Fairy Tail no me pertenece
Rendezvous – Infierno
Capitulo #1
"Oh, Nosotros no somos dueños de nuestro cielo, nosotros sólo somos dueños de nuestro infierno"
El hecho de que cada mañana de los últimos 21 años de vida de Natsu Dragneel abriera los ojos y respirara, era una desgracia.
El cielo lloraba junto con Natsu cada mañana en la ocupada cuidad de Boston, antes de levantarse y empezar su día; Natsu maldecía el seguir vivo, pero respiraba con lentitud, se recordaba a si mismo que todo podría mejorar en algún momento.
Poco sabia el, que ese día, todo cambiaria.
No le agradaba completamente la lluvia, prefiera el clima cálido, a pesar de vivir desde que recordaba en la misma ciudad, nunca le había agradado el clima frio ni lluvioso y para su desgracia la gran parte del año, el sol se encontraba oculto entre las nubes.
Mientras realizaba sus actividades matutinas escuchaba la música de Metallica que Uosuke, el cocinero hawaiano que trabajaba en el restaurante de debajo de su departamento ponía todas las mañanas cuando comenzaba su turno de trabajo.
Natsu también trabajaba en el restaurante de comida china que se encontraba debajo de su departamento, los dueños era también propietarios del departamento donde vivía y habían sido tan amables de darle trabajo en el restaurante, se llevaba bien con Uosuke pues tenían gustos musicales similares, los dueños eran amables y para ellos era beneficioso tener a Natsu.
Aprendió a ser mesero, se movía con agilidad, nunca sacaba mal una cuenta, ni olvidaba ningún pedido.
Natsu Dragneel era de buen ver, era tan alto, que podría media dos metros de altura fácilmente y la clientela que había en el restaurante era en su mayoría jovencitas que asistían sólo para verlo, para que las atendiera y ellas pudieran derrochar baba sobre la mesa al verlo, se había acostumbrado a escuchar las rizas tontas, aprendió a ignorar pestañas sobre cargadas de rímel y labios mal pintados, había aprendido cuando querían pedía algo y cuando le llamaban para tontear.
A Natsu Dragneel nunca le había interesado ninguna mujer.
Hasta ese día.
Era Julio y el calendario marcaba los primeros días de mes y lo único que tenía Natsu Dragneel en la cabeza era el tema de su tesis, no había nadie en el restaurante más que él y el cocinero que se creía cantante.
Había terminado de limpiar las mesas del restaurante en espera de la usual clientela de medio día que tomaría el almuerzo; se disponía a leer un libro que le ayudaría en su investigación, Ousuke había cambiado la música hacia Avenged Sevendfold.
Ella entro por la puerta principal haciendo sonar las campanillas y dejaba entrar la humedad del exterior. Natsu pensó que jamás había visto a nadie tan bella, ninguna mujer u hombre le había impresionado nunca hasta que la vio a ella, vestida de negro, de ojos color avellana y largos cabellos rubios.
Para Natsu ella era y sería la mujer más bella del universo, cosa que admitiría muy pocas veces y nunca frente a ella.
Ella entro al local lentamente, mirando hacia todos lados inspeccionando con sus grandes ojos todo lo que podía; desde el pequeño espacio que tenia para descansar y guardar sus cosas entre ellas, por supuesto, su importante libro que le ayudaría a terminar su tesis; desde ese pequeño espacio Natsu la pudo observar a detalle.
Su ropa se encontraba ligeramente mojada por la insistente lluvia que se presentaba en el exterior, su piel se mostraba un poco sucia, su rostro se mostraba cansado, sus ojos se adornaban con ojeras, sus manos eran esqueléticas con marcas ligeramente moradas en los nudillos y de su cuello, caía una cadena plateada que se escondía entre la ropa.
Cuando sus miradas se encontraron, Natsu sintió que la conocía de algún lugar, o que la había visto antes, sintió en el pecho, un calor que se expandió por todo su cuerpo, dándole escalofríos, sintió alegría y felicidad, sintió calma e ilusión; Natsu Dragneel nunca había sentido tantos sentimientos positivos en su vida, que esos segundos que sus ojos se encontraron, a Natsu le parecieron horas eternas, las cuales, deseo nunca terminaran.
Pero sus miradas se perdieron, cuando la joven los cerró, suspiro y perdió el conocimiento para caer desmayada al piso.
¡Hola!, Hace mucho tiempo publique esta historia, pero la borre y dure mas de dos años editándola, y nunca quedo como me gustaría, pero aquí esta. Espero les guste.
