"La Elección Perfecta"

Importante: Spoilers del primer juego. Esta historia no tiene nada que ver con la secuela, ya que fue escrita antes de que supiera siquiera la existencia de esta.

Summary: Han pasado varios meses desde que nuestros héroes se separaron. Zelos, quien regreso a Meltokio, ahora se encuentra tranquilamente en su mansión, disfrutando de su libertad y calma, pero dicha tranquilidad se vera interrumpida cuando reciba una noticia del rey. Ahora tendrá que tomar muchas desiciones para recuperar su vida normal, pero… ¿Sabrá cual es la correcta?

N/A: Soy muy malo con los summary… Se aprecian los R&R. Gracias

Tales of Symphonia © Namco

Simbología:

"Diálogo"

"Pensamiento"

( ) N/A

------···------ Cambio de escena

Genero: Humor/Romance

Chapter 1

"Por favor"

En su cuarto se encontraba Zelos, acostado sobre su cama, pensando que haría justamente esa noche, no era raro por supuesto, ya era bien conocida su fama de divagar por las calles para conquistar o reconquistar señoritas, un gigoló, un casanova, un amante, como quisieras llamarle, el era un hombre que sabia conseguir lo que quería, bueno, casi todo lo que quería… sus pensamientos fueron interrumpidos cuando de pronto oyó que tocaban a su puerta. – "¿Que sucede?" – Pregunto en voz alta, no tenía muchas ganas de levantarse a abrir.

"Joven Zelos… los caballeros del rey… y el mismo rey, buscan por usted…" – Contesto la voz de una mujer, una sirvienta de la casa para ser exactos.

Con sus palabras, el semblante del chico se torno algo curioso y extrañado, el rey no solía hacerle visitas en persona, con calma, se levanto de su cama y se dirigió hacia la puerta, abrió esta solo para decirle a la mucama.- "Diles que estaré ahí enseguida"

"Si señor" – La muchacha solo asintió, se inclino ligeramente hacia el frente excusándose, y se marcho a la sala principal, en donde estaban las visitas, para dar el mensaje de su amo.

Zelos entro al cuarto nuevamente, solo para pararse frente al espejo y arreglar un poco su peinado, el sabia que no necesitaba arreglar nada en ese perfecto rostro, así que no tardo mucho en alistarse para bajar a donde el rey.

"Es una sorpresa verlo aquí y a usted también princesa Hilda" – Dijo mientras se acercaba a su alteza e hija. Al rey le saludo con una reverencia mientras que a la princesa le planto un sutil beso en su mano, acción que provoco en la dama una pequeña sonrisa, y un ligero sonrojo en sus mejillas.

Un tosido del rey interrumpió el bello momento de los jóvenes, no es que quisiera interrumpirlos por supuesto, pero ciertamente tenia mejores cosas que hacer. – "Elegido, he venido aquí para invitarlo a la fiesta de mi hija personalmente, y de paso, hablar de un asunto importante con usted."

El pelirrojo volteo a verle con ese semblante despreocupado de siempre que tanto lo distinguía. - "¿Que sucede su majestad?"

Hilda por su parte, sonrió ampliamente al ver al elegido con tal expresión, era una actitud fresca y relajada, algo que casi no se veía dentro del castillo o inclusive fuera de este, Meltokio estaba lleno de hombres cuadrados, aburridos, pero con mucha educación… pero no Zelos, el era distinto, era divertido, curioso, educado a su manera… salvaje, quizá era eso lo que tanto le atraía a ella (y a todas las demás mujeres de la ciudad) de el. – "Padre, será mejor que hables a solas con el elegido, yo me adelantare al castillo… Espero verlo en mi fiesta joven Zelos" – Despidiéndose como toda una dama, hizo una pequeña reverencia y dio media vuelta para así retirarse, atrás de ella fueron la mitad de los guardias encaminándola al castillo.

"Puede contar con eso princesa" – Dijo antes de que la dama se retirara del hogar, una vez a solas con el rey, volvió a repetir su pregunta. – "Y ¿De que quería hablarme?

"Solo he venido a recordarle una de sus responsabilidades como elegido"

"Estoy conciente de todas mis responsabilidades … no recuerdo haber hecho nada malo, además si no recuerda, el mundo ya esta estable y no hay guerra entre las nuevas regiones, para eso fue nuestra bella emisaria Sheena ¿no?"

"No me refiero a 'esas' responsabilidades…" – Dijo el rey, con un tono mas severo.

Zelos por su parte, arqueo una ceja mientras le veía confundido. - "¿Entonces de que hablamos?".

"De la responsabilidad que usted tiene con la corona… debe casarse con mi hija cuando ella cumpla la mayoría de edad, lo cual por cierto, será la próxima semana…"

Esto le cayó como bomba a Zelos, había olvidado por completo esa parte de su contrato como elegido. Se quedo un momento en blanco y paso un poco de saliva. – "… ¡¿ca…casarme?! … oh vaya… ¿no cree que eso es… ahm… algo apresurado?"

Una sonrisa ilumino el rostro de su majestad, y hablo en un tono triunfante. – "Tuvo más de 18 años para pensarlo elegido, ahora espero que este listo para contraer matrimonio con mi adorada hija"

Estaba perdido, su vida, su reputación, su libertad… todo se iría la próxima semana… hubiera recurrido al suicidio justo en ese momento si no fuera por un recuerdo que surgió en su mente. – "Pero majestad, si no mal recuerdo, no puedo casarme la princesa si yo estoy comprometido con otra mujer"

Ahora el sorprendido era el rey, ¿Zelos comprometido? – "Ciertamente… pero tu no estas comprometido"

"Bueno, comprometido… comprometido… no lo estoy… pero usted vera… estoy saliendo con cierta chica, y si es algo serio" – Si, una mentira, ¿pero que mas daba? De ser mentiroso a ser esposo, el prefería ser un gran mentiroso. – "Seria muy cruel alejarme del amor de mi vida por una tonta ley… ¿No cree usted?"

"Vaya, no sabia que ya tenia un compromiso con alguna señorita" – No estaba muy convencido de sus palabras, a decir verdad, no le creía nada, pero sin pruebas, no podía desenmascararlo, aunque obviamente no lo dejaría irse ten fácilmente. – "Pero bueno, estaré ansioso por conocerla en la fiesta de mi hija, y estoy seguro de que ella estará igual de ansiosa" – Y con esas ultimas palabras, se retiro de la mansión, dejando a Zelos con un gran problema.

"¿De donde voy a sacar un romance fingido en una semana…?"

------···------

Cerca de las majestuosas puertas de la entrada de Meltokio, se acercaba una persona cubierta por una gran capa. Caminaba tranquilamente hacia la ciudad, adentrándose a esta. Al entrar, fue recibida por un balón, que se acercaba lentamente hacia su persona.

Una pequeña niña se acerco un poco a la persona misteriosa, no quería acercarse mucho, después de todo, ¿Quien confiaría en una persona a la cual no le puedes ver el rostro? – "¿po…podría darnos nuestra pelota?" – Pregunto con timidez.

Al escuchar la voz de la niña, se retiro la parte de la capa que cubría su cara. La persona misteriosa, en realidad no parecía una mala persona, era una bella chica de cabellos negros, amarrados por una cinta, la pequeña se acerco con un poco mas de confianza, la joven por su parte, tomo el balón y se lo dio en las manos a su dueña- "Toma"

"¡M…muchas gracias!" – La pequeña sonrío ampliamente al tomar la pelota y después corrió devuelta con sus amigos.

La joven no pudo más que sonreír y seguir su camino, parecía dirigirse hacia el laboratorio de la ciudad.

No muy distante, se encontraba Zelos caminando, tratando de encontrar la solución a sus problemas. No solo mintió, le mintió a su majestad… echarse para atrás no era una opción, necesitaba hacer su mentira una realidad, necesitaba encontrar una mujer para fingir un romance durante la fiesta de la princesa y quizá un poco mas para no hacerlo tan obvio. El sabia que eso no era difícil, cualquier chica con sentido común, aceptaría ir con el a la fiesta, pero lo que el necesitaba era una farsa… no quería correr el riesgo de confesarle su plan a cualquiera y luego verse chantajeado por eso, no… necesitaba a alguien de confianza. Todos sus pensamientos tuvieron un descanso en el momento en que miro sus alrededores, había caminado tanto que alcanzo las partes mas bajas de Meltokio. – "¿Cuando llegue aquí?..." – Dejo escapar un pesado suspiro – "A estas alturas ya nada me importa… Mmmm creo que podría irme de la ciudad unos días, mi buen amigo Regal podría darme hospedaje en su hotel hasta que se pase todo lo del matrimonio… no… si huyo el rey jamás me dejara volver… o en el peor de los casos, me buscara solo para ejecutarme… ¿que haré, que haré…?"

La ya mencionada joven de cabellos negros, caminaba muy distraída mientras veía un gran libro que llevaba en manos.- "Es increíble que me hayan mandado hasta acá por esto… siento que mis misiones cada vez son más fáciles… pero bue---" - Antes de poder terminar su oración la chica choco con alguien – "L—lo lamento, no me fije por donde caminaba"

Zelos solo volteo al sentir un cuerpo chocar con el- "¿Eh?… … … ¿¡She---Sheena!?" – Estaba completamente sorprendido, no le desagradaba verla… pero era obvio que no la esperaba aquí.

"Ya no lo lamento tanto…" – Contesto con algo de sarcasmo mientras veía atentamente a la persona con la que había chocado, entre todas las personas el era el último que esperaba y quería ver- "¿Qué haces aquí Zelos? …"

"¿Que haces tu aquí?.. No estamos exactamente muy cerca de Mizuho"

"Bueno, eso no es del todo de tu incumbencia"

"Oh espera, no me digas, has venido a verme ya que no aguantabas el hecho de no poder tenerme a tu lado y recorriste todo---"

Antes de poder terminar, ella ya le había pegado en la cabeza con el libro. Reacción rápida, y muy distintivo de ella. - "¡N…no he venido por eso torpe!... vine a recoger algo… no tiene nada que ver contigo"

"Aaauch, vaya no era necesaria tanta agresividad, sabes que solo era broma, pero igual te extrañe linda" – Dijo mientras sobaba su cabeza, a la vez que sonreía inocentemente.

"como si fuera cierto…" - La ninja solo giro sus ojos ante el comentario de su amigo. – "Si no te molesta debo seguir mi camino"

"¿Tu camino va mas hacia aya? …" – Dijo mientras observaba las calles que se adentraban mas a la zona pobre de la ciudad. – "Sabes… la salida esta del otro lado… porque… no pensaras ir hasta la zona más baja de Meltokio ¿verdad?"

"Como te dije, eso no es de tu incumbencia" – Contesto en un tono cortante y siguió su camino, pasando por un lado del pelirrojo.

"De verdad que eres rara… mira que no caer en mis encantos…" – El solo le miro mientras se alejaba, pasando sus manos a su nuca, decidió seguirle con una gran sonrisa.

"¡¿Por qué me sigues!?"

"Bueno, dijiste que no era de mi incumbencia, pero nunca dijiste que no podía investigarlo por mi cuenta"

"… Idiota…" – Opto por no decir mas, no le desagradaba del todo su compañía, mientras estuviera callado, era mejor que estar sola… bueno, un poco.

Caminaron juntos unos metros mas, era un gran cambio para Zelos, de donde estaba, a donde vivía. Las casas estaban incompletas, hechas de material barato, gente vestida de la manera mas pobre… todo era completamente diferente a lo que el estaba acostumbrado, razón por la que no gustaba mucho de visitar esos lares…

"¿Piensas ver a tu novio Sheena? – Dijo con cierto tono de burla.

"Talvez" – contesto ella en un tono algo serio, acción que molesto un poco al elegido, entre todos los lugares para que ella consiguiera un novio, ¿tenia que ser la parte mas pobre de la misma ciudad en la que el vivía? No, seguramente era una broma, o una forma de callarlo, por supuesto, no le daría el gusto.

"No, en serio, ¿que hacemos aquí?... no es por nada, pero ni tu, ni yo pertenecemos aquí…"

"Donde yo pertenezca no es asunto tuyo, y si no te gusta, no tienes porque estar aquí, no recuerdo haberte pedido que me siguieras" – Dijo, utilizando un tono despectivo.

"Todavía que te hago el favor de acompañarte para ver que no te hagan nada malo, y es así como agradeces… que cruel eres" – En su tono se podía notar algo de tristeza y drama, bastante falsos a decir verdad.

"Mi héroe" – Dijo, recurriendo nuevamente al sarcasmo mientras se detenía frente a una de las casas y golpeo suavemente la puerta de esta.

"Ya era hora de que notaras lo heroico que puedo ser" – Aun entendiendo perfectamente el sarcasmo de la ninja, no pudo evitar seguir con la broma. Era su naturaleza.

"Eres… un idiota"

No paso mucho tiempo para que una joven de cabellos cafés, con ropas algo sucias y viejas, entreabriera la puerta de la casa, haciendo esto, solo alcanzo a ver a Sheena. – "¡Señorita Fujibayashi!"

"La única" – El carácter serio con el que había estado desde que vio a Zelos se había ido, una sonrisa apareció en su rostro, cosa que sorprendió, y de alguna forma, molesto a nuestro amigo. – "Vine a hacerles una pequeña visita, ¿Cómo esta Leon?"

"Esta mejorando pronto estará como nuevo… pero por favor pase" – Abrió completamente la puerta, solo para notar la otra presencia a un lado de su amiga. – "¡E---elegido!" – La chica da unos pasos hacia atrás soltando la puerta, estaba sorprendida, nunca había tenido oportunidad de tener la presencia del ya mencionado elegido tan de cerca.

"Hola hermosura" – Por su parte, Zelos no estaba tan sorprendido, ya había visto esa reacción antes en muchas de sus honeys,sin necesidad de preguntar, se adentro a la casa en compañía de la ninja. Quien solo pudo dejar escapar un suspiro.

"Por algo no quería que vinieras"

"¿Por qué podría enamorarme?" – Dijo en su tono coqueto mientras miraba atentamente a la nueva conocida, quien se derretía mentalmente al escucharlo decir eso.

"Oh dios, n---no pensaba que conociera al elegido señorita Fujibayashi, p…por favor tomen asiento, siéntanse como en su casa" – Era obvio que estaba nerviosa, aunque, quien no lo estaría con la visita que tenia… y era obvio que no hablamos de Sheena.

"Si bueno… no es algo que vaya por ahí presumiendo" – Contesto la ninja sin inmutarse.

"Si… será difícil sentirme en mi casa aquí……" – El por su parte observo la pequeña casa que solo contaba con una cocina, un pequeño comedor a base de sillas medio rotas de madera y una pequeña fogata, más aparte otra puerta, probablemente un cuarto según el.

"No planeamos tardar mucho Susanne, solo vine a ver como se encontraba Leon" – Estas palabras cortaron la emoción de la chica por tener al famoso Zelos Wilder dentro de su humilde hogar.

"Oh… entiendo…" – Dijo sin poder evitar un tono de desilusión. Se aproximo a la puerta ya mencionada y la abrió- "Leon… tienes visitas, es la señorita Sheena, y su amigo, el elegido de Mana…"

En una cama, se encontraba recostado un chico de de cabellos cafés oscuros, con cuidado levanto ligeramente la cabeza de su almohada- "¿Sheena?... ¿Sheena vino a verme?... que alegría, hazla pasar" – su felicidad por escuchar la visita de su amiga, le impidió escuchar el hecho de que venia acompañada.

"Por favor pasen" – Dijo apartándose de la puerta para darles paso.

"Gracias"

"Gracias linda"

"N---no fue nada" – Un rubor apareció en las mejillas de Susanne, y se alejo de ahí a cierto paso apresurado.

"Sheena, me alegra tanto pues… 'verte'" – Dijo Leon entre risas, recostándose nuevamente en la cama. – "No sabes como te he extrañado a ti y a todos los de Mizuho"

La ninja tomo asiento en una silla que se encontraba a un lado de la cama – "En Mizuho también te extrañamos, pero estas mejor aquí, este es tu hogar"

"No voy a creer que en verdad venimos a ver a su novio…" – Pensaba Zelos, mientras se paro a un lado de su amiga, su semblante era algo serio y frío, por supuesto, nadie lo noto, ni siquiera el.

"Parece que vienes acompañada…" – Dijo tranquilamente el joven, quien aun teniendo a sus visitas a un lado, tenia la mirada perdida hacia el frente. Esto extraño un poco al pelirrojo, ¿era todo…? 'parece que vienes acompañada'… normalmente alguien de su clase tendría una reacción mas sorprendida al tener al elegido en su casa. – "Pues si… la acompaña nada más ni nada menos que el elegido de Mana… y por cierto estoy aquí"– Dijo algo enojado, no era personal, simplemente le gustaba ser observado cuando hablaba.

"¿Qué?... ¿Sheena y el elegido en nuestra casa?... ¡este debe ser un honor doble! … y lo lamento mucho, es que mi vista no es muy buena" – Rió un poco mientras miraba en la dirección equivocada.

Sheena por su parte, estaba molesta por la actitud de Zelos, sin pensarlo dos veces, lo piso de una manera discreta mientras hablaba, para que su amigo inválido, no escuchara nada. – "Del otro lado Leon"

"Oh lo lamento" – Volvio a girar el rostro – "¿Decía algo Joven elegido?"

Zelos por su parte, se encontraba tratando de tragar el dolor, de alguna forma se merecía el golpe por haberle hablado así a un ciego, además de que no quería que nadie lo escuchara gritando de dolor. - "n…no n…nada"

"Oh ya veo… de igual manera, es todo un honor tenerlo aquí"

"Leon, solo vengo de visita rápidamente, te he traído unas medicinas, me dijeron que te harán bien" – Hablaba mientras sacaba una pequeña bolsa y la ponia sobre la mesa que se encuentra alado de la cama. – "Espero que te sean de ayuda"

"Estoy seguro de que lo serán, muchas gracias… pero imagino que también habrás venido a la boda de tu amigo el elegido"

"Boda…. ¿¡Boda!?" – Su cara se lleno de sorpresa, inclusive Zelos estaba sorprendido. Ella por enterarse que su compañero se casaría y el por ver como el chisme corre tan rápido, incluso en los barrios más bajos de su ciudad.

"¿Co---como?... quiero decir, ¿¡quien te dijo tal cosa!?"

"Bueno, soy ciego, no sordo… Todo el pueblo habla de cómo la princesa Hilda esta completamente emocionada por su boda con usted después de su cumpleaños" – Contesto sonriente, se le podía ver algo ilusionado incluso. - "Sabe, yo siempre he soñado con casarme, espero lograrlo algún día, pero por ahora, me alegro mucho por usted"

Lo ultimo que necesitaba eran felicitaciones, no tenia palabras, pues era cierto, el se iba a casar con la princesa, a menos de que se le ocurriera algo para evitarlo, y por Martel, esperaba que así fuera.

Sheena bajo la mirada, era extraño, pero no se encontraba feliz por lo que escucho… ¿Era muy egoísta no estar feliz por el matrimonio de un amigo tuyo? … quizá si… dándose cuenta de eso, levanto la cabeza y miro a Zelos dándole una pequeña sonrisa, lo más sincera que pudo. – "Me alegra que te vayas a casar Zelos… en verdad… me alegra"

"¡Esa boda esta en contra de mi voluntad!" – Se defendió rápidamente y como un niño, puso un gesto de enojo y a la vez de berrinche. – "Yo no quiero casarme… pero mi obligación como elegido no me deja otra opción"

"Pero… casarse sin amor es un gran error… ¿no existe algo que pueda hacer para evitarlo?... oh ¡lo siento!... creo que no soy nadie para preguntar eso, lo lamento, no era mi intención…" - El joven giro el rostro mientras se sentía apenado por preguntar algo así tan repentinamente, no solamente era alguien de una categoría superior a el, era un completo desconocido… y nadie va haciéndole preguntas personales a alguien que no conoces.

"Vaya… el respeto es demasiado que hasta da miedo… no te preocupes, inclusive puedes llamarme Zelos… sabes eso de elegido a veces me hace sentir incomodo… y si, existe algo pero no creo lograrlo antes del cumpleaños de la princesa"

"¿Que es?" – Pregunto Sheena con mucha curiosidad. – "... digo… ahm si no te quieres casar, vas a tener que intentarlo… ¿No?"

"Pues… hoy le dije al rey que estaba medio comprometido con otra chica… siendo así, no puede obligarme a casarme con la princesa… el problema es que no tengo a esa chica… y tengo que llevarla a la fiesta" – Dijo mientras cerraba los ojos y se cruzaba de brazos.

"… Solo explícame que es 'medio comprometido'" – Algo de eso no la convencía del todo a la joven ninja.

"Pues… que tengo una relación seria con ella desde hace tiempo… pero no tanto para casarme, así, ¿sabes como no?"

"Claaaaro… bueno, entonces solo necesitas a alguien para fingir en la fiesta que tienes mucho tiempo con ella, y que son feliz y blah blah blah, ¿No?"

"Exacto… normalmente le pediría el favor a cualquiera de mis lindas chicas… pero…"

"Peero, tendrías que revelarles tu plan para que finjan que han estado contigo en una relación seria durante mucho tiempo, y después podrían chantajearte con eso…"

"Otra vez estas en lo correcto mi querida Sheena"

"No quiero sonar como un mequetrefe… pero, ¿no tiene alguna amiga de confianza a quien le pueda pedir un favor como ese?" – Dijo Leon de la forma más educada que pudo.

"Mmmm, ahora que lo dices… podría buscar a Colette y decirle que me acompañe, será fácil ¡y estoy seguro de que ella no me traicionara!"

"Y yo estoy segura de que Lloyd te atravesara en dos cuando se entere… ¿olvidas que ya establecieron una relación?"

"… Te divierte arruinar mis planes ¿Verdad?... ok mmm, ¡Raine! Ella es inteligente, bella, y me ayudara lo sé… bueno… casi lo sé…"

"Por favor, ambos sabemos que te aventara un libro y te pateara antes de que termines de mencionar el favor"

"… ok, también es algo agresiva… mmmm ¡¿que tal mi linda Presea?!"

"Adelante… si quieres parecer pedófilo enfrente de todos los de la alta sociedad"

"… Bueno, ¡¿que tienes en contra mis planes, mujer?!" – Dijo el joven con cierta cara de rabia.

"Que tus planes son tontos y poco racionales, eso tengo" – Contesto ella con el mismo gesto-

"Ustedes dos se llevan muy bien, ¿porque van juntos?" – Dijo el ciego con cierta inocencia.

Zelos solo pudo mirarla, dudando unos momentos- "¡¿Con ella?!"

"¡¿Con el?!" – Tuvo la misma reacción, la única diferencia es que se encontraba algo sonrojada.

"Creo que sería una buena idea… además así estaríamos seguros de que ninguno de los dos se enamoraría del otro de verdad… ¿cierto?"

"O…obviamente no me enamoraría de ella" – Su semblante cambio repentinamente, volviéndose despreocupado como siempre y rió algo nervioso- "…Esta bien, Sheena quedas contratada"

"¡¿Qué?! N---ni siquiera he aceptado... además odio desilusionarte, pero no se nada de esas fiestas de etiqueta así que no, olvídalo, no, no sucederá, jamás… nunca…"

"Oh por favooooooor, ¡encontrar a Raine o a Colette me tomara más de una semana!... Enseñarte a tomar un tenedor me tomara tres días, por favor, por favor, por favooooooooooooooor – Zelos junto las manos haciendo una plegaria y trato de poner su rostro mas tierno. Ella por su parte, solo le miro de reojo, casi la tenia, solo faltaba un poquito mas.

"Vamos Sheena, no tienes nada que perder, aprenderás cosas nuevas y además ayudaras a un amigo" – Dijo Leon, de igual manera tratando de convencerla.

"El tiene razón, anda por favor, por favor, por favor… y nunca te volveré a molestar después de esto, lo juro" – Estas palabras llamaron la atención de la ninja.

"¿En serio…?"

"¡Lo juro!"

"Mmmmmmmmmmmmmmm…" – Lo pensó unos momentos, iba a tener que mentir, y eso no era honorable, pero tampoco seria correcto abandonar a un amigo… porque aun después de todo, Zelos si era su amigo. – "Esta bien… te ayudare… ¡pero ni te atrevas a tocarme en la fiesta!"

"Bueno, se supone que tenemos que ser convincentes… pero prometo no propasarme" – Una gran sonrisa ilumino el rostro del pelirrojo, lo había conseguido. Se salvaría de una boda.

"De… acuerdo…" - La mirada de la joven se veía algo nerviosa, no quería ni imaginar todo lo que iba a tener que sufrir antes y en la fiesta, pero algo cruzo repentinamente por su mente. – "… ¡Espera! … tengo que llevar este libro a Mizuho, ir y venir me tomara toda la semana, no podré aprender nada"

"¡Por el libro no te preocupes! … le diré a alguno de mis mayordomos que mande a alguien para enviarlo"

"¿Y crees que dejare que alguien más vaya en mi nombre?... Jamás, es mi misión, yo la empecé, yo la terminare…"

"Solo será una semana… puedes dejar el libro aquí y cuando acabe todo tomarlo e irte" – Interrumpió el joven de cabellos castaños, quería ser de ayuda para ella. – "Yo mismo cuidare que nadie lo toque, de todas maneras, nadie viene aquí"

"… Es---esta bien…" – No podía rechazar su ayuda, además, la misión no era urgente, no la hubieran mandado a pie de ser así… con calma, se levanto y dejo el libro sobre la silla donde se encontraba sentada.

"¡Muy bien, ya me libre de mi boda!" – Dijo sonriente mientras abrazaba a su nueva novia – "¡No sabes cuanto te amo en este momento!"

"¡NO NECESITAS DEMOSTRARMELO!" – No muy contenta con la acción de su compañero, trato de alejarlo de ella.

No era necesario verlos para saber el tipo de relación que tenían ellos dos, bastaba con solo escucharlos, Leon rió un poco y comenzó a hablar sin la intención de ser escuchado. – "Esta podría ser una historia muy interesante"

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Para los que ya habian leido mi historia, se daran cuenta que volvi a hacer el primer (y los siguentes 7 capitulos), los que leen por primera vez obviamente no se daran cuenta de las diferencias… Pero no se preocupen, lo que cambie en realidad es mi forma de redactar, no los dialogos.