada de seriedad, iba a ser un curso bastante largo.

-pues aclarado el asunto importante podemos ir a descansar que mañana nos esperan muchas mentes para llenar de conocimientos- sonrió el mago con sus ojos azules destilando emoción. Cada profesor deseó buenas noches y se retiraron cada quien a sus habitaciones.

Esa noche Snape no pegó el ojo, el asunto de la nueva no paraba de darle vueltas, cómo lo afrontaría con sus serpientes? Si bien él podría medio ser comprensivo sus chicos no, sin embargo se instaló la opción de que Dumbledore haya exagerado las cosas para que no le armaran tanto drama, si esa podría ser una buena opción aunque lo juzgaría con sus propios ojos negros mañana a primera hora que para colmo era su materia, así que sobre sus hombros cayó la divina responsabilidad de presentarla.

Pero eso no era lo que peor le había sentado sino era el nombre de la niña, el maldito nombre, habiendo tantas familias, personas mágicas y no mágicas tenía que ser portadora de uno de los apellidos que menos le era digerible luego del padre de Potter y del pulgoso padrino.

A la mañana siguiente muy temprano tomó su desayuno en el gran salón como siempre, con su cara de molestia y unas ojeras bien marcadas señal de su insomnio, solo escuchaba el escándalo del gran comedor y como es su rutina envió una mirada de desprecio a la mesa donde estaban los leones. Terminada la hora para desayunar regresó a sus habitaciones para terminar de ajustar todo e irse a su aula de clases, la hora llegó, en cualquier momento debía cruzar por esa puerta la nueva estudiante.

Y adivinó, ni cinco minutos luego de su regreso alguien dio suaves toques a la puerta.

-pase- dijo con su tono serio pero fuerte para ser escuchado y cuando tuvo frente suyo a quien dedujo era su nueva inte4grante de casa casi se va de espaldas. Simplemente no podía creerlo y descartaba cualquier rastro de exageración.

-buenos días- saludó la tímida voz de una muchacha. –usted es el profesor Severus Snake?- preguntó y casi le daba un tic en el ojo, tuvo el atrevimiento de leer mal su apellido? Primer tache. Pero se calmó recordando que cuando era visto por nuevos alumnos la primera vez les causaba o nervios o miedo por lo que éstos no coordinaban cerebro-lengua.

-Snape señorita y grábeselo bien no creo que entre tanta inteligencia que tiene no pueda asimilar algo tan fácil como mi apellido- le corrigió el hombre llegando a ella en menos de tres pasos. –sea bienvenida a lo que será su hogar durante los próximos dos años-

-gracias señor- dijo algo relajada pero se sentía abrumada por el sujeto. –espero haber sido puntual-

-puntualidad es lo mínimo que pido de su parte, y por su uniforme deduzco que sabe estará en mi casa y en mis filas no tolero retardos ni incompetencias. Y por si lo planeaba la excusa de es mi primer día conmigo no funciona-

-si, señor- bajó su mirada la cual no había alzado mucho de por sí. –disculpe pero mis cosas? El director dijo que no me preocupara más no sé donde están-

-preocúpese mejor por sus clases señorita, todo su equipaje está en su dormitorio ahora mismo- si tiene la decencia de seguirme a las aulas?. Y una última cosa- llamó la atención a su alumna. –a no ser que quiera ganarse a todo el colegio de enemigos por su situación académica será mejor decir que es transferida de otro colegio-

-si profesor, el director me comentó lo mismo y que cuando sea apropiado decir la verdad, o en el mejor de los casos nunca decirla- dijo apenada pues odiaba tener que mentir. Sin embargo Dumbledore había sido claro con ella de que era mejor llevar las aguas con calma y ese mismo consejo recibió de su padre.

-andando-

Y dicho aquello ambos salieron rumbo al salón del maestro en las mazmorras donde casi se llevó otro infarto al ver a su grupo dentro del aula haciendo de todo menos guardar silencio, primeramente quién les había autorizado pasar? Sabían que nadie entraba antes que él. valiéndole un cuerno la presencia de la nueva de un portazo entró.

-no necesito preguntar quién o quiénes convirtieron mi valioso salón en un mercado de verduleras muggles- alzó su voz y el silencio mortal reinó en todo el sitio. -20 puntos menos para Gryffindor- escuchó la queja general de la casa. –se quejan? Perfecto, gracias a sus adorados compañeros leones- comenzó con sarcasmo. –harán la poción de muertos en vida. Y les juro que si falla aunque sea uno de ustedes les dejaré de tarea un ensayo de tal magnitud que sangrarán sus manos- amenazó y todos corrieron de prisa a sus lugares, asombrosamente hasta las serpientes.

-señor, esa poción la veríamos hasta la página 200- dijo Granger, mala elección.

-de verdad? pues me da lo mismo, que les sirva de lección que a esta sala se viene a aprender no a gritar como vendedor del callejón Diagon ni a entrar antes que el profesor- miró feamente a la chica quien mejor decidió callarse.

De pronto se acordó de que no había presentado a la compañera y molesto abrió la puerta.

-entra-

Todos miraron primero extrañados y luego asombrados a la figura femenina que entraba al aula muy nerviosamente, piel blanca, cabello de un castaño más claro que el chocolate, ojos de un precioso tono gris que bien podría competir con los de Draco, complexión delgada y algo baja de estatura, pero atrajo la atención su uniforme que portaba el escudo de la casa Slytherin.

-y ella?- preguntó dudoso Potter pues no la había visto en la ceremonia el día antes.

-me asombra señor Potter que pueda reconocer entre un él y una ella- aduló con burla. –lo diré una vez, ella será su nueva compañera, como ven está en mi casa y llegó transferida desde un colegio en América-

-un placer conocerlos a todos- finalmente habló la muchacha tras observar todo a su alrededor.

-oye tú en tu escuela de tercera no te enseñaron que primero dices tu nombre?- arrojó Malfoy como ofensa.

Snape se tensó sin que lo notaran, ya veía venir la tonelada de desastres que la sola mención de una palabra iba a traer.

-disculpen- se plantó derecha y miró directo a todos. –mucho gusto, soy Lira Galatea- hizo una pausa pensando en su siguiente palabra. –Lira Galatea Lupin- dijo finalmente

Tras escucharla las bocas de todos se quedaron formando una perfecta expresión de asombro digna de una fotografía y algunos sintieron detenerse el tiempo.

TO BE CONTINUED!

Qué les parece? Cómo la ven que el lobito favorito de muchas nos salió con bendición? Y esperen a saber la historia MUAJAJAJA, adivinen quién habrá sido la afortunada o afortunado de haberse ganado el corazón del tierno profesor? Y cómo creen que tratarán las serpientes a la nueva compañera cuando descubran que no es ni de su clase social ni sangre pura?

Todo y más en el siguiente capítulo!