Gibbs y su enoorme tabernera

"Bienvenidos a esta maravillosas viñetas. ¿Se imaginan qué pasaría si Jack Sparrow y Elizabeth Swann fueran marido y mujer? Eso es lo que os pretendo mostrar.

Empezaré mostrandoos una anécdota graciosa. ¿Os imaginais a Jack y Elizabeth limpiando la habitación de Gibbs? ¿Qué "tesoros" encontrarán?"

- GIIBBS ?! -gritaba Elizabeth mientras buscaba a Gibbs por cubierta-.

Gibbs esta algo ido, con la mirada perdida. Escucha a Elizabeth y da un respingo. Alza la mirada y la ve.

- Elizabeth!! qué quieres?? -Gibbs parece algo nervioso-.

- ¿Te he asustado Gibbs? -le pregunta Elizabeth con el ceño fruncido-. ¡Por fin te encuentro!

Gibbs niega algo ido y la mira esperando a ver que quiere.

- Oh...bueno...estaba en la bodega...haciendo...Qué quieres Elizabeth??

Elizabeth frunce el ceño nuevamente.

- Ah bueno...necesito que me des algo para hacer Gibbs. No puedo estar sin hacer nada y todos trabajando. Quiero ayudar.

Gibbs la mira con ceño.

- Elizabeth, ayer vinisteis de un naufragio, necesitas descansar y alimentarte. Además, aquí todos los trabajos están ocupados, no hay nada que hacer.

- Gibbs...no tengo nada que hacer -dice en un tono de súplica- Oh venga vamos, me vas a decir que no necesita barniz esa borda? -señala una borda poco agraciada-.

- Pues...ahora que lo dices...-se queda pensativo- Jack y tú podriais arreglarme mi habitación, está algo descuidada y yo no puedo dejar la cubierta sin vigilancia -sonrie-.

Elizabeth asiente.

- No necesito la ayuda de Jack -sonrie ampliamente-.

Gibbs la mira de arriba a abajo.

- Elizabeth...hay que hacer algunas cosas con fuerza y bueno...

Elizabeth arquea una ceja.

- ¿¡Qué es lo qué piensas Gibbs?! Que no puedo arreglarmelas sola porque...-Elizabeth abre la boca incrédula- No seas tonto, Gibbs -le fulmina con la mirada y pasa por su lado para bajar las escaleras de cubierta- ¡Arreglaré la habitación! -sentencia-.

Gibbs resopla y vuelve a su trabajo.

Jack Sparrow está apoyado en la borda mirando el mar demasiado aburrido.

- Gibbs!! - le llama girandose hacia cubierta-.

Gibbs lo oye.

- Si, capitán?

- Estoy aburrido. ¿Hay algo qué hacer por aquí?

Gibbs arquea las cejas pensativo y finalmente se rie.

- Ve a mi habitación, seguramente lo pasarás bien ordenándola -dice intentando no seguir riendose-.

Jack le mira con el ceño fruncido. No entiende su risa pero asiente. Por lo menos se entretendrá.

Mientras tanto, Elizabeth entra en el camarote de Gibbs, la verdad está patas arriba. Enarca una ceja.

- Hombres...-murmura mientras abre la ventana para que haya corriente y se ventile la estancia-.

Comienza a ordenar lo más importante. Se dirige al escritorio. Encuentra un par de botellas de ron medio vacías.

- Piratas...-resopla mientras coje las dos botellas con una sola mano y busca algo dónde ir amontonando la basura-.

Jack llega al pasillo y mira hacia la puerta del camarote de Gibbs, frunce el ceño al verla entreabierta.

- ¿Ya ni se cierran las puertas? -pregunta a nadie. Camiba hacia la puerta-.

Elizabeth coloca bien unos cajones, aún con las botellas en la mano. Jack se asoma a la habitación y ve a Elizabeth.

- ¿Qué haces aquí? -dice contrariado mientras entra en la habitación observandola, resopla finalmente-.

- ¿Qué haces tú aquí? -se gira hacia él fulminandole con la mirada-.

- Me dijo Gibbs que le ordenara la habitación -contesta acercándose al escritorio-.

- Por lo visto a mi me lo dijo primero.

Jack pasa el dedo índice por la mesa y luego se lo mira. Pone cara de asco.

- ¿Desde cuándo no se limpia esto?

- Sois hombres...-Elizabeth se encoje de hombros-.

Jack se gira hacia ella y ve a Elizabeth reirse por lo bajo.

- No todos somos iguales.

- Ya, claro...

Jack camina hacia la ventana mientras Elizabeth se sigue riendo por lo bajo. Jack termina de abrir las cortinas entrecerrando los ojos al recibir toda la luz de golpe. La estancia se ilumina.

- Por cierto, ¿desde cuándo tiene Gibbs este camarote? Hasta donde yo sé dormía abajo junto a los tripulantes, en las hamacas esas -hace un gesto con la mano que tiene libre haciendo en el aire la forma de la hamaca-.

- Desde hoy -le responde Jack encojiendose de hombros-.

- No creo que sea desde hoy -dice con el ceño fruncido observando la estancia y las botellas de ron-.

- Bueno, hoy, ayer, anteayer, al otro...¡qué mas da! -se acerca a la mesilla, abre los cajones y saca otras tres botellas más-.

Elizabeth deja las botellas en la mesilla de noche para ordenar antes todo el desorden de más prioridad. Jack alza las botellas hacia Elizabeth.

- ¿Dónde dejo esto? -le muestra las botellas-.

- Déjalo en la puerta, coje las mias y ahora las llevamos a la basura -Elizabeth lo mira desde un sillón de doble plaza con cojines alborotados por encima, los cuales ordena-.

Jack coje las seis botellas como puede. Derepente Elizabeth suelta un grito ahogado. A Jack se le cae una de las botellas rompiendose en pedazos al instante. Se gira hacia Elizabeth.

- ¿Qué pasa?! -la mira extrañado-.

Elizabeth se lleva una mano a la boca apartandose del sillón. Poco a poco, estira la mano hacia el sillón, entre los cojines. Arruga la nariz. Jack la observa sin entender nada. Elizabeth coje con dos dedos algo detrás de un cojín. Lo alza con repugnancia, como si fuese un insecto asqueroso. Jack intenta ver qué demonios es. Elizabeth por fin muestra unas enormes bragas con patéticos adornitos. Gira la mirada hacia otro lado como si con solo mirarlas su retina se quemara. Aunque las mantiene en alto para que Jack las vea, el cuál se queda con la boca abierta.

- ¡Lo sabia! -salta Jack- ¡Te lo dije! -le dice a Elizabeth observando las extra-enorme ropa interior-.

Elizabeth sigue con la nariz arrugada y mirando a otro lado.

- Ough! maldita sea! -mira hacia las bragas-.

- ¿¡Ves cómo era verdad?! -mira ahora a Elizabeth en vez de al "objeto"-.

- Jack, ¿de verdad tenemos que seguir ordenando esto?

Jack se limita a encogerse de hombros con una sonrisa feliz, disfrutando de ver a Elizabeth en esa escena.

Elizabeth le lanza las bragas a Jack, que caen sobre el hombro de este. Suelta una carcajada.

- Aaaaaaagggggghhhhhh !! -Jack da un respingo-.

Las bragas de Arabella cubren toda la espalda de Jack. Elizabeth se rie con ganas.

Jack echa la espalda hacia atrás haciendo que estas resbalen y caigan al suelo. Mantiene la mueca de asco, mira el suelo y se aparta de la ropa interior rapidamente. Elizabeth niega.

- ¿Vamos a seguir ordenando esto? -le vuelve a preguntar-.

Jack niega totalmente asqueado.

- Yo me voy de aquí -Jack practicamente, sale corriendo hacia la puerta-.

Elizabeth le sigue diciendo antes de cerrar la puerta:

- Que falta de respeto por parte de Gibbs ¬¬

- Dios que asco...tengo que bañarme -dice Jack mirandose la espalda asqueado-.

Elizabeth se gira hacia él riendose. Gibbs llama a comer:

- LA COMIDA ESTÁ LISTAAAA!! -se oye a Gibbs-.

Jack escucha a Gibbs y se quita la camisa asqueado, lanzandosela a Elizabeth, luego entra en su camarote. Elizabeth coje la camisa de Jack al vuelo.

- ¿Sabes cuántas taberneritas sueñan con tener esto entre sus manos? -dice con sorna-.

Jack la escucha en la habitación y se rie. Coje una camisa del armario y se la pone, abrochandose los botones mientras sale de la habitación.

Elizabeth baja las escaleras que dan a la cocina y deja la camisa de Jack en un cesto de la ropa sucia. Jack la sigue terminandose de abrochar los botones.