Hola a todos! Antes de empezar con esta historia quiero decir que se me ocurrió no hace mucho, y como tengo complicaciones con un fic pues prefiero aprovechar en empezar y acabar con las ideas que he tenido con esta historia.

Debo deciros que aquí todos son humanos, a excepción de Freezer y soldados, que serán denominados en vez de extraterrestres como demonios.

Dicho esto, que disfruten, espero que les guste :)

Personajes de Akira Toriyama.


Capítulo 1. Las esferas del dragón.

Remontaba la Edad Media cuando esta historia se convirtió en Leyenda.

Todo comenzó años atrás cuando un ser monstruoso y malvado llamado Freezer empezó a destruir y atacar todos los pueblos que a su paso encontraba, matando a sangre fría, esclavizando y explotando a sus habitantes, empezó a conquistar sin piedad alguna. Un tirano sin límites, aunque a pesar de ello, aún había lugares que aguantaban a luchar contra él, sin arrodillarse ante sus soldados, pero varios perecieron en vano por ello. Aquel sanguinario confundido con el mismo diablo era cada vez más fuerte.

A pesar de ello, había un bello pueblo, aunque un lugar normal y corriente, lleno de callejuelas estrechas y empedradas, donde se levantaron muros para no ser atacador. Quien lo veía así eran los que luchaban, pero había más que peleaban y tenían distintos pareceres. Había dos chicas jóvenes que apenas llegaban a los dieciocho años, quien deseaban formar parte de tal terrible combate con el tirano. Ellas pensaban que aquel pueblo situado en el monte Frypan era un sitio que las envolvía en una aura mágica llena de leyendas. No muy lejos de la realidad, pues siempre hubo una historia ante aquellas murallas de piedras.


Una mujer de larga melena negra se arrodilló ante un hombre grande que estaba sentado en lo que parecía un trono, tan solo se le veía la mitad del rostro pues sus ojos se cubrían con una especie de marcara que acaba en dos cuernos como los vikingos mientras la otra parte desnuda mostraba sus labios y su barba. Vestía una armadura y llevaba una capa roja.

-Dime, padre-decía la joven que no mostraba su rostro pues estaba con la cabeza agachada-¿para que me habéis hecho llamar?-

-Hija mía-dijo el hombre desde su trono-Hikari, la guardiana de las tres esferas del dragón murió ayer a manos de un traidor.-

-¡No puede ser!-se levantó ella aturdida intentando creer aquellas palabras.

-Teníamos un infiltrado en nuestro reino-se oyó un suspiró del hombre-temo que se trate de un soldado de Freezer.-

-Seguro que sí-pensaba la morena mirando al suelo-Hikari sabía mucho acerca de las esferas, seguro que ese alguien debe tener información. Será estúpida...-

-Chi Chi-la morena miró a su padre levantando de sus pensamientos-quiero que te encargues de proteger las esferas del dragón. Tú eres mi hija y eres fuerte, sé que podrás con esto.-

-Puedes contar conmigo y con mi espada-dijo ella provocando una sonrisa en el rey-si me disculpa, padre, debo ir al trabajo encomendado.-

Chi Chi se trataba de la hija del rey, era una bella mujer de dieseis años, blanca como las mantas de nieve que en invierno cubrían el lugar, sus ojos eran oscuros como el carbón, pero a la vez bellos como un amanecer primaveral, su cabello largo hasta su cintura era de color negro aunque brillante. A diferencia de muchas mujeres ella era un espíritu libre que había roto el cascarón hacia ya mucho tiempo. Puede ser tanto una dama como una gran guerrera, en Frypan es una de las mejores puesto que maneja la espada con mucha facilidad.

La morena salió del castillo para dirigirse a un templo donde estarían guardadas las tres esferas del dragón. En el camino oyó algo que iba a su dirección a gran velocidad, se apartó corriendo y vio como en un árbol se clavaba una flecha. Miró al otro lado y vio a una chica muy conocida por ella.

-Chi Chi-dijo la joven agarrando la flecha-cuanto lo siento.-

-Tranquila, Bulma-sonrió al ver a su amiga-¿qué haces usando las flechas? Si tus padres te ven se cabrearán.-

-Estoy harta de vivir como una rica-suspiró ella.

Bulma, era hija de condes, pero como su amiga tenía un espíritu aventurero. Su piel también era blanca como la de Chi Chi, sus largos y bellos cabellos azules como el cielo de día llegaban hasta menos de su cintura y sus ojos eran del mismo color que el mar cristalino. Una joven hermosa pero de gran carácter, un año mayor que Chi Chi, es decir, diecisiete años. Su vida por descubrir mundo la llevó al aprendizaje del arco, de la que se hizo una profesional.

-¡Mi vida es una aventura! No quiero pasarme siempre conociendo a condes y príncipes idiotas-decía la peliazul.

-Yo también estoy harta de que mi padre me junte con príncipes y reyes-murmuró Chi Chi desanimada aunque su amiga la oyó a la perfección-mi padre no quiere ver que yo no quiero enamorarme.-

-Nuestros padres son raros-comentaba Bulma riendo-¿a donde ibas?-

-¿No te has enterado?-Bulma dudó y luego negó con la cabeza aun dudosa-Hikari murió.-

-¡La guardiana!-se asustó la peliazul.

-Mi padre dice que fue asesinada y posiblemente se trate de un soldado de Freezer-apretó sus puños con fuerza-me ha nombrado guardiana de las esferas.-

-Freezer... ese hombre sigue detrás de las esferas para pedir la inmortalidad-se cruzó de brazos Bulma cabreada-si la consiguiera sería el fin.-

-Cierto-decía cerrando los ojos con lentitud y abriéndolos al momento igual-será mejor que me vaya al templo para protegerlas, nadie sabe cuando ese asesino pueda aparecer.-

-Está bien-sonrió la peliazul-yo seguiré practicando.-

-¿Quieres un consejo?-dijo antes de irse Chi Chi teniendo la atención de Bulma-ve fuera del pueblo, tus padres podrían verte.-

Bulma asintió y salió fuera del pueblo mientras Chi Chi iba hacia el templo donde se encontraban las tres esferas del dragón. Lo único que sabía de ellas era que una tenía dos estrellas, la otra cinco mientras que la última tenía las siete, y lo más importante... Freezer no debía dar con ellas.


Con una sonrisa sádica eliminó al último habitante del pueblo, mientras los otros cuatro hombres observaban la carnicería, tres reían mientras que uno maldecía al que lo hizo. Vieron como su espada estaba ensangrentada y el cuerpo de aquel que una vez fue una persona caía al suelo desplomado.

-Maldito idiota-dijo uno de aquellos hombres de melena negra que agarró una esfera naranja-perder la vida por esto.-

-Deja la palabrería, Broly-contestó otro de melena más larga aún-¿cuántas estrellas tiene?-

-Es la de seis estrellas-decía uno que estaba detrás de Broly, éste era calvo-con esta ya tenemos dos esferas.-

-Me alegra saber que sabes contar, Nappa-se burló el asesino que tenía el pelo en forma de llama mientras los demás reían-Raditz, ¿qué le pasa al idiota de tu hermano?-

-Perdónele, príncipe Vegeta-se disculpó aquel que tenía el cabello más largo que los demás-recuerde que fue gracias a Goku que descubrimos lo de las esferas.-

El asesino no dijo nada más, solo gruñó y miró fulminante al hombre que estaba con la mirada en el suelo, que a pesar de intentar ser un despistado por lo que acababa de suceder no estuvo ajeno a la conversación. Odiaba que hubieran descubierto el amuleto que un día le dio su querido abuelo.

Flash Back.

-¡Abuelo!-gritaba un niño de catorce años con lágrimas en los ojos a un anciano tumbado en una cama con apariencia enferma-¡abuelo no te mueras!-

-Goku-lo nombró el anciano y acarició el rostro del joven-llegó mi hora... no podré continuar viendo como creces.-

-Abuelo...-lloraba el pequeño mientras agarraba la mano del viejo con fuerza.

-Goku, quiero darte algo, tómalo como una herencia-intentó hablar con las pocas fuerzas que le quedaban, las únicas que le podían dar ver el rostro del joven.

-Pero abuelo...-el niño se vio interrumpido por el enfermo.

-No me rechistes, pequeño-el anciano le dio una esfera anaranjada con cuatro estrellas-puedes tomarlo como un amuleto, pero ten cuidado, niño... este objeto no debe caer en malas manos...-

-Gracias abuelo-dijo tomando la esfera sin soltar la mano del anciano.

-Ahora, pequeño-sonrió él quitando una lágrima del joven-veo una luz y es hora de seguirla.-

-Abuelo...-el hombre cerró los ojos y soltó su último suspiro ante los ojos azabaches del pequeño-¡ABUELO!-

Fin Flash Back.

Ahora el tenía dieciocho años, pasaron cuatro escondiendo la esfera de cualquiera, pero tuvo que ir el idiota de Raditz a buscarle en sus cosas y encontrarlas.

-Igualmente-interrumpió Vegeta su mente-ese lagarto seguro que tiene más que nosotros.-

-Por lo que yo sé-habló Broly dando la esfera al príncipe-Freezer solo tiene la esfera de una estrella.-

-¿Dónde estarán las otras?-se preguntó el calvo.

-Primero buscaremos las demás-decía el príncipe mientras los demás le escuchaban atento-y luego iremos a por ese insecto, lo aplastaremos y conseguiremos la última esfera.-

-Pero príncipe-dijo Raditz provocando que Vegeta le fulminara con la mirada, para él no había un pero-seguro que por el camino nos encontraremos con soldados de Freezer.-

-No importa-sonrió de medio lado-los eliminaremos a todos, para que ese maldito se muera de miedo y pague por lo que le hizo a mi pueblo.-


Contemplaba las tres esferas que estaban sobre una hermosa tela blanca de una mesa con los ojos bien abiertos. Eran hermosas a su vista, las defendería hasta la muerte, como Hikari. Caminó hasta ellas y dio sin querer un golpe a la pata de la mesa provocando que cayera la esfera de dos estrellas.

-Que torpe-se dijo a si misma mientras iba a por la esfera que cayó en un hueco del suelo del templo.

Algo la hizo frenarse en seco. De repente oyó gritos, olvidó la esfera escondida y salió corriendo del templo viendo como algunas casas eran incendiadas. Cinco jinetes estaban atacando su pueblo, su acción más rápida fue sacar su espada y empezó a pelear con uno que se acercó al templo. Gracias a su buen manejo con ella acabó con él en pocos minutos. Pero al poco tiempo los otros cuatro la atacaron, uno la empujó haciendo que volviera a entrar al templo estampada contra la pared.

-Estúpida, te has atrevido a matar a uno de los nuestros-decía un hombre de piel y melena verde-vas a morir.-

-Ya se que sois soldados de Freezer-dijo la morena empuñando su espada-¡no os llevareis las esferas!-

-Para ser una hembra eres muy valiente-dijo él sonriendo burlándose de ella-pero no eres más que una ingenua y morirás. ¡Kiwi!-

-Dígame, Zarbón-apareció el nombrado, era un ser púrpura.

-Mátala-ordenó mientras con rapidez robaba las esferas.

-¡Las esferas!-gritaba Chi Chi mientras iba a por ellas, pero Kiwi la frenó.

-Tu pelea es conmigo, hembra-sonrió con malicia.

-Como quieras, pero no tardaré en matarte-amenazó con la mirada al impidió su paso.

Chi Chi empuñando su espada empezó a atacarle, pero este se defendió muy bien con la suya. La batalla dio comienzo e iban igualados. El sonido de ambas armas resonaban por el templo, corriendo la morena le dio una patada en el estómago haciendo que cayera desplomado al suelo. Vio como aquel ser verdosos se llevaba las dos esferas del dragón. Gruñó e intentó ir por él, pero antes de ellos Kiwi la agarró de la pierna y la tiró al suelo haciendo que perdiera la espada. Miró al extraño ser que empuñaba su espada y la apuntaba, para ese momento esperaba su fin.


Chi Chi en peligro ¿qué pasará con la nueva guardiana? Espero que les haya gustado este primer capítulo.

Debo decir, no sé si alguno que haya leído este fic también ha podido leer uno que se llama El hilo rojo, que es mío. La verdad es que las ideas que tenían no me han seguido gustando, y debo decir que posiblemente lo borre.

Volviendo a esta historia, dejen reviews y espero que sigan leyendo! Gracias!